DESCONOCIDA 2 (14)
Tipo: Sad / Triste
Parte: 2 / 2 (última parte del Os "desconocida" de un capítulo anterior)
Advertencia: Vamos a llorar un ratito, así qué asegúrense de estar encerradas en sus cuartos para evitar cualquier molestia, o que sus familiares las vean llorar (Not really)
Nota: Este si es el Os más grande que he realizado :0
Nota2: Cuidense por favor, no salguen de sus casitas y cuiden a sus abues y a sus padres :'(
Nota3: Dedicado a TheGirlUchiha <3
[...]
La comunidad en la que estaba se veía tranquila despúes de todo lo sucedido, aunque aún rondaban muchos problemas afuera de los muros y uno de ellos era; lidiar con los susurradores. Apesar de todo eso la chica se encontraba angustiada en una esquina, sentada en el suelo sin saber qué rayos hacer.
—Voy a cuidarte—la chica logró susurrar la frase con cierto recelo, sonriendo con amargura y nostalgia sin importarle quién rayos estaba a su alrededor.
Justo en ese instante un recuerdo apareció en su mente. El día en que Carl Grimes había vuelto a ayudarla
" Noemi se encontraba cansada, totalmente tirada en una cabaña desconocida. Estaba exhausta de tanto caminar, sin embargo el sonido de la puerta abriéndose rápidamente la había despertado.
El chico que estaba frente a ella estaba del mismo modo, se veía cansado y preocupado, aunque su rostro se relajó al encontrarse con la mirada de la chica.
—¿Por qué?, ¿por qué rayos quieres que una asesina vuelva a tu grupo?—soltó la chica con enojo, observando al muchacho frente a ella que había podido encontrarla luego de dos días—Tu grupo no me quiere allí.
—Ellos no saben lo que hacen—el chico se acercó a ella tratando de remediar lo sucedido—Creyeron que eras mala por el echo de que les habías mentido sobre tu pasado. Solo malinterpretaron todo.
—Lo soy—añadió con enojo Noemi—Soy mala, soy Negan—se atrevió a admitir sintiéndose culpable por todo lo sucedido, por todas las personas inocentes que había matado.
—No lo eres.
—¿Cómo estas tan seguro de eso, Carl?—la chica comenzó a reir—No me conoces.
—Si dices ser mala, entonces matame—lanzó una navaja en dirección a Noemí, la chica había logrado atrapar el arma con mucha agilidad—Hazlo, matame.
Justo en ese instante la chica se tensó. Sabia perfectamente que no podía hacer lo que el sheriff le estaba pidiendo.
—No me hace falta conocerte más, Noemí. Sé qué no eres mala, solo creciste en el grupo equivocado, lo que hiciste fue un error y puedes remediarlo—el sheriff sonrió—las personas cometen errores a diario.
—Negan me encontrará tarde o temprano.
—Prometo cuidarte, no dejaré que Negan te llevé de regreso a ese asqueroso grupo, no de nuevo—el chico sonrió brindándole confianza y logrando calmarla—Voy a cuidarte. "
—pero no pudiste hacerlo—susurró mirando la comunidad—no lo lograste, ni cuando ellos me encontraron cerca a Hilltop.
" Para empezar todo había empeorado, hace muchos años atrás, cuando los Salvadores habían llegado a Hilltop para recoger un tributo, interrumpiendo el pequeño plan que ella tenía en mente. Sin embargo la chica había sido muy hábil para escapar de la comunidad, pero alguien había logrado encontrarla merodeando por allí.
—Así es, la encontramos dentro del bosque al norte—había soltado Simón con enojo—Muy cerca a la comunidad de Hilltop—la chica lo observó con mucha furia.
—¿Acaso estuviste en Hilltop todo éste tiempo, princesa?—había soltado Gabin a su lado.
Noemí se encontraba en medio de ellos, con un rostro sereno. Y tratando de que nadie supiera qué estaba ideando un plan con la ayuda de Jesús dentro de unos dias. De echo, era el único de Hilltop que había sido muy respetuoso y gentil con ella.
