A Million Dreams 2
Dylmas
Thomas se queda mirando para Dylan después de que el sol le haya despertado.
Todavía no cree que haya pasado casi toda la noche besándose con él.
El sol parece bañar sus lunares y el rubio sonríe inconscientemente. Dylan abre los ojos en ese momento.
-Buenos días- sonríe mirándolo.
-Buenos días- responde con la misma sonrisa.
-¿Llevas mucho despierto?- pregunta Dylan estirándose.
-No, no lo creo. O sí- se ríe- no sé. Quizás he pasado mucho rato mirándote.
-¿Me mirabas?- pregunta Dylan acercándose a él.
-Sí. Lo hacía- acaricia su cuello y el castaño lo besa.
Están así durante varios minutos.
-Te hago el desayuno- lo besa una última vez y Dylan se levanta.
Thomas suspira tirado en la cama y sonríe.
Minutos después. Dylan vuelve con dos tostadas y dos vasos de zumo.
-Es escaso, pero cómo ya no tengo trabajo...
-Es perfecto- interrumpe Thomas sonriendo- acuéstate conmigo, Dyl.
Dylan sonríe tímido y se acuesta al lado de su.... ¿mejor amigo? Espero que ya no...
El rubio toma una tostada mientras el otro se acomoda y coge otra.
-Dyl... ¿Por qué me besaste?- carraspea al preguntar.
-Porque llevo enamorado de ti más años de los que pueda recordar.
El menor lo mira con los ojos abiertos.
-Pero... ¿Y Derek? ¿Y Britt? Estuviste muy enamorado de ambos.
Dylan se atraganta con un trozo de tostada.
-No estuve tan enamorado- sonríe después de beber algo de zumo para tragar el trozo- después de todas las desgracias que te pasaban me sentía culpable por pensar en ti como más que a un mejor amigo. No es lo que necesitabas en esos momentos y pues... me dejé llevar.
Thomas se queda pensativo.
-¿De verdad te gusto?- pregunta mirándolo a los ojos.
A Dylan le recuerda a un cachorrito que necesita unos pocos mimos para estar contento.
-Sí. Cuando digo que estoy enamorado de ti me refiero a todo. Al máximo. De lo que tenía miedo ayer era de que tú no estuvieses tan enamorado como parecías y nuestra relación se volviese rara.
-Por nada del mundo quiero perderte. Has sido el centro de mi mundo siempre, pero pasaste a ser mi mundo entero desde que murió mi familia- pone un puchero sin querer y Dylan suspira para agarrar su barbilla y posar sus labios en los del rubio.
Se dejan llevar unos segundos hasta que Thomas protesta.
-Dyl... el aliento.
-Igual de bueno que en cualquier otro momento- se ríe el castaño terminando su parte de desayuno.
El rubio frunce el ceño y termina también su desayuno.
-Tenemos una hora para abrir el bar- ronronea Dylan acercándose a él.
Thomas sonríe metiéndose de nuevo bajo las mantas. Dylan se ríe y se mete debajo con él.
Bromean entre besos hasta que Dylan cuela su mano por debajo de la camiseta del menor. Thomas siente la mano del castaño extrañamente cálida. Los besos se hacen más pesados.
Dylan se coloca en medio de las piernas del rubio y ambos se juntan. Se abrazan y se tocan por todas partes. La ropa desaparece rápido.
Los besos son más largos, más profundos. Comienzan los jadeos. El mayor agarra una de las manos de Thomas entrelazando sus dedos.
El rubio eleva su entrepierna contra la de Dylan. Este suspira pesadamente y ataca sus labios.
Se miran y se sonríen entre besos.
-¿Estás 100% seguro?- pregunta Dylan.
-Al 200%- responde Thomas sin perder la sonrisa.
Entonces, cuando Dylan entra dentro de Thomas, el rubio da un largo suspiro y se abraza a Dylan todo lo que puede.
-¿Estás bien?- pregunta Dylan preocupado.
-Muy bien, sí- sonríe Thomas- sigue- lo mira- por favor.
Dylan traga fuerte y mira para sus cuerpos encajados. Comienza con las estocadas lentas y sin dejar de mirar a los ojos de Thomas.
El rubio se sonroja sabiendo que va a verlo todo el rato, todas sus expresiones. Ambos mueven sus caderas al compás y los gemidos salen solos. Dylan mantiene el ritmo y a veces muerde su labio por no acelerar, es cuando Thomas lo besa para que el castaño no se haga daño.
Tiempo después, ambos jóvenes se corren a la vez y nada más terminar, se abrazan. Descansan por varios minutos hasta que Thomas ve el reloj de la pared y abre los ojos.
