Aun Si No Soy Yo- Lysandro x Sucrette x Rayan

Holaa chic@s! Aquí les traigo un nuevo one-short, esta vez un triángulo amoroso con Rayan y Lysandro a pedido de @XLucziX !!
Espero que les guste!
Chaoo

KUMI
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Dicen que una persona se enamora una vez en la vida, ya saben, eso de la media naranja y el alma gemela pero ¿realmente es así? Ella creía en esas cosas, juraba y perjuraba que no se volvería a enamorar puesto que eso ya había ocurrido. Juliette creía en el amor eterno, uno legible y verdadero,  para ella este sentimiento era el más puro dentro de este mundo corrompido cuyo objetivo es quemar esperanzas con ese cruel peso llamado realidad.
Como se mencionó antes, ella se había enamorado, se había enamorado tanto como el de ella y todo fue perfecto... Mientras duró ¿Es necesario recordar que convivimos con eso llamado realidad? Y es que así había sido, el tiempo y la distancia tienen el don de romper, la relación de esta pareja no fue la excepción. Los padres del joven habían muerto, su novia no se encontraba junto a él y la soledad lo consumía, solo le quedaban las cartas que ella le mandaba cada semana, cartas que poco a poco fueron cesando a medida que el contenido de estas se volvía doloroso y que culminó con un "Hasta siempre" por parte de él cuya justificación nunca llegó a las manos de su destinataria.
La ruptura a Juliette la devastó, como era de esperarse, la joven lloró a más no poder, sus ojos se sacaban, se hidrataban y volvían a llorar,  dolía mucho, más de lo que nadie se podría imaginar, sentía que su corazón se desangraba de recuerdos y estos apuñalaban, abriendo aun más la herida y culminando con su devastación.
¿Es posible reponerse luego de esto? La respuesta es que si pero de forma progresiva y no menos dolorosa, poco se acostumbró a ese vacío,  simplemente aprendió a convivir con él, vacío que creyó no poder llenar con nada hasta que de repente una puerta se abre en un salón del cual predominaba el ruido y a partir de ahí todo es silencio. El hombre se para frente a la clase para luego pronunciar una frase que ella jamás olvidaría en todas su vida: "Mi nombre es Rayan Zaidi,  seré su profesor de arte moderno y contemporáneo".
Decir que la atracción no había surgido desde el primer momento sería mentir, lo mismo ocurriria si decimos que Juliette no había quedado hipnótisada ante el verde de sus ojos o que él no la había mirado durante toda la clase.
El tiempo pasaba y la relación se volvía más estrecha, pasaron de alumna-profesor a amigos en un relativo corto lapso de tiempo.
Compartían gustos y pasiones, los unía un amor por el arte muy profundo, tanto que no era extraño para ellos prestarse libros películas o incluso verlas juntos.
Juliette un día tomó valor y le habló de lo ocurrido hace ya cuatro años, le confesó el origen de sus gustos musicales, su amor por la poesía y su talento como escritora. Rayan nunca hiso un comentario al respecto,  le ofreció su apoyo incondicional.
Ella poco a poco comenzó a experimentar cosas que no ocurrian hasta mucho tiempo como el sonrojo en sus mejillas o el incremento de su ritmo cardíaco cuando él se encontraba cerca. Y él se sentía igual, la diferencia de edad no se notaba a la hora de entablar conversación,  sentía que la conocía de toda la vida. Su apariencia no lo dejo indiferente ni un solo segundo, hasta el punto de no poder despegar su vista de ella. Rayan sería capaz de confesarlo abiertamente, se enamorado de ella y a declararse era exactamente a donde se dirigía en este momento.
El profesor se dirigía hacia las habitaciones, sabía que no tardaría en encontrarla ya que la acababa de ver entrar y así fue, la logró ver cerca del ascensor, presionando el botón del mismo.
_¡Juliette! - Exclamó su nombre y la joven se giró en su dirección.
_¿Rayan? ¿Ocurre algo? Acabamos de despedirnos. - Dijo ella confusa.
_Si, lo sé. - Afirmó el hombre y respiró profundo antes de hablar. - Hay algo que quiero decirte y tal vez arruine todo entre nosotros. - Su voz sonaba nerviosa.
_¿Arruinar todo? - Juliette preguntó.
_Se que has sufrido mucho por amor, se que no eres la misma desde entonces y que temes enamorarte de nuevo. - Rayan no apartaba su mirada. - Desde que te conocí comenzaste a volverte importante para mi y el día de hoy puedo decir que te haz vuelto mi felicidad... Entonces, sabes a que me refiero ¿cierto? Te quiero Juli y si me lo permites, se que puedo hacerte feliz. - Se confesó finalmente.
