•04• Kim Im(posible) • ksj x pjm x kth •
Kim Taehyung llevaba un largo tiempo en su relación amorosa, estaba lo bastante enamorado de su novio, su compañero de vida y alma gemela. Se habían conocido en la universidad y jamás dejaron de estar juntos incluso al salir de esta a pesar de ser ambos muy jóvenes.
Vivían en una pequeña pero acogedora casa de dos pisos y paredes blancas brillantes en las afueras de la ciudad. Todo en su relación marchaba bien, excepto que el novio de Taehyung, Park Jimin quería invitar a un tercero a la cama de ambos. Y no es como si nunca antes hubiesen probado aquello, lo habían hecho en innumerables ocasiones, pero jamás Jimin había tenido un candidato de ante mano y uno tan sexy y atractivo de hecho. O al menos eso era lo que su rubio novio decía. Y aunque Tae era un hombre muy seguro de sí mismo no quería que ese nuevo miembro del equipo de baloncesto de su novio le pusiera las manos encima. Aún si no lo conocía, pero Jimin hablaba de ese hombre como si fuera un sueño. Taehyung era un hombre práctico y prefería él llevar a un candidato, como siempre.
Taehyung también tenía el suyo, pero era un imposible, porque jamás podría pedirle aquello a Kim Seokjin, no podía invitarlo a su cama, no a él, un compañero de trabajo un tanto callado y lo bastante solitario. Jamás hablaba con nadie en la oficina ni salía con los demás después de las horas laborables.
El tipo era un raro, pero exquisito en todo sentido de la palabra.
Tae siempre lo miró desde lejos, claro está, Kim Seokjin era un tipo encantador a su modo, un atractivo hombre de cabellos negros y labios pecadores. Pero jamás le había contado a su novio sobre aquel atractivo compañero de trabajo, Taehyung sabía que su atracción no podía ir más allá. Aunque él en silencio se preguntaba cómo se vería aquel hombre misterioso sin ropa, y lo más importante ¿Cómo follaba Kim Seokjin?
—Oye Tae.
Taehyung alzó la mirada de su taza de té y le sonrió a su compañera de trabajo. —¿Si?
Ella sonrió coqueta y alzó su cabeza levemente mostrándole al otro lado del enorme lugar a su compañero de trabajo, ese mismo que a Taehyung se le hacía tan difícil pasar por alto.
Lo miró unos segundos, Seokjin estaba peleando con la impresora. Tenía un enorme puchero en sus abultados labios y a Taehyung se le hizo agua la boca.
—Es tan sexy.
El castaño negó con su cabeza y se sentó de mejor manera sobre la silla de su escritorio sin dejar de mirar el pequeño espectáculo que tenía su compañero metros más allá.
—Deberías ayudarlo —afirmó.
—¿Yo? —Mina se rió fuerte —No creo que sea la compañía femenina que él desea.
—Eso no lo sabes, que jamás haya mostrado una novia, o que no muestre nada en general no quiere decir que el tipo sea gay.
—Lo es, estoy casi segura.
Taehyung rodó los ojos y enfocó su mirada nuevamente a su compañero de trabajo y ese bonito pantalón negro que se ajustaba bien a sus muslos.
—Iré a ayudarlo pero no con los fines que crees, tengo novio… Es casi mi esposo.
Mina se rió y le palmeó la espalda —No tienes que decir nada, ya sé que invitaron a mi primo a su cama. Y él quedó embobado, seguramente quiere una repetición.
—Imposible, no hacemos eso… Además lo de tu primo pasó hace mucho, fue el último, no hemos llevado a nadie más a casa.
—Y él es candidato…
—Ya no queremos a tu primo, gracias.
—No —dijo ella sonriendo —Él.
Taehyung miró a su compañera luego hacia donde ella tenía puestos sus ojos. Kim Seokjin estaba agachado buscando algo seguramente en el basurero dejando su pequeño pero buen trasero formado a vista de él.
—Si no fuera tan mojigato lo invitaría, pero estoy seguro que me mandaría al carajo, llevamos trabajando más de dos años en el mismo lugar y solo sé que tiene un gato que se llama Tony.
—Tanya. Su gata se llama Tanya.
