Castiel - Last Kiss (Alternativo)

Me senté en el piso de la cocina, dejando salir un suspiro de mi boca. De algún modo resultaba irónico como había llegado hasta este punto.

Como todos los últimos viernes de cada mes, iba al café de la cuidad para ver a Castiel, gracias a que los ensayos de su nueva banda comenzaba, casi no nos veíamos.

Y apesar de eso, nuestra relación está tan fuerte como cuando comenzó.

Mi mente daba vueltas, con las prisas de esta mañana, había olvidado cerrar la ventana de la cocina.

Ordené un té para mí y un café sin azúcar para él, ya eran las 2 de la tarde, hora en la que siempre quedábamos.
Miré mi celular, aún no recibía el mensaje de Castiel diciendo que ya había llegado a la ciudad como era costumbre...
Probablemente a estado muy ocupado.

La brisa helada que se colaba por la ventana no era nada comparado con lo que sentía en estos momentos.

Dos bolsitas de azúcar agregué a mi té, a mi mente vinieron las palabras que siempre me decía al hacerlo: "El azúcar sólo quita el verdadero sabor de las cosas".

Y yo siempre le respondía: "Hay veces en las que es necesario agregar azúcar a tu vida".

Traía puesto el suéter que dejó la última vez que estuvo aquí. El color rojo intenso se había perdido con el pasar de los años.

Miré la hora, 45 minutos tarde.
Tal vez sólo se atrasó su vuelo...

Su olor, apesar de que ya había pasado mucho tiempo, seguía intacto.

3 horas, 3 horas estuve esperando sentada en el café.
Si fuera el principio de la relación, estaría furiosa, pero conozco a Castiel y jamás me dejaría plantada sin alguna razón buena.

Mi mente divagaba y mi mirada estaba pérdida, esta era la viva imagen de una chica destrozada.

Llamaba a su celular pero saltaba a buzón.
Corrí hasta su departamento, ahora lo que más importaba era que estuviera bien.

Pise varios charcos antes de darme cuenta que había comenzado a llover.

Recordo el olor a lluvia fresca sobre el asfalto.

Nunca en mi vida había tocado tan rápido la puerta, la angustia me estaba matando.

No contestaba.

Saqué mi llavero y metí la llave que me dió hacia un par de años para cualquier "emergencia" según él.

Recuerdo como mis manos temblaban al girar la llave.

Entré a la casa.

No había nada.

Recuerdo ese sentimiento de como las ansias y la angustia se apoderaban de mí.

En ese momento mi celular comenzó a sonar, vi su nombre en el y sin pensarlo dos veces contesté.
- Castiel, ¿Donde estás?
- Mari...

El sonido de su voz todavía retumba en mi cabeza.

- Esto ya no está funcionando.

Sus palabras me atravesaron como balas.

- Castiel, ¿De qué estás hablando? No entiendo - Mi voz se comenzó a quebrar.
- Yo... Ya no te amo, lo dejé de hacer desde hace mucho tiempo.

Mi corazón se encogió.

- ¿Es una broma, cierto?
- No lo hagas más difícil... Ya no me busques, no quiero saber nada más de ti... Por favor.
Las últimas palabras sonaron como si me estuviera suplicando.
- Castiel, no, por favor no. No hagas esto, vamos a hablar... Yo...

Las lágrimas no dejaban de rodar por mis mejillas.

Yo le entregué todo mi amor, todo lo mejor que pude darle y él... Con una llamada me rompe como a una promesa, siendo casualmente cruel con la excusa de estar siendo honesto, dejándome de botada de lado como un papel arrugado.

Han pasado meses desde ese día y nunca más volví a saber nada de él. Nunca supe porque se fue, ni porque tiró todo a la borda después de años luchando para estar juntos, jamás me enteré a dónde fue, o si está bien.

Los chicos llevan tiempo diciendo que es hora de ponerle final a esa tragedia amorosa que con cariño llamé relación.

Pero no puedo porque... ¿Cómo superar a la persona con la que veías tu futuro? ¿Cómo rehacer tus planes borrando cualquier rastro de esa persona que te enseñó a amar?

Lo que nosotros teníamos era fácilmente considerado una obra maestra y antes de que perdiera la única cosa verdadera que ha conocido la destruyó sin piedad.

De verdad me gustaría volver a ser la antigua yo pero todavía estoy tratando de encontrarla.