Nathaniel / U / Moments
Sé que dije que el siguiente sería de Lysandro, pero este OS es un tanto especial ya que, para variar, tiene el mismo nombre de los últimos 20 OS que he hecho (Nocierto) pero es porque aprecio mucho a esta chica y esta pequeña historia es una manera muy agradable para demostrarselo UwU ❤.
No he podido escribir nada ya que estuve de vacaciones y en una salida me chingue la rodilla. Bueno no, pero si los brazos 🤔😂.
Trataré de hacerlos los fines de semana, que no tenga escuela.
Bueno, suficiente, espero que los disfruten(?
∆∆∆
Nathaniel - Moments
Despertar y verlo dormir a lado mío siempre fue mi parte favorita del día, escuchar su respiración tranquila era la melodía que podía escuchar toda la vida, su cabello despeinado hacia querer perderte en el color dorado intenso que tenía.
Estaba completamente enamorada de él, tenía 9 años hechizada ante este hombre y cada segundo que pasó, valía completamente la pena.
A veces, antes de salir de la cama para ir a trabajar, me gustaba verlo dormir, mientras recordaba todos los momentos buenos que hemos tenido juntos. Cada uno mejor que el anterior.
Y hoy era uno de esos días, haciéndome recordar porque lo amaba.
Me metí a bañar, hoy tenía el día libre, así que me dedicaría a traer comida y hacer algunas cosas que tenía pendientes. Nath, sin embargo tenía que trabajar.
- Cariño, ya es hora de despertar - Le susurré después de haberme cambiado.
-5 minutos - Murmuró.
Luego de una corta charla, logré que Nath saliera de la cama. Era mi turno de hacer de desayunar, así que preparé huevos a la mexicana.
Mañana sería nuestro aniversario, así que decidí no decirle de mi día libre para que no sospechara cuando le compraría su regalo.
Fingi prepararme, de todas maneras él siempre entraba más temprano que yo.
- Buenos días cariño. - Saludó antes de sentarse para comer.
- Buenos días Nath.
Ambos comimos rápido, como todos los días, estaba emocionada por lo que le compraría, desde hace tiempo, pensé en la primera edición firmada de su libro favorito, estuve buscando en varias librerías de internet y resultó que en la librería del centro comercial estaba lo que buscaba.
Después de que Nath se fue, volví a la cama para recostarme un rato más, aún era muy temprano para ir.
Pude dormir un par de horas más, recogí la casa y anoté todo lo que necesitábamos para comer, agregué un vino tinto, nuestro favorito, para mañana celebrar.
Entre a mi carro, convencida a gastar el dinero que sea para ver la sonrisa de Nath una vez más.
En el centro comercial, busqué la librería en la que estaba ese libro. A pesar de costar casi dos meses de mi salario, pensé en el brillo de los ojos que desprendería al verlo y pagué.
Salí con una sonrisa del lugar. El sólo pensar en él feliz hacía que mi corazón brincara.
Fui por todo lo que necesitaba, incluyendo una caja y papel de regalo.
Pensé en comprarme un café, para cerrar mi tarde, pero descarté la idea inmediatamente. Tenía demasiadas bolsas que cargar.
Llegando en a mi carro, metí cada una de las bolsas en la cajuela, pero dejando el libro y la caja en el asiento trasero para evitar que se maltrate.
Nuevamente me invadió la idea de comprar un café, de todos modos ya tenía todo en el carro.
Regresé al centro, recordando que la cafetería que me gusta estaba en el segundo piso.
Tomé las escaleras eléctricas, estaba debatiendo conmigo misma entre un latte de mapple o un café frío de Oreo.
Cuando lo ví.
Junto a ella.
Junto a Melody.
Mi juicio se comenzó a nublar, mis manos comenzaron a temblar, tenía la necesidad de gritar pero mis pulmones hacían quese volviera difícil.
¿Qué rayos está haciendo con ella?
Ver sus ojos azules, sólo me hace recordar el tiempo en el que él tuvo un pequeño amorío con ella, el tiempo en el que ambos nos dimos espacio para pensar en que dirección íbamos a llevar esta relación.
