Doctora preferida (Edward)

Doctora preferida.

[Dedicado a @haz1313 ]

- Joder, no soporto esto - gruño en voz baja, maldita sean los penes o en este caso el mío - ¿por qué no te activas, amigo? - digo mirando hacia mi entrepierna, subo la mirada de nuevo; ya faltan tres personas más. Solo tres más Edward y luego nos largamos de esta mierda de clínica.

Tomo un respiro para tranquilizarme, tapo mi cara con ambas manos mientras cuento hasta diez, joder. El hombre que viene antes de mí no calla a su maldito hijo. Me tiene hasta los cojones.

- Papá, me quiero iiiiiiiir - lloriqueaba el mocoso ese, el papá pobre. Le tengo compasión, ya no hallaba que hacer con el niño gay. El hombre me pide disculpas con la mirada mientras se agacha a hablarle.

La fila avanza para pagar la consulta, ahora falta el señor y luego yo. La sala de espera huele a café viejo y apenas suena el televisor pegado a la esquina de la pared junto al escritorio de la secretaria. Hay pocas personas, nadie habla con excepción del mocoso de mierda que no se calla la jodida boca.

- Papiiii, me quiero ir, me quiero ir, me quiero ir, me quiero ir - respira Edward, es un simple niño - me quiero iiir, me quiero ir, ME QUIERO IIR, ME QUIEROO IRR, PAPI, PAPII, PAPII, PAPI, PAPI, PAPI - y comienza a llorar gritando, mis fosas nasales se expanden al igual que mis pupilas, Joder, que niño.

- ¡JODER, O TE CALLAS O TE CALLO YO, MOCOSO DE MIERDA! - grito desesperado, no tengo paciencia y menos con los niños. El hombre lo carga porque se ha puesto a llorar aun peor y me fulmina con la mirada.

- ¡A mi hijo no le habla así, hijo de puta! - me gruñe, ah no.

- ¡Entonces mantenga su jodida boca cerrada! - protesto con su mismo tono de voz.

- ¡Es un niño, por Dios!

- Me sabe a mierda, ¿sabe yo...

- ¡Señores! Por favor, están en una clínica. Compórtense como adultos - rechina la secretaria mandándonos a callar, el tipo avanza cuando le toca y paga su mierda.

- Buenas - saludo a la vieja que me reprocha con la mirada pero la ignoro - tengo cita con el urólogo.

Ella busca en su ordenador, es tan viejo que el monitor tiene fondo totalmente azul y las letras parecen de máquina de escribir. Es tan viejo como ella - Si, aquí esta. ¿Señor Styles? - Se dirige hacia mí, asiento y anota mis datos en el ordenador - serian mil dólares.

- ¿¡Cuánto!? - Mierda, eso es casi mi salario de curso de artes, de ninguna manera pagaré esa cantidad - ¿Está loca, mujer?

- ¿Cómo me lla...

- ¿Señor John? - una sexy voz sale de una de las puertas del consultorio, la vieja y yo volteamos y me quedo boca abierta totalmente. ¡Maldición! Me habían dicho que era un doctor, un hombre. No está diosa de piernas largas con medias.

La vieja llama al tipo del niño y entra al consultorio, miro a la vieja con ojos como platos, pestañeo y lamo mis labios revolviéndome el pelo.

- ¿Ella es la doctora de urología? - pregunto pasmado, era malditamente hermosa.

- Si, la doctora Alice Hall. Entonces ¿va a pagar los mil, señor Styles?

- Joder, que sí - saco la billetera y tomo mi tarjeta de debito con mi carnet de identificación - Es tan sexy - murmuro para mi mismo pero al parecer la vieja no es sorda.

- Cerdo - dice en voz baja, logro escucharla y río. Toma de mala gana las tarjetas y la pasa por ese aparato raro de los bancos.

- Cerdo no, pervertido quizás un poco - le guiño el ojo y doy mi arrogante sonrisa que suelo usar cuando soy sarcástico. Me devuelve ambas cosas más la factura y espero a que el hombre salga.

Espero aproximadamente unos treinta minutos, estoy casi drogado por el maldito olor fuerte del café malo, ya la sala se ha llenado un poco más de gente. La mitad son hombres, aun que no creo que tengan el mismo problema que yo. Me estresa, tengo mis necesidades y no las puedo satisfacer gracias a esto. Cosa que a Mandy y a mi ya nos está sacando la mierda, bueno a mí. Mandy es una zorra, ya se ha cogido a alguien de seguro mientras yo no puedo.

