5. Se acaba cuando yo digo que se acaba

Original de: sesamestreetbaby

Temprano ese día:

Caminaba temprano a clases ansiosa por ver a mi novia Lauren. A pesar de que no hablábamos durante la hora, amaba ver su hermoso rostro. Ella era completamente hipnotizante. Capturé sus ojos y le di una tímida sonrisa. Miró mi cuerpo de arriba hacia abajo dándome una sonrisa de lado. Miré su apariencia. Se miraba como toda una chica mala. Chaqueta de cuero, jeans, Dr. Martens y labial rojo. Se miraba muy follable, no sé porque estaba con una insípida como yo. Comenzó a caminar hacia mí e inmediatamente fijé mi vista al suelo.

''Hola bebé''. Levanté mi cara para ver sus labios y me sonrojé al pensar cosas tan sucias. Miré detrás de ella para visualizar a todos sus amigos. Eso solo me hacía sentir más incómoda.

''Hola Lo''. Susurré.

Rio. ''Babe ¿Por qué estás tan callada? No estabas callada ayer cuando hicimos cosas divertidas en tu cama ¿Lo recuerdas? Te hice venir tan fuerte y amaste cada segundo de aquello.'' me jaló hacia ella posando sus brazos en mi cuello.

''Lauren, detente...'' Murmuré deseando que dejara de ignorarme.

''¿Por qué? ¡Amaste cada una de mis palabras pervertidas ayer!'' Ella sonrió y me besó fuertemente. Pude sentir los ojos de todos en nosotras. Traté de empujarla pero ella se rehusó pegándose más a mí. Traté de cerrar mis labios pero fue inútil, era mil veces más fuerte que yo. Deslizó sus manos por mi camisa y estrujó mis senos. Abrí los ojos totalmente sorprendida.

''¡Lauren, basta!'' Grité. Movió sus dedos alrededor de mis pezones haciendo que se erectaran con el toque. Gemí ante el placer que se dirigía a mi centro. ''¡Detente!''

Ella apretó mis pezones por última vez. ''¡Okay, está bien!''. Se rio de mi haciéndome sentir impotente y débil. Se separó de mí y me sonrió. ''Te veré en tu casa esta noche, hermosa''. Me guiñó un ojo para después darme un rápido beso.

Caminó hasta donde estaba con sus amigos sentándose donde siempre, intenté torpemente de resituarme, miré alrededor para ver que todos me miraban. Me encogí en mi puesto esperando que el día terminara.

Más tarde ese día:

Ella estaba completamente loca. Ella sabe cómo me siento respecto a nuestra vida sexual, la quería completamente en privado. Lauren siempre ha estado para mí, constantemente protegiéndome de los maltratadores y de las chicas celosas. Pero no soportada su provocativo lenguaje y su gran boca. Necesitaba alguien que me escuchara.

Oí el timbre y me levanté rápidamente. Estaba mentalmente preparada para lo que le diría a Lauren. Abrí lentamente, Lauren estaba parada con una mirada tranquila en su rostro. Se miraba tan hermosa que hizo que mi corazón doliera.

''Hola Lauren, entra.'' Caminamos hasta mi habitación y nos sentamos en mi cama. ''Necesitamos hablar.''

''¿Sobre qué, bebé?'' Se movió hacia mi besando mi cuello.

Accidentalmente dejé escapar un gemido. ''Mierda...''. Susurré. Necesitaba decir las cosas en ese instante. Era ahora o nunca. ''Laurencreoquelomejroesqueterminemos.'' Dije.

Ella se alejó y me miró directamente a los ojos. ''¿Discúlpame? ¿Qué quisiste decir?'' Dijo apretando sus dientes.

Me encogí ligeramente. ''Solo digo que creo que lo mejor es que terminemos. Necesito que alguien me escuche ¡Y que no me esté exponiendo con sus amigos!''

''¿Qué mierda? ¡Siempre te escucho!'' Gritó.

''¡No, no lo haces! ¡Sabías que quería que nuestra vida sexual fuera privada! ¡Y se la gritaste a todos en la cara! ¡Me hiciste sentir extremadamente incómoda!''

''¡Me importa una mierda lo que ellos piensen! ¡Y a ti tampoco te debería importar!''

''¡No me importan!'' Mentí. ''Somos personas totalmente diferentes, Lauren. No iba a funcionar a la larga de todas maneras.'' Dije con calma.

Ella parecía enojada. Cerró los ojos, respiró hondo varias veces. "No estás rompiendo conmigo. No mientas y digas que no disfrutaste cómo te hice sentir en clase".

