(Situado en la segunda parte del capitulo 25 de VPP)

—Mal, tranquilizate, tu madre puede despertar... —Insistió la chica de Luisiana, tomando las manos de la VK. —Estoy bien, seguro que habrá una solución. Yen Sid me dijo que si usaban el ámbar otra vez sobre mí, puede que el efecto desapareciera, por lo tanto no todo está perdido; dragoncita. —Dijo, mirándola a los ojos.

— ¿¡Y qué ruecas endemoniadas me importa si se despierta!? ¡No te va a poner un dedo encima, te lo prometo! —Aseguro la chica de cabello morado, entrelazando sus dedos y observandola. —Así que la piedra mágica puede salvarte, sé lo que tengo que hacer entonces... —Añadió, pensando en que debía recuperar el ámbar para salvarla.

La emperatriz del mal gruñó tras la puerta y sus ojos brillaron intensamente ante aquel reto, no le gustaba que su propia hija la desafiara y definitivamente no le agradaba la idea de que ella estuviera enamorada.

— ¡Mal, no quiero tener que callarte yo! —Gruño Carter, mirándola a los ojos para luego señalarse a sí misma. —Nada me va a pasar, dragoncita gruñona, ¿puedes darte cuenta de que estoy bien? Estoy vivita y coliando, mi amor, y estoy segura de que no voy a morir. No olvides que vamos a tener un final feliz. —Le recordó, tratando de transmitirle esperanza.

—Yo sí quiero que me calles como solo tú lo haces. —Dijo Mal, se mordió el labio inferior al verla con atención. —Estas bien por ahora, me aseguraré de que nada te pase, me salvaste más de una vez así que déjame rescatarte ahora. —Suplicó, mirándola a los ojos.

La villana puso los ojos en blanco al escuchar la indirecta de su descendiente y se dio la vuelta para dirigirse hacia su cuarto, harta de oír tantas porquerias nefastas.

—Sí, dragoncita. Tú me vas a salvar. —Accedió la morocha, acercándose un poco más a la dueña del cuarto, mirando sus ojos. — ¿Quieres que te calle? ¿O prefieres que te haga gritar? ¿Cuál prefieres? —La interrogó, pues la deseaba, entonces se sentó encima de ella.

—Así se habla, mi hechicerita. —Dijo la villana, sonriendo aliviada y mirándola con deseo y anhelo. —Quiero que me hagas gritar, mi madre creerá que me estoy tocando así que... no tenemos de qué preocuparnos.

—Umm... Entonces ¿te tocas mucho, Mal? —Inquirió la descendiente del mayor Mason, arqueando un poco su espalda para pegar su cuerpo al de la chica de la Isla, mientras que jugaba con sus cabellos morados; era bastante curiosa, le depositó un beso en el cuello y finalmente la sujetó de las caderas. — ¿En quién piensas cuando haces eso, dragoncita?

—Claro que lo hago. —Admitió la chica de cabello morado, quien ladeó su cabeza para darle más acceso a su cuello. —Pienso en ti, solo en ti y en lo mucho que te amo... —Respondió, mirándola con cariño. Carter sonrió y siguió besando con amor las horribles marcas como si quisiera desaparecerlas a besos, la VK gimió de dolor.

—Yo también te amo, dragoncita... Eres lo más hermoso que he visto... —Murmuró la joven hechicera, recostándola en la cama y sentándose a horcajadas sobre ella para quitarse la blusa y lanzarla al suelo. —Siempre te cuidaré Mal... Siempre te amaré... —Dijo, entonces la dueña de la habitación dejo de pensar en su dolor y se concentró en las hermosas palabras de su chica.

—Eres maravillosa... —Susurró la Princesa del Inframundo, mientras se acomodaba mejor en la cama y la veía quitarse la blusa frente a ella, sin vergüenza. —Y yo siempre voy a hacer lo que sea mejor para ti. —Añadió, entonces la prima de Alex Russo le desabrocho la chaqueta y se la quito para luego deshacerse de su blusa, observo todos los moretones y golpes que la dueña del cuarto tenía. Mal suspiro hondo, sintiéndose apenada de que la chica de Luisiana la viera tan vulnerable, tan expuesta.

—Quiero hacer sanar tus heridas a besos, mi dragoncita. —Murmuró Carter, quien comenzó a besar los moretones con delicadeza y cariño mientras le acariciaba las caderas con mucho amor. —Estoy loca por ti Mal... No sabes cuánto he deseado volver a tocarte después de todo este tiempo. —Habló en voz baja, llevando sus manos hacia los botones del pantalón de su chica para desabrocharlos y bajar el cierre de aquella prenda.

—Te amo tanto y nunca me cansaré de decírtelo. —Admitió la descendiente de Maléfica, mirándola a los ojos.

—Eres la criatura más bella que existe. —La halago la morocha, entonces comenzó a quitarle el pantalón y cuando se deshizo de aquella prenda, la arrojó al suelo.

—Tú eres la chica más tierna que he conocido en mi vida. —Afirmó la ojiverde, provocando que la chica de Luisiana sonriera y se quitara la falda, revelando su ropa interior negra.

—Te amo... —Susurró la prima de Alex Russo, lanzándose sobre sus labios y enredando sus dedos en los cabellos morados de Mal mientras la besaba.