—¡Están locos!—gritó la chica con rapidez. Sin embargo su vista solo se posó en el líder, Negan estaba frente a ella observandola con sumo cuidado—No me atrevería a ir a Hilltop, no lo sé—soltó fingiendo naturaleza—Si me acerco a ese lugar sé que mataré a Gregory porqué no lo soporto—murmuró con molestia, observando a Gabin con una sonrisa falsa—No soy tan débil como Gabin.
Sin embargo Gabin se acercó a ella con molestia y enojo. La chica bufó y se limitó a no hacer nada, el hombre nunca le había intimidado, al contrario, siempre le habia causado mucho asco.
—¡Gabin!—el grito de Negan hizo que el aludido se detuviera, dio un último respiro y se retiró de la habitación junto a Simón.
—Escuchame querida, si me llego a enterar que estuviste en aquella comunidad—Negan se acercó hacia la chica, con una rostro de serenidad—te juro que haré que acaben con todos ellos en un abrir y cerrar de ojos—afirmó—Dwigth no dudará en matarlos—acercó a Lucille hasta su rostro y sonrió—Y no olvides que aún me debes una cosa.
—¿Por qué?—soltó la chica con furia—¿Crees que matar a mis padres frente a mi fue algo que yo quería?, ¿Crees que eso hace que te deba algo?, ¿Acaso crees que fue un favor que me cumpliste?
Negan solo soltó una sonora risa.
—Allí está, esa eres tú—afirmó el líder frente a ella, con una sonrisa altanera—Esa es la chica que me sorprendió mucho esa noche—Noemí lo observó con enojo—Esa es la pequeña asesina serial que criamos en este grupo— finalizó con una sonrisa, la chica solo bajó el rostro—Quizás tus padres estarán muy felices por tu actitud justo ahora.
—Yo no soy una asesina.
El líder rió.
—¿En serio?—soltó una risa—Solo quiero que recuerdes a todas las personas que mataste. Una de ellas era una niña como de tu edad, ¿no lo recuerdas?—la chica apretó el puño, lo recordaba perfectamente, eso había pasado hace un par de años—La mataste sin nada más que decir y aún así seguias y seguias acuchillandole el rostro sin ningún motivo.
—Ustedes me obligaron a hacerlo, yo no...
—No importa lo que pienses, eso te hace una asesina de cualquier manera, Noemi—aclaró, la chica negó.
—No es cierto—susurró.
—Eres una asesina, y eso nunca podrás borrarlo—el líder se levantó aún con una sonrisa en su rostro y sin decir nada más se retiró.
Noemí se quedó por un instante allí, apretó los puños con enojo y cierta rabia hacia el líder. Estaba claro que todas las muertes de las que ella se había echo cargo siempre serían un gran peso sobre sus hombros, nunca las olvidaría. "
—Hola.
El sereno saludo la despertó, sin embargo no hizo nada más que suspirar.
—Te ves fatal—soltó con una risita áspera y nerviosa el hombre a su lado—Fue hoy, ¿cierto?
—Así es—respondió la chica—Fue hoy.
—¿Sigues amandolo?
La chica se dedicó a observar al ballestero con una mirada serena y triste. Daryl siempre había sido alguien muy especial, desde que lo había conocido en las celdas.
" —Conoci a un chico, su nombre es Carl—admitió Noemí con una sonrisa—de echo es muy lindo, fue muy gentil conmigo—cuando supo que estaba saliéndose del tema sacudió la cabeza—En fin, me enteré que también eres de su grupo, sé que realmente todos los de Alexandria son buenos y me gustaría ayudarte—carraspeó por un instante—exactamente porqué sé lo qué se siente estar en una celda como esa.
—¿Estuviste encerrada aquí alguna vez?—su voz áspera sorprendió a la chica. Desde el día de su regreso al santuario habia comenzando a hablar con aquel rehén aunque nunca le había respondido, no hasta ahora.
—Hace años—aclaró—cuando cumplí diez años me encerraron allí, justo en esa misma celda.
—¿Por qué?
—Porqué quize escapar, mi vida fue de color rosa desde que tuve conciencia sin embargo cuando comenzó el virus se arruinó todo. Negan mató a mis padres y después de eso me obligó a matar a personas inocentes.
