卐☭ Nazunist ⚣ [2]
Su cabeza daba vueltas, lo habían tenido encerrado en esa caja metálica durante días luego de atraparlo como a una rata, apenas podía ver rayos de luz por las pequeñas rendijas donde entraba el aire pero nada más aparte del movimiento que hacía el vehículo desconocido en el que estaba siendo transportado quién sabe dónde. Estaba lastimado por los fuertes golpes que recibió hasta quedar mareado y ser metido a ese lugar sin mayor problema que su altura superior a la de los humanos comunes, estaba sediento y agitado por el inicio de la primera.
No había vuelto a verse con el eslavo desde el año anterior en que este lo dejó irse tras darle un par de pantalones marrón oscuro debido a que su propio uniforme fue desgarrado, desde ese día las cosas no hicieron más que empeorar en los frentes de batalla que tenía y acabó en un vergonzosa derrota a manos eslavas en adición a los norteamericanos.
Ahora estaba en esa caja seguramente rumbo a un juicio inútil que acabaría en su obvia ejecución por la cantidad de crimenes que autorizó, pero no hubo más tiempo para lamentarse cuando el vehículo se detuvo y comenzaron a bajar la caja sin cuidado alguno haciéndolo marearse más por la falta de alimentación y escaso oxígeno. Al ser bajado hasta el suelo llegó a golpearse la cabeza contra una de las paredes metálicas y soltó una maldición entre dientes hasta que notó que lo habían dejado solo, así que se movió como pudo en ese mísero espacio tratando de ser silencioso en lo que intentaba ver algo a través de las rendijas.
Sorpresivamente una presencia conocida se fue haciendo más notable hasta que la puerta de la caja se abrió sin aviso, dejando que la luz casi lo cegara luego de tanto a oscuras.
—¿Sow..jet?... –Pudo balbucear antes de desmayarse, estaba demasiado agotado y sobrecargado de emociones retenidas por su situación—.
. . .
Parpadeó un par de veces antes de volver en sí, sentía su cuerpo adolorido acostado sobre algo suave pero extrañamente su piel se sentía desprotegida y confirmó su total desnudez cuando su mirada logró enfocar su cuerpo amoratado y magullado por la batalla desesperada que llevó a cabo intentando defender Berlín con lo último que tenía a la mano, tomó la tela oscura sobre la que estaba y se cubrió con ella rodeándola en su cuerpo.
—¿Qué es esto?, supongo que ya me ejecutaron y extrañamente acabé en el cielo... –Soltó un murmullo viendo la gran habitación en la que estaba, parecía ser muy antigua pero a la vez bien conservada y amoblada con cosas de la época—.
A unos metros más allá había una fuente en el suelo que dejaba fluir agua caliente con un ligero aroma a lavanda muy relajante, se acercó borde y miró su reflejo todo mugroso en incluso lleno de manchas de sangre seca que había llegado a escupir, se sintió decaído por la manera en la que había terminado.
—Te tardaste en despertar, creí que tendría que arrojarte a la fuente. –La voz ronca del soviético se oyó a la par en que una de las puertas del lugar se abría dejando ver qué traía ropa de civil en lugar de su eterno uniforme con medallas– ¿Quieres comer antes o ya te sientes listo?
—...¿Qué?.. –Dritte estaba totalmente confundido; Había perdido la guerra, la potestad de sus tierras y todo lo que tenía a causa del contrario—.
—Parece que los golpes de mis soldados te revolvieron el cerebro, Hm, por si no lo recuerdas.. ya comenzó la temporada de Primavera y tenemos un trato que solo expira con tu muerte. –Avanzó a paso normal hasta el más bajo y sin pestañear lo empujó a la fuente oyendo solo su chillido de susto y el sonido del agua salpicada– Ahora aseate que no te voy a follar estando todo asqueroso.
—¡Estúpido comunista! –El rubio escupió agua cuando salió a flote, por suerte la fuente no era profunda así que logró ponerse de pie sin mucho trabajo solo para ver que el de hoz y martillo se estaba desvistiendo también– ¿Qué haces?
—Preguntas demasiado, ya cállate –Bufó el mayor terminando de despojarse de su ropa para bajar por la escalerilla del lado con más calma, sintiéndose relajado con el tacto del agua a una temperatura justa– Estamos en mi vieja casa y eres de mi propiedad ahora, así que puedo hacer lo que me dé la gana.
—Yo no soy propiedad de nadie, ni siquiera mi padre me daba órdenes –Retrocediendo un par de pasos quiso marcar distancia pero su cintura fue atrapada y rodeada por las manos ajenas que lo acorralaron contra el borde cercano—.
—¿Que no?, entonces explica porqué te erizas tanto ante mi toque. –URSS usó las dos manos para tomarlo de los muslos y así conseguir levantarlo gracias a la densidad del agua– Ni siquiera estás en celo del todo e igualmente tu cuerpo sabe a quién le pertenece entero.