- ¿señor Styles? - la dulce y sexy voz vuelve a salir por la puerta, me paro de inmediato no sin antes guiñarle el ojo a la vieja quien me vio con cara de horror, río en mi interior y cierro la puerta tras entrar.

El consultorio consiste en cuatro paredes de un tono azul claro, bonito. Le da vida a comparación al blanco seco de la sala de espera. Tras el escritorio con un monitor pantalla plana y figuras del aparato reproductor y otras mierdas hay una cortina que divide la habitación. Imagino que ahí será donde revisa a los pacientes, ¿me revisara la polla? Joder, espero que sí.

- Buen día, señor Styles. Por favor tome asiento - señala la silla en frente del escritorio con su mano, le hago caso y me cruzo de brazos mientras veo como se sienta.

Al inclinarse para sentarse, la bata blanca se le abrió un poco y mostro el inicio de un exquisito escote. Lamo mis labios ante el deseo, pero aun mi amigo ni se mueve.

- Muy bien. Primero le haré unas cuantas preguntas y usted, señor - ve hacia la ficha con mis exámenes y datos - Edward o, señorito - ríe y siento un escalofrió, joder. Es preciosa - responderá y luego pasaremos si es necesario a revisarlo - me mira fijamente y veo un destello de deseo en sus pupilas avellanas. Eso es.

Sale del trance, pestañea varias veces y me sonríe de nuevo - ¿le parece bien?

- Me parece perfecto - me acomodo con ambos codos en los reposa brazos de la silla y la miro con atención.

- Nombre completo.

- Edward Styles Cox.

- Edad

- Veintidós - arquea las cejas y sonríe traviesa, uhmm chiste interno.

- ¿Con que genital tienes problemas?

- Con mi Polla, miembro o pene, como lo prefieras. Linda.

Ríe mientras anota.

- Muy bien ¿última vez que tuvo relaciones sexuales? - dudo en si mentir o no, muerdo mi labio inferior y veo como lo mira y lame el suyo. La tengo.

- Hace un mes.

- Okay, Edward, pasemos a revisarte.

Ambos nos ponemos de pie y traspasamos la cortina, hay una camilla más o menos grande, un baño y una mesa con ruedas llena de artefactos que no se que son.

- Siéntese, Señor Styles - indica mientras se coloca unos guantes de látex - y bájese los pantalones junto a los bóxers. Por favor.

- Con gusto, y llámame Edward. Suena sexy cuando sale de tu preciosa boca - me guiña el ojo siguiéndome el juego y me indica la cama. Me quito las botas y los pantalones junto a los bóxers. Los pateo a una esquina y me siento en la cama.

- Muy bien - toma una silla y se sienta en frente de mi entre mis dos piernas - ¿Cuál es exactamente el problema?

- No se me para.

- Y eso lo frustra mucho, me imagino - lo toma entre las manos y lo revisa de arriba abajo, toquetea mis huevos para luego mover la mano de arriba abajo lentamente.

Eso me hace sentir un calambre y una corriente, pero sigue flácido.

- Hmm, a ver. ¿siente algo, Edward? - pregunta mientras mueve la mano un poco más rápido. Me mira con ojos lujuriosos y suelto un jadeo mientras la veo impresionado. Se ha levantado un poco.

- Mierda ¿Cómo lo hizo? - le pregunto sintiéndome excitado una vez más después de todo un maldito mes.

- Una pregunta, señor Styles. ¿usted tiene novia?

- Hmm, si ¿por qué? - frunzo el ceño ante eso, ella arquea sus perfecta cejas lame su labio inferior viendo hacia mi polla, sentí como se agitó en su eje levantándose un poco más. Joder, la doctora sexy me puso cachondo.

- Pues, déjeme decirle que usted o su pene no tienen ningún problema - frunzo aun más el ceño, confundido. Ella sigue - el problema es un novia, no lo excita.

- ¿Cómo? Pero ella esta buena.

- Quizás lo este, pero no es lo suficientemente...provocadora para en este caso, su miembro viril.

- Ohhh - menciono sorprendido, sabía que esa zorra ya no hacia bien su trabajo - ¿Eso es todo?

- No, déjeme comprobar bien. Ya sabe, por si acaso - me guiña el ojo y sonríe seductoramente, maldición ahora si estoy duro.

- Con gusto - digo con voz ronca, ansioso.

- Quédese quieto - se acerca un poco más entre mis piernas con la silla y posa ambas manos en mis muslos apretándolos un poco - es tan grande - suelta un gemido y toma con una mano mi miembro por fin erecto, suspiro ante la sensación de su mano fina. La mueve de arriba abajo suavemente.

- Oh, sí - jadeo ante el deleite, me inclino hacia atrás con la espalda y empujo mi cadera baja hacia la mano de la doctora - más rápido, joder.

