Nathaniel – Cruel Summer

P.o.V. Nathaniel

En la quietud de la noche, caminaba por las vacías calles de la cuidad, las cuales estaban en completa obscuridad, cada que estaba solo, mi mente reproducía recuerdos de su sonrisa, su figura y de la forma en la que ella me miraba, parecía que Juliette había ocupado cada espacio de mi cabeza.

El verano en el que ella se fue pensé que el dolor que me provocó sería sólo una simple etapa pero ahora que regresó a la ciudad, pareciera que todo lo que alguna vez me hizo sentir, volviera y se multiplicara por los días en los que esperé por ella.

Verla tan cerca de mí y saber que, gracias a la mierda en la que me metí no podía acercarme a ella… me estaba matando pero mi mente me gritaba que debía de ser fuerte… que debía de resistir.

Sabía que si lo hacía sólo traería problemas para ambos… pero su carácter entrometido y sus ojos curiosos hicieron que bajara la guardia y caí cuando volví a besar sus labios la noche en la que la dejé en su habitación, desde esa noche no la he visto, no sabía qué era lo que debía de hacer.

Me paré a la mitad de la calle, quedando justo debajo de un faro de luz, la sombra que reflejaba mi cuerpo me hizo volver a centrar mis pensamientos, debía de olvidarme de ella y de todo lo que me hacía sentir… pero de algún modo era más fácil recordar la emoción que despertó en mí, imaginar que volvía a sentir la electricidad que sólo ella me transmitía.

Caminé directo al bar, el alcohol podía hacer que me olvidara de ella por unas horas, y por el momento es todo lo que necesito.

[***]

Crucé la puerta para salir del lugar, el viento frío golpeó mi cara, llamé a un taxi, suponía que no podía caminar de regreso a mi departamento en este estado. Cuando por fin subí a uno, escuché las notas primeras notas de una canción vieja, las cuales se sintieron como balas, era la canción que ella y yo bailamos en nuestra graduación.

Las lágrimas calientes se deslizaban por mis mejillas, ¿Cómo se las arregla para aparecer en todos los putos lados?

- ¿Te sientes bien hombre? – Preguntó el conductor.
- Estoy bien. – Contesté, pero no era cierto

No sólo estaba borracho físicamente, la sensación de estar embriagado de sentimientos era la que me hacía sentirme así, lo que no me mataba me hacía quererla más. Ningún maldito problema se podía comparar a no poder abrazarla sin ponerla en peligro.
 
Pero de un momento a otro todo se aclaró, recordé el trato que me había dicho el encargado de la zona con el que trabajaba. Por un par de favores y algunos contactos que tenía podía terminar con esto.

Lo cual también significaba que mi principal fuente de ingresos se acabaría… pero pensando que su regreso era como una señal de la vida para darme otra oportunidad… valía la pena el riesgo.

A sido un verano cruel pero… Todas las noches de este verano no hacían más que sellar mi destino.
 
- Puede dar vuelta aquí por favor –Rompí el silencio. El conductor mi miró y asintió la cabeza.

Bajé como pude y saqué un par de billetes de mi cartera.

Corrí, ya sabía el camino, por mucho que mis sentidos no estuvieran bien, sabía a donde ir.

Toqué su puerta, la luz no tardó en encenderse, sus pasos, un poco vacilantes, no tardaron en llegar.

La cara de desconcierto de Juliette era una obra de arte, toda ella era una obra de arte.

- Te amo – susurré mientras tomaba su cara con mis manos.
- ¿Na-Nathaniel?
- ¿No es lo peor que has escuchado?

Volví a besar, con la intención de no volver alejarme de ella jamás…