Cuando el de esmeraldas quiso protestar sintió algo caer sobre su cabeza por lo que se asustó, pero resultó no ser nada más que shampoo que el eslavo le había aplicado y ahora le masajeaba el cabello algo largo por el descuido aún manteniéndolo en esa posición con ayuda de su rodilla izquierda, ante los toques suaves se relajó hasta el punto de apoyarse en el hombro ajeno cerrando los ojos.
—..¿No te recuerda a esa tarde en el río?, el día luego de aquella vez –En tono más calmado el carmesí volvió a hablar usando sus manos para retirar la espuma antes de tomar una barra de jabón artesanal con la que comenzó a limpiarle primero la espalda en movimientos circulares—.
—Me hiciste una mordida muy grande en la nuca... Me ardió durante días.. –Murmuró el menor sosteniéndose de los hombros del contrario, se sentía muy bien ser limpiado sin prisas o brusquedad así que con su cuerpo destensándose los efectos del celo de temporada comenzaban a manifestarse iniciando con la sensibilidad– Mm..
—Ya sé que te gusta que te agarre el trasero, no hay necesidad de que lo levantes como una perra –Dijo burlón el de mirada fría usando su diestra para apretarle la nalga contraria antes de darle una palmada fuerte, seguida de un par más hasta sentir como el pene del alemán le chocaba duro al estómago– Enano masoquista.
—Sowjet, tu mano.. por favor... –El ex fascista se frotó un poco contra el más alto removiéndose para que la diestra quedara justo en medio de su trasero enrojecido—.
—¿Quieres que te meta los dedos?, Mm supongo que igual tengo que limpiarte ahí, quién sabe con qué imbécil te habrás acostado también. –Haciéndose el resentido desvió su vista sin mover su mano, aunque internamente le generaba una amargura en la garganta la posibilidad de que el italiano o el asiático lo hubiesen tocado luego de esa primavera—.
—Nadie... No me tocó nadie, Sowjet por favor tócame.. –Suplicó el europeo hasta que el otro cambió posición apoyándose en el borde y sin avisar le metió dos dedos hasta el nudillo– Ahh.. así, te lo pido, más...
—Hm, pues si sigues igual de estrecho, supongo que tendré que creerte.. –La sensación de tocar una vez más el cuerpo del rubio era tan calmante, tenerlo gimiendo apoyado en el hombro y tan apegado que sentía su corazón agitado– Dime cuánto te gusta que te meta los dedos hasta el fondo, que los mueva en tu interior hasta que te tiemblen las piernas.
Al menor solo le tembló la voz y ocultó su rostro en el hombro del Soviético a la par en que movía desesperado sus caderas para que los largos dedos ajenos entrasen más en su interior.
—No fue lo que pedí, pero supongo que estás tan necesitado que no te alcanzan las palabras. –Alzó las cejas y desvió la mirada hasta la escalerilla, que el agua se moviera tanto no era de su agrado– Sal, me incómoda follar así.
Sin importarle mucho alzó al que solía llevar uniforme negro y lo hizo subir al desnivel para que no perdiera tiempo nadando hasta la salida, aunque por ansiedad y pereza este solo se acostó sobre una toalla cercana y alzó el trasero invitando al otro a tomarlo allí mismo, después de todo mojarían la cama al estar empapados.
—Que promiscuo eres, enseñándole el culo a la gente cuando quieres que te follen duro. –Para el azabache no fue ninguna molestia salir de la fuente relamiéndose los labios ante la vista que el otro le entregaba junto a su aparente sumisión, así que tomó una toalla para secarse el excedente de agua y se acomodó entre sus piernas– Abrelas para mi, quiero ver bien de qué soy dueño.
Reich cerró los ojos avergonzado y separó los muslos dejando total vista a su entrepierna dura y a su entrada impoluta desde aquella vez, comenzado a arquearse y suspirar porque sintió la lengua contraria recorrerlo humedeciendo toda esa zona, aunque abrió los ojos de golpe al sentir un objeto extraño rozar su entrada dispuesto a entrar.
—Tranquilo, es solo una vela –Sonrió de lado con picardía mezclada con malicia y siguió moviendo el objeto mencionado hasta lograr meter unos cinco centímetros– Relájate, has tenido mi verga adentro y esa es mucho más grande.
—De dónde sacaste eso.. –La expresión de nervios mezclada con incredulidad se dejó ver en su rostro sonrojado, debido a la dureza la vela en su interior era algo incómoda pero sus dimensiones eran ciertamente similares–.
—¿Que es más grande? –URSS divagó unos segundos antes de recibir una mala mirada por parte del escarlata– Ah la vela, pues estaba a un lado y simplemente se me ocurrió metertela en el culo ahora.
—No me gusta, sácamela –Se removió incómodo protestando el europeo, la sensación de ser penetrado no era la que ya había conocido y le era incómoda ahora—.