Sus ojos llenos de placer, brillan ante mi petición y mueve la mano más rápido. Levanta la polla sin dejar el movimiento y con la otra mano acaricia mis huevos, apretándolos muy ligeramente. Mis ojos se vuelven blancos y jadeo más pesado.

- Mierda, oh sí. Sigue así, doctora - me correría rápido, tenía un mes. Un jodido mes sin correrme. Estaba desesperado.

- Chúpamela - suplique.

- No.

- Joder, que me la chupes - me incorporo y tomo su cabeza a nivel de mi pene y la acerco. Ella sube su mirada - por favor, lo necesito, Doctora.

- No sé hacerlo - voltea la cara para ocultar el rosa de sus mejillas, la hacen ver aun más sensual de lo que se ve sentada ante mí. Joder, mujer. Quiero tu boca.

- Yo te digo como, pon tu jodida boca en mi - enarca una ceja y ruedo los ojos - por favor.

- Lo hago solo porque eres jodidamente caliente y me tienes las bragas empapadas.

- Lo sé - sueno arrogante, pero ese es mi efecto en las hembras - ahora, envuelve tu linda boquita en mi glande.

Enloquecidamente ansioso veo como su boca va lentamente hasta la cabeza y como la encierra en su oscura y caliente boca. Gimo alto y regreso mi agarre a su cabeza.

- Ahora succiona fuerte, apretando tus mejillas y pasa tu lengua por toda la punta - lo hace, la succión en letal, sin evitarlo aprieto los ojos y suelto un gemido - Eso es, justo así, nena.

- Ahora, lentamente te la metes lo más que puedas. Hasta el fondo, y haces el mismo proceso pero moviendo tu cabeza de arriba abajo - asiente aun con mi polla en su boca y comienza a follarme cada vez más rápido - dije lento, eso es. Justo así, oh nena. Eres buena. Chupa más fuerte, vamos - le acaricio la nuca con el pulgar y mi otra mano la empuja para que se le meta toda - Justo ahí, ahí, oh nena - niego con los ojos cerrado, trago seco y pierdo el control de sus movimientos. Necesito correrme.

- Más rápido, oh sí. Eso es, justo así. Tan hermosa. Eres una buena doctora. Vamos, más profundo, quiero sentir cuando tragas - empujo su cabeza hasta que siento mi cabeza al principio de su garganta - traga - ordeno, mi orgasmo se acerca ante la sensación de su garganta apretándome como si fuera un coño.

Ella se separa para respirar, con la cara roja.

- Vuelve aquí - gruño empujando su cabeza - respira por la nariz, no la pongas hasta la garganta, no quiero que vomites.

- Doctora Alice, ya han pasado los treinta minutos de consulta - anuncia la vieja tras la puerta, nos miramos asustados y ella se levanta acomodándose el cabello.

- Te tienes que ir - susurra un poco alterada.

- Joder, no. Chúpame la polla, me falta poco por correrme. Por favor, tengo un mes sin una jodida corrida.

Me mira con rabia, pero vuelve a tomar asiento y rápidamente se la vuelve a meter a la boca.

- Mierda, que delicioso - mueve su cabeza y succiona como le había dicho, amplio los ojos, mierda lo está haciendo demasiado bien - eso es nena, así, justo así. Estoy cerca, solo un poco más. Mierda, mierda. Me corro preciosa.

Rápidamente me inclino como antes y levanto mis caderas follandole la boca mientras el mejor orgasmo de mi vida explota en cada parte de mi cuerpo, suelto un gemido ronco que me raspa la garganta y suelto todo lo contenido en mis huevos.

- Trágatelo, todo.

- Ya, ahora vete - se limpia con el dedo, mirándome lame lo que restó. Joder, que mujer.

- Eso ha sido sensual.

- Apúrate - se para y toma mi ropa, me la tira en la cara y se acomoda la ropa y coloca la silla donde estaba.

Ya vestido, nos vemos a la cara y sin remediarlo nos echamos a reír. Camino hasta la puerta y me volteo antes de salir.

- Gracias por eso, eres buena.

- Toma - me extiende una tarjeta - salgo a las siete. Llámame y terminamos ¿te parece? - dice en tono seductor ¿cómo me voy a negar ante esos preciosos pechos?

- Lo que quieras, doctora - le guiño el ojo y le lanzo un beso para luego salir.

- Hasta luego - me despido de la secretaria - definitivamente volveré, es una buena doctora - le digo mordiéndome el labio exageradamente. La saludo con la mano y me voy con una gran sonrisa y más que curado.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top