Hyun / U / Crazy
Faltaba una hora para que pasaran por mí al dormitorio, me bañé lo más rápido posible y así poder tener tiempo para arreglar mi cabello.
Para mi sorpresa no tardé mucho, logrando que me pudiera hacer caireles. Recordé cuando me dijo que iba a ser una fiesta elegante, así que tome el vestido rojo que Rosalya me recomendó. No quise exagerar con el maquillaje, así que simplemente me arreglé los ojos y me pinté los labios.
Estaba poniéndome rímel cuando escuché el timbre de la casa. Para ser honesta cada minuto que pasaba los nervios me estaban comiendo por dentro. Respiré lo más hondo que pude, trataba de mentalizarme que esta vez no debía de arruinar nada esta noche.
Sonreí al abrir la puerta, revelando frente a mí a el chico que me robaba el aliento. Mi compañero de trabajo.
Hyun iba con un traje azul marino y playera blanca. Había peinado todo su cabello para atrás haciendo parecer a mi amigo mucho más adorable de lo que ya era.
- Mina... Wow... Estas... preciosa.
- Y tú... - Reí- Estas perfecto.
- No puede ser, ¿Acabo de hacer que Melani, riera de nervios? ¿Acaso esta noche puede mejorar?
- Pues ya veremos Hyun.
Ambos reímos mientras que él me tendió la mano para que camináramos juntos. Sonreí tímidamente y la acepté. Creo que nunca en mi vida había estado tan nerviosa a lado de este chico.
- ¿Y a donde vamos a ir Hyun?
- Espera que lleguemos allá.
Me ayudó a subir a su auto y en el camino puso mi disco favorito de Taylor Swift, como era de esperarse, empecé a tararear las canciones pera que a mitad de camino, él y yo cantábamos al unísono Treacherous, fue un momento tan especial, que dudo que un lugar tan elegante pueda superarlo.
Estaba tan maravillada por lo bien que nos la estábamos pasando que apenas me di cuenta cuando llegamos al lugar, Como siempre Hyun fue todo un caballero y corrió para abrirme la puerta y ayudarme a bajar.
Enserio no sabía lo que había hecho para merecer a este muchacho.
- Llegamos...
El restaurante, tenía la fachada como Hyun, una mezcla de elegancia y delicadeza tan natural, tan bien lograda que parecía que ni siquiera que se esforzaran en serlo.
Ambos caminamos hacia la persona encargada de las reservaciones, Hyun dio su nombre y el hombre amablemente nos llevó a la terraza del lugar, en donde había solo una mesa, justo abajo de un arco decorado con pequeños focos con luz amarilla y varios ramilletes de flores silvestres.
La mesa tenía tres velas recién encendidas, y dos sillas juntas viendo hacia la ciudad.
Esto estaba sacado de una película romántica de los años 2000'.
- ¿Qué te parece? ¿No te gustó?
- ¿Estas bromeando? Esto... Esto es lo más romántico que alguien ha hecho por mí. Hyun, me encanta.
- Tenía un poco de miedo que no te gustara, hace un año ni siquiera podía tomar tu pedido porque me ponías nervioso.
- ¿Ponerte nervioso? ¿Qué quieres decir con eso?
- Primero creo que deberíamos comer... Después te diré todo lo que quieras.
Me ayudó a sentarme, paras después pedirle al mesero nuestra comida. Se notaba a kilómetros que esto lo llevaba planeando un largo tiempo, y eso sólo hacía que mi corazón se acelerara cada vez más.
Pusieron canciones instrumentales de fondo para que ninguno de los dos pudiera distraerse de la plática pero la manera en que sus ojos brillaban y algunos de sus mechones cubrían su frente y había una gran posibilidad que si afuera estuviera la 3ra guerra mundial ni siquiera me enteraría porque yo seguiría embelesada por este chico.
Ambos comimos la misma cosa, no recuerdo el nombre, pero era una de las mejores comidas que jamás he probado. De beber, Hyun había pedido Champaña, que para mí, era la primera vez que la probaría. Tuve mis dudas al principio, pero estando con él, sentía que nada malo podía pasar. El sabor al principio, era un poco amargo, pero justo cuando pasa por tu garganta, sientes como si se transformará en fuegos artificiales, en el mejor sentido de la frase.
Tal vez no era el sabor, tal vez era el ambiente. Tal vez, no era la comida, tal vez era la persona, la persona que me tenía loca desde que lo vi en la cafetería por primera vez.
Y después de esto, tal vez ya no había vuelta para atrás.
- Mina... creo que ya lo sabes, pero realmente quiero dejarlo muy en claro. Estoy perdidamente enamorado de ti, desde el momento en el que entraste en la cafetería, quede flechado, al principio traté de olvidarte, pensando que no tendría oportunidad contigo, pero un día, después de que presentaras tu solicitud de empleo decidí que ya era hora, si no podía que me vieras de la misma manera en la que yo te veo, por lo menos quería ser tu amigo. Pero fue mi perdición, conocerte más a fondo sólo hizo que mis sentimientos por ti se arraigaran más a mí, haciendo imposible olvidarme de ti. Tardé tanto tiempo en invitarte a salir pero después de esta noche la espera valió cada segundo. A lo que quiero llegar es que... Mina, me traes vuelto loco, como nadie lo había hecho en la vida. Estoy dispuesto a hacer cualquier cosa por ti, tú... simplemente me encantas.
No tenía palabras para todo lo que acababa de decir, todo era tan maravilloso que era imposible de creer, sin darme cuenta, Hyun acercó su mano a mi mejilla y secó una lágrima de mi cara.
- Por favor dime algo Mina.
- Creo que... yo... yo también estoy enamorada de ti...
Sentí como mis mejillas comenzaron a arder, no tenía idea que hoy sería el día que iba a admitir en voz alta mis sentimientos por Hyun. Ambos sonreímos y todavía con miedo, miedo a que esto no fuera real, nos acercamos lentamente.
Estaba a centímetros de sus labios, podía sentir como su aliento chocaba con el mío. Sentía una revolución dentro de mi estómago, esto era justo lo que en mis noches de insomnio imaginaba, pero justo en ese momento algo nos interrumpió. De un momento a otro, la lluvia nos sorprendió.
Había arruinado nuestro casi primer beso, pero me sentía completa, escuchar todas las palabras bonitas que dijo Hyun después de que me diera cuenta que en realidad siempre me había gustado, era como estar en las nubes.
Hyun miró al cielo y rió; En poco tiempo llegaron varios meseros para recoger el lugar. Ambos ayudamos con las cosas y así se mojaran lo menos posible.
Luego de ese incidente, Hyun pagó, sin dejarme la opción de que nos dividiéramos la cuenta. Me dio su saco para que no tuviera frío y esperamos hasta que disminuyera la lluvia.
Estuvimos parados a la salida del lugar solamente escuchando como las gotas de agua chocaban contra el pavimento, sin pensarlo, tomé su mano, fingiendo que seguía viendo la lluvia, esperando a que no la quitara.
Sentí su mirada y como una sonrisa se formaba en su rostro mientras entrelazaba nuestros dedos.
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