—¿Lo hiciste?
—Si—soltó con miedo—hubo una vez en la que me rehusé, y terminé en la misma celda que tu—soltó una risita nerviosa, esperando a que aquel hombre no desconfiara de ella—con la misma asquerosa música que estabas oyendo hace un rato.
Noemí pudo escuchar una risa áspera al lado contrario de la puerta y sonrió también.
—Gracias por la comida y el agua—afirmó el rehén—Mi nombre es Daryl Dixon, ¿cuál es el tuyo?
—Noemí—soltó con rapidez—mi nombre es Noemi—volvió a repetir.
—Esta bien Noemí, cuando tenga la oportunidad de salir de aquí me aseguraré de decirle a Carl que piensas que es lindo.
La chica habia enrrojecido por completo."
Dió un suspiro volviendo a la cruda realidad.
—Hace cinco años murió, justo un día como hoy—informó Noemí—Mi corazón...—suspiró—siento que mi corazón se desvaneció con él—observó al ballestero—Daryl, desde ese día no he podido olvidarlo. Juro que estoy tratando de hacerlo, lo hago, pero no logro nada a cambio.
—La vida fue muy injusta, para ustedes dos—murmuró Daryl—Para él en especial.
—Claro que lo fue—soltó enojada la chica—Tuvo que matar a su madre para salvar a su hermana. Tuvo que perder el ojo, y al final, tratando de salvar a alguien murió—apretó su puño con enojo, pero estaba sintiendose muy exhausta esos días como para seguir del mismo modo, enojada—Yo...—titubeaste con miedo—yo sigo amando a Carl Grimes.
Daryl soltó un sonoro suspiro.
—Lo sé—declaró—Siempre lo he sabido, amabas a ese muchacho con toda el alma—Daryl sonrió—lo supe desde el principio.
—No sé cómo seguir con esto, Daryl—comentó la chica agachando el rostro y suspiró—No sé cómo seguir fingiendo que estoy bien, a veces siento que sería mejor morir.
—¿Eso crees?—soltó el ballestero observandola—Estás equivocada.
Sin embargo al escuchar esa simple palabra observó al suelo con rapidez, un recuerdo había venido a su mente con mucha fuerza.
" —Estás equivocada—había soltado el sheriff con una sonrisa. Ella bufó.
Apenas habían pasado un par de meses en los que; Jesús y ella habían salvado a Daryl gracias a la distracción que Carl había creado entrando al Santuario. Y además de eso, el trato con los del Reino había fracasado.
—¿Tu que dices?—murmuró observandola aún con mucha atención.
La lluvia fuera de Alexandria había logrado alcanzarlos mientras estos pretendían tener un día fuera de los muros buscando cosas interesantes.
—Pienso que deberíamos matarlos a todos—soltó la chica.
Se limitaron a entrar a Alexandria con mucha rapidez mientras la lluvia se detenía. Llegaron hasta el pequeño lugar con techo en el que siempre solían estar para leer.
—Sé que lo dices porqué los odias, pero...—el chico se detuvo y la observó—¿y que sucedería con los demás?, hay personas qué están en el Santuario que no tienen salida alguna—ella rió mientras se sentaba en ese gran espacio seco del suelo.
—Supongo que tienes razón, pero—se detuvo a suspirar y a estirar sus piernas relajandolas en todo el suelo—Estoy perdiendo mis esperanzas.
El chico simplemente suspiró y se limitó a apoyar su rostro en las piernas de la chica fingiendo estar cansado.
—Oye Grimes, las personas nos ven—había soltado la chica con vergüenza e impresión.
Los Alexandrianos pasaban por el lugar observando con extrañeza la escena y Noemi solo se ruborízó aún más.
—Solo haz silencio—pidió el sheriff soltando una risita—Hemos caminado mucho y quiero descansar un poco junto a ti—la chica se removió inquieta porqué aún las personas de allí los veían con confusión—Solo unos minutos más, Noemí—volvió a pedir el sheriff. Ella asintió rendida.
—No será mi culpa si tu padre nos ve y di...
