adri2003-18
Akutagawa y Atsushi fueron castigados por el maestro, ya que no presentaron el trabajo de biología a tiempo y los dejo a ambos solos en el aula hasta que terminaran su trabajo
Ellos no se pudieron negar, ya que había sido su culpa no presentar el trabajo a tiempo
Ahora estaban los dos solos en el aula, haciendo un PowerPoint y papelografo sobre los ciclos biogeoquimicos, un tema bastante aburrido a decir verdad. Ya llevaban una hora ahí y solo habían avanzado la mitad del trabajo, obviamente estaban cansados. Una hora tecleando y escribiendo lo más rápido posible, además de buscar información en Google y en los libros, los pobres necesitaban un descanso
—Iré a la máquina de bebidas, ¿Quieres alto?
Pregunto serio el pelinegro mientras se paraba de la silla y doblaba ligeramente su cuello
—Una gaseosa de limón por favor
—Bien
El pelinegro agarró su billetera y salió del aula dejando solo al albino, tuvo que pasar por casi media escuela para llegar a la máquina. Compro una gaseosa de limón y un café amargo, al tener ambos en sus manos no pudo evitar sonreír de forma cómplice. De su bolsillo sacó una pequeña pastilla, abrió ambas latas y dejó caer la pastilla en la gaseosa de limón, tuvo que esperar como seis minutos para que está se disolviera por completo
Cuando todo estaba listo volvió al aula, al entrar enseguida el albino le empezó a hablar
—¿Por qué tardaste tanto? El profesor vino y pregunto por ti
—Rumbo a la máquina me dieron ganas de cagar y fui al baño
—Oh..perdón
Susurro el albino un tanto avergonzado. Definitivamente Akutagawa estaba pasando demasiado tiempo con Dazai
El pelinegro se sentó frente a Atsushi y le entrego la gaseosa, el albino tomo todo el contenido sin pensar, tenía mucha sed y además debía subir la cantidad de azúcar que hay en su cuerpo para tener un poco más de energía para animarse a terminar el trabajo
Akutagawa tomaba lentamente su café mientras veía disimuladamente a Atsushi, la droga no debería tardar en hacer efecto
Atsushi tomo los bolígrafos y empezó a pintar los dibujos que tenían en el papelografo. Pero de un momento a otro dejó caer el lápiz
—¿Qué pasa?
—N..nada
Susurro tembloroso Atsushi, sus mejillas se tiñeron de un leve carmesí, su cuerpo se sentía extraño, sentía leves corrientes eléctricas recorrer su espina dorsal. Sintió como algo crecía en su pantalón, aterrado bajo la mirada, sus sospechas lamentablemente eran ciertas, se le había parado, ¿Cómo? Él ni siquiera había pensado en cosas sucias
—Te noto raro
—.N..no sé qu..e...me pasa
Susurro tembloroso Atsushi, su erección dolía, necesitaba atención, pero no sabía cómo encargarse de eso, él nunca se había tocado, era alguien inocente que lo único que sabía del sexo era lo que le habían dicho el clase de sexualidad
—¿Necesitas ayuda?
Susurro ronco Akutagawa, le excitaba ver a Atsushi temblando de placer
—S..si
El albino ni se negó, estaba dominado por el placer, era bastante vulnerable ya que nunca en la vida se había sentido así, era una sensación inexplicable
Akutagawa sentó a Atsushi en la mesa y apartó el pantalón y boxer de la entrepierna de Atsushi, aguantaba las ganas de soltar una leve carcajada, por dos simples razones, uno, Atsushi la tenía pequeña, como de siete centímetros y dos, el bello púbico igual era albino
—Que lindo
Susurró ronco el pelinegro, tocó el pequeño glande de Atsushi haciendo que el albino arqueara la espalda y soltara un sonoro gemido
—Shh, no quieres que nos escuchen, ¿O si?
Akutagawa agarró la bufanda que había llevado hoy y se la puso al albino en su pequeña boca
—Cuando quieres gemir muerde la bufanda, ¿Entendido?