Cuando regresamos, prometió no volver a verla y ahora estaba ahí en nuestra cafetería favorita compartiendo mesa con ella.
Por alguna razón él volteó a verme, pero al momento de cruzar miradas, volvió a mirar a la chica delante de él.
Bien... Eso fue todo.
Tomé las escaleras que daban para abajo, cada centímetro que me alejaba de él, sentía un piquete delgado en mi corazón.
Hasta que escuché su voz gritando mi nombre. Así que comencé a caminar para ir más rápido.
Pero fue en vano, al final de las escaleras él ya tenía mi bazo en su mano.
- Espera Kareny, no es lo que tú crees.
- ¿A sí? ¿Entonces no estabas con la pendeja que te acosaba todos estos años en nuestra cafetería favorita?
- No, bueno si, pero no por las razones que tú crees.
- No Nath, no me importa, has lo que quieras... Llegando a la casa quiero que recojas todas tus cosas y te marches.
- ¿Qué? Kareny, creo que estás exagerando.
- No me importa, me prometiste no volver a verla y mira lo que hiciste.
- Pero...
- Basta... Al ver como te comportaste sólo le pido a Dios, no haber gastado mis mejores años contigo - Lo último que dije fue más para mí que para él.
Me solté de su agarre y corrí al carro.
Subí en el, las lágrimas comenzaron a salir solas, eran grandes y calientes, venían desde mi corazón roto.
Maneje hasta la casa, bajé las bolsas y arreglé la alacena, estaba actuando en automático, no podía prender mi cerebro y esperar a que haga cualquier cosa.
Fue ahí cuando ví la botella de vino, sabía que estaba mal y que tomarme toda la botella no ayudaría en nada, pero mis manos no pensaban lo mismo, ya que estaban sujetando el sacacorchos.
Pensé en tomar una copa pero ya la boca de la botella estaba entre mis labios.
Nunca pensé que lo perdería de esa manera, hicimos un pacto... Un pacto que el destruyó.
Mis latidos se volvían más rápidos conforme el líquido de la botella disminuía.
Escuché varias veces el teléfono pero no contestaba, no quería saber su estúpida escusa que inventaria.
Sentía como el alcohol alteraba mis movimientos, haciéndome más torpe que de costumbre.
Traté de llevar nuevamente la botella a mi boca, pero por mis malos movimientos, tiré un poco de vino tinto en mi blusa blanca.
Pensé con ironía que no era una mancha de vino tinto que, de hecho, era mi corazón desangrándose de amor.
Mi celular seguía sonando, así que me levanté de la cocina y fui al comedor, para descolgar la llamada.
-¿Qué quieres? - contesté molesta.
- ¿Señorita Kareny? - una voz femenina me contestó.
- Si, soy yo.
- ¿Usted es la pareja del Señor Nathaniel?
- Eh... ¿Para que está llamando?
- Oh... Bueno, el señor Nathaniel sufrió un accidente automovilístico, iba manejando a gran velocidad pero terminó chocando contra una camioneta que iba en sentido contrario y desafortunadamente perdió la vida al...
Después de eso, mi mente se volvió borrosa.
Sólo me recuerdo llorando en el piso de la cocina, después vestida de negro en su funeral.
Ella estaba en su funeral, se acercó a mí y me entregó una caja pequeña.
- Él te amaba tanto. - Fue lo único que dijo antes de irse.
Abrí la caja y en ella, había un anillo de compromiso, con el grabado "Mi compañera de vida".
Mis manos comenzaron a temblar, él no me engañaba... Él iba a pedirme matrimonio.
En otra vida, yo sería su esposa, cumpliríamos todas las promesas que no hicimos, sobre nosotros contra el mundo, yo... le hubiera escuchado y le hubiera dicho lo importante que era para mi, no como las últimas palabras tan crueles que le dije. Si tan sólo pudiera regresar el tiempo...
Pero yo lo arruiné.
Ahora estoy pagando el precio mientras que mi corazón solo respira por esos momentos que pasé a su lado.
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