Inexistente - Nathaniel X Sucrette
Hola Chic@s
Aquí les traigo un nuevo one-shot esta vez de Nathaniel a pedido de @CelesteBrito6 !
Siempre digo lo mismo, mis estudios me consumen, les debo una disculpa por haber desaparecido!
Lo bueno es que hace dos días me gradué, lo que me hace saber que tanto esfuerzo a dado sus frutos y por fin estoy donde siempre he soñado estar: Consultando la página de la facultad para poder inscribirme en febrero. Me emociona saber que por fin estoy cada vez más cerca de hacer lo más me apasiona en el mundo y les agradezco infinitamente el apoyo y la paciencia, me han llegado varios mensajes por privado de parte de algunos de ustedes, que no he dudado ni un segundo en responder!
También debo agradecerle a mi amiga @Mikkaa-chan por el excelente dibujo que hizo de mi Sucrette con Nath para este one-short!
Espero que les guste esta nueva historia!
Chaoo
KUMI
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Lloraba y lloraba, ¿desde cuando todo se había vuelto así? Lamentaba una y mil veces haber tenido que irse de la ciudad, se sentía responsable de todas y cada una de sus desgracias, su nuevo carácter, su desinterés por todo y las personas que ahora frecuentaba. Ella debió haberle hecho caso cuando el le había rogado que no se fuera, no pasaría nada de esto sí ella hubiera estado a su lado.
Nathaniel no le recriminaba absolutamente nada pero su comportamiento le hacía saber que desapareció cuando el más la necesitaba. Era por ese motivo que ahora ella derramaba una tras otra, lágrimas de angustia y frustración.
Se sentia tan idiota, ella lo amaba, lo amaba hasta límites inimaginables ¿como había podido creer por un segundo que irse de la ciudad cambiaria esa condición? Que los sentimientos no se manifiesten no significa que no sigan latentes.
Kumi había caído en cuenta de todo esto, esa misma tarde cuando lo dejó entrar en su habitación, a regañadientes, ya que no había sido muy agradable en el correr del día y él le había dicho que lo último que necesitaba era una chica que se preocupara. Pese a que ella le confesó que jamás se apartaría de él, la culpa la consumía.
Al día siguiente, Kumi tenía clase de arte medieval y sus ganas de ir eran más nulas que todos los días anteriores. Había pasado toda la noche llorando en silencio para no despertar a Yeleen.
Pese a que la noticia del embarazo de Rosa alegraba su corazón, este se derrumbaba por la culpa cada vez que recordaba a Nath, ese chico que ahora se cubría con una actitud ruda a la par que melancólica.
Para celebrar la noticia de Rosa, decidieron asistir al evento de surf que se celebraría en la playa. Kumi decidió que, pese a sus escasas ganas de salir, debía asistir. Le había fallado una vez a un ser querido, no se volvería a repetir eso dos veces. Tenía que estar ahí para Rosalya, ahora que comenzaría una nueva etapa de su vida, probableme sentía un millón de sensaciones nuevas además de la clara alegría que le proporcionaba tener un bebé.
La mañana del evento se despertó con incesantes sacudidas provocadas por Alexy. Fueron hasta la tienda de Leigth para buscar un atuendo adecuado para la ocasión y de allí se irían todos juntos a la playa.
El día se desarrollaba con un muy buen humor, Kumi casi olvidaba por completo su sentimiento de culpabilidad.
_¡Kumi! ¿Me oyes? - Priya agitaba una mano por delante de su campo visual.
_Perdón ¿que decías? - Le respondió al instante la joven mientras parpadeaba lentamente con la intención de despabilarse.
_Te preguntaba si querías regresar con Rosa y Castiel o a lo mejor querrías dar una vuelta. - Priya le sonrió con curiosidad, curiosidad, probablemente, de saber que había tarado a su amiga por unos largos segundos.
_Estoy algo cansada así que mejor vayamos con ellos. - Luego de estas palabras ambas se dirigieron al bar hablando animadamente.
_Hm... No hay ni rastro de ellos por aquí. - Comentó la morena mientras los buscaba con la mirada.
_Tal vez nos estén buscado también. - Respondió la más baja, encongiendose de hombros.
_¡Priya, Kumi! - Las susodichas se volvieron hacia la voz que las llamaba a sus espaldas, era Amber y junto a ella se encontraba Nathaniel.
_¡Hola! - Ambas chicas saludaron, Kumi no apartaba su mirada del rubio.
_¿Te has cansado de escuchar a Crowstorm en tu habitación y has decidido salir al mundo exterior? - Le pregunto el chico con humor.
_Si! sin embargo perdía la noción del tiempo, podria pasar años escuchándolos. - Kumi le siguió el juego.