—Te amo mucho más... —Respondió la villana, correspondió a su beso de manera dulce y lenta pues solo estaba disfrutando el momento, tenerla tan cerca la hacía olvidarse de todo lo malo; hasta que la agente del PPP se apartó.

—Vamos a hacer el amor, Mal... Tú y yo, mi dragoncita... —Dijo Carter, le acarició la mejilla y luego se dispuso a morderle el labio inferior con amor, para luego deslizar sus manos hasta los hombros de Mal y bajarles las tiras del sostén. —Quiero darte todo de mí, Mal... Absolutamente todo... —Susurro en sus labios, bajando sus manos hacia la espalda de Mal y desabrochando el broche del sujetador como pudo, para luego quitarselo totalmente y lanzarlo al suelo.

—Sí, solo tú y yo. —Le dio la razón la ojiverde, mirándola con una sonrisa, le bajó las tiras del sujetador para luego deslizar sus manos por su espalda para desabrochar el broche del sujetador y quitárselo; finalmente lo arrojó lejos. —Eres tan hermosa, tan preciosa.

—Sólo nosotras, Mal. —Murmuró la morocha y sonrió de oreja a oreja antes de comenzar a dejar un camino de besos desde la boca de la villana hasta sus caderas. —Quiero hacerte mía... —Dicho esto, mordió la tela de las bragas moradas bajándolas lentamente con su boca hasta quitarselas y tirarlas al suelo.

—Solo nosotras para siempre... —Susurró la Princesa del Inframundo, quien sonrió cuando ella comenzó a besar desde su boca hasta sus caderas. —Quiero que me hagas tuya de nuevo... porque te amo... —Rogo, sintiéndose más libre y más segura a medida que su chica la iba despojando de sus prendas.

—Te haré mía mi amor... Quiero hacerte olvidar todo. —Afirmó Carter, antes de quitarse sus bragas y quedarse totalmente desnuda encima de Mal, beso sus labios lentamente mientras le acariciaba los pechos con lentitud. —Amo tu cuerpo Mal... Lo amo como no tienes una idea.

—Mh, me gusta oír eso.—Susurró la ojiverde, correspondió a su beso lentamente mientras acariciaba su cabello entre gemidos. —Yo amo el tuyo, siempre lo haré —Respondió entre besos, la morocha suspiro y deslizó su mano derecha por el abdomen de la villana, brindándole caricias.

—Me encanta cuando te erizas. —Comentó la joven hechicera, con una sonrisa en el rostro y bajó su mano hasta la entrepierna de Mal, notando su humedad. —Extrañaba tanto esto, dragoncita... Me moría por tenerte debajo de mí de nuevo... —Habló, trazando círculos sobre su clítoris y luego introdujo dos dedos lentamente en la chica de cabello morado, mientras respiraba agitadamente al tener a su chica tan excitada cerca.

—Oh sí, eso es lo que provocas en mi. —Dijo la Princesa del Inframundo, gimió cuando ella notó su humedad. —Extrañaba que me hicieras sentir así, extrañaba que me tocaras tan delicadamente. —Confesó entre gemidos.

—Por Dios Mal... —Jadeó Carter, penetrándola lentamente y mirándola a los ojos. —Me fascinas... —Murmuró lanzándose sobre sus labios y besandolos con pasión mientras la penetraba cada vez más rápido.

—No tienes ni idea de lo mucho que me encantas, cariño. —Murmuró la villana entre gemidos y correspondió a su beso apasionadamente mientras soltaba varios gemidos cada vez más fuertes.

—Y tu no tienes idea de como me excitas... —Susurró la agente del PPP entre besos e introdujo un tercer dedo dentro de la hija de Maléfica mientras trazaba pequeños círculos sobre su clítoris. —Amo sentir tu cuerpo caliente bajo el mío, Mal... Me encanta sentir cuando te contraes por mí. —Añadió, luego le mordió el cuello, siguiendo con sus movimientos y haciéndolos cada vez más intensos.

—Me encanta excitarte tanto... Y me encanta que me hagas tuya, lo he sido desde el momento en que te conocí. —Murmuró la chica de la Isla, entre gemidos, echó su cabeza cuando hacía atrás cuando sus piernas empezaron a temblar. —Car, hazme llegar.

—Sí mi amor... Te haré llegar...Porque te amo, Mal... —Susurró la morocha en su oído, con su mano izquierda le acarició el muslo derecho sintiendo sus temblores mientras aumentaba cada vez más la velocidad de sus movimientos, mientras que la miraba a los ojos. —Correte por mí, dragoncita. —La alentó antes de besarla con todo el cariño que tenía, sabiendo perfectamente que debía callar sus gritos con un beso de amor.

—Eres la mejor... Te amo mucho más, Carter... —Dijo la ojiverde entre jadeos para luego corresponderle aquel beso de manera dulce y amorosa mientras llegaba al clímax, agotada, apenas se separó de ella cuando terminó de correrse y la abrazó. La agente del PPP comenzó a acariciar los cabellos de su chica, estando totalmente perdida en aquellos ojos verdes fosforescentes que tanto le fascinaban, por lo tanto sonrió. —Me encantaría que te quedaras a dormir aquí porque quiero que seas la primera persona que vea al despertar, pero mi madre quiere que vayamos a ver a papá mañana a primera hora y nos meteríamos en problemas si ella te encuentra durmiendo conmigo. —Murmuró e hizo pucheros.