A Million Dreams 3

Dylmas

-Hay que comprarle comida. O sea leche, biberones, ropa...- enumera Thomas con el bebé en la cama en medio de ellos.

-Ya... Si quieres puedo pedir un adelanto en el trabajo- lo mira con una pequeña sonrisa.

El rubio asiente y lo mira con los ojos brillosos.

-Te quiero- se inclina para besarlo y nota como después de tanto tiempo la piel se le sigue poniendo de gallina.

-Yo más- contesta Dylan separándose.

(...)

Seis meses después

-Dyl, el bebé necesita más pañales- comenta Thomas cuando entra por la puerta.

Pero Thomas no ve la cara de su novio hasta que este espera en la puerta de la cocina.

-Dyl, ¿qué...?- pregunta al ver que no le contesta.

Se da la vuelta y lo ve tan mal que deja las cosas de la cocina y se acerca a él.

-¿Qué ha pasado, cariño?

-Me han despedido.

Se le llenan los ojos de lágrimas y Thomas lo abraza.

-No pasa nada. Está bien. Tenemos ahorros para el bebé. Nos mudaremos a un sitio más barato, encontraremos otro trabajo- lo consuela Thomas.

-Lo siento tanto, Tom- llora en su hombro y lo abraza con fuerza.

-No sientas nada, Dyl- sonríe Thomas besando su cabeza- mientras esté contigo me da igual cómo vivamos.

-Pero te mereces tres mansiones para ti solo. Y el bebé...- lo mira en la cuna y resopla frustrado.

-Escúchame, Dylan O'Brien- le pide Thomas levantando levemente su rostro- prefiero un colchón roto compartido contigo a tres mansiones.

Dylan lo mira a los ojos, pero es no lo consuela. No merece solo un colchón a compartir.

Se abrazan fuerte y esa noche recogen todas sus pocas cosas más las del bebé. Duermen abrazados con el bebé pegado a la cama dentro de la cuna.

(...)

Un año después

Dylan y Thomas llevan un año con trabajos sin contratos y muy temporales. Nunca están en uno por más de 2 meses.

Dylan cae en la cama rendido después de que lo despidieran del trabajo. De nuevo.

El rubio sonríe y se acerca a su novio acostándose a su lado.

-No pasa nada, Dyl. Yo todavía mantengo mi trabajo y el contrato no termina hasta dentro de un mes. Tienes un mes entero para buscar otro, has hecho de todo- besa su cabeza- seguro que lo consigues enseguida.

El niño viene corriendo hasta sus padres.

-¿Papi?- pregunta al verlo tirado en la cama.

-Dime, bebé- sonríe Dylan mirándolo.

-¿Cuento?- pregunta tratando de subir a la cama.

El rubio sonríe y el mayor lo ayuda a subir.

-Claro que sí. ¿Por qué no subes con papá a la terraza y ahora voy yo?

El niño le da un beso fuerte en la mejilla y tira de Thomas.

-Vale, vale. Vamos, Sammy- sonríe el menor levantándose.

Dylan sonríe y cuando escucha a su familia subir por las escaleras camina hasta la cocina para coger una vela y cerillas.

Minutos después sube y los ve en el sofá que encontraron en la terraza cuando se mudaron. A Dylan le gusta este piso.

-Bueno, ¿estás listo para el super cuento de esta noche?- pregunta e castaño encendiendo la vela.

-Sí- salta el niño en el sofá.

Thomas sonríe viendo a su familia.

-Bien... hace muchos muchos años, en un reino tan lejos que te cansarías tratando de llegar- pone voz de ultratumba y al terminar la frase le hace cosquillas en la barriga.

Sam se ríe y Dylan continúa.

-Vive un brujo muuuy poderoso que tenía un hermano un poco torpe.

-¿Qué es torpe?- pregunta Sam curioso.

-Alguien se tropieza mucho, mi amor- sonríe Thomas.

-Oooooooh- contesta el niño abriendo la boca.

Dylan sonríe y carraspea para volver a poner su voz.

-El caso es que siempre vivían y luchaban juntos por su reino, pero un día...- cuelga una sábana en la cuerda para tender y una caja alta para colocar la vena.

El mayor sigue el cuento a través de la manta haciendo figuras con sus dedos a través de la sábana.

Thomas mira a ambos sintiéndose más feliz que nunca.

(...)

Seis meses después

-¡DYLAN, BASTA!- grita Thomas.