Tae abrió su boca, si no sabía nada del tipo ¿Cómo mierda podía llevarlo a su cama para que él y su pareja lo pudieran saborear?
Imposible.
Kim Seokjin era un imposible.
Taehyung desistió de ir a ayudar a su compañero de oficina cuando este maldijo fuerte y luego dejó la máquina. Asombrado por verlo perder los estribos el castaño continuó su trabajo, ya no quedaban muchas horas para salir y eso lo tenía contento, también el hecho de que era viernes y esa noche saldría con su novio a buscar diversión.
Jimin estaba aburrido de lo mismo y Taehyung también, hace meses que no habían llevado a un extraño a casa y lo querían hacer de nuevo.
La relación de ellos no era bien vista por sus amigos y cercanos, que llevaran a alguien más a compartir con ellos su intimidad era aborrecido en muchos niveles diferentes, pero ellos estaban bien con eso, siempre lo estuvieron por lo que no era para nada extraño que buscarán un tercero para añadir algo de emoción a su relación.
Nunca había originado problemas y Taehyung estaba seguro que en algún momento dejarían aquello y vivirían como el resto de las aburridas parejas, pero mientras tanto ambos estaban conforme con llevar las cosas a un nivel diferente.
Nadie saldría herido, sólo era sexo sin sentido.
El teléfono del castaño sonó y él contestó de inmediato al saber que era su hermoso novio quien llamaba.
—Hola bebé.
—Hola Tae ¿Que tal tu tarde? —la voz de Jimin sonaba divertida y pícara.
—Va bien —Taehyung lamió sus labios y sus ojos se fueron intencionalmente al hombre al otro lado de su escritorio.
—Adivina quién saldrá con nosotros hoy en la noche… Bueno no tan así —una risita se escuchó al otro lado de la línea —dijo que nos vería allá, en el bar.
Jimin sonaba tan emocionado que Taehyung estaba empezando a descifrar lo que su novio le estaba contando.
—¿Tu compañero de equipo?
—¡Si!
Wow, él sonaba muy emocionado.
Taehyung suspiró bajito y bajó la mirada a su teclado, luego volvió a mirar por sobre el computador a su colega y volvió a lamer sus labios.
Ese hombre realmente le quitaba el aliento.
—¿Entonces saldremos con él?
—No tan así Tae, ¿No estás escuchando acaso?
—Si bebé, lo hago.
—Creo que él podría aceptar, he visto como me mira el culo cuando estamos en camarines.
Taehyung rió bajito dándole la razón a aquel desconocido —¿Quién no miraría bebé? Eres jodidamente ardiente.
—Lo sé y usaré eso para llegar a él, ¿Qué te parece? Siempre eres tú quien trae a alguien a nuestra casa, me toca a mí esta vez ¿No crees?
Taehyung no estaba muy seguro pero asintió de todas formas. Luego la llamada terminó y él siguió haciendo su trabajo, de tanto en tanto y como todos los días miraba a su compañero disimuladamente y cuando la jornada terminó el tomó sus cosas y salió del edificio.
El camino a casa siempre lo hacía escuchando su música preferida a todo volumen, cantando y moviendo su cabeza mientras manejaba. Ya quería llegar a casa, darse una buena ducha y disfrutar un poco de su chico antes de salir.
Cuando estacionó fuera de su hogar miró el lugar con una sonrisa en los labios. Tenía todo lo que quería, una relación estable, una casa preciosa y muchos planes para el futuro.
Cerró el vehículo y entró. El olor a galletas hizo que su estómago gruñera y sin esperar mucho caminó por el lugar buscando al hombre que había robado su corazón tantos años atrás.
Lo encontró de espaldas a la puerta bailando mientras limpiaba la encimera, la música era fuerte y Taehyung entró para luego tomarlo por la cintura y abrazarlo.
—Hola hermoso.
Jimin sonrió y se giró de inmediato. Lo abrazó por el cuello y besó sus labios tiernamente.
—Te extrañé, ¿Como estuvo todo en la oficina?
—Lo de siempre. —Taehyung volvió a juntar sus bocas empujando a Jimin hacia la encimera. Lo subió sobre esta no importando que estuviera todo lleno de harina.