—¿me dejarías decirte algo?—interrumpió el sheriff, Noemí asintió prestándole atención—No importa qué tan mal te sientas en el futuro, no importa porqué siempre estaré cuidándote, desde dónde sea que esté. Te cuidaré a ti y a Judith.
Por un instante Noemi se limitó a observar el rostro de Carl, su cabello largo que caía de lado y su blanco rostro apoyado en sus piernas. El rostro del chico poseía una sonrisa que hizo que Noemí lograra calmarse por unos largos instantes. "
—Estoy perdiendo mis esperanzas—rió nostalgica observando al ballestero—es curioso decir que solo Carl había logrado brindarme la tranquilidad necesaria que siempre añoraba. Daría lo que fuera para verlo sonreír de nuevo.
—Sé que Carl nunca hubiera querido que algo malo sucediera contigo, él te amaba demasiado también—el ballestero tomó los brazos de la chica con rapidez y levantó la larga manga que cubría las cortadas que estaban cicatrizando en estos—¿Por qué sigues intentando matarte?
—De todos modos no lo lograré—soltó ella con enojo—he matado a mucha gente cuando vivía en el Santuario y por eso el destino se encargó de arrebatarme a la única persona que había logrado ser muy importante en mi vida.
—No es así, estas viva por algo—apremió el de la ballesta—Y debes seguir viviendo, ¿qué crees que es lo que Carl hubiera querido para ti?
—¡No lo sé!—gritó la chica—recapacita Daryl—la muchacha se acercó hacia el ballestero con más enojo—Carl está muerto, ¡Maldición!
Y justo en ese instante Noemi pudo ver que Daryl se levantaba, el ballestero estaba negando un par de veces con su cabeza y la volvió a observar.
—Bueno, si cambias de opinión estaré de camino a Alexandria—soltó—Puedes venir o no, tu lo decides, Yo iré a ver a Judith y Michonne.
Era lo último que ella quería hacer, de eso estaba segura. Noemi no quería ver a Judith, ni tampoco a Michonne. No quería verlas porque si lo hacía no pararia de darle explicaciones. Ella había abandonado Alexandria desde la muerte del sheriff dejando a Judith apenas siendo una bebé, y desde ese instante no se había vuelto a aparecer por el lugar.
—Solo pienso, que si Carl fue demasiado importante para ti, vayas con Judith y Michonne—mencionó Daryl con un suspiro—No eres la única que extraña a ese muchacho.
[...]
Tu vista se detuvo analizando el lugar, Alexandria estaba completamente igual, a diferencia de que habían agrandado más el lugar después de aquel día.
—¡Tanto tiempo!—el simple grito de Aarón te hizo formar un media sonrisa en el rostro—Diganme que estarán más seguido por aquí.
—Vinimos a visitar el lugar por unos días—comentó el ballestero a tu lado.
—Así es—apoyaste la idea—¿Todo bien por aquí?
—Sin contar que ya sabemos el punto de reencuentro del páramo, y como podemos pasar sin que los Susurradores se enteren, pues si—el hombre sonrió, por un instanre observaste la genial arma que él tenía en su brazo. Después de todo lo sucedido, y también gracias a Carl habias logrado llevarte muy bien con él.
—¿Qué hay de Negan?—preguntó Noemí—¿Sigue recluido en esa celda?
Aarón negó.
—Lo último que supimos fue que Negan escapó y unos de los vigías pudo verlo junto al grupo de los Susurradores.
Un escalofrío recorrió el cuerpo de la chica intuyendo que algo malo estaría a punto de pasar.
—¡Tío Daryl!
Con ese grito, todo su cuerpo se llenó de tension. Su vista se detuvo en la pequeña niña que se acercaba tan feliz, tenía un rostro de alegría total mientras corría acercándose a Daryl. El ballestero no dudó y la cargó en sus brazos, sin embargo Noemí mantenía los ojos puestos en la niña.
Era la viva imagen de Lori Grimes, solo que con el cabello rubio.
Cuando Daryl soltó a la pequeña la mujer soltó su rostro tensa, estaba impresionada por cuán rápido había crecido ella estos últimos años
" —Ella es Judith Grimes—informó el sheriff mientras la niña gateaba con una gran sonrisa. Noemí se acercó con mucha felicidad observando a la niña—Judith, dile Hola a Noemí.
