La Razón Eres Tu

- Me gustas Aria, ¿quieres ser mi novia?

- No...

Otro día normal a las afueras del colegio Cristal, en el cual Sonata nuevamente era rechazada por su mejor amiga Aria, con esta seria la 5 vez este mes, cualquiera se rinde fácilmente ante un rechazo pero la determinación de Sonata era inquebrantable y de cierta forma admirable.

- Ok - respondió Sonata con una dulce sonrisa mientras caminaba deprisa al lado de su amiga para tomarla del brazo y llevarla a rastras de camino a sus casas

- Nunca te cansaras de esto ¿verdad? - le pregunto Aria mientras era arrastrada por Sonata

- Claro que no, es divertido, y además se que tarde o temprano vas a aceptarme - sonrió risueña mientras seguía caminando con Aria de la mano

- Eres una plaga - dijo Aria de mala manera pero no hizo nada para detener a la acción de su amiga....

En el pasado.

- ¡Voy a casarme con Aria cuando sea mayor! - una pequeña Sonata de tan solo 10 años gritaba eufórica en el patio de recreo de su primaria

Los demás niños solo se reían y burlaban de la niña, que aunque no lo pareciera hablaba muy enserio en ese momento. Por otra parte, Aria, la niña que fue nombrada estaba con el ceño fruncido y malhumorada por las tonterías que dice su amiga de la infancia

- Es suficiente Sonata - dijo enojada la niña de coletas poniéndose en frente de la nombrada y mirándola enojada y con los brazos cruzados, sin embargo Sonata solo sonrió divertida y comenzó a reír de manera dulce, no fue difícil contagiar aquella risa a todo el mundo

- ¿Que es tan divertido? - preguntó Aria aun más enojada y confundida por la inesperada reaccion

- Jajaja e-es que e-eres graciosa cuando te enojas - dijo Sonata sin parar de reír

Aria no pudo soportar más y acabo sonriendo mientras veía a su amiga reír de aquella manera tan despreocupada

- Eres una plaga - dijo Aria mientras sonreía y veía con un ligero sonrojo a Sonata

En el presente.

- Y así volvió a rechazarme otra vez - contaba Sonata con voz dramática

- Bueno, mira el lado positivo, tienes el mejor récord de rechazos por la misma persona - le dijo Adagio sin quitar la vista de su celular. Ambas chicas se encontraban en un café que sr encontraba cerca del instituto Cristal, tanto como Aria, Adagio y Sonata terminaron sus estudios en dicho instituto, y ahora deben velar por su futuro en alguna universidad.

- Ja Ja Que graciosa eres Dagi - dijo Sonata divertida - Pero ya casi lo consigo, estoy segura que Aria va a aceptarme muy pronto y cuando eso pase por fin podre decirle lo mucho que la amo - Sonata tenía un brillo especial en los ojos

Adagio dejó su celular de lado y vio a Sonata con una media sonrisa, le gustaba ver a su amiga feliz, pero Sonata no sabe en lo que está a punto de entrar

- Mira Sonata, yo te quiero, y mucho... Eres como la mascota que siempre quise tener de niña, es por eso que por favor te pido.... Olvida a Aria, solo terminarás mal si sigues insistiendo - Adagio tenia como un instinto de madre cuando se trataba de Sonata, ella sabía el carácter especial de Aria tenía y también sabía que Sonata solo perdía el tiempo intentando entrar en ese corazón que aparentemente era de piedra

- Lo lamento Dagi, pero nada hará que cambie de parecer con respecto a Aria, yo la amo - dijo Sonata con voz soñadora a lo último, pero se noto que estaba decidida.

Adagio solo hizo una mueca con los labios como queriendo decir "haz lo que quieras" y volvió a usar su celular.

- Ya lo veras Dagi, es una promesa - dijo Sonata con determinación y salió saltado contenta del café. Adagio alzó la vista unos segundos y vio a Sonata salir del lugar, puso una mirada triste y cerró los ojos con dolor.

En el pasado.

- Miren, ya va a llorar la niña - tres niños de aproximadamente 10 años de edad estaban molestando a una pequeña Sonata de apenas 8 años. Le quitaron su mochila y se la pasaban entre ellos con tal de que la niña no la alcanzara

-¡Eso es mio, déjenlo por favor! - rogaba Sonata con lágrimas en los ojos mientras saltaba de un lado a otro tratando de alcanzar su mochila - ¡Deténgase, no es divertido! - los niños seguían lanzando la mochila mientras se reían.

