Kaiō Shin x Tn
En el vasto cosmos, donde los dioses y los mortales cruzan sus caminos, el Kaiō Shin del Este, Kibito, observaba en silencio. La paz reinaba en el universo, pero su corazón se sentía inquieto. Kibito había dedicado su vida a proteger y guiar a los seres vivos, pero siempre había sentido un vacío, una sensación de soledad.
Un día, durante una de sus visitas a la Tierra, conoció a Tn, una joven con un corazón puro y un espíritu indomable. Aunque al principio sus encuentros fueron breves y formales, Kibito no podía evitar sentirse atraído por la calidez y la bondad de Tn.
Nudo:
Durante una noche estrellada, Kibito decidió visitar a Tn. La encontró sentada en el borde de un acantilado, mirando las estrellas. Kibito se acercó con cautela, temiendo interrumpir su momento de tranquilidad.
"Kibito," dijo Tn sin apartar la vista del cielo, "¿Alguna vez te has preguntado qué hay más allá de las estrellas?"
Kibito se sentó a su lado, sintiendo una extraña paz en su presencia. "Muchas veces, Tn. Pero mi deber es aquí, protegiendo este universo."
Tn lo miró a los ojos, su mirada llena de curiosidad y ternura. "¿Y qué pasa con lo que tú deseas, Kibito? ¿Alguna vez piensas en ti mismo?"
Kibito sintió su corazón latir más rápido. "Mi deber ha sido siempre anteponer las necesidades del universo. Pero desde que te conocí, he comenzado a preguntarme si hay algo más, algo que he estado perdiendo."
Tn sonrió y tomó la mano de Kibito. "No hay nada malo en desear felicidad para ti mismo. Mereces amor tanto como cualquiera."
En ese momento, Kibito sintió una conexión profunda con Tn. Era como si las estrellas mismas hubieran alineado sus destinos.
Desenlace:
A partir de esa noche, Kibito y Tn comenzaron a pasar más tiempo juntos. Sus conversaciones se volvieron más profundas y personales. Compartieron sus sueños, miedos y deseos más íntimos. Kibito encontró en Tn un refugio, una amistad que floreció en amor.
Sin embargo, como Kaiō Shin, Kibito sabía que su deber podría separarlos. Un día, durante un paseo por el bosque, decidió hablar sobre sus preocupaciones.
"Tn, temo que mi deber me llame a otros lugares del universo. No quiero perderte, pero no puedo ignorar mis responsabilidades."
Tn lo miró con comprensión y valentía. "Kibito, no importa dónde estés. Nuestro amor es más fuerte que la distancia. Estaremos juntos, sin importar los desafíos."
Conmovido por sus palabras, Kibito la abrazó con fuerza. "Prometo que siempre encontraré el camino de vuelta a ti."
Esa noche, bajo el brillo de las estrellas, Kibito y Tn se prometieron amor eterno. El universo puede ser vasto y lleno de desafíos, pero su amor era una fuerza imparable, una luz que brillaba en la oscuridad.
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