-¡Casi son las 8, Dyl! ¡Tenemos que abrir! Dios...- se levanta rápido y se viste- todavía tenemos que hacer los desayunos y reponer la cerveza, pagar a los proveedores...
Dylan sonríe suspirando y se levanta.
-Me ducho y bajo, mi amor- le da un beso en la mejilla.
Thomas se paraliza con una sonrisa.
Mi amor... Toda la vida esperando por esa frase.
(...)
Dylan y Thomas llevan tres días sin comer cuando Dylan sube con una bolsa con comida.
Thomas bebe agua y trata de dormir para calmar el hambre.
-¡Tommy! ¡A cenar!
-¿Qué? ¿Qué dices, Dyl?- se levanta apurado y va a verlo.
Sonríe sacando un ensalada y unas hamburguesas.
-Siéntate, anda. Freiré unas patatas ahora- sonríe el castaño.
-¿Cómo...? ¿De dónde has sacado toda esta comida? ¿Con qué la has pagado? Ni tú ni yo tenemos sueldo- se cruza de brazos.
El mayor resopla.
-La he cogido del bar.
-¿¡Qué!?- se acerca a la mesa para meterlo todo en las bolsas- hay que devolverlo.
-¡Sí, hombre! Lo que nos faltaba- le quita todo y lo coloca bien- encima de que el cabrón no te paga y estás allí todo el día- protesta Dylan.
-No me paga porque nos deja gratis el alquiler, el cual es más alto que mi sueldo- contesta Thomas.
-Sí y a cambio el agua, la luz y el gas lo pagamos por el aire. Que nos llevemos la comida de sobra no debería molestarle. Y si lo hace, no tiene por qué enterarse. Nunca pasa por el bar- responde Dylan mirándolo- por favor, Thomas. No puedo soportar verte otro días muerto de hambre.
El rubio se queda serio y se sienta en una de las sillas.
-Gracias, bebé. Gracias- lo besa muchas veces en la cara y Thomas termina por sonreír.
-Anda, termina esas patatas- sonríe sacando dos de la bolsa.
-Te quiero- sonríe Dylan dándole un suave beso en los labios.
-Yo también- se lo devuelve Thomas.
(...)
-Dios, Dyl- llora Thomas- ¿qué vamos a hacer? Ahora no tenemos ninguno de los dos trabajo y tampoco casa.
-Ya verás. Lo arreglaré todo, Tom. Te lo prometo- lo abraza fuerte y reparte besos por su cara para después recoger sus cosas.
(...)
-¡Tenemos casa y trabajo! sonríe Dylan abrazando a Thomas.
Thomas sonríe en grande.
-¿¡De verdad!?
-Sí. Me pagan bastante y la casa es pequeña, pero el alquiler es bajo. Podremos ahorrar para conseguir algo mejor en un futuro.
-Mientras esté a tu lado todo estará bien- sonríe acordándose de estos meses yendo de casa en casa por la inestabilidad de sus trabajos.
(...)
Esa noche, cuando Dylan vuelve a casa se encuentra con un bebé envuelto en unas mantas. Dylan mira para ambos lados de la calle y como no ve a nadie lo sube a casa con su novio.
-¡Tommy! Mira lo que nos han dejado en la puerta de abajo- dice entrando en casa.
-Llegas a tiempo. Está la cena list... Dylan O'Brien, ¿qué haces con un bebé?- abre los ojos sorprendido al verlo.
-Lo han dejado en la puerta. Creo que lo han abandonado. Parece recién nacido- le enseña su carita y Thomas lo coge en brazos.
-Pobrecito- suspira Thomas- ¿qué hacemos con él? ¿Que te parece si lo cuidamos un días hasta que alguien venga a reclamarlo? Por si no lo han abandonado.
-Vamos, Tom. Un bebé de máximo meses abandonado en un portal. ¿Quién lo iba a perder?- pregunta Dylan acariciándole la cabeza.
-Bueno, no te encariñes mucho por si acaso- sonríe el rubio acunándolo- termina de freír los filetes que ahora voy con el pequeñajo.
-Vale- le da un beso y va hacia la cocina.
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Primero de todo, perdón por tardar tanto. He terminado el curso, he perdido todos mis datos del ordenador (he fastidiado entre medias dos ordenadores), he estudiado para el examen de conducir y lo he aprobado (wii*-*), etc. etc. etc...
Anyways, que ya es verano y solo tengo que ayudar en casa so espero que vuelvan los horarios de siempre*-*
Tercera parte y nuevo cap de HEA mañana o pasado<33
Nadia💜
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