Jimin rió contento por la efusividad de su novio —amor, mi ropa.
—Hueles a galletas —Taehyung lamió su cuello y su mano bajó para apretar la polla de su novio sobre su pantalón de deporte que le quedaba tan apretado haciendo gala de su bonito y sexy cuerpo.
Jimin cerró sus ojos y abrió un poco más las piernas —¿Quieres hacerlo aquí?
—Quiero.
Jimin rió bajito, apoyó sus manos en el pecho de su novio y negó con su cabeza. —Mejor nos guardamos para la noche.
Taehyung protestó enseguida —pero…
—Sin peros, cariño. —Jimin besó los labios de su novio rápidamente antes de bajarse de la mesa —en un par de horas nos vamos.
—Bien —Tae suspiró mirando la mesa y el desastre de harina que se había convertido todo. —Bien —repitió de pronto desganado.
Salió del lugar para cambiarse de ropa y poder salir y darle en el gusto a su bonito novio.
****
Taehyung observó el bar aquella noche de viernes. Habían muchas personas bebiendo y riendo ante la fuerte música que se escuchaba por todo el lugar.
Se llevó su bebida a los labios y bebió un pequeño sorbo. Frente a él su pareja no dejaba de mirar hacia la puerta.
—¿Cariño?
Jimin hizo un sonido en respuesta pero no miró en su dirección.
Taehyung resopló ante aquello pero no dijo nada. Su novio se veía emocionado esa noche, sus ojos brillaban y él simplemente le daría en el gusto.
—Oh dios, ahí está.
El castaño siguió el recorrido hacia donde su pareja estaba mirando y asintió lentamente ante el hombre alto y atractivo que estaba parado a un costado de la puerta mirando por el lugar.
Jimin alzó su mano llamándolo y el hombre sonrió de inmediato acercándose hasta la mesa.
—Namjoon, te presento a mi novio Taehyung. —Dijo apenas el otro hombre estuvo al lado de la mesa.
El hombre sonrió y estiró su mano —hola Taehyung.
—Mucho gusto —Tae resistió ese apretón de manos mientras observaba a su novio mirar con ojos pocos angelicales a Namjoon.
—Nunca había venido a este lugar.
—Es agradable aquí. —Jimin contestó y apoyó su mano en su mentón mirando al recién llegado.
Taehyung tragó saliva, jamás antes se había sentido tan incómodo con un tercero, pero su novio no ayudaba mirando con ojos de enamorado a ese hombre gigante que tenía por compañero de basquetbol.
Apartó la mirada y observó a las otras personas cuando su novio y el recién llegado comenzaron una conversación sobre los siguientes partidos que disputarían. Su mirada se quedó en la barra preguntándose si debía cambiar de trago, el que estaba tomando no le había gustado tanto. Deslizó su mirada por las personas allí presentes y grande fue su sorpresa al ver a su compañero de trabajo bebiendo solo.
Había cambiado su ropa de trabajo y Taehyung comenzó a babear ahí mismo al verlo con una camisa blanca sedosa que se ajustaba de manera sexy a sus hombros y espalda.
Jamás había visto los músculos de Seokjin.
Removiendose en su sitio se levantó y caminó sin detenerse hasta la barra. Nervioso porque jamás había hablado más de dos palabras con su compañero él se encontró volviendo en sus pasos hasta su mesa ante la mirada confundida de Jimin.
—¿Pasó algo?
Tae negó y miró su vaso —creo que ya no quiero tomar esto, pero hay muchas gente en la barra.
—Pídeselo a un mesero —Jimin se rió de su novio y volvió su mirada a Namjoon para seguir conversando.
—Si —susurró Tae mirando de nuevo a su solitario compañero. La valentía de segundos atrás quedando en último plano como siempre cuando se trataba de Seokjin.
Miró hacia su novio y su compañero de trabajo y aclaró su garganta —¿A que te dedicas Namjoon? —dijo lo bastante fuerte para captar la atención del hombre grande.
—Con mi novia tenemos una tienda de alimentos saludables, empezamos hace un par de meses.
La boca de Jimin se abrió grande ante aquellas palabras. Parecía perdido.
Taehyung sonrió ante aquello escondiendo sus labios detrás de su vaso que bebió de un golpe.