_Siempre he tenido buen gusto para los regalos. - Le sonrió con ternura.
_Si... Siempre lo has tenido. - Contestó ella automáticamente y es que era cierto, en el tiempo que habían estado juntos, Nath había tenido muy buen ojo a la hora de elegir cosas para ella, solía ser tan romántico...
Kumi recordaba cada momento dulce de su pasada relación a la par que no despegaba sus ojos de él.
Amber y Priya los miraban con insistencia, era lógico que los rodeaba un aura especial de la cual las chicas estaban excluidas en lo absoluto.
La conversación se desvío hacia temas más triviales, incluyendo, esta vez si, a las otras dos jóvenes.
Luego de unos minutos, Amber se percató se la falta de ropa en su bolso por lo que le pidió a Priya que la acompañe. Esta última, pese a no querer, terminó cediendo ya que había captado claramente que era una escusa para dejar a Nathaniel y a Kumi a solas.
_¿Sabes? ella aún no se cree que le dirigas la palabra. - Hablo el rubio luego de unos segundos.
_¿Ella? Soy yo la que no se cree su cambio de personalidad. - Le contestó girandose hacia el.
_Si, es verdad que ha evolucionado mucho. - Agregó entre risas él.
_Es un gran cambio.
_En efecto, estoy muy orgulloso de ella. - Sonrió el joven con amabilidad.
_Se que no quieres hablar de ello pero... Estuve preocupada luego del concierto de Castiel. - El semblante de la joven cambio a uno claramente de melancolía y Nath suspiro largamente.
_No dejarás ese tema ¿verdad?
_No mientras me preocupe.
_No creo que le agrade que hable de eso en su lugar pero te puedo asegurar que esta bien. - Nathaniel la miró con seriedad.
_Es todo lo que quiero saber, me alegro. - Le sonrió dulcemente ella.
La conversación siempre se volcaba a temas tristes y Kumi se sentía haber orquestado dichos temas, tal vez Nath solo necesitaba olvidarlos por un día al menos pero ella sabía que tarde o temprano se volvería a preocupar y preguntaria por ello. A lo mejor sería bueno para el no tenerla cerca.
_Me pregunto donde estará Rosa, no la he visto volver... - Comentó mientras la buscaba con la mirada.
_¿Porque? ¿Ya te aburro? Podríamos hablar. - El joven la miró desorientado.
_¿Ahora quieres hablar? Hasta ahora todas nuestras conversaciones han terminado en conflicto. - Kumi no se echaría toda la culpa a si misma, el se enfadaria con ella y además, aveces si era culpa de él.
_Lo se, aprecio tu franqueza. Es algo que estoy dispuesto a cambiar. - Los ojos de la joven se abrieron desmesuradamente, ¿el estaba rectificando sus actitudes? - He estado hablando con Amber y me ha dicho cosas que me han hecho abrir los ojos. - El rubio se veía contrariado, había ciertas cosas que no quería admitir y ella lo notaba.
_¿Que quieres decir? - Cuestionó la chica.
_Pues, para resumir, dice que cuando paso tiempo contigo soy menos insoportable. - Nathaniel se rasco la nuca y desvío la mirada. Kumi por su parte se había quedado sin palabras, ¿su hermana decía que ella le hacía bien? Su corazón latía desbocadamente.
_¡Entonces no quiero saber el infierno que viven las personas que te rodean! - dijo la joven para poner un poco de humor en el ambiente y de hecho funcionó ya que logró sacarle una sonrisa al joven.
_Bueno podemos seguir hablando mientras tomamos algo ¿puedo invitarte una copa? - Su mirada se suavizó aun más.
_Si, claro. - Ambos pidieron sus respectivas bebidas, ella se sentía embobada por su presencia, era oficial: Nath la volvía loca.
_¿No tomas alcohol? - Pregunto ella al ver el gran vaso de jugo que se había pedido él.
_Nunca, o al menos lo hago muy pocas veces, pero eso ya lo sabes, cuando salíamos tampoco lo hacía. - Le recordó.
_Creí que a lo mejor habías comenzado a hacerlo,... Ya sabes lo que dicen los rumores. - Contestó Kumi con timidez.
_¿Tan popular soy? ¿Hay rumores sobre mi? - Preguntó entre risas.
_Cuando llegue a Anteros, evidentemente pregunte por ti y la mayor parte de la gente me respondió que eras del tipo que le gustaba salir de fiesta en lugar de asistir a clases. - El rubio rodó los ojos.
_Y todo eso porque un día bebí un poco, resbalé y acabé en la piscina del gimnasio... La gente inventa rumores de la nada.
¿Y les has creido? - El la miro fijamente.