El castaño lo mira con lágrimas en los ojos.

-Tenemos que mudarnos. Esa mansión es lo que siempre soñé para ti.

-Déjate de mansiones, Dylan. Por favor- le suplica Thomas acercándose a él- tenemos un piso precioso y dos trabajos. Si nos mudamos tendremos que empezar de 0 de nuevo y bastante trote le hemos dado al pobre Sam.

Dylan niega con la cabeza.

-No puedo, Tommy. Imagínate a ti en el jardín, con una taza de té y vigilando como juega Sam. Yo volviendo de trabajar ¡o no! Ni siquiera trabajaría. Estaría a vuestro lado todo el día.

-Esos son sueños, Dyl. Son unos sueños muy bonitos, pero no deja de ser una idealización. Tener a Sammy bien nos ha quitado los pocos ahorros que teníamos. Si dejamos nuestros trabajos y nos mudamos a esa mansión no tendremos nada.

Dylan pasa su mano por la cara frustrado.

-No te lo mereces, Thomas. Te mereces todo lo bueno y yo no soy capaz de dártelo. ¡JODER!- le da un golpe a la pared y el rubio se asusta- voy a crear un negocio que nos de todo la riqueza que mereces.

-Dylan, no necesito nada de eso- llora el menor- me da igual vivir en una mansión, en un puente o en un piso tan pequeño que ni quepamos en él. Solo quiero estar contigo y poder proteger a Sammy. Quiero vivir contigo feliz. Si ese negocio es tu sueño te apoyaré. Déjame ser parte de tu vida.

-No. Me niego- suspira el castaño- mi vida eres tú y el único sueño que tenga es darte lo que te mereces y hacerte feliz- suelta Dylan para irse de casa.

Thomas lo ve irse y rompe a llorar tirándose al suelo.

(...)

Un año después

Dylan ha montado una empresa hace seis meses. Dicha empresa solo tienen ganancias y se va convirtiendo en las más importantes del país.

La pareja y Sammy viven en la mansión que tanto le enamoró al castaño. La han reformado y acomodado a su gusto. Tienen contratados limpiadores y varias jardineras.

-Buenos días, Tommy- sonríe besando a su novio- ¿quieres que vayamos juntos a comprar el pan hoy?

Thomas se estira en su enorme cama y sonríe devolviéndole el beso a Dylan.

-Sí. ¿Te parece si vamos con Sam y damos un paseo por el pueblo?- besa varias veces sus labios  y sonríen.

-Vale. Podemos comprarle algún juguete nuevo- comenta Dylan- ¡Daisy!- le grita a la ama de llaves.

-¿Sí, señor?- pregunta entrando por la puerta segundos después.

-Despierta a Sammy y dígale que se vista. Vamos a ir los tres al pueblo a comprar el pan y a comprar algo más.

-De acuerdo señor. Buenos días- sonríe la mujer- ya tienen el baño listo los señores.

-Buenos días- le dice de vuelta antes de que cierre la puerta.

Nada más escuchar como la puerta se cierra se abalanza sobre Thomas.

-Al baño dijo Daisy- sonríe besándolo profundamente.

-Dyl...- proteste separándose un segundo- ¿crees que deberíamos comprarle tantos regalos a Sammy? Quizás nos empieza a ir mal otra vez y...

Dylan lo calla con un beso largo.

-Nada va a salir mal porque tu destino es vivir feliz entre sábanas de seda. Te lo mereces desde que lo conocí y juré que te lo iba a dar.

-¿Sabes que pedí aquella noche de la estrella fugaz?- le pregunta Thomas.

El castaño niega con la cabeza atento.

-Pedí que nunca me apartases de tu lado- lo mira a los ojos sonriendo- porque aunque nunca llegásemos a estar en esta situación, lo único que quería era estar contigo.

Dylan sonríe y se inclina para besarlo.


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Perdonad que sea tan corto, es que realmente no quedaba mucho:c

Dentro de 3 días nuevo os<33

Estoy respondiendo comentarios de ENDOF para quién la haya leído y comentado que no se asuste si contesto cosas del 2018/17 o lo que sea😂

Pregunta, lo junto en 1 os o en 2? Creo que en 2 está bien, pero no c. Comentadme u.u

(Nadia de 2024: terminé  de pensarlo en su día y lo mantengo: mejor lo deja en 3 porque total son 3 cortitos y me gustan así) 










Nadia💜

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