Estaban en un parque lleno de árboles por todos lados, los papás de Sonata debieron dejarla jugando sola para hacer compras o algo parecido.

No se sabe como, pero de un momento a otro uno de los niños dio un grito de dolor y se lanzó al suelo mientras comenzaba a llorar , fue muy rápido y ni siquiera hubo ruido en específico....

Tanto Sonata como los dos abusivos restantes miraron a todos lados pero no lograron encontrar nada que pudiera verse sospechoso, hasta que de pronto otro muchacho dio un grito de dolor aún más fuerte que el anterior y se lanzó al suelo llorando

El tercer niño, el que tenía la mochila estaba asustado por no saber que era lo que ocurría asi que dejó la mochila lentamente en el suelo y alzó las manos en acción de rendición y retrocedió lentamente tratando de escapar... Pero allí fue donde se noto que una canica le impacto justo en la pierna provocando que, al igual que sus compinches, cayera al suelo de dolor. Sus amigos, como pudieron, se levantaron del suelo y aún con lágrimas en los ojos corrieron hacia su otro amigo caído y lo ayudaron a levantarse para salir huyendo del lugar.

Sonata por su parte miraba a todos lados asustada por ser la próxima, así que se agachó y se hizo bolita en su mismo lugar esperando lo peor.

- Pss Pss - se escucho detrás de un árbol una vocecita aguda que llamaba a Sonata - ¡Hey ven acá niña! - le llamo esa misma pero esta vez dejo ver su mano detrás del árbol para indicarle adonde debe ir.

Sonata alzó la vista y dejó el miedo de lado al ver que aquella voz era claramente de otra niña, se levantó del suelo y corrió hasta aquel árbol y se encontró con una niña que era tan solo centímetros más alta que ella, tenía dos simpáticas colitas y en sus manos tenía un resorte y una bolsita con canicas.

- Eres mi heroína - Sonata se abalanzó a la niña y la abrazo con fuerza, la otra niña por su parte solo se sorprendió por el acto de la desconocida, se sonrojo un poco por la vergüenza y después forcejeo para ser soltanda de ese abrazo de oso

- Basta.... Ya.... No puedo respirar.. - se quejaba la niña hasta que Sonata decidió soltarla y la vio a los ojos - Eres muy empalagosa ¿no? - dijo la niña de las coletas tomando un poco de aire

- Te equívocas, yo soy Sonata - dijo divertida a la vez que hacía una pequeña reverencia como modo de presentación

- Muy bien Sonata, son 5 dolares por salvarte - dijo la niña extendiendo su mano

- ¿Que?.... Pero no tengo dinero - dijo Sonata alarmada

- No es mi problema, son 5 dolares y punto - se cruzo de brazos la "salvadora"

- mmmm que tal si te doy mi amistad - dijo Sonata sonriendo - Y cuando tenga el dinero suficiente te pagaré

- Agg de acuerdo - dijo la niña de las coletas se mala gana

- Comenzemos de nuevo.... Hola, mi nombre es Sonata - extendió su brazo y espero a que la niña le devuelva la acción

- Ya que.... Mi nombre es Aria - le dio la mano a Sonata y cerraron el pacto

- ¿ahora si puedo abrazarte?

- No, y ve a recoger tu mochila

- ¡Ayyy mi mochila!

Después de ese día se olvidaron completamente de aquellos 5 dólares

En el presente.

Sonata llegó a su casa con muy buen humor, incluso después de tener esa charla con Adagio, pero es lo de menos porque ella sabe que Aria va a corresponder sus sentimientos.

- ¡Mamá, Papá ya llegue! - grito Sonata para dar acto de presencia en su hogar

- Hola princesa - la saludo su papá que se encontraba en la cocina

- ¿Mamá salió? - preguntó curiosa al no ver a su madre en por la casa

- Bueno.... Mi dijo que no arruinara la sorpresa, pero sabes como soy jeje - dijo el papá acercándose a Sonata para darle un gran abrazo - Estamos tan orgullosos de ti

- ¿Que?.... - Aunque Sonata aceptó el abrazo, no entendía nada de lo que estaba pasando

- Tu mamá salio a comprar champán para celebrar esto.... - su papá entró a la cocina y volvió con una carta muy llamativa que tenía rl escudo de una Universidad de alto prestigio

- No puede ser - dijo Sonata tomando la carta en sus manos como si fuera una pieza de oro - ¿Entonces.... Significa?

Su papá solo asintió ante la duda de su hija.

