Lysandro / U / I Wish you would (3/3)

Lysandro - I Wish you would

El reloj marcaba las dos de la mañana, estaba sentada en la silla frente a mi ventana abierta con mate en mano mirando la calle y los recuerdos comienzan.

Decidí ir a la cafetería, tenía que preguntar si el puesto aún seguía disponible, en el mismo instante que yo tomé la manija de la puerta, alguien en el interior la abrió, provocando que me llevará tremendo golpe, toqué mi cabeza para calmar el dolor.

- Deberías fijarte antes de abrir una... - Mis palabras quedaron flotando en el aire cuando miré a la persona que estaba del otro lado de la puerta
- Lysandro
-Mina...

El cielo seguía nublado y apesar de que la lluvia había parado hace unas horas, todavía se sentía el ambiente frío. Sentía como el viento secaba las lágrimas que había derramado.

No podía moverme, aún no estaba lista para volver a ver esos ojos bicolor que me habían atrapado desde el primer momento en que los vi.
-¿Qué haces aquí? - Preguntó el chico claramente confundido.
Y ahí estaba él, el chico que tenía el título como mi primer amor, estaba justo enfrente de mi.
Estaba mucho más atractivo que desde la última vez que lo ví.
-Yo... Regresé... Y... La universidad. - No podía formular una puta frase coherente frente de él.
-Oh... ¿Te cambiaste a Anteros Academy?
-Si...
-¿Desde hace cuánto llegaste?
Respiré un poco antes de responder, necesitaba mantener la calma si no quería estropearlo todo... Más de lo que ya estaba.
- Acabo de llegar hace unos días... - Miré hacia otro lado, aún no podía ver su cara sin recordar la última vez que nos vimos. - ¿Y tú...? ¿Cómo has estado? ¿También estudias allá?
- ¿Yo? No, sólo vine a visitar a Leigh, ahora que mis padres no están, yo estoy a cargo de la granja.
- Oh... Lys, no lo sabía, en serio lo lamento mucho.

Doy un sorbo a mi mate, el cual ya estaba frío, signo de que ya llevaba mucho tiempo aquí. Verlo hizo que resurgieran todas las preguntas que trate de evadir todos estos años.

- ¿Así que Leigh está aquí?
- No, de hecho se quedó con Rosalía para hacer unas cosas...
- Ya veo...
Los dos nos quedamos en un silencio momento incomodo sin saber que decir. Después de tantas noches en el que el insomnio me obligaba a quedarme despierta y la obscuridad de mi habitación hacia mi mente divagar, imaginando mil y una manera en como sería nuestro reencuentro, qué diría él, qué diría yo... Y ahora que esta pasando... No sé que hacer.
- Lys...
- Mina...
Ambos hablamos al mismo tiempo, haciendo que nuestras miradas chocaran por primera vez.
- Disculpa, ¿Qué ibas a decir? - Preguntó.
Era ahora o nunca.
- Yo... Quería disculparme por... Por todo lo que pasó. - Apesar de sentirme segura segundos antes de hablar, mi voz me traicionó y tembló al pronunciar esas palabras.
- No tienes porque disculparte, eso quedó en el pasado.
- Así que ya es pasado...
- Efectivamente.

Volví a ver mi celular, tenía varias llamadas perdidas de Rosa, mensajes que no iba a ver y notificaciones basura. Justo en ese momento volvió a sonar en mis manos. Otra vez era ella.

- Lys... Todos estos años había esperado el momento en el que me pudiera disculpar por cómo lleve las cosas... Simplemente yo... - Las palabras no salían de mi boca, tantas noches precticando el discurso que le diría en el momento en que nos veamos... Y ahí estaba, con la mente en blanco.
- No tienes de qué disculparte, claramente no fue la mejor manera de sobrellevarlo pero... Así fue como pasó. - Su semblante se endureció, notablemente molesto. - Te fuiste y nada de lo que ahora digas cambiará eso.
- No, yo... Yo nunca quise que terminara así, sabes muy bien que mis padres me obligaron a mudarme y...
- Mira Mina', no me siento muy cómodo hablando sobre esto, como dije, es pasado, tú ahora estás bien, yo estoy bien y eso es todo lo que importa.
- Lys yo... ¿Seguro que estás bien?
El chico de mis sueños me miró y asintió lentamente.

Las lágrimas que habían parado volvieron a salir, apesar de que tenía frío, no pensaba moverme. Los recuerdos me atacaban como flashes, uno tras otro, cada momento que viví a su lado y cada noche que lloré su ausencia pasaban en mi mente una y otra vez, sin parar.

- Escucha Mina... Mañana regreso a la granja y deseo pasar el tiempo que me sobra con mi hermano... Adiós.
Su despedida fue fría, en sus ojos no se notaba ninguna expresión. Sabía que era egoísta de mi parte pensar que... Por mínima que sea... Tendría la oportunidad de...
- Adiós Lys... - susurré, con la posibilidad de que ni siquiera me escuchara.

Cerré los ojos, tratando de olvidarme de todo lo que pasó, tratando de convencerme que estaba bien. Si tan sólo supiera que nunca lo deje de amar... Y nunca lo olvidaré mientras siga con vida. Desearía... Desearía que lo supiera.

Alguien toca la puerta, miro la hora, 2:00 de la mañana. ¿Se a detenido el tiempo?

Camino hacia la entrada, pensando que es Rosalía quien a venido a consolarme.

Me guío por el lugar tratando de no chocar contra nada por la falta de luz, abro la puerta.

Veo su rostro.

- Lysandro - Escucho mi voz en la obscuridad.

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