—¿Cuanto tiempo llevas de novio? —Tae miró a Jimin, este parecía que quería llorar.
—Cinco años, ahora mismo está de viaje, me sentía un poco solo en casa y por eso acepté la invitación de Jiminie.
Taehyung asintió divertido —que bueno que lo hicieras, nosotros no salimos mucho.
Jimin se cruzó de brazos luciendo un puchero. —Creo que iré a buscar un trago a la barra —dijo poniéndose de pie.
Taehyung asintió todavía sonriendo — tráeme uno por favor.
Jimin respondió de mala gana y se alejó de ellos.
—¿Ustedes llevan mucho tiempo juntos?
—Muchos años. —Taehyung alzó su mirada y mordió su labio ligeramente cuando vio a su novio tan cerca de Seokjin, pero este no parecía tomarle importancia mientras revisaba su teléfono.
Inquieto comenzó a mover su pierna bajo la mesa y es que con Namjoon fuera de los planes malvados y traviesos de su novio ahora tenía la posibilidad tan grande de ser él quien llevara a alguien a casa.
Y quería que ese alguien fuera Kim Seokjin.
Jimin volvió con dos tragos y Taehyung agradeció el licor, era su favorito por lo que lo tomó con gusto y cuando sintió el valor necesario se puso de pie y miró hacia los dos hombres que se habían enfrascado en una conversación sobre árboles y parques para caminar y observar la naturaleza.
—Vengo enseguida, voy al baño.
Los ojos de Jimin se entrecerraron y asintió lentamente.
Taehyung no esperó respuesta y caminó hasta el pasillo del baño, a esa altura el bar estaba tan lleno que ni la barra se veía y no pudo ver a Kim Seokjin por lo que dio por finalizada la noche. No habría diversión y eso estaba bien.
Fuera del baño Taehyung pasó por el lado de muchas personas que estaban bailando borrachos y eufóricos mientras una canción de moda sonaba fuerte por el lugar. Fue empujado y cuando estaba a unas mesas de distancia en la que estaba su novio alguien se atravesó en su camino. Taehyung casi se cae de culo cuando Kim Seokjin se paró frente a él con una sonrisa en sus labios.
—No estaba seguro si eras tú o no.
Taehyung en un acto de puro nerviosismo se llevó una mano hasta su cabello castaño y se echó los mechones hacia atrás dejando su frente al descubierto.
—Hola —dijo lo bastante fuerte para que el hombre extremadamente sexy pudiera escucharlo —no sabía que venías a este bar.
—No suelo salir mucho —Jin gritó y se acercó un poco más hacia su compañero de trabajo —pero hoy decidí hacerlo.
Taehyung sintió el momento exacto en que un estremecimiento recorrió su cuerpo completo cuando escuchó la risa baja e íntima que Seokjin dejó salir justo en su oído. Él no debería sentir todas esas cosas, no debía sentir una atracción tan grande pero así era.
Lo deseaba tanto que le dolían las bolas y de solo pensar en estar en la misma cama, el solo hecho de imaginarse que Seokjin lo tuviera aplastado sobre la cama follandolo fuerte y duro lo tenía a un paso de eyacular en su pantalón.
Taehyung lamió sus labios y decidió dejar de ser un imbécil hormonal y sonrió sin segundas intenciones a ese hombre imposible que lo hacía delirar —¿Viniste solo? Tengo una mesa, estoy con mi novio y un amigo de él.
—Oh…
—Si —el castaño observó como Seokjin buscaba por el lugar y no tenía idea si debía emocionarse o aplastar sus ilusiones de ser follado por ese maravilloso hombre. Quizá tendría una bonita novia esperando por él en algún lugar del bar.
—¿Tu novio es uno rubio de mejillas abultadas?
—Lo es —Tae estaba comenzando a emocionarse.
La mirada de Seokjin volvió al castaño y este tragó saliva porque se veía tan maravilloso con ese cabello peinado pulcramente viéndose tan imposible como solo Kim Seokjin podía serlo.
—Hoy vine solo, ¿puedo unirme a ustedes?
Por favor, se dijo Taehyung mientras sonreía de nuevo de manera amistosa mientras comenzaba a idear un plan para llevarse a ese hombre a casa y poder saciarse de una vez.