Sin embargo, justo en ese instante la pequeña Grimes comenzó a llorar mirando a la chica desconocida que estaba frente a ella.
—Buenos días Judith—soltó la chica en corito, sonriendole y cargandola demostrandole confianza—Estas muy hermosa—Noemí soltó una risita y comenzó a hablar con rapidez y como si la niña le entendiera, la niña había parado de llorar—Tu papá vendrá dentro de unos instantes y te llevará a Hilltop porqué mañana, ya sabes, vendrán los patéticos de los Salvadores a molestarnos la vida una vez más—la pequeña Judith solo comenzó a reír sin entender nada.
Carl se acercó a ambas por un instante y observó a Noemí con curiosidad.
—Oye...—titubeó con nerviosismo el sheriff—yo quisiera decirte algo.
—Claro—la chica asintió con una sonrisa mientras aún jugaba con Judith haciendo caras chistosas—tienes toda mi atención Carl—aclaró.
—¿Qué es lo que piensas de mi?— preguntó con una sonrisa el sheriff, la chica se puso nerviosa sin embargo no dejo de jugar con la pequeña, la pequeña le parecía realmente hermosa y tierna—Bueno, La otra vez Daryl me dijo que tu creías que yo era lindo y...
—¡¿Qué Daryl dijo qué?!
—Dijo que tu le dijiste que yo era lindo—aclaró el sheriff, ella rió nerviosa—pero quiero escuchar que es lo que tú piensas de mi, quiero que tú me lo digas—el sheriff rió y se acercó con rapidez hacia Judith, la cargó y la dejó en su cuna.
La pequeña Grimes se quedó tranquila en ese lugar no sin antes arrebatarle el sombrero a su hermano mayor. Carl simplemente comenzó a reír y se acercó con interés a Noemí otra vez.
—Dime—exigió saber con una sonrisa, muy cerca al rostro de la chica. Ella rió nerviosa y trató de evitar la mirada del muchacho que le causaba unos cuántos cosquilleos en el estómago—¿Qué piensas sobre mi?
—Bueno yo...—soltó con nervios una risa—pues si eres muy lindo y realmente me caes bien, Eres increíble y muy guapo, además...—omitió un rostro de culpa por haber dicho eso—Rayos—observó con enojo al chico por haber sido capaz de ponerla nerviosa y se levantó de golpe—Te odio Carl Grimes—admitió con enojo por lo sucedido, el sheriff solo soltó una risita.
—¿En serio?—preguntó levantándose y colocándose frente a ella, a pocos centímetros de su rostro con una sonrisa pícara.
—¡Si!
—¿En serio?
—¡Si!
—¿De verdad?
—¡He dicho que si...
Los labios del chico se juntaron con los de la chica, en un abrir y cerrar de ojos. Ambos se estaban besando y mantenían una sonrisa gigantesca. Tenían los nervios de punta sin embargo un sonido los detuvo.
—Carl—Justo en ese instante el grito de Rick llamando a su hijo los hizo separarse a ambos de golpe, aunque había sido muy tarde. Rick ya los había visto y tenía una sonrisa en el rostro—bueno, mejor me voy. Llevaré a Judith a Hilltop "
Judith la observó con curiosidad.
Sin embargo a Noemi le invadieron unas tremendas ganas de escapar del lugar.
—Hola—había soltado la pequeña sonriente, observandola.
Noemí dejó de observar a Judith Grimes por un instante y suspiró, aún sin responder, se detuvo unos instantes y se dignó a solo dirigir su mirada hacia Daryl y Aarón.
—Oigan, iré a ver las lápidas—soltó al aire mirando a los hombres.
Caminó lo más rápido que pudo alejándose del lugar, con un vistazo hacia atrás pudo ver a Aarón, Daryl y Judith entrar a una casa. Desde allí Michonne recibía al ballestero con una sonrisa y un abrazo de viejos amigos.
Se dedicó a observar el camino por el que se dirigía y cuando vió la lápida su corazón se aceleró lleno de angustia.
Se agachó y sonrió con nostalgia.
