Original de: Firebird_18

"Está bien, han pasado horas". Ally gimió. Dinah y Normani pusieron los ojos en blanco.

Habían pasado horas desde que encerraron a Camila y Lauren en la habitación de al lado. Después de aburrirse de las redes sociales, Ally había comenzado a pasearse. Había entretenido a Dinah durante unos diez minutos antes de aburrirse.

Ally seguía paseando mientras Dinah y Normani se sentaban a la mesa, mirándose con recelo.

"¡Péscalo!." Dijo Dinah. Normani golpeó sus cartas sobre la mesa, haciendo que Ally saltara.

"Estamos jugando al blackjack". Normani gruñó. Dinah dejó sus cartas en un abrir y cerrar de ojos.

"Oh... En ese caso yo gano". Normani miró las cartas de Dinah y de hecho, por pura suerte, tenía 21.

"Está bien, ¿Qué mierda?" Normani dijo, tirando sus cartas al suelo con un resoplido.

"¿Hey hola?" Dijo Ally, agitando los brazos para llamar su atención. "¿Camren? Todavía están encerradas en una habitación"

"Oh." Dinah olisqueó y miró la hora en su teléfono. "Estarán bien".

"Pero-"

"No. No hasta que Camren sea real". Dijo Dinah con el ceño fruncido. Normani se frotó las sienes con la punta de los dedos y suspiró.

"Al menos deberíamos comprobar que no se hayan matado". Normani se quejó.

"Bien." Dinah se dirigió a la habitación de al lado y llamó a la puerta.

"¡Camren! ¡Hola!"

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Mientras tanto, dentro de la sala de intervención, Camila y Lauren estaban acurrucadas en el sofá. Camila había estado en lo cierto, su pensamiento rápido les había dado unas pocas horas para ellos, lejos de sus amigas. Dándoles todo el tiempo del mundo para que se exploren.

Camila gimió, levantando su mano para frotar su rostro, aclarando sus ojos mientras bostezaba. Maldición, estaba cansada, su cuerpo parecía plomo. Pesado pero ligero a la vez, era como si alguien le hubiera quitado la tensión de los hombros y la hubiera dejado tambaleándose y flotando. Camila sonrió ante esta nueva relajación encontrada en sus huesos y suspiró.

Entonces se dio cuenta de que no estaba sola. Demonios, ni siquiera estaba en su propia cama. Camila se levantó sobre sus codos, la manta se deslizó de su hombro. Camila se estremeció ante el aire frío en su piel desnuda.

Espera.

Piel. Desnuda.

¿Qué mierda?

Camila miró hacia abajo y entró en pánico. ¿Dónde diablos estaban sus ropas? Estaba tan asustada que no notó la cabeza descansando sobre su abdomen, ni el desorden de rizos negros que le hacían cosquillas en la piel.

Camila miró a su alrededor y notó que estaban en la sala de estar. ¿De la casa de Dinah? Ah, ella ha encontrado su ropa. Esparcidas por el suelo.

¿Con los jeans de Lauren? ¿Y su camisa? Y... ¿Eran sus jeans cortos?

Camila estaba completamente confundida.

Todo quedó claro unos treinta segundos después, cuando la cabeza que aún no había notado gimió y se movió. Una mano pálida se movió para apartarse el cabello de la cara y los labios presionando contra la suave piel del estómago de Camila.

Los ojos de Camila se desviaron.

Oh.

Intervención, Dinah, besos, oh tantos besos. Y conmovedor. Y morder. Y joder, esos pensamientos necesitaban irse ahora antes de que Camila comenzara otra ronda.

Camila sacudió la cabeza, pasando los dedos por el cabello de Lauren dibujando un zumbido satisfecho de los labios de la mujer.

Lauren se revolvió y se movió hasta que estuvo sobre Camila, con las manos apoyadas en el sofá a ambos lados de su cabeza.

"Hola." Lauren dijo suavemente, golpeando sus narices mientras Camila envolvía sus brazos alrededor de la cintura de Lauren, tirando de su cuerpo contra ella.

"Creo que esta intervención funcionó". Camila se rió en voz baja. Lauren sonrió y sacudió la cabeza.

"No puedo creer que nos hayan encerrado en una habitación". Lauren cerró los ojos y suspiró suavemente. "No puedo creer que realmente funcionó".

Camila tarareó y sintió a Lauren derretirse un poco más ante el sonido. Camila sonrió para sí misma antes de levantar la barbilla y capturar los labios de Lauren en un lento beso. Camila sintió a Lauren suspirar contra sus labios, el movimiento de su lengua sobre suaves labios. Todo era tan suave y gentil, casi polar opuesto a los besos que habían compartido en las últimas horas.

"¡MIERDA MIERDA!"

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Ally y Normani se miraron con los ojos muy abiertos antes de salir de la habitación. Doblaron la esquina y vieron a Dinah todavía gritando blasfemias y solo gritos generales.

