Creíste Mal - Castiel X Sucrette
Holaa chic@s! I know, I know... Ya soy un fantasma en este lugar! Ni me gasto en dar explicaciones de en que invierto mi tiempo, todo el que siga esta historia está arto de que lo repita... Cof cof la facultad cof cof... Así que hoy les traigo un OS de Castiel esto es en parte gracias a mi amiga @AreliAlv que me pidió uno de él (porque llegamos a la conclusión de que me iban a colgar si subía dos veces de Nath bb).
Bueno, no las retengo más!
Espero que les guste!
Chaoo
KUMI
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Han pasado ya unos cuantos meses desde que Castiel y yo volvimos a estar juntos, por fin siento que todo vuelve a la normalidad, me he acostumbrado a su creciente éxito y posterior fama. Me he hecho la idea de que pasaría días sin verlo, a tener que agachar la cabeza ante las críticas de nuestra ya visible relación. Muy a nuestro pesar, mi rostro ya es casi tan conocido como el de mi novio, sin el cariño y admiración que le tienen a el, por supuesto. Ante las chicas, yo soy una ladrona de atenciones, les quite algo que, por algún motivo, creyeron que era de su propiedad.
Hoy entregue y presenté por fin mi tesina, los aterradores meses de su creación se han acabo al fin.
Me alejo del campus, atravieso el parque y llego al apartamento de Castiel, en el cual no está él pero tengo su llave. Próximamente también será mi hogar, muchas de mis cosas ya están aquí y, cuando mi novio se desocupe, mi habitación de la universidad estará completamente vacía y dejará de ser mía.
Me bañé, comí algo rápido y me acosté a leer, Castiel llegará en la tarde así que aún quedan unas horas.
Hojeaba las páginas del libro mientras atentaba con quedarme dormida cuando oigo que la puerta se abre y cierra de manera ruidosa.
_¿Castiel? - Pregunto mientras me levanto de la cama.
_Si. - Me responde y me acerco al lugar de donde proviene su voz.
_¿Todo bien? - Castiel había dejado su mochila en el sofá de la sala y se estaba quitando la chaqueta con impaciencia.
_Si. - Me volvió a responder una vez se la había terminado de sacar y se aproximó a mi para darme un corto beso en los labios e irse directo al baño.
Yo estaba completamente anonadada, esa actitud no era común en él, mucho menos conmigo.
Oí el sonido del agua cayendo sobre el suelo de la ducha por lo que no me quedó más remedio que sentarme a esperarlo.
Unos veinte minutos después salió con una toalla envolviendo su cintura y sin mirarme se dirigió a su armario para sacar unos boxers y un pantalón deportivo.
_Cast ¿me vas a decir que ocurre? - Le insistí mientas lo abrazaba por la espalda y besaba su nuca.
_Estoy cansado, eso es todo... - Contestó con la voz un poco más suave que antes, me apartó de él para encararme y me plantó un lánguido beso antes de recostarse en la cama.
_No es cierto. - Le dije mientras me cruzaba de abrazos enfadada. - Tu jamás llegas cansado a estas horas y mucho menos me evitas de esta manera.
_Ya basta, Mag ¿es que puedes dejarlo estar? - Me respondió aún con los ojos cerrados.
Aún más enfadada que antes, me levante y me fui al living y una vez allí me di cuenta que mi sentimiento de enojo ascendia hacia la preocupación.
Solo nos quedaba un mes antes de que empezara la gira de los festivales y el desperdicia el poco tiempo que nos queda en malos humores injustificados.
De repente sentí una mano calida en mi hombro.
_Mag... Lo siento... - No podía verlo ya que estaba detrás de mi pero su voz sonaba descompuesta.
_¿Que ocurrió? - Voltee mi rostro para mirarlo mientras se sentaba a mi lado y tomaba suavemente mi mano.
_La... La gira se adelantó... - Por un momento pensé que mi corazón se había parado por completo y su flequillo me impedia ver sus ojos.
_... ¿Q-que tanto? - Mi voz temblaba, aún no me hacía la idea de separarnos dentro de un mes y ahora me salia con esto.
_Me voy éste fin de semana... - Presionó mi mano un poco más fuerte por unos segundos.
_¿Porque? - Mi cerebro no pensaba en nada más complejo.
_Se sumó una ciudad más y se resolvió que ésta abriría la gira. - Castiel alzó la vista finalmente, sus ojos brillaban, parecía que fuera a llorar.
No me contuve más y me lancé a sus brazos, mis lágrimas corrian en silencio por mis mejillas, escondí mi rostro en su hombro, no quería que me viera llorar, solo haría más complicada la situación.
_No se que hacer... Sabía que ocurriría tarde o temprano pero... Pero... - Castiel dejó escapar un fuerte bufido de frustración.
_Yo tampoco me esperaba que todo pasara tan rápido... Estúpida ciudad extra... - Al darme cuenta de lo que dije, me separé rápidamente de él para explicarme. - ¡N-no quiero decir que no me alegre de que se presenten en otra ciudad más... Quise decir que... - La amarga risa de mi novio me interrumpio, mientras me secaba las lágrimas con su mano... ¡Ay, no! ¡Mis lágrimas! Olvidé que estaba llorando.