- Aaaah - grito la hija con euforia mientras brincaba a los brazos de su padre - ¡Entré Entré! - repetía una y otra vez saltando en los brazos de su padre.

Y allí fue donde un pequeño rayo de luz le llegó de lleno a su mente y recordó algo muy importante que estaba pasando por alto.

- ¿Papá....? ¿Cuando tengo que partir?

Su papá dejó la alegría de lado y miró a su pequeña hija con cierta tristeza en los ojos - En tres días princesa, la carta llegó atrasada

- ¿Y por alguna extraña razón del destino, me pasará algo y tenga que rechazar la beca? - preguntó de pronto sorprendiendo a au papá de sobre manera

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Aria por su parte se encontraba en su casa mirando en su laptop carreras que le llamaban la atención, la universidad pública de su ciudad no era tan buena, pero au familia no podía darse el lujo de conseguir algo mejor.

Su celular comenzó a vibrar, Aria lo tomó y vio que era un mensaje de Sonata...

- ¿Puedes salir un momento?.

El mensaje no parecía enviado por Sonata, era muy seco y sin sus emoticones que siempre suele usar, eso fue lo primero que pensó Aria, luego recordó que justo por estos días su amiga tenía que recibir una carta de una universidad a la que postuló en Canterlot

- Ayy Sonata - pensó triste Aria recordando lo duro que trabajo su amiga para conseguir esa beca. No pensó mucho y salió corriendo de au casa para encontrarse con su amiga dolida.

Al salir se topo con Sonata.... Y también con un gran ramo de rosas negras que Dios sabe de donde las consiguió

- Aria.... - la llamó Sonata con algo de duda en su voz

Aria solo veía a au amiga con aquel ramo de rosas que de hecho le encantaba, y también vio en el rostro de Sonata algo que era demasiado extraño en ella, duda

- Aria.... Me aceptaron en la universidad - dijo finalmente la chica mientras sostenía el ramo con fuerza y fingía una sonrisa

A Aria le fascinó la noticia, inconscientemente sonrió con cierta alegría, pero no le gustó la actitud que tenía Sonata en estos momentos, ella no es así. A paso lento, Aria camino hasta Sonata he hizo algo que jamás en la vida alguien tuvo la oportunidad de ver, abrazo por au cuenta a Sonata

- Estoy muy feliz por ti - dijo con voz profunda

Sonata tenía los ojos como platos, estaba prácticamente en shock por la repentina muestra de afecto por parte de su amiga, pero apenas entró en razón abrazo a Aria con todas sus fuerza.

- Te amo - se le escapo pronto a Sonata para sorpresa incluso de ambas

Aria se sonrojo fuertemente y se separo de su amiga y la vio directamente a los ojos

- No se exactamente desde cuando, pero estoy segura, completamente segura de mis sentimientos, se que la gente cree que soy algo infantil y un poco patoza, pero aun así logre entrar en esa universidad, y quiero que esa sea prueba suficiente para ti, para que veas que no es una amor infantil, que ea enserio cuando digo que te amo con todo mi corazón - dijo Sonata con una lagrima solitaria que bajaba por su mejilla - es por eso que quiero tu respuesta ahora Aria, yo lo puedo dejar todo, solo dame tu respuesta por favor - ni siquiera notaron cuando comenzó a llover, el momento era muy delicado y aun así se quedaron en la lluvia esperando la respuesta de alguien que tenia un revoltijo mental.

Aria tuvo unas terribles ganas de darle un beso apasionado a Sonata, enserio que iba a hacerlo, pero su conciencia no se lo permitió

- Lo lamento Sonata.... - dijo Aria de pronto bajando la mirada y ocultando su rostro bajo la lluvia - Tu no me gustas, siempre fuiste como una hermana para...... Siempre fuiste y siempre lo seras..

En ese momento, de no ser por el sonido de la lluvia se hubiera escuchado claramente el terrible crujir de un corazón rompiéndose en mil pedazos.... Pero no solo era uno, sino dos corazones destrozados

- Nunca tuve oportunidad ¿no? - dijo Sonata después de varios minutos estando bajo la lluvia

- En serio lo siento Sonata - Aria se acerco a Sonata con ganas de abrazarla nuevamente, pero fue interrumpida por el ramo de rosas negras

- Es mejor así - dijo Sonata ofreciendole el ramo de rosas - Tengo que irme, pero quiero que aceptes estas rosas negras, se que son tus favoritas - Sonata sonrió con dulzura mientras le entregaba el ramo a su amiga.

Aria tomo las rosas y las apego contra su pecho con fuerza.