Solo una vez y saldría de su mente, de eso Taehyung estaba seguro.
—Claro que sí, es por allá —indicó tratando de mantenerlo amistoso, obligándose a no coquetear o decir algo que pudiera hacer que Seokjin corriera lejos de él antes de poder siquiera hacer un movimiento.
Caminaron por separado ya que el lugar estaba atestado de personas bebiendo sus cócteles, conversando y siendo todo tan ruidoso como un bar lo era un viernes por la noche.
—Ahí estás cariño, Namjoon tiene que irse —Jimin comentó al ver a su novio de pie a un costado de la mesa.
—¿Tan temprano? —Taehyung estaba aliviado.
—Si, dejé a mis perros solos y no suele ser así, por lo que es mejor que vuelva.
Taehyung asintió y se despidió del hombre alto y luego observó a su novio.
—Cariño, deja presentarte a mi compañero de trabajo.
Jimin deslizó sus ojos de su novio hasta el hombre que ahora podía ver claramente estaba parado justo detrás de él, recorrió el rostro primero y cuando este dio un paso adelante para saludarlo le dio una descarada mirada a su cuerpo sonriendo porque todo era agradable a su vista.
—Hola, soy Jimin.
—Kim Seokjin —Jin estrechó la mano del hombre y luego se sentó en el puesto vacío.
Taehyung tomó posición al lado de Jimin tan nervioso que no tenía idea que pasaría al finalizar la noche.
Pidieron más licor y por primera vez Taehyung pudo ver a Seokjin relajado y asombrosamente conversador. Lo escucho reír y comentar sobre las cosas cotidianas que estaban hablando los tres. Su novio parecía encantado con este hombre con el cual Taehyung no estaba tan familiarizado pero que esperaba hacerlo en algún momento.
No le importaba si Seokjin no hablaba una mierda en el trabajo y al contrario era lo bastante ruidoso un viernes por la noche. A Taehyung no le importaba mientras pudiera verlo porque parecía un sueño hecho realidad.
Las horas pasaron rápidamente y con ello el alcohol se fue acabando haciendo que los tres fueran demasiado ruidosos contando anécdotas y riéndose de cualquier cosa a esas alturas.
—Es muy tarde —Jimin miró la hora en su celular, la había pasado tan bien que no siquiera había recordado su fallida tarea de llevar a Namjoon hasta su casa.
—Cierto —Tae estuvo de acuerdo. Miró al hombre de cabello negro frente a él y una repentina valentía lo invadió, lamió sus labios ligeramente y antes de que pudiera detenerse él ya estaba diciendo las palabras que había estado queriendo decir desde que había visto a Seokjin frente a él —¿quieres venir con nosotros a casa?
Jimin alzó su cabeza y miró de reojo a Taehyung, luego miró al hombre frente a él y un hormigueo recorrió su estómago.
Los segundos pasaron y la pregunta quedó suspendida en el aire mientras Seokjin mantenía su mirada en Taehyung, sus ojos se entrecerraron ligeramente y asintió lentamente.
—Si, quiero ir a casa con ustedes.
Taehyung no lo podía creer y estaba asquerosamente feliz porque Seokjin había dicho que sí, estaba seguro que el azabache sabía exactamente qué significaba aquello.
Dejaron el bar poco después de eso y tomaron el primer taxi que pasó por fuera del bar, en el camino retomaron la conversación y todo se sintió tan ligero y liviano aunque no lo era en lo más mínimo.
Taehyung estaba a punto de cumplir su mayor fantasía de llevar a Seokjin hasta su cama y no tenía idea que pasaría luego de aquello.
Llegaron a casa y Jimin pagó el recorrido, Taehyung miró su casa y un sentimiento extraño lo recorrió.
—Bien, entremos —Jimin tomó la delantera y abrió el portón para luego dejar entrar a su invitado.
—Lindo lugar —Seokjin dijo cuando observó el bonito jardín de flores.
—Gracias —Jimin giró la llave y abrió la puerta —hemos arreglado la casa de a poco.
Taehyung iba en silencio, su estómago dolía mientras veía a Seokjin recorrer con sus ojos la decoración del lugar.