Cada vez que perdía al sheriff por distintas ocaciones, se generaba un sentimiento de frustración, justo como aquel día en el que casi perdía a Carl.
" —Claro que te quiero, Noemí—había dicho el sheriff con una sonrisa.
Ella sonrió angustiada.
Sin embargo, el líder enemigo tenía una sonrisa en el rostro mientras veia a todos los Alexandrianos. Noemí apretó sus puños con enojo al observar que todo el plan de unirse con los del Basurero no había dado resultado.
—Negan, juro que si te atreves a hacerle daño a Carl, voy a matarte—sentenció enojada—de verdad, lo haré.
—¡Maldición, Noemí!—soltó Negan—Ese chico morirá de todos modos, es por eso que nunca quise que salieras del Santuario. Una asesina no pueda amar, eso te hace más débil.
—No dañes a la gente de aquí, por favor—volvió a pedir la chica, sintiendo el sabor metálico que estaba en su boca, y su nariz estaba sangrando. Sin embargo a su lado estaba Rick con un aspecto desagradable y tocando su herida con dolor—Detente—pidió con frustración al escuchar el grito de Michonne a lo lejos—basta, ya déjalos. Volveré al santuario.
—No lo hagas—soltó Carl mirándola.
Sosteniendo su bate Negan comenzó a reír con mucha energía, se acercó a Carl y con una sonrisa altanera levantó el bate para golpear su rostro. Sin embargo Shiva había llegado en el momento justo evitando que el sheriff muriera a manos de Negan. "
—Hola—la suave voz de la niña la hizo despertar, otra vez. La pequeña Judith tenía un rostro sereno y traía unas cuantas flores en su mano izquierda y una hoja en la otra mano con cierta tristeza—¿Quieres acompañarme a hablarle a mi hermano?—preguntó sonriendo—Vengo a hablar con él cuando me siento confundida—aclaró.
—Bueno yo...
La niña observó con tristeza el suelo, un poco desanimada.
—Por favor, Noemi—la chica se tensó al escuchar su nombre, y se sorprendió totalmente al saber que la niña seguía recordando su nombre.
—Claro, me gustaría.
La niña sonrió alegre, se acercó más a la lápida y se dispuso a hablar muy animada y con una sonrisa.
—Hermano—llamó la pequeña niña—Michonne me contó hoy una historia muy interesante. Rick Junior y yo estábamos tan concentrados en aquella historia que no pudimos evitar sentirnos tan aterrados con lo que nos dijo—comentó la pequeña con entusiasmo—aunque ella siempre ha estado para nosotros, Michonne nunca nos ha dejado y la quiero demasiado por eso—rió un poco nerviosa—pero también te extraño a ti y a papá. Sé que fui muy pequeña cuando sucedió, pero aún te recuerdo, recuerdo tu rostro y también el de papá—la niña soltó un suspiró con un poco de tristeza—Hermano, hace unos días cumplí nueve años y...¿sabes algo?—Noemí observó a la pequeña con un poco de tristeza—He leído la carta que dejaste para mi antes de irte, me encantó apesar de qué me decías que solian llamarme "pequeña patea traseros"—la pequeña comenzó a reír de forma angustiada—Me gustaría tener una foto tuya o de papá, porque cada vez siento que los podría olvidar olvidar y yo no...—la pequeña comenzó a sollozar, allí parada observando la lápida de Carl Grimes, causando que Noemí la observara con un nudo en la garganta—yo no...yo no quiero...yo no...
—Judith—Noemí llamó con autoridad a la niña, tenía un nudo en la garganta pero tenia que ser fuerte frente a la pequeña hermana del chico que se robó su corazón—Deja de llorar—ordenó.
La simple orden hizo que la pequeña se pusiera a llorar aún más, cayó al suelo y abrazó con angustia sus rodillas. Noemí mordió su labio observando hacia otro lugar, había sido una mala idea venir aquí. Cuando regresó su vista hacia la pequeña se limitó a soltar un suspiro.
Se sentó con suavidad en el suelo y tomó a Judith entre sus brazos, la abrazó y acarició su cabello por unos instantes, la pequeña no paraba de sollozar.
