lemaluna perdón por la tardanza pero y te guste

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Granola estaba solo en un planeta desolado, mirando las estrellas mientras recordaba su trágico pasado. La soledad era su única compañera en este rincón olvidado del universo. Su vida estaba consumida por la búsqueda de venganza contra los Saiyajin que habían exterminado a su pueblo, los Cerelianos. Pero todo cambió cuando un brillo extraño iluminó el horizonte y un portal apareció de la nada. Del portal surgió una figura alta y decidida: TN, buscando desesperadamente a alguien que pudiera ayudarle en su misión.

Granola se levantó de un salto, preparado para luchar. Sin embargo, TN levantó una mano en señal de paz. —No vengo a pelear —dijo TN con una voz firme—. Necesito tu ayuda. Una nueva amenaza se cierne sobre el universo y no puedo enfrentarla solo. Granola, aunque intrigado, mantenía su guardia. —¿Por qué debería ayudarte? —preguntó, con una mirada de sospecha. —Porque, como tú, he perdido mucho —respondió TN—. Y porque esta amenaza es tan grande que, si no la detenemos, no quedará nada para vengar.

A regañadientes, Granola aceptó escuchar. Juntos, comenzaron a buscar pistas sobre su enemigo común. Mientras recorrían diversos planetas, compartieron historias y descubrieron que ambos habían sufrido pérdidas significativas. Esta comprensión mutua transformó la tensión inicial en una conexión emocional profunda.

Durante una de sus paradas, mientras descansaban bajo un cielo estrellado, TN miró a Granola y preguntó: —¿Por qué luchas realmente? Granola miró a TN con desconfianza, pero decidió abrirse un poco. —Busco vengar a mi pueblo, los Cerelianos —respondió—. Fueron exterminados por los Saiyajin. No puedo descansar hasta que haya justicia. TN asintió, comprendiendo el dolor que Granola sentía. —Yo también he perdido mucho —dijo TN—. Mi mundo fue destruido por una fuerza imparable. Pero he aprendido que la venganza no siempre trae la paz que esperamos.

A medida que su misión avanzaba, la relación entre Granola y TN se fortalecía. Compartían risas, penas y momentos de introspección profunda. La conexión que se forjaba entre ellos era innegable.

Llegó el día de la batalla final contra su enemigo. TN y Granola se prepararon para enfrentarse a la amenaza, sabiendo que podrían no salir con vida. La batalla fue feroz, con ataques devastadores por ambos lados. En un momento crucial, TN salvó a Granola de un ataque mortal, consolidando su vínculo.

El enemigo lanzó un ataque devastador hacia Granola, pero en el último segundo, TN se interpuso, bloqueando el golpe con su propia energía. —¡No te dejaré caer! —gritó TN, mientras una ráfaga de poder emanaba de su cuerpo, repeliendo al enemigo. Granola, sorprendido por el sacrificio de TN, encontró una nueva fuerza dentro de sí mismo y se unió a la lucha con renovada determinación.

La batalla fue dura y agotadora, pero al final, Granola y TN lograron derrotar a su enemigo común. Exhaustos y heridos, se dejaron caer al suelo, observando el cielo estrellado sobre ellos.

Mientras el sol se ponía sobre el planeta en ruinas, Granola y TN se sentaron juntos, mirando el horizonte. —Nunca pensé que encontraría algo más allá de la venganza —dijo Granola, mirando a TN a los ojos. —A veces, lo inesperado es lo más valioso —respondió TN, tomando la mano de Granola. Juntos, se levantaron y caminaron hacia un futuro incierto, pero con la certeza de que enfrentarían cualquier desafío lado a lado.

A partir de ese momento, Granola y TN decidieron viajar juntos por el universo, protegiendo a los inocentes y buscando justicia de una manera diferente. Granola, al lado de TN, encontró un nuevo propósito en la vida, uno que iba más allá de la venganza y que le daba una razón para seguir adelante.

Mientras exploraban nuevos mundos y enfrentaban nuevos desafíos, su vínculo se fortalecía cada día más. La conexión entre ellos se convirtió en un amor profundo y duradero, un amor que les daba la fuerza para superar cualquier obstáculo.

Granola, que una vez solo conocía la soledad y la ira, encontró en TN no solo a un aliado, sino a un compañero de vida. TN, a su vez, encontró en Granola a alguien que comprendía su dolor y compartía su determinación de hacer del universo un lugar mejor.

Juntos, Granola y TN se enfrentaron a innumerables desafíos, pero siempre salieron victoriosos, no solo por su fuerza y habilidades, sino por el amor y el respeto que sentían el uno por el otro. Así, su historia se convirtió en una leyenda, una historia de redención, amor y promesas cumplidas.