Las mejillas de la joven estaban arrdiendo y su corazón superaba el límite de latidos promedio.
_Y-yo... - Ella se sentía igual que el pero el miedo la consumía, no quería volver a experimentar ese cruel dolor. - Yo me siento igual...  Pero tengo miedo. - La chica decía lo primero que pasaba por su cabeza, sus palabras eran puramente ciertas.
Rayan se acercó y acarició su mejilla.
_No tengas miedo, no te voy a hacer daño,  te lo juro. - Le susurró.
Juliette tomó su mano y poco a poco sus rostros de fueron acercando hasta finalmente unir sus labios en un lento y pausado beso.
_¿Juliette? - Una tercera voz sono en el pasillo vacío y ambos se separaron de inmediato. La mirada de la chica se cruzó con la particular mirada del recién llegado, su corazón dio un vuelco y los recuerdos caían como un valor de agua fría.
_L-L-Lys... Lysandro... - Atinó a decir la joven y los ojos de Rayan se abrieron desmesuradamente. Así que es él, el chico por el cual ella había logrado hasta el cansancio, el que había inspirado su amor por el arte,  el que había descubierto su talento en la poesía y el del cual de había enamorado.
Las miradas de los hombres se causaron por primera vez pero no se miraban con reproche ni con odio si no que con curiosidad y tristeza.
_¿Que h-haces aquí? - Indagó ella nerviosa.
_Vine por ti... Dios, que tonto soy... ¿Porque no se me ocurrió que esto podría pasar? - Respondió él y su voz sonaba desesperada.
_No estamos saliendo... Aún. - Rayan se dirigió a Lysandro. - Creo que deberían hablar y aclarar las cosas. - Sugirió comprensivo.
_¿Sabes quien soy? - Indagó Lysandro con cierta duda.
_Si,  así es. Juli me ha hablado de ti. - Le sonrió amargamente el hombre antes de retirarse.
_¿Por qué volviste? - Le preguntó ella aun dañada.
_Porque no lo soportaba más. Tenía que verte y explicarte todo, cometí un error creyendo que era lo correcto. - El joven comenzó. - Llegue a la ciudad ayer, me quedé en la casa de mi hermano y Rosa,  festejamos mi llegada y Rosalya se emborracho. - Lysandro la miró intentando explicar con sus ojos lo que ocurrió.
_¿Te contó todo? - Juliette miraba directamente al suelo.
_Así es... Creí que terminar sería lo mejor. No quería se un estorbo en tu vida,  un chico emocionalmente destruido por el cual preocuparse, quería que cumplieras tu sueños y fieras feliz,  temía que todo eso se viera interrumpido por mi así que... - Juliette no lo dejo terminar.
_Fue un grave error Lys. Tu eras parte de mis sueños, todo esto no hubiera sido posible sin ti...  Siento no haber estado cuando las me necesitabas,  siento haber hecho todo tan mal. - Sus ojos se empeñaron.
_No lo sientas,  esas cosas no se prevén. - Contestó él acariciando su cabello. - Mi deseo es darnos una segunda oportunidad, ser posible... Aunque visto lo que acabo de ver, no se que pensar. Se que no tengo derecho a pedirte esto y se que el parece un muy buen hombre,  yo estaré de acuerdo con tu decisión. - Le confesó él.
_Yo... creo que debo pensarlo,  ambos son muy importantes para mi. - Contestó ella.
_Lo entiendo,  estaré aquí por lo que queda de la semana,  ya sabes donde buscarme. - Dijo él mientras se alejaba.
Al salir del lugar se encontró cara a cara con quien se supone que era su rival.
_Rayan Zaidi. Un placer. - Se presento el mayor de los dos dándole la mano.
_Lysandro Anisworth. Igualmente. - Contestó el más joven correspondiendo el saludo. - Así que ella te ha contado sobre mi... - Dijo.
_Me ha contado todo acerca de ti, Lysandro. - Respondió
_Ella... ¿Estuvo enojada conmigo todo este tiempo? - pregunto con cierta dudas el joven.
_No... Ella supuso que tenias buenas razones pero aun así le dolió, nunca se atrevió a decir nada en tu contra y al parecer tuvo razón. - Rayan le contestó.
_¿Nos escuchaste? - Interrogó Lysandro.
_Si,  no lo pude evitar, lo siento. - Ante esta disculpa, el más joven solo asintió. - Eres un buen chico. - Le confesó.
_Solo quiero que ella sea feliz aunque no sea yo quien provoque esa felicidad... La amo,  realmente la amo y se que si te escoge sabré que te la mereces más que yo. - Su voz era contradictoria,  una mezcla de tristeza y seguridad.
_Lo mismo digo. - Le respondió.
No muy lejos del lugar,  Juliette oía la conversación. Era consiente de que ambos eran hombres increíbles, era por eso que creía que tomaría la decisión más difícil de su vida.

Fin

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