—Cuando te conocí también comenzaste a llorar—comentó Noemí con una sonrisa, aún sin dejar de abrazar y acariciar a la niña. Sabia que la pequeña necesitaba apoyo, y ella no se negaría a brindarle un poco—Eras muy pequeña como para recordar ese instante.
La pequeña negó con la cabeza entre sus brazos y le cedió la hoja que estaba en su mano derecha. Noemí abrió la hoja al instante con cierta curiosidad, era un dibujo, no cualquier dibujo. En aquel dibujo estaba ella y también Carl, ambos tomados de la mano mientras sonreían.
Noemí soltó una sonrisa, sin embargo dentro de ella todo se rompió con tristeza al ver el dibujo.
—Si te recuerdo—aclaró la pequeña aún con las lágrimas esparcidas en su rostro—te vi la vez en la que salí de Alexandria, supe quien eras cuando fui a Hilltop—sonrió con alegría—pero yo no quiero olvidarlos—murmuró aún entre sollozos—quiero recordarlos para siempre, quiero tener a mi hermano y a mi padre de vuelta. Michonne, Rj y yo seriamos más felices con ellos.
—Una vez tu hermano me dijo que no importaba que tan mal me sintiera en un futuro, él dijo que no me debería importar porque siempre estaría cuidándonos—se detuvo y sonrió—a ti y a mi—la pequeña Judith sonríó aún acurrucandose entre los brazos de la chica.
Noemí sacó la pequeña foto de su bolsillo con cierto recelo y se la entregó a Judith.
—Es...es mi hermano—señaló la pequeña niña con alegría—y ese de allí es mi papá.
—Así es—declaró la chica—Hace muchos años le tomé una foto a tu padre junto a tu hermano. Nunca se enteraron de eso.
—¿Puedo quedarmelo?
Noemí sonrió, apesar de que no quería darle aquella foto a Judith, asintió. Sabia que el rostro de Carl estaría siempre en su cabeza, sin embargo la pequeña Grimes lo necesitaba más que ella.
—Es tuyo ahora.
—¿Cómo murió?—la pregunta la dejó helada, sabia que la pequeña se refería a su hermano mayor y le dolía recordar el momento. Demasiado.
" Ese dia lucia tan tranquili y despejado mientras Carl y Noemí buscaban algo en particular con mucho interes
—Entonces...—comenzó a hablar la chica mientras el sheriff seguía observando el bosque con suma curiosidad—estamos buscando a un tipo del que no conocemos su nombre, genial.
El chico soltó una risita.
—Así es—respondió.
Sin embargo, después de un par de horas ambos lograron encontrar al muchacho de la carretera.
Justo en ese instante se detuvieron para observar a un grupo de caminantes que se habían acercado a un venado muerto con las intenciones de comer su carne.
Carl fue el primero en separarse para llegar al lugar con rapidez y lograr alejar a todos los caminantes para evitar que contaminaron al pobre animal, justo en ese instante más caminantes habían aparecido en el lugar tratando de atraparlos.
—¡Carl!—había gritado la chica al ver al sheriff en peligro, con rapidez mató a los dos caminantes que estaban tratando de atraparla y se acercó hacia el sheriff con miedo. El sheriff ya se había encargado de matar al caminante que había estado frente a él mientras Siddiq le agradecia—Maldición, ¿estás bien?—sin embargo la vista de la chica se centró en solo una cosa. La mancha de sangre que estaba en su polo, era muy notoria y tenía la forma de una mordida—Dime que no te...
—Maldición—bramó el chico con enojo—yo...
—¿Estas bromeando conmigo, verdad?—la chica comenzó a reír con miedo—¿Hiciste todo esto a propósito y lo que tienes allí es maquillaje, cierto?—preguntó con cierta esperanza mientras veía la expresión serena de Carl—dime que solo es una maldita broma—pidió—¿es una broma de ustedes dos?—esta vez observó a Siddiq pidiéndole con un rostro que le dijeran la verdad—No juegues con eso Carl—el sheriff se acercó a ella, con cierta tristeza y miedo—Por favor Carl, basta. Dime que es una broma—pidió una vez más, Noemí pudo sentir sus lágrimas bajar con mucha rapidez y el sheriff solo se limitó a abrazarla con fuerza—por favor.
