15*

Advertencia: si (Y mucha)

Estaba tan emocionada por la llegada de Chris, de volver a tenerlo conmigo, sentir sus cálidos besos y sus grandes brazos acurrucandome por las noches, enserio me hacían falta.

Las ausencias de Chris por aquí han
sido por los rodajes de la nueva película Avengers:Endgame, la cual me he enterado alguno que otro spoiler de esta gracias Robert. Ha decir verdad me siento muy orgullosa de Chris y de todo lo que ha logrado con sus grandiosas películas pero necesito de nuevo a mi esposo conmigo y pasar un buen rato juntos a solas, sin ningunas cámaras, ni reflectores a nuestros alrededores... Solo él y yo.

Preparaba todo lo que tenía organizado para nuestra noche, ya me encontraba lista, con un hermoso vestido negro no tan corto, ajustado a mi figura y mostrado un escote prudente pero sexy, cuando ya todo se encontraba perfecto solo espere que Chris llegará.

Y así fue.

Chris había llegado a casa.

- ¡Cariño! -Escuche la voz de mi esposo llamarme y no dude en ir a recibirlo, al cruzar nuestras miradas me acerque a él a paso rápido y fue así como nuestros labios se unieron nuevamente- Ay, amor no sabes cuanto te he extrañado -Unimos nuestras frentes, y yo me concentraba en jugar un poco con su barba-.

- No eres el único Evans -Di otro pequeño beso en sus labios para así apartarme un poco de él y quitar su chaleco y dejarlo a un lado del sofá- tengo una sorpresa para ti... -Lo tomé de la mano llevándolo hacia la mesa que estaba en nuestro balcón con una vista perfecta de NY-.

- Amor... -Me miró con dulzura- enserio no tenías que hacer todo esto, con que hubiésemos visto unas películas con algunos bocadillos en la cama, me hubiese conformado -Sobo mi mejilla-.

- No, claro que no, nos merecemos una fantástica noche -Lo acerqué a su silla para que se sentará y yo pasará por detrás de su espalda abrazandolo- además... El capitán América necesita relajarse -Susurre de forma pícara en su oído para luego besar su cuello, dejándolo con más ganas-.

Lo había provocado, lo sé.

Conozco a mi hombre.

Al transcurrir nuestra hermosa cena juntos, charlanbamos de alguno que otro tema, también había alguna que otra caricia entre medio de nuestras charlas, extrañaba esto, tenerlo aquí conmigo solo para mí. Al conocer a Chris sabía en lo que me estaba metiendo, su fama, su vida sumanente llena de diferentes lujos, chicas muchísimo más guapas tratando de coquetear le, cámaras por todos lados, paparazzis a cualquier minuto del día, viajes largos, etc... pero nunca vi eso, nunca me interesó su fortuna ó su vida llena de tantos lujos, a decir verdad nunca me importo todo eso.

En realidad nunca fui por el actor con disfraz de Capitán América, fui por el hombre detrás de todo eso. Ese hombre de tierna sonrisa y hermosos ojos azules, tan azules como el mismísimo cielo, con unos hermosos sentimientos de los cuales me enamoro cada día. Y aquí me encuentro felizmente casada con él hombre que tanto he amado durante, cinco fantásticos años.

No sé que haría sin él.

- Dios amor, te luciste con esa cena -Se levantó un poco de la mesa para acercarse a mi y dar un beso en mis labios- Enserio te lo agradezco, cariño, te amo -.

- Te amo más Chris y no agradezcas nada, amor -Ahora me levanto yo y recojo nuestros platos para llevarlos a la cocina-.

- Oye sabes que sería perfecto ahora mismo... -Hablo desde la mesa y yo me acercaba con un pastel de chocolate con frambuesa en mi manos- ¿Un delicioso pastel? -Hable, mostrando el pastel que había preparado-.

- Me leíste la mente, nena -Los dos sonreímos al mismo tiempo-.

Me acerqué a Chris con el pastel en mis manos y fue así como me senté en sus piernas, bueno literalmente no en sus piernas, me senté en medio de su entrepierna al propósito. Sabía lo que quería lograr, así que tomé un pequeño cuchillo, picando una rebanada de pastel.

- Sabes dure una hora haciendo este pastel... -Dije de forma suave. Mientras que hice un moviento con mis caderas para provocarlo-.

- Nena... -Su respiración sonó algo agitada, además sentía como su cuerpo se tensaba-.

- Se que te gustara mucho -Me volteó un poco para mirarlo a los ojos. Chupe mis dedos de forma lenta y suave quitando el chocolate de estos- Delicioso... -Susurre-.

- ¿Si?, ¿Qué tan delicioso está? -Tomó de mis caderas apretando las más hacia él. Fue como pude sentir su enorme erección bajo sus pantalones, quise soltar un gemido pero necesitaba ser fuerte-.

