STAY WITH ME (4)

Tipo: Sad/Cute

Advertencia: Ninguna

Nota: Gracias por leer y votar en estos cortos one-shoots ❤

______________________________

—Tú por aquí y yo por allá—aclaró el muchacho de cabello largo viendote, asentiste con una sonrisa no muy segura al saber que se iban a separar—Nos vemos en aquella casa—señaló una casa desgastada pero aún habitable—Grita si algo fuera de lo que puedas controlar sucede, estaré allí.

—Bien cuidate—fue lo único que dijiste antes de soltar una sonrisa dirigida a aquel sheriff, él sonrió de la misma forma, se acercó a ti y te abrazo, se quedaron unos instantes así hasta que se separaron, él se dirigía a una casa en el medio de aquel barrio abandonado y tú te dirigias a otra de esas casas—¡Suerte!

Lo viste alejarse pero tu tensión se fue apagando al ver que llevaba muchas armas con que protegerse asi que suspiraste tranquila y entraste a la casa que te correspondía. Tocaste en la puerta ocasionando mucho ruido para que los caminantes que se encontrasen ahí salieran, y de esta forma para matarlos con más facilidad.

Cogiste tu navaja y acabaste con el único caminante que había salido de esa casa y entraste sin ningún problema en ella. Te acercaste a un cuarto sigilosamente por si había más caminantes, pero ya no había ninguno. Aquel cuarto permanecía completamente limpio, hasta tenia cuadros en la pared y una cama prolijamente tendida.

—Vaya suerte—susurraste desganada mirando el cuadro, logrando ver a un chico que jugaba con unas pistolas de agua de colores. Y ahí tu mundo se derrumbó por completo, eran tan parecido a tu hermano que semanas atrás había muerto a manos de Negan y Lucille tratando de ayudar a Abraham y Glenn antes de que el líder de los salvadores lo asesinara—Eh...¿qué?

Sentiste tu cuerpo impactar con el suelo muy estrepitosamente y acompañado de un murmullo, justo ahí, abajo de aquella cama que tal vez era del muchacho de los cuadros, viste al caminante, sin extremidades inferiores, arrastrándose hacia ti queriendo saciar su sed de sangre, apesar de que no tenia piernas sus brazos podridos habían logrado tumbarte hasta el suelo.

Suspiraste confusa, te querías levantar, ansiabas con levantarte, pero tu cuerpo simplemente parecía no responderte, algo malo estaba sucediendote. Un simple susurro salió de tu boca, cómo si fuera una llamada suplicante, "Carl" repetias en tu mente antes de que ese devorador lograse masticarte, no querías morir aún.

Y cómo si fuera una llamada telepática el chico se hizo presente rápidamente clavando su navaja en el cráneo del caminante, cerraste tus ojos aliviada sin saber lo que te ocurría mientras el sheriff se apresuraba a llegar hasta ti y te cogió entre sus brazos con suavidad.

—¿Estas bien?, ¿Qué fue lo que sucedió?—fueron las únicas preguntas que salieron de la boca de Carl, podías escucharlo, pero simplemente no podías hablar, Él toco tu frente con mucha preocupación—Estas demasiado caliente—susurro mirándote con preocupación—Tienes mucha fiebre.

Y en ese momento cerraste tus ojos, querías descansar, te sentías mal, tal vez recordar a tu hermano no había sido nada bueno y te había quitado las energías totalmente. Carl te cargó y te dejó delicadamente en la cama, corrió por toda la casa buscando algo con que ayudarte y entró a la cocina, sacó un recipiente con agua y unos cuántos trapos e hizo lo que debía, colocó los trapos en tu frente y dejo un cálido beso en tu mejilla.

—Sé que me escuchas, no me dejes por favor—la cálida voz del sheriff paseaba por tu mente, tú lo amabas y él a ti, era lo único que aún te mantenía en pie en un mundo cómo este—No vayas a dejarme por favor.

Una lágrima bajó por el rostro del muchacho, su chica estaba mal, aquí, y él sentía que había sido su culpa, puede que estuviese siendo muy dramático pero se había aferrado tanto a ella que todo esto le estaba doliendo demasiado. El sheriff respiró confuso y frustrado pero supo algo, él jamás te dejaría aquí sola, ni mucho menos te dejaría morir por la fiebre.

—Quédate conmigo—fue lo único que dijo en un fuerte susurro abrazandote.

—Nunca te dejaré, Carl—susurraste con poca fuerza, él muchacho logró escucharlo y sonrió aliviado mirándote, cogió entre sus manos tu rostro y te dio un cálido beso en los labios.

—¿Lo prometes?—cuestionaba él.

—Lo prometo.

Ambos sonrieron, Carl se apresuró en hacer lo que estaba haciendo para sanarte, Eras demasiado importante para aquel sheriff, eras lo único que él necesitaba y la única en quién confiaba. Y por más de qué habían sobrepasado distintos problemas juntos, lo harían otra vez, los dos juntos. Tú quedandote junto a él y ambos apoyándose cómo siempre lo habían echo.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top