Celos


Un día como cualquier otro, estábamos acostados en los lados contrarios de la cama, Bakugo estaba haciendo algo en su celular mientras yo leía un libro.

Después me di cuenta de que el ambiente estaba muy silencioso y propuse salir para romper la rutina.

—Si tanto quieres salir ve tu sola

—¡Vamos Katsu! ¡Será más entretenido que estar ahí en tu celular todo el día!

—Dije que no

—Pero-

—No

—¿Qué puedo hacer para convencerte? —dije después de un largo suspiro.

—Nada, ya deja-

Lo tomé de la mejilla y le robé un beso antes de que terminara la frase, cuando estaba apunto de separarme agarró mi nuca y extendió el beso unos segundos más.

Luego nos separamos y desvié la mirada, no hago esto a menudo.

—¿Ahora ya podemos irnos? —pregunté volteando a verlo con una sonrisa.

—Maldita sea... ¿A dónde mierda quieres ir? —preguntó con un leve sonrojo, le tomé una foto disimuladamente.

—Mmm... a una cafetería!

—Solo quieres comer...

—¿Algún problema? —pregunté inflandos los cachetes, tal vez deba madurar, nah.

—No olvides tu chaqueta tonta te vas a resfriar —dijo tirándomela en la cara.

—Si... gracias amor...

[...]

Cuando llegamos nos sentamos en una de las sillas que estaban fuera del comedor, osea al aire libre.

Tomé el menú en mis manos y empecé a leer la eterna lista de opciones.

—Puede llamarme cuando esté lista para ordenar. —dijo el mesero sonriente antes de irse.

—Si, claro —dije con una sonrisa.

—¡¿Podrías dejar de sonreirle?! —dijo Bakugo enojado golpeando la mesa mientras se ponía de pie, todos alrededor voltearon a vernos.

—Eh... Bakugo, aquí no por favor... —dije tapando mi rostro con el menú.

—Tsk, me largo —dijo caminando en dirección contraria, me paré para ir a detenerlo.

—¡Espera, no te vayas! —dije agarrando su antebrazo.

—T/N, suéltame —dijo en un tono serio, me sorprendió un poco oírlo decir mi nombre.

—¿En serio te vas a ir solo por eso?

—¡Yo decido que hacer! ¡Suéltame de una maldita vez! —dijo zafándose de mi agarre bruscamente, veía algunas personas susurrarse algo.

—Como quieras entonces... —dije con los ojos cristalinos, los sequé inmediatamente, odio llorar en público.

Vi que Bakugo se volteó hacia a mi con una expresión de sorpresa que borró al instante de su cara.

—Tsk, como quieras, me quedaré —dijo tomando asiento.

—Olvidalo, si quieres irte adelante —dije cruzando los brazos mientras me sentaba. —Puedo comer sola... —susurré para mí misma.

Tomé el menú nuevamente y empecé a leerlo en silencio, ví que Bakugo no tenía el suyo en mano así que decidí preguntar.

—¿No vas a leer? —pregunté sin apartar la vista del menú.

—No, escoge tú, no me interesa

—Un "no me molesta" hubiera sonado mejor...

Al final escogí algo diferente para los dos y llamé al mesero para ordenar, mientras lo hacia Bakugo me miraba atentamente con el ceño fruncido.

—¿Qué? Ésta vez no le sonreí

—Tsk, ni siquiera dije nada...

Cuando llegó la comida empezamos a comer hablando sobre cosas triviales. Me sorprende lo tranquilo que es mientras come, hasta parece otra persona.

—¿Qué tanto me miras?

—¿Eh? N-no es nada, es solo que me gustan tus ojos <3 —dije formando un corazón con las manos.

—¿Quieres verlos más de cerca? —preguntó tomando mi barbilla.

—Eh... bueno, yo..

—¿Tú que? —cuestionó acercándome a su rostro.

—B-bakugo... aquí n-

Cómo era de esperarse me besó antes de que terminara de hablar, tiene esa costumbre. Cerré los ojos lentamente y luego nos separamos.

—Cerraste los ojos idiota, no pude verlos... —susurré.

—No te preocupes, podemos repetirlo en cualquier momento... —dijo con una sonrisa ladina, me sonrojé un poco y desvié la mirada.

Cuando terminamos de comer vino el mesero a darnos la cuenta, después pagamos y me dió el recibo luego de susurrarme algo al oído. Para mí mala suerte Bakugo lo notó y fue tras él.

—Hey, solo quiero decirte que esa linda chica tiene dueño, así que si no quieres problemas no te le acerques... ¡¿Me entendiste maldito extra?! —dijo agarrando el cuello de su camisa.

—S-si, ya entendí, relájate

Bakugo no dijo nada y lo soltó. El cayó de rodillas y empezó a toser un poco.

—Oye, ¿estás bi- —preguntaba yendo hacia él, Bakugo me cargó repentinamente y continuó caminando. Cuando me di cuenta veía todo al revés.

—¡Katsuki! ¡Suéltame!

—No quiero —dijo acelerando el paso.

—¡Acabo de comer! ¡Bakugooooo!

•F•I•N•

Extra:

—¿Eh? ¿Por qué en el recibo que ese idiota te dió hay un número de teléfono? ¡¿Y por qué mierda dice "llámame"?!

En ese momento no supe que decirle, un "cálmate" no serviría de nada, ví que el mesero había escrito eso, pero había planeado simplemente tirar a la basura el recibo cuando llegue a casa, mierda, se me olvidó.

—¡Ahora sí que lo mataré! —dijo Bakugo poniéndose una chaqueta para salir.

No supe que hacer así que lo primero que se me ocurrió fue besarlo, por lo regular se tranquiliza cuando lo hago.

—¡¿Qué mierda ha- —decía enojado, lo interrumpí dándole otro beso.

Enrollé mis brazos en su cuello mientras disimuladamente le quitaba chaqueta, no quiero que salga a ninguna parte.

—¿Acaso crees que besándome se solucionará todo? —dijo durante el beso. —Pues... está funcionando —dijo agarrando mi cintura, enrollé mis piernas en su cadera y empezó a caminar hacia nuestro cuarto.

Estoy segura de que mañana no podré caminar bien, pero por lo menos evité el terrible destino de ese imprudente mesero.

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