Ahora tomé una pequeña cuchara que ya antes había estado en la mesa, y de esta tomé un poco de pastel para acercarlos a los labios de Chris. Este saboreo el pastel para así acercar su rostro hacia el mío. Su respiración era pesada, sus ojos se habían vuelto un poco más oscuros de lo normal, me agradaba a donde nos estaba llevando esto.

- ¿Qué sucede Capitán? ¿Algún problema? -Subí un poco mi vestido, hasta mis muslos. Pará así voltearme y sentarme quedando cara a cara con él, mis piernas se posaron a los lados de las caderas de Chris y sentí como sus grandes manos se posaron en mi trasero dándoles un leve apretón-.

- No... -Susurro mirando cada parte de mi cuerpo hasta llegar a mi escote-.

- ¿Entonces que esperás?... ¿Me harás tuya o qué?... -Tome de su barbilla para acercarme a sus labios susurrandole cada palabra-.

- Definitivamente te haré mía -Chris hizo un movimiento rápido y me tomó en sus brazos mientras sus manos seguían en mi trasero y ahora mis piernas te encontraban alrededor de sus caderas-.

Nuestros besos eran desesperados pero con ese toque de dulzura. Chris se dirigió a nuestra habitación y me dejó en la cama con cuidado, sus besos bajaron por mi cuello, besos húmedos los cuales hacían que la habitación se llenará de mis gadeos. Estaba desesperada, necesitaba que Chris me hiciera suya.

Lo necesito dentro de mi.

Así que baje mis manos hacia su pantalón y empecé a quitar su correo y desabotonar su pantalón pero sentí las manos de Chris pararme.

- ¿Cuál es la prisa, cariño? -Trague duro y solté un pequeño gadeo de mis labios-.

- Te necesito adentro de mi... -Dije en sus labios. Mordiendolos un poco- Quiero que me haga... Ah!! -Solté un gemido fuerte al sentir los dedos de Chris dentro de mí-.

Sentía como sus dedos subían y bajaban de una forma muy lenta, algo que de verdad era sumamente placentero para mí gusto, pero al sentir el tercer dedo introducido en mí, hizo que mis gemido fueran muchísimo más fuertes que los anteriores, mientras que Chris masajeaba mi clitoris de forma rápida, no perdió el tiempo y con su otra mano bajó el cierre de mi vestido haciendo que este se soltara un poco, y Chris pudiera bajarlo hasta mi abdomen dejando ver mis pechos desnudos.

- Perfectos -Los miro con una sonrisa pícara para luego llevarse uno de estos a la boca, jugando y chupandolo como el quisiera-.

- C-Chris vo-voy a venirme... Ah, ah... -tomé con brusquedad el cuello de su camisa gimiedole en sus labios-.

- No cariño aún no -.

Fue así como quitamos las prendas de nuestros cuerpos, de forma rápida. Chris se acercó a mí nuevamente, colocándose encima de mi, pero sin lastimarme. Se fue introduciendo en mi poco a poco, mis manos estaban en su espalda tomándolo con fuerza, sus embestidas al principio fueron suaves para yo ir acostumbrandome pero esas embestidas suaves se volvieron en embestidas sumamente duras que al igual rápidas.

Mis gemidos se escuchan por todo nuestro departamento, estoy segura que los vecinos mañana reclamarán este escándalo.

- ¡Chris!... AH!! -Sus embestidas no paraban de ser duras. Dolía pero era una dolor placentero-. CHRIS!!! -Grité-.

1...2...3 ¡BOOM!

Caímos los dos de un solo tiro a la cama con nuestros cuerpos agitados y llenos con una capa de sudor, ese orgasmos fue exquisito, el mejor de toda mi vida, sentí tantas sensaciones esta noche que no sé como me levantaré mañana en la mañana. Los grandes brazos de mi esposo me tomaron haciendo que reposara mi cabeza en su pecho, escuchando los latidos de su corazón.

- La mejor bienvenida de todas, cariño -Dio un dulce beso en mi cabeza- oye si así va hacer cada vez que me no este en cas... -Coloqué mi mano en sus labios callandolo-.

- Amor solo disfruta el momento -Me acurruque más en sus brazos-.

- Me haces el hombre más feliz Sra. Evans -Los dos nos miramos a los ojos con una pequeña sonrisa en nuestros labios-.

- Y tu me haces la mujer más feliz del mundo Sr. Evans -Y fue como los dos cerramos nuestros ojos, para así caer en su sueño profundo-.

Cómo les dije antes nunca fuí tras el actor, fuí por el hombre que hoy puedo llamar mi esposo.

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¡DIOS ESTE OS ESTA QUE ARDE! 🔥

Que locuraaaaa, aún no puedo creer de lo que soy capaz de escribir.😬🤣🤦🏻‍♀️

[Me inspiré a decir verdad. 🤷🏻‍♀️💗]

Imagínense decirle eso a Chris "CHRIS HAZME TUYA!" y ¡ZAS! te deja embarazada de cinco bebés. 😏🤰🍼 Bueno ya basta.💗

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