Lysandro / U / Gorgeous

Lysandro — Gorgeous

Con la música del antro a todo volumen, me era difícil poder entender lo que Priya me decía, por lo que tenía entendido, gracias a nuestras conversaciones anteriores, sabía que nos encontraríamos con los chicos que iban en su instituto.

Me había contado que, desde hace mucho tiempo no los veía, en especial a 2 o 3 chicos, que tuvieron que mudarse.

Como yo era nueva en la ciudad y ella era mi compañera de habitación, así que decidió que acompañarla a su reunión de reencuentro sería una buena manera de integrarme.

Priya tomaba fuertemente mi mano, para que las personas que estaban bailando no nos separaran. Ella nos dirigía a la zona en la que estaban las mesas, en el fondo del lugar.

Tan pronto como las personas que nos dejaron pasar, llegamos a una mesa en donde estaban como unas 14 personas sentadas, platicando y riendo.

- ¡Hey chicos! ¡Al fin llegue! Y taje a alguien. – Priya, con notable entusiasmo, me señaló al final de su saludo.

Todos los presentes la recibieron con sonrisas y bienvenidas, para posteriormente pasar sus vistas a mí.

- Ella es Elizabeth, es mi compañera de habitación, como es nueva en la cuidad, pensé que sería buena idea traerla acá.

Todos asintieron mientras sonreían, parecían buenas personas.

-Hey, soy Kareny. – Saludó una de las chicas que estaba sentada en el sillón común.
-Yo soy Mari. – Sonrió otra de las chicas.
- Bien, yo soy Sel, ella Maggie, él Kentin, Hyun, Mikka, Nathaniel, Lysandro, Castiel, Rosa, Armin y Leight. – Sel, quien parecía a más extrovertida de todos, señaló a cada uno de los chicos presentes ahorrando bastantes presentaciones.

El chico de los ojos de colores diferentes me llamó la atención, Lysandro, según entendí. Tenía tez blanca y el cabello amarrado en una coleta baja, su forma de vestir formal, resaltaba entre todos los demás, parecía serio, mientras hablaba con el chico de cabello rojo y el chico de ojos verdes.

Borré rápidamente ese pensamiento, mientras recordaba a Tom, mi novio.

Pedí una copa.

Cada uno siguió su charla, mientras que las chicas se voltearon hacia mí.

- Así que te llamas Elizabeth. –Sel amplió su sonrisa.
- Exactamente.
- Bien, ¿Qué estas estudiando? – Preguntó.
- Pues, estoy estudiando Letras.
- ¿Letras? Wow. ¿Te gusta escribir?- preguntó Maggie, creo.
- Si, de hecho, estoy a punto de acaba un libro.
- ¡Enserio! Eso es asombroso.

El tiempo se fue mientras cada una de las chicas me preguntaba cualquier cosa de mi vida. En general, eran buenas personas, la vibra que tenían me gustaba.

De un momento a otro, la música cambió a una melodía más tranquila, cada una de ellas, tomó sin preguntar a uno de los chicos, quienes, supongo, eran sus parejas.

Un pensamiento fugaz pasó por mi mente, ¿Y si Lysandro tiene novia? Sentí como los celos sin fundamentos me pasaban por todo el cuerpo.

Pero volví a reprimirlo. ¿Qué rayos me está pasando? Nunca me había sucedido esto con ningún otro chico, menos teniendo a Tom.

Priya se había quedado sentada a lado de mí, por un momento me sentía aliviada de no quedarme sola en la mesa.

Pero una chica realmente guapa se acercó y le tendió la mano a mi compañera de habitación.

Ella sin mirar atrás, le aceptó la mano y caminó hasta la pista con ella.

Agarré mi copa y le di un gran trago, un poco incómoda, ¿Y ahora que iba a hacer?

- Hola. – Me giré para ver quien me hablaba, y me topé como los ojos bicolor que me habían llamado desde que llegue.
- Hey. – Fue lo único que pude decir.
- ¿No vas a ir a bailar?
- Preferiría no hacerlo, para ser honesta, nunca me ha gustado.
- ¿Enserio? A mí tampoco se me da muy bien bailar un público.

Sonreí, no tanto por lo que acababa de decir, sino por el simple hecho de que no se haya parado con ninguna de las chicas y fuera el único que se quedara sentado.

Pensé que a pesar de que no se parara con ninguna de las chicas de aquí, aún estaba en pie que tuviera novia. Mi corazón sintió un dolor tan delgado como el piquete de una aguja, pero con la misma intensidad de un puñetazo en el estómago.

- ¿Y tú vives cerca? – Pregunté a la par que volvía a llevar el vaso a mis labios.
- De hecho, antes vivía acá pero me tuve que mudar un tiempo por unos asuntos, pero... ya estoy de regreso.
- ¿Enserio? Wow...

Lysandro me siguió platicando sobre su vida, por lo que entendí, no tenía una novia actual, lo cual debería de hacerme sentir mejor, pero no.

En realidad era mucho peor. ¿Cómo es que alguien tan guapo como él esté libre?

Pedí otro trago.

Es un hecho que conocerlo ha arruinado mi vida.

Los chicos iban y venían, pero Lysandro y yo seguíamos en lo nuestro.

Pasaron las 3 de la mañana, cuando decidimos retirarnos del lugar, tomé el abrigo que había traído y antes de alzarlo, sentí como una mano grande se puso sobre la mía.

- Oh, lo siento, pensé que lo ibas a olvidar. – Dijo el chico que logró que me olvidara una noche entera el hecho de que ya tenía alguien esperando por mí.
- No importa. – Sonreí.

Todos salimos del antro, con la típica brisa fría de la madrugada que causaba que el efecto del alcohol nos pegara más fuerte. Cada quien tomó su camino, Priya y alguna de las chicas también iban al campus de la universidad. Pero Lysandro y los demás iba a la dirección contraria.

Fue un gran error de Lysandro el tocar mi mano mientras yo estoy en este estado.

Volteé atrás, para darle un último vistazo a Lysandro.

Y ahí estaba él, mirando hacia mi dirección, con una mirada tonta y el cabello un poco despeinado.

Ambos sonreímos y seguimos nuestro camino.

Ahora no podré parar hasta que sea mío.

Es tan precioso.


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