_No lo se Nath, después de todo, puedes hacer lo que quieras. - Ella realmente no sabia que decir, era obvio que no les había creido, aun llevaba la imagen de la persona con la que había estado saliendo pero el tenia razón, las personas cambian en cuatro años.
_Por fin dices algo con los que estoy de acuerdo. - Le sonrió pero su mirada se ensombrecio de un momento a otro. - Dime... ¿Te has vuelto a cruzar con los matones de la primera vez que nos vimos? - La joven lo miro sorprendida, ahora era él el que sacaba ese tipo de temas.
_No, no he vuelto a verlos ¿porqué? - Cuestionó Kumi.
_Se lo he contado a Amber y... - Ella lo interrumpió.
_¿Amber sabe lo que ocurrió?
_Si, es la única persona con la que puedo hablar de estas cosas y me aconsejo que hablará contigo acerca de eso.
_¿Ella quiere que hables conmigo? Que raro. - Definitamente la joven aun no digeria del todo el cambio de Amber.
_Dice que desde que te volví a ver, tiene la impresión de que vuelvo a se el Nath del instituto. No se que quiere decir, no creo haber cambiado. - Su mirada volvía a estar perdída.
_Jajajaaja que divertido, entonces ... ¿Tengo ese efecto en ti? ¿Hago resurgir al Nath del instituto? - Kumi sonreía de alegría, si su hermana notaba cambios positivos en el gracias a ella entonces tenia una oportunidad de enmendar su error, de hacer que Nath se sienta mejor y encuentre la estabilidad que tanto se merece, después de todo, es eso lo que todos buscamos ver en lo persona que amamos.
Nathaniel la tomo de sus manos para atraerla un poco más hacia él lo que tomó por sorpresa a la joven pero no se resistio, realmente disfrutaba tenerlo cerca.
_Tu provocas todo tipo de efectos en mi. - Le confesó a la par que no despegaba sus ojos de los suyos y Kumi apoyo sus brazos en los de él. - Pero creo que es un invento de mi hermana, supongo que le gusta verme hablar con alguien más aparte de ella Kim y Blanca. Se preocupa por nada. - Nath finalmente la soltó y ella se sintió una vez más incompleta.
_¿Deduzco que te gusta hablar conmigo? - Dijo en tono juguetón para disipar su incomodidad.
_Eres la única que no mira hacia otro lado cuando me ve y me trata como en la época del instituto... Reconozco que es agradable. - Ahora fue ella quien redujo la distancia apoyando una mano en su hombro y la otra en su rostro.
_¿Porque no habría de hacerlo? Después de todo no te veo muy diferente a cuando estamos en el instituto. - Ambos sabían que ella no hablaba de la apariencia ni la actitud ¿sería que se estaba declarando?
A la darse cuenta de lo que estaba haciendo, fue ella misma la que tomó distancia sintiéndose avergonzada. La la conversación volvió hacia los matones donde se entero que trabajan para Nath lo que despertó aun más su curiosidad pero por más que lo intento no pudo sacarle nada más, aun así el contacto físico seguía prevaleciendo, debes en cuando se tomaban de las manos y parecían una pareja discutiendo. Debes en cuando también hacia comentarios protectores hacia ella, Amber tal vez tenia razón y había despertado una parte del antiguo Nath.
_Kumi ¿estas bien? - Rosa miro directamente hacia las manos de los jóvenes las cuales estaban enlazadas, al percatarse de esto ambos se soltaron.
_Rosa, bueno ¿te ha gustado la casa? - Preguntó Kumi nerviosa.
_Esta bien Rosa, solo estábamos hablando. De todas formas me voy, tengo que buscar a mi hermana. - Dijo y se volteo dispuesto a irse cuando Kumi lo tomo del brazo.
_Te veo luego ¿si? - Le sonrió y el la imitó asintiendo antes de marcharse.
_Has hecho que se vaya. - La joven miró a su mejor amiga molesta. - ¡Le has hecho huir!
_Eso era lo que pretendía. - Le contestó la peli-plata.
_Estábamos teniendo una conversación interesante. - Le informó intentando controlar su enfado.
_¿Tomados de la mano? Me imagino. - contestó sarcásticamente.
_Yo... Eso.... Eso no tiene nada de malo. - Respondió la joven nerviosa.
_No iras a volver con el ¿cierto? - Preguntó desesperadamente.
_E-eso tampoco tiene nada de malo... - Kumi se sonrojo.
_Kumi... Se que quieres hacer las cosas bien pero ten cuidado. - La miró preocupada. Ella sabía que su amiga solo la protegia pero esta vez estaba equivocada, Nath jamás le haría daño.