—¿Y qué quieres entonces?, Dímelo –Buscando burlarse un rato el de hoz y martillo movió un par de veces la vela alega que aún sujetaba su diestra, simulado un vaivén que hizo jadear al otro—.
—No seas.. así –El balbuceo del rubio salió algo ahogado por su mano izquierda que apoyó sobre su boca para silenciarse—.
—¿Así cómo?, no entiendo si no me dices bien qué es lo que quieres –Siguiendo con su pequeña tortura el mayor aumentó el movimiento de la vela llegando incluso a rozar la próstata ajena, sonriendo de lado cuando el contrario se arqueó levantando el trasero por reflejo—.
—Cógeme... Por favor cógeme Sowjet, quiero que tomes ese gran pene tuyo y me lo metas hasta que sea imposible no preñarme –El de esvástica apoyó su frente en el suelo y movió sus caderas hasta parecer vulgar solo para que ya el eslavo se dejara de juegos– ¡Pero ya sácame esa maldita vela por favor!
—..Maldición, me acabas de excitar demasiado. –Mordiéndose el labio el carmesí decidió dar su brazo a torcer, retirando la vela para lanzarla hacia algún lugar y sostener las nalgas ajenas con un poco de fuerza hasta separarlas los suficiente para ver la entrada dilatada y ligeramente enrojecida del alemán– ¿Te verdad deseas tanto que te llene hasta hacerte un maldito hijo?
—Mierda, solo cógeme de una vez antes de que te meta esa puta vela por las orejas –Reich apretó los labios muerto de vergüenza y se movió hasta apegarse al cuerpo contrario logrando sentir a detalle lo duro que estaba el ruso, haciéndolo sentir como un perro en celo debido a la necesidad naciente de ser tomado por este—.
—No me molesta la idea de arruinarte tu raza perfecta o en su defecto dejarte el culo como una catarata, en ambas gano. –Dejando ya de lado la charla el de ojos hielo acomodó la punta en la entrada del más bajo y con un poco de precaución disimulada fue entrando sin prisa, aún tenía tatuados esos ojos llorosos en algún punto de su mente no tenía ganas de volver a verlos– ¿Mejor que la vela, no es así?
—Que pena que viene pegado a tu estúpida cara de comunista –Viró los ojos el germano mordiéndose los labios, ya había olvidado lo grande y grueso que era el comunista—.
—Entonces si te encanta sentirlo adentro –El azabache decidió girar al otro aún sin salir de su interior y levantarle ambas piernas a la altura de sus hombros para así acomodarlas sobre estos acortando la distancia entre sus cuerpos antes de comenzar a moverse brusco por la necesidad de poseerlo entero—.
—Mgh..!, Despacio –Gimió el ex fascista pero su boca fue atrasada por un beso voraz del mayor quien incluso decidió usar su lengua para explorarle la boca haciéndolo babear—.
Los ruidos sucios de sus cuerpos chocando fueron incluso por encima del sonido del agua, por suerte estaban solo ellos en aquel lugar ya único en su tipo por lo que no tenía ningún impedimento pudoroso de hacer gritar obscenidades a aquél que casi domina a toda Europa y ahora se retorcía entre sus brazos rogando por que se lo hiciera más duro.
—Mira esa cara que pones.. joder, saca la lengua vamos... –URSS jadeó agitado sin dejar de moverse mientras su diestra estaba sobre el cuello ajeno sin llegar a apretarlo mucho, solo estaba demasiada caliente por cómo el alemán lo miraba babeando– Maldito nazi desgraciado.
Gruñó entre dientes antes de volverle a robar un beso largo en el que incluso le mordió el labio inferior dejando una pequeña herida cuya sangre lamió, tomándose un rato más en dejarle el cuello y pecho lleno de marcas antes de acabar corriéndose en su interior con la diestra sujetando su muslo hasta el punto de marcarle los dedos.
—Salvaje bruto... –El rubio balbuceó apenas fue soltado, posteriormente levantando en brazos por el otro que lo llevó a la cama en donde había despertado, sin duda era mejor que estar en el suelo—.
—Nuestra especie no anuda, dijiste que querías un bebé así que me aseguro de que te quedes lo suficiente para hacerlo –El de orbes hielo se dejó caer al lado y lo rodeó de la cintura con ambos brazos apoyando la cabeza en su hombro oyendo como aún respiraba agitado—.
—..Tonto... –Con el rostro ruborizado el antiguo fundador del disuelto Eje se encogió para abrazar al más alto, obviamente era imposible que los machos de la raza engendraran a pesar de pero tener dos distintos tipos de celo según su orientación pero, por un segundo se dejó llevar pensando en eso– Tú ya tienes una legión de hijos, para qué quieres más.
—Pues no tengo uno tuyo. –Respondió con simpleza, relajando su cuerpo para permitirse dormir un rato sabiendo que el escarlata no iría a ningún lado, debido a la manera en que lo sentía acurrucarse contra su pecho aún desnudos y porque ya tenían un trato de protección—.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top