Priya / U / I don't care
JAJAJAJAJAJA Terminé, pues... Este Os es un tanto especial, digo, sé que no escribo tantos de Priya como de los demás, pero aún así amo escribir de ella, no sé, tener que ponerme al pedo en este tema es muy cool.
Espero que les guste, si quieren que escriba algo de alguien dígamelo uwu.
Priya – I Don't care
Una noche antes de la fiesta de invierno, las personas comenzaron a hablar sobre como una posible relación entre Priya y yo, luego de que nos encontraran besándonos en el pasillo luego de llegar de un día largo de clases.
A pesar de que Priya me dice que es algo natural, que lo que nosotras sentimos no afecta a nadie, las miradas indiscretas y los susurros por lo bajo siempre me ponen incómoda.
Hoy había sido un día pesado, sentía como si mi frente tuviera un letrero que decía 'Freak' en mayúsculas, las mujeres intentaban disimular sus caras de disgusto y los hombres me miraban con morbo, en cualquier momento esperaba alguno de sus comentarios innecesarios pero afortunadamente nadie lo hizo.
Llegando a mi habitación, comencé a llorar, me sentía con la impotencia de no poder hacer nada, estábamos en el siglo XXI, ¿Cómo es que las personas sigan pensando que las preferencias sexuales son un tema tabú?
Me acosté en mi cama y mi celular volvió a sonar como treceava vez, miré la pantalla y era Rosalya, tal vez ya se enteró de los rumores. Bloqueé el celular, no tenía ganas de escuchar como mi amiga se sentía ofendida por no hablarle antes de esto.
Alguien tocó mi puerta, me quedé callada, no quería que supieran que estaba en la habitación.
- Chiara ya sé que estás ahí, por favor ábreme.
La voz cansada de Priya me sorprendió, sequé mis lágrimas y corrí a la puerta, no sé si ella sienta la misma tormenta que yo.
- Priya...
- ¿Has estado llorando? – Preguntó preocupada mientras entraba a mi habitación.
- No... Claro que...
- No me mientas, tienes la nariz roja y el rímel corrido.
Pasé mis manos debajo de mis ojos, tenía razón. Cerré la puerta y me gire a verla, ella ya estaba sentada en mi cama, dando palmaditas a lado suyo. Arrastrando los pies cruce mi cuarto para está junto a ella.
- ¿Cómo te sientes?
- No entiendo como las personas son así.
- No es su culpa, crecieron en una sociedad en donde este tipo de cosas son consideradas anormales.
- Pero... nosotras... nos queremos, no le estamos haciendo ningún mal a nadie.
- Si... pero ellos no sienten las cosas que siento cuando te veo, no pueden separar la idea de dos personas del mismo sexo pueden llegar a un vínculo tan profundo como el que nosotras estamos creando... es por eso que no logran entendernos.
Si bien, las palabras de Priya me reconfortaron, aun sentía como mi corazón dolía.
- ¿Entonces ya estas lista para bailar toda la noche?
- ¿Qué? ¿Si vamos a ir?
- Claro que sí, no compramos los vestidos por nada.
Me quedé pensando un poco, la manera en la que ahora íbamos a ser tratadas de una manera extraña, harían comentarios y preguntas indiscretas, sermones religiosos, no sé si estoy lista para afrontarlo...
- Yo estaré ahí en cada momento, estamos juntas en esto. – como si leyera mi mente, puso su mano encima de las mías.
- Está bien...
Priya tomó me ayudó a levantarme y me dirigió al baño.
- Eso quería oír, ve a arreglarte, esta noche no pienso soltarte.
[***]
Entrando al salón de la mano de mi novia, las personas seguían mirándonos, me sentí intimidad, hacía que me arrepintiera el hecho de salir del cuarto.
En forma de apoyo, Priya apretó mi mano y me dedicó una dulce sonrisa.
Nos sentamos en una mesa alejada de las personas, necesitaba tomar un trago para calmarme. Cuando nos trajeran nuestras bebidas, las dos estábamos calladas, un poco tensas por el ambiente.
Miré a mi alrededor y vi a las personas divertirse...
Estaba en una fiesta en la que no quería estar pero nadie me estaba mirando a los ojos directamente.
— ¿Puedo tomarte la mano? — Priya me ve con cara confundida, termino mi copa y vuelvo a preguntarle — ¿Bailamos?
Lentamente ambas nos levantamos, mi mente no procesa que tipo de música estan poniendo, pero tomo a mi chica de la cintura y la atraigo a mi.
Ella me dedica una de sus miradas seductoras y me sonríe.
Demonios, sí.
— Sabes que te amo, ¿te lo he dicho alguna vez? Tú haces que las cosas sean mejor así. — grité entre todo el ruido que había.
Ahora comienzo a entenderlo, realmente no me importa, porque cuando estoy con mi chica, cada una de las cosas malas desaparecen.
Veo su sonrisa y siento que podría afrontar las malas noches, pues solo ella logra hacerme sentir querida.
No me importa, siempre y cuando Priya esté cerca de mi, podría estar en un lugar lleno de personas señalandonos pero el calor de su mano sosteniendo la mía será suficiente para que yo esté feliz.
Veo sus labios, con mi mano, acaricio su mejilla y acerco su cara, tenía tantas ganas de besarlos, son tan dulces y suaves como la primera vez que los sentí.
— No me gusta nadie más que tú, eres única aquí, cuando estoy contigo todas las cosas malas desaparecen... Y los demás... Bueno, los demás no me importan. — Me susurró Priya mientras con delicadeza besaba mi mejilla.
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