-Voy a extrañarte Ari... - dijo Sonata retrocediendo paso a paso - Prometo que voy a llamarte - dijo finalmente para luego salir corriendo dejando a Aria sola bajo la lluvia...

Se que no soy perfecto,
hay muchas cosas que desearía no haber hecho.

Adagio apareció al lado de Aria con un paraguas y la protegió de la lluvia, ella miró todo desde una cierta distancia, no le sorprendió ver a Sonata correr de esa forma, de hecho ya lo presentía. Pero lo que era nuevo para ella...... ¿Acaso Aria estaba llorando?

pero sigo aprendiendo.
Nunca tuve intención de hacerte esas cosas.

-¿Aria?.... ¿Estas bien?... - pregunto Adagio dubitativa al ver así a su amiga

- ¿Escuchaste todo? - pregunto Aria, pero no enojada ni nada, solo por curiosidad.

- No, solo vi a Sonata salir corriendo

-.....

- ¿Que pasó?

- La aceptaron en Canterlot..

Adagio se sorprendió y al igual que Aria en su momento sonrió inconscientemente al saber tan hermosa noticia, pero también recordó que al ser aceptada en esa universidad, Sonata debía irse de la ciudad.... Solo sonrió con tristeza y le habló a Aria

- Tu realmente la amabas ¿no?

El silencio reinó por algunos minutos, la lluvia seguía con su labor y Aria estaba destrozada por dentro.

Entonces la joven con las coletas miró hacia el cielo y camino fuera de la protección del paraguas.

así que antes de irme tengo que decírtelo,
solo quiero que lo sepas.

- La amo más que a nada en el mundo - dijo rompiendo en llanto, miró a Adagio que estaba afligida por verla así de esa manera - Pero ella se merece algo mejor...

He encontrado una razón
para cambiar lo que solía ser, 
una razón para volver a empezar,
y la razón eres tú.

- Aria...

- Ella me enseño a sonreír... Me enseño a ver el lado agradable de las cosas... Me enseño a amar... ¿Y yo que le di a cambio?, Nada - mientras más hablaba, más lloraba

-.... - Adagio desvio la mirada con cierto dolor de ver a Aria tan frágil

- Si ella es feliz allí, entonces yo seguiré adelante con mi vida.

- Pero..... Tu la amas - dijo mirándola de repente mientras apretaba con fuerza su paraguas

- Y es por eso que la debo dejar en libertad.

Siento haberte hecho daño,
es algo con lo que cada día debo vivir.
Y todo el dolor que te causé,
desearía poder quitártelo, 
y ser el que seque todas tus lágrimas.
Es por eso por lo que necesito que me escuches.

- Porque no le dijiste la verdad.. - Adagio comenzaba a enojarse

- Si lo hacía ella no hubiera aceptado ir a aquella universidad - Aria se calmó un poco, la lluvia fría la estaba terminando de bañar en su regazo

- ¿¡Y por qué demonios la rechazabas tanto!? Sabias que ella tenía sentimientos puros hacia ti... -

- Porque yo no soy adecuada para ella.

He encontrado una razón
para cambiar lo que solía ser, 
una razón para volver a empezar,
y la razón eres tú.

- Soy mala, Detesto las muestras de afecto y no tengo tacto al hablar, y Sonata es todo lo contrario a alguien como yo - se abrazo a si misma y bajo la mirada

- Estas hablando de la antigua tu - dijo Adagio con más calma

Aria abrió los ojos como platos y puso atención a esas palabras.

No soy una persona perfecta,
nunca tuve intención de hacerte esas cosas,
así que antes de irme tengo que decírtelo,
solo quiero que lo sepas.

He encontrado una razón
para cambiar lo que solía ser, 
una razón para volver a empezar,
y la razón eres tú.

He encontrado una razón para mostrarte,
una parte de mí que no conocías,
una razón para todo lo que hago,
y la razón eres tú. 

- Tu eres diferente ahora Aria, y todo gracias a Sonata - Adagio comenzó a caminar en dirección contraria a Aria pero antes se dio la vuelta y miro nuevamente a su amiga

- Crees que no mereces el cariño de Sonata ¿verdad? Pero..... ¿Alguna vez escuchaste como ella habla de ti?

Aria escucho esas palabras con atención...

- Tu cambiaste hace mucho tiempo Aria.... Solo que no te diste cuenta a tiempo - Adagio siguió con su camino dejando a una muy pensativa Aria que ya estaba completamente empapada por la lluvia.

" Yo si merezco el amor de Sonata"






























































CONTINUARÁ


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