_No hay de otra... Nos queda un día y unas horas... - Acercó sus labios a los míos para así darnos un lánguido y triste beso, no nos queriamos separar, así que tomábamos una bocanada de aire antes de volver a comenzar. Sus brazos envolvian mi cintura y los míos su cuello. A la mañana siguiente me desperté con un fuerte dolor de cabeza, los llantos nocturnos son como el alcohol, ambos te torturan por las mañanas, cuando todo acabó.
Mire a Castiel, que estaba dormido a mi lado ¿como voy a pasar un año y medio sin él? Sin su presencia en la cama por las mañanas, sin sus labios, sin él, simplemente... Me recuerda al día que me fui de la ciudad esa sensación pesada pero esta vez, multiplicada por mil, antes eramos adolescentes, nos sabíamos lo que ocurriría después, no habíamos experimentado ese sentimiento de soledad y ahora que lo conocemos, me aterra volver a sentirlo.
Castiel tiene razón, sabemos perfectamente como actúa la distancia en nuestra relación y esta vez no creo poder sobrellevarla.
Castiel
Cuando abrí los ojos esperé encontrar Maggie a mi lado pero por alguna razón eso no sucedió, que buena manera de empezar mi último día en la ciudad, mi último día con ella por un largo tiempo.
La busqué por todo el apartamento, definitivamente no estaba ahí.
Cuando agarre el celular para llamarla, la puerta se abrió.
_¿Donde diablos estabas? - Le pregunté molesto.
_Emm... - Alzó un par de bolsas. - ¿En el bazar?
_¿Porque no me despertaste? Hubiera ido contigo. - Me crucé de brazos.
_Es que te veías tan cómodo y tranquilo... No me atreví. - Lo inocente de su voz me hizo bajar los humos.
_Está bien... ¿Que has traído? ¿Porque estas tan cargada? - Me acerqué para ayudarla.
_Cosas para el almuerzo y la cena, y también cosas que te faltaban para el viaje... - Me contó mientras apoyaba las cosas sobre la mesa.
_Gracias... - Murmuré a la par que sacaba el contenido de una bolsa. ¿Crema corporal? ¿Gel de ducha? ¿Toallas de baño? ¿Maquillaje? - Hey... ¿Que es todo esto?
_Cosas que me hacían falta a mi... Ah, y la toalla estaba en oferta. - Contestó sacándome las cosas de las manos.
La tarde siguió su curso natural, después del almuerzo me ayudó con las maletas y luego pasamos el resto del día mirando películas abrazados.
No creo poder soportar su lejanía por más de un año, la última vez no lo soporte y ahora temo que vuelva a ocurrir. El no soportar tenerla a mi lado, que me coma la cabeza el saber que hay chicos a su alrededor que me haga desconfiar de mi mismo y la envidia de saber que hay gente que puede estar a su lado, todos menos yo.
Luego de cenar algo rápido, nos metimos en la cama, no sería como la noche anterior, yo tenia un largo viaje al día siguiente y debía estar descansado.
_Mañana... No vendrás conmigo al aeropuerto, los chicos pasarán por mi... - Le dije y ella se volteo de inmediato a mirarme. - No... No creas que... - Me interrumpió.
_No, está bien, lo entiendo, será más sencillo así... - Me sonrió amargamente antes de darme un beso en los labios que no quiero que termine jamás. - De hecho, yo estaba pensando en lo mismo... Que suerte que lo dijiste primero... - Comentó mientras se alejaba de mi rostro. Yo simplemente asentí, se lo estaba tomando muy bien, no sabía si eso me tranquilizaba o me aterraba, creo que un poco de ambas.
No tengo ni idea de a que hora logré conciliar el sueño pero al día siguiente, cuando sonó el despertador, sentía como si me ubiera atropellado un camión. Me arrastré hacia el baño para prepararme y cuando salí ella ya estaba despierta.
_Acaban de tocar bocina... - Contestó a la pregunta sin que la haya formulado en mi cabeza siquiera.
La despedida fue algo corta, un beso y un abrazo, nada más frío. Pero supuse que así estaba bien. Mi cabeza estaba en otra galaxia y cuando quise acordar ya estaba en el avión mirado por la ventana que daba hacia el horizonte.
_¡Hey! Saca tu mochila de mi asiento. - ¿Que? Compré el asiento de al lado para que nadie me molestara ¿como es posible? - Disculpa pero... - Mi corazón paró por unos instantes.
_¿Vas a correrla? - Lo hice automáticamente. - ¡Gracias! - Se sentó.
_Mag... ¿Como...? - No podía salir de mi asombro.
_La gira de los festivales es una buena oportunidad para viajar y conocer personas relacionadas con el mundo del arte ¿no? - Me sonrió de oreja a oreja. - Y... No podría estar tanto tiempo sin ti... - No me hice esperar más y la besé con todo el desenfado que me había guardado esa mañana.
_No se que decir... Yo, creí que... - No podía hablar de corrido.
_¡Creíste muy mal! Casi me ofendió de que no te hayas enojado conmigo por mi desinterés. - Exclamó juguetona. - Ahora me vas a soportar todo el viaje. - Dijo mientras se apoyaba en mi hombro y el avión despegaba.
Fin
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