—Lo siento—soltó el sheriff frente a ella, con tristeza.
—Deja de jugar con eso, Carl—soltó Noemi una vez más.
El sheriff la soltó dispuesto a decirle algo más pero la chica corrió alejándose de ambos con mucha rapidez. Basto con solo unos minutos y llegó a Alexadria con nervios.
Se adentró a la comunidad y sin prestarle atención a nadie se sentó en su cama y sonrió con nervios.
—Sé que es una maldita broma, yo lo sé—añadió—quizás Carl ya conocía a ese tipo y se las ingeniaron para hacerme creer que lo acaban de morder—susurró—sí, quizás es eso.
Justo en ese instante la puerta se abrió con rapidez.
—Por favor, yo no quise que todo esto sucediera—pidió.
—No quiero escucharte, no voy a escucharte.
—Es real, no estoy bromeando.
—deja de bromear, maldición, deja de hacerlo.
—Es real—soltó, levantó su polo y la chica solo se detuvo con miedo observando la mordida. Todo era cierto, nadie estaba bromeando aquí.
—Dijiste que te quedarías conmigo, dijiste que no me abandonarías, dijiste que siempre estarías aquí para mi—soltó la chica con tristeza, las lágrimas habían vuelto a salir de sus ojos—Lo prometiste, Carl.
—Escuchame, Noemi—abrazó a la chica lo más fuerte que pudo—Eres la mejor persona que he conocido, y te amo tanto que juro que nunca bromearía con algo así.
—¿Y que pretendes que haga ahora, Grimes?—pregunto la chica separándose de él—Me hiciste amarte, solo para que después te sucediera lo mismo que a todos.
El sonrió.
—Desde ahora deberás continuar sin mi—soltó con serenidad—deberás de cuidar a Michonne y a Judith por mi.
—¡No!—gritó con enojo—¡No pienso hacer eso!
—Calmaté—pidió una vez más.
—Dijiste que estarías junto a mi y veríamos crecer a Judith, juntos. Dijiste que ayudariamos a todos aquí, juntos. Dijiste que mejorariamos Alexandria juntos—soltó—me permitiste soñar y todo para qué—se detuvo y suspiró—ahora no podrás cumplir nada.
Carl solo la abrazó, ambos se quedaron allí por un largo tiempo. Las lágrimas y el sufrimiento de la chica hicieron que el sheriff se sintiera fatal, tan fatal por todo lo que había sucedido.
—Voy a amarte, de aquí hasta el fin del mundo. No lo olvides, Noemí. "
—Noemí—la suave voz la sacó de sus recuerdos una vez mas.
—Tu hermano siempre fue muy bueno conmigo, Judith—comentó—Un simple día decidimos buscar a un chico que habiamos visto antes, Se llamaba Siddiq, y entonces fue ahí que lo mordieron. Al anochecer los Salvadores llegaron a destruir este lugar, Carl fue él que nos sacó a todos de aquí y nos salvó.
—Entonces, ¿A pesar de que tenía la mordida logró salvar a todo Alexandria?
—Así es, Estamos vivos gracias a él—respondió Noemi—Aunque siempre pensé que tu hermano tenía mucho más que ofrecer, mucho más que enseñarle al mundo.
La vista de Noemí se dirigió hacia la lapida
—Tu hermano siempre fue increíble, fue mi primer amor y juro que jamás lo olvidaré. Jamás lo olvidaría por nada del mundo, porque lo amaré de aquí hasta el fin de mi mundo.
La pequeña Judith la observó por un instante asintiendo, aún sin separarse de ella y sonrio. Noemí no pudo evitar reír, ahora que se lo había comentado a Judith sentia una increíble tranquilidad. La pequeña Grimes se levantó y tomó la mano de Noemí, haciendo así que ambas se acercaran a dejar las hermosas flores encima de la lápida.
Su corazón siempre estaría con Carl grimes, eso sin dudarlo. Y justo ahora debería mostrar todo aquel apoyo que Carl le había brindado ayudando a su pequeña hermana, justo como se lo había prometido.
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