La tarde transcurrió con normalidad, la joven había decidió empeñarse en hacer que los demás también aceptaran al nuevo Nath, ese sería el primer paso para que él volviera a estabilizarse, llevar una vida normal sin distanciarse a los demás, lograr que se abra un poco más al resto y a lo mejor así, las malas lenguas cesarán.
En la noche todos los conocidos se habían juntando en la mesa, Kumi logró divisar a Nath en la barra, ella sabía que el tenia la intención de acercarse pero no se atrevía y con razones.
La chica le hizo una señal para que se acercara y así lo hizo.
_Ven únete a nosotros. - La joven le dejo un espacio junto a ella y a medida que iban llegando más amigos, el espacio entre ellos disminuia hasta el punto en que sus piernas de rozaban.
A lo largo de la velada no hablaron mucho, sin embargo se dirigían miradas cómplices, algunas veces incluso Nath acariciaba su mano por debajo de la mesa, acción que ella correspondía. Sabía que no habían hablado aun sobre su relación pero si algo se daba por sentado era que donde hubo fuego cenizas quedan y que no podian evitar demostrarse que no fueron, son y serán solo amigos.
La gente se aglomeraba cada vez más en el bar por lo que los chicos comenzaron a levantarse de la mesa.
_Iré a dar una vuelta para tomar aire, el que este interesado.... - Nath la miro fijamente antes de marcharse rumbo a la playa, Kumi estaba dispuesta a seguirlo pero antes se dispuso a despedirse de los demás, cosa que le robo un poco de tiempo.
Cuando por fin lo encontro él está a con Amber, dispuesto a irse con ella.
_¿Ya se van? - Kumi lo miro con decepción.
_Creí que seguirás en la fiesta con los demás y que no lo notarias. - El la miro con asombro.
_Invitaste a todo el que querría acompañarte y aquí estoy.
_¿Ves? Te lo dije, ahora si me disculpan me voy a casa, estoy cansada. - Tras una breve insistencia, Nath por fin cedió a que su hermana se vaya sola.
Finalmente, de sentó junto a Kumi en uno de los escalones.
_No esta mal. - El comentario logró hacer que ella despegara su vista del mar para mirarlo y el continuo. - Estar aquí... No tener nada que hacer... Sin presiones.
_¿Te sientes presionado en la ciudad? - Le pregunto ella de manera automática.
_Es complicado... Yo... ¿Podemos hacer como si solo hubiera dicho "no está mal"? - Su voz se lo preguntaba y su mirada se lo suplicaba.
_Podemos. - La chica le sonrió. Sabía que el no quería que ella se preocupara pero no lo podía evitar, también sabía que el aun no estaba dispuesto a contar sus problemas pero sabía que tarde a temprano lo haría, se lo había prometido.
_Nath... - Lo llamo y el la miro indicando que continuara. - Quiero que sepas que lo lamento mucho... No sabia que todo esto ocurriría.
_¿De que hablas? - El rubio frunció el ceño.
_Nuestra ruptura... Me fui cuando más me necesitabas. - Ni bien terminó de decir esto, Nathaniel se comenzó a reír.
_Tienes razón y a la vez estas equivocada. - La miró con ternura. - Las cosas se torcierion poco después de que terminaramos pero eso no significa que esos dos hechos estén conectados... - Nath hizo una corta pausa antes de volver a hablar. - Por otro lado tienes razón, te fuiste cuando te necesitaba, aunque eso no es tu culpa... Sino que mía. - Sus ojos volvían a denotar amargura.
_¿A que te refieres Nath? - Le pregunto la joven sin saber que decir.
_Me refiero a que siempre te necesito, Kumi. No es tu culpa que yo no sepa vivir sin ti... De hecho, desde que te conocí jamás me imaginé que sería de mi vida sin ti, y de hecho ya lo descubrí... Tenerte lejos solo me trae mala suerte y por lo tanto malas decisiones.
_N-nath... Yo... - El la interrumpio.
_Ya lo se, fue hace mucho tiempo... ¿También podemos hacer como si no hubiera dicho todo esto? - Dijo desviando su mirada.
_No, no podemos. - Cuando el se volvio hacia ella, la joven ya había actuado y pegó sus labios a los de él a la par que acariciaba su mejilla. Él le correspondió mientra la abrazaba por la cintura. - Te amo Nath, yo tampoco he aprendido a vivir sin ti, tal vez tu ausencia no me trae mala suerte pero si me deja un doloroso vacío que no sabia que existía hasta después de terminar. - Le confesó mientras se aferraba a su brazo.
_Ambos nos equivocamos, yo no debí dejarte ir. - Luego de estas palabras le dio un suave beso en los labios.
Y mientras ella dormía sobre su hombro el dolor y la culpa se disipaban hasta ser completamente inexistentes.
Fin
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