Atsushi asintió rápidamente, estaba desesperado
—Apenas te toque y ya sueltas presemen
El albino sentía leves espasmos, sentía mucha vergüenza, pero igual excitación
—Te haré sentir bien
Akutagawa le quitó la camisa al albino y se quedó viendo esos duros y rosados pezones, con los que soño morder miles de veces. Se acercó a ellos y empezo a lamer uno, con una de sus manos tocaba el ya mojado falo del albino mientras que con su mano izquierda agarraba al chico de la cintura para que no pudiera escapar
Atsushi se sentía en el cielo, nunca había sido tocado ni por el mismo
—A..Akku..si..siento raro atrás
Susurró el albino con un fuerte sonrojo en las mejillas
—¿Quieres que la meta?
—S..si
—En cuatro en el pupitre
Atsushi obedeció impaciente, el pelinegro no pudo evitar sonreír al verlo actuar tan sumiso, sin duda compraría más de esa droga que le había conseguido Rampo
—Abre tus nalguitas
Atsushi acataba cada orden al pie de la letra. Akutagawa se mordió el labio al verlo así, se acercó metió dos dedos dentro, el albino estaba tan mojado
—Que fácil fue, ¿Alguna vez te has tocado aquí atrás?
—N..¡No!
Gemía Atsushi retorciéndose en el pupitre
—Entonces la droga sí que es efectiva..
Susurró el pelinegro para si mismo
—¡¿Droga?!
—Oh oh..
—Ahg, Akku..no importa, solo metelo de una vez
Rogaba el albino mientras gemía en el escritorio. El pelinegro sonrió satisfecho y se bajó el pantalón y boxer, había un contratiempo
—No tengo condón
—¡Solo metelo!
Gemía excitado el menor mientras se resfregaba contra el pupitre para que la punta de esto tocará su entrepierna
—Si tú lo dices
Akutagawa agarró las blancas nalguitas del albino y las separó dejando abierto ese pequeño ollito, se mordió el labio y entró lentamente en el chico, no quería hacerle daño. Atsushi se retorcía en el escritorio mientras pequeñas lágrimas se apoderaban de sus mejillas
—¿Duele?
—S..¡Si!
—¿Lo saco?
—¡No!
Estuvieron así un rato hasta que el albino se acostumbro al tamaño, Akutagawa no pudo aguantar más y empezó a embestirlo, el interior de Atsushi era tan apretado, caliente y húmedo. Le dio miles de embestidas, una tras otra, al albino no paraba de morder la bufanda, se sentía en el cielo, especialmente cuando cuando Ryūnosuke tocó su próstata
—¡Ahí!
Gimió Atsushi quitándose la bufanda del cuello
—Con gusto
Akutagawa lo embistió con más fuerza mientras lo besaba con lengua para callar los lindos gemidos que Atsushi soltaba
El albino estaba enloquecido, quería gemir como perra en celo, llevó su pequeña mano a su entrepierna y se empezó a masturbar mientras el chico de cabello negro lo embestia y besaba, ya no aguantaba más
—¡Fhj!
Atsushi arqueo la espalda y eyaculo en su vientre
Akutagawa no pudo aguantar más, Atsushi lo apretaba demasiado, así que se corrió dentro del albino llenándolo por completo
—Te amo Atsushi
—..¿Eh?
Susurró el menor con lágrimas secas en sus mejillas
—Igual me gustas Akku
—Terminaré el trabajo por los dos
Akutagawa saco pañuelos de su mochila y limpio todo, sentó al chico en la mesa y lo vistió
—Descansa
—Bien
El pelinegro se vistió y se sentó para volver a hacer el trabajo. Enseguida el profesor entro al aula
—Mori-sensei..
—Supongo que no saben que se instalaron cámaras en las aulas
—…………
—Tranquilos, no diré nada, Atsushi-kun de estar cansado, pueden irse a casa. Pero mañana lleguen dos horas más temprano para terminarlo
—Muchas gracias Mori-sensei
—De nada, pero..¿Acaso no saben que es el condón? ¡Se los vienen explicando desde los trece años
—Perdón
Susurró Akutagawa avergonzado, cargo al albino en sus brazos y se fue lo más rápido posible
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Dedicado a adri2003-18
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