Se pararon a ambos lados de ella y sus fauces se abrieron. Allí, envueltas en una manta, con los hombros desnudos y agarradas la una a la otra mientras Dinah seguía gritando, estaban Camila y Lauren. Ally golpeó su mano sobre la boca de Dinah, silenciándola al instante. Seguido por su bofetada de la mano de Ally.

"Perra, ¿Cómo llegaste hasta mi mejilla?"

"Oh, ¿Quieres jugar con eso?" Ally gruñó, mirando a Dinah que levantó la ceja.

"No me pruebes solo por el tamaño". Advirtió Dinah.

Normani chocó la parte posterior de sus cabezas y se estremecieron, ambas frotándose la cabeza tímidamente.

"Necesito estar con personas más grandes". Normani siseó.

Las tres se giraron para mirar a Camila y Lauren, que todavía estaban con los ojos muy abiertos y en pánico. Probablemente porque Dinah había roto su burbuja y las había despertado con bastante eficacia.

"Entonces..." comenzó Lauren, mirando torpemente a su alrededor.

"¿Nos dejarán vestirnos?" Camila preguntó dulcemente. Las tres chicas en la puerta se pusieron en movimiento, murmurando disculpas y arrastrando los pies por la habitación.

Camila puso los ojos en blanco, presionando un beso en la parte superior de la cabeza de Lauren antes de deslizarse por debajo de ella. Camila se agachó y tiró de la camisa de Lauren, deslizando su ropa interior por sus piernas.

Camila giró la cabeza cuando sintió las yemas de los dedos tirando del cuello de la camisa.

"Esto es mío." Lauren murmuró, levantándose y presionando un beso en el hombro de Camila.

"Nop. Mío ahora". Camila respondió alegremente.

"Entonces, ¿Qué se supone que debo usar?" Lauren preguntó. Camila miró casualmente la forma desnuda de Lauren, la sábana le había caído alrededor de la cintura.

"Bueno, estoy muy interesada en este look". Murmuró Camila. Lauren puso los ojos en blanco y le sonrió a Camila.

"No creo que las chicas estén tan entusiasmadas". Lauren señaló. Camila resopló y se puso de pie, mirando alrededor de la habitación y descubriendo una sudadera con capucha en la parte posterior de la puerta. Se acercó y se puso de puntillas para quitarse la sudadera con capucha.

"Lo, para con eso". Dijo Camila antes de darse la vuelta. Lauren la miró con una sonrisa engreída tratando de extenderse por su rostro.

"¿Hmm?"

"Mirarme el culo no es cortés". Dijo Camila, caminando hacia ella y entregándole la sudadera. Lauren se encogió de hombros, colocándose la sudadera alrededor de sus hombros y deslizando sus brazos dentro de ella. Levantó la cremallera y miró a Camila, con las manos agarrando la parte posterior de sus muslos y acercándola.

"Pero es muy agradable de ver". Lauren comenzó con una sonrisa descarada. Camila levantó una ceja al sentir la mano de Lauren subiendo lentamente sus muslos hasta que sus dedos rozaron la curva de su trasero.

"Laur..." dijo Camila en voz baja. Las manos de Lauren se movieron más arriba y palmearon el culo de Camila suavemente.

"Y es agradable tocarlo". Lauren murmuró. Tomó una mano y la movió hacia la parte superior de la franela, alcanzando el botón superior. Camila apoyó sus manos sobre el hombro de Lauren, ya sea para alejarla o acercarla aún no lo había decidido.

Los ojos de Camila se cerraron cuando sintió que los labios de Lauren se presionaron contra la piel lentamente descubriéndose nuevamente cuando Lauren abrió los botones de la camisa.

"¡Hey! ¡Dejen de follar!"

Lauren gimió y descansó su cabeza contra la parte superior del escote de Camila. Camila ahuecó la mejilla de Lauren, el aliento aún tembloroso y se inclinó para besar los labios de Lauren lentamente.

"¡Y como un balde de agua fría, Dinah Jane sabe cómo matar un momento!" Le gritó Camila.

"¡No seas una perra conmigo, Chancho! ¡Deberías estar agradeciéndome!"

Camila frunció el ceño y caminó hacia la puerta, abriéndola.

"¿A qué mierda te refieres con agradecerte?" Ella exigió, con los brazos cruzados. Dinah miró el atuendo de Camila y sacudió la cabeza con cariño.

"Por llamar a una intervención". Dijo Dinah, extendiendo la mano y abrochando un par de botones de la camisa de Camila. Camila sonrió y apartó las manos de Dinah.

"Gracias Dinah". Camila dijo, ella retrocedió a la habitación nuevamente, comenzando a cerrar la puerta. "Sin embargo, mi habitación está al lado de la tuya".

La puerta se deslizó cerrada y Dinah se quedó mirándolo en silencio antes de la realización de que estaba jodida.

"Mierda."

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Odio dejar las cosas en número impar pero debo irme. Besitos en la cola.

Twitter: @skylojoregui