"¡No me gustó!" ¿Lo hice?

"Sí, lo hiciste. Te conozco, Camila. Te encantó". Ella me empujó en la cama. Subiéndose encima de mí, metió su mano en mis bragas burlándose de mi clítoris.

"Lauren, carajo..." Me cogió desprevenida cuando me metió un dedo en la vagina. Entrando y saliendo en un ritmo inestable.

"No me mientas, Camila, sé que te encantó. Te encantó saber que todos nos estaban observando. Qué bien te hice sentir incluso con el gesto más simple. Te encantó cómo saber lo mal que quería follarte en ese momento ahí mismo.''

Sus palabras casi me hacen llegar al orgasmo. Ella tenía razón. Me encantaba saber que ella solo quería mi cuerpo. Y a ella no le importaba nadie más. En secreto me encendió. Sobre todo me encendió.

"Admítelo bebé". Ella dejó de bombear solo frotando mi clítoris lentamente.

"No. Estás equivocada", gemí. Me mordí el labio, sabiendo que no sería capaz de mantenerlo por mucho tiempo.

"Bien. ¡Sé una perra obstinada!" Comenzó a darme con un dedo cada vez más rápido. Me vine en un segundo. Lamió todo mi orgasmo, deteniéndose en mi clítoris sensible chupándolo suavemente. Se bajó de mí y se quitó toda la ropa. Ni siquiera intenté detenerla. Quería esto tanto como ella. Me dio la vuelta, así que estaba en mi estómago. Aproximadamente agarrando mi culo y dándome unas nalgadas un par de veces. No pude evitar gritar cada vez que su mano se conectaba a mi piel. Ella me frotó el culo después de cada golpe, chupándome el cuello para intensificar el placer.

"¡Incorporate!" Luché por sentarme. Lauren se levantó de la cama y también se quitó la ropa. Dejándonos a los dos completamente desnudas. No pude dejar de mirar a su increíble figura. Ella se veía tan jodidamente caliente.

Se subió a la cama, colocándose de modo que mi cuerpo estuviera entre sus piernas. Abriendo sus piernas, obtuve la vista perfectamente rosada vagina. Ya estaba goteando sus deliciosos jugos.

"Come mi coño Camila. ¡Ahora!" Gruñó y gimió al mismo tiempo.

No lo pensé dos veces. Me incliné, envolviendo mis brazos debajo de sus piernas y sujetando su cintura hacia abajo, lentamente lamí su pliegue. Ganando un fuerte gemido, la lamí de nuevo. Sabía tan bien. Le chupé el clítoris con fuerza. Separé mi boca del coño empapado frente a mí para mirarla. Su cabello estaba en todas direcciones, y se tocaba a sí misma. Agarrándose las tetas y pellizcándose los pezones.

Levantó su cadera, perdiendo el placer. Golpeé su vagina suavemente y presioné mi pulgar justo encima de su clítoris y levanté su vagina hacia arriba. Sus caderas se doblaron haciéndome sonreír.

"Te encanta que te toque tanto Laur". Me reí entre dientes contra su muslo.

"No juegues conmigo, joder", se rió. Quitó ambas manos de sus senos y las puso sobre mi cabeza. Empujándome de nuevo a su vagina, forzándome a rendirme.

Deslicé dos dedos en su vagina comenzando a follarla. Adentro y fuera. Rápido y duro. Justo como a ella le gustaba. Cómo nos gustaba a las dos. Sus gritos eran inaudibles ya que sus muslos apretaban mi cabeza entre sus piernas. Moviendo mi lengua alrededor de su clítoris hinchado, comencé a follarla aún más rápido. Ella gritó mi nombre y luego se deshizo. Sus jugos fluyeron en mis dedos, rápidamente lamí su dulce orgasmo. Sonreí por mi trabajo. Nunca hice que se corriera así. Sus piernas se aflojaron, permitiéndome levantar mi cabeza de su vagina. Sus ojos estaban cerrados y respiraba con dificultad. Una risa se escapó de mis labios.

Abrió los ojos y me miró fijamente. Sonriéndome, se sentó solo para jalarme de nuevo con ella. Nos abrazamos en un silencio muy cómodo.

Besándole suavemente el cuello, dije: "No digas una mierda sobre nuestra vida sexual otra vez, Lo".

"Bien. No intentes romper conmigo otra vez", se rió en voz alta. "Además, se termina cuando yo diga que se acabó, bebé".

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