—¿Quieres tomar algo?
—No, gracias —Jin se giró y observó a su compañero de trabajo que le devolvió la mirada sin emoción alguna en su rostro. —¿Todo bien?
—Si, todo bien —Tae respondió de inmediato.
Seokjin asintió lentamente y volvió su mirada hasta el rubio bonito que estaba cerca de ellos.
—Bien, no creo que tengamos que hablar más.
Jimin asintió y sonrió mostrando sus dientes —el dormitorio está arriba.
—Bien —Seokjin dio un paso y luego otro pero como Taehyung se había congelado a un costado de la puerta él de giró nuevamente.
El castaño pareció despertar de pronto y dio un paso más cerca de Seokjin y luego otro hasta que estuvo a su lado.
—Suban —Jimin comentó —yo buscaré algunas cosas.
Taehyung pasó adelante y comenzó a subir las escaleras esperando que Seokjin lo siguiera y cuando escuchó las pisadas del hombre detrás de él su nerviosismo aumentó.
Tenía que calmarse, pero no podía, simplemente no podía obligar a su corazón a latir más lento.
—Tienes una casa realmente bonita.
Taehyung se paró justo en la puerta de su habitación y miró por sobre su hombro —gracias.
—De nada.
Dio un paso dentro de la habitación y observó su enorme cama, luego se giró para poder ver a Seokjin.
—¿Por que estás tan nervioso? Estoy seguro que han hecho esto muchas veces.
—No estoy nervioso —se defendió de inmediato.
—Si quieres que me vaya solo pídelo.
Taehyung resopló —no quiero que te vayas.
—¿Que es?
—¿Que? —Taehyung arrugó su ceño y luego se quedó quieto cuando sus labios hicieron contacto. Él cerró sus ojos y abrió la boca de inmediato para dejarse besar y participar del intercambio. Sus lenguas en encontraron y Seokjin atacó la boca de Taehyung lamiendo y mordiendo todo a su paso. Un beso feroz que Taehyung no había anticipado y que hizo que sus malditas piernas comenzaran a sentirse como dos putas madejas de lana porque Kim Seokjin era mucho mejor que todas las fantasías que había tenido alguna vez.
Esperaba que Jimin opinara lo mismo.
Y justo como si lo hubiese llamado con el pensamiento Jimin entró con una botella de lubricante, toallas secas y tres botellas de agua en sus manos. Dejó todo sobre la mesita auxiliar y se sentó en la cama mirando a Seokjin, este le devolvió la mirada y una sonrisa traviesa mientras caminaba hacia el borde de la cama.
—Hay reglas —dijo el rubio poniéndose de pie cuando Jin llegó a su lado.
—Dime.
—Nada de cosas raras como orinar o defecar sobre el otro, no tenemos nada en contra de eso pero esas son las reglas —Jimin sonrió.
—No voy en esa línea tampoco —Jin acarició la mejilla de Jimin y luego miró a Taehyung pero no para pedir permiso, sino porque quería que los viera y asegurarse que Taehyung observara lo que iba a hacer a continuación. Rozó los labios ajenos ligeramente y luego mordió el labio inferior de Jimin haciéndolo jadear en anticipación.
Jimin tiró su cabeza hacia atrás y su cuello fue besado haciendo que un gemido saliera de sus labios. Le encantaba eso.
—Hay más reglas —interrumpió Taehyung moviéndose por la habitación hasta la cómoda en donde guardaban los condones, tomó varios y los tiró sobre la cama.
Jin soltó al rubio y ladeó su cabeza para mirar a Taehyung —soy todo oídos.
—Tenemos una palabra de seguridad para cuando las cosas se tornen complicadas o simplemente si hay algo que alguno de los dos no nos gusta, también aplica para quien viene.
—Entiendo. Está bien, ¿cuál es la palabra?
—Blanco.
Jimin asintió y mordió su labio queriendo que la maldita conversación terminara de una vez para pasar a la parte divertida, pero era algo que debían hacer, aunque Jimin tenía que decir que le daba bastante confianza que fuera Kim Seokjin con quien se acostarían esa noche.
Que Taehyung lo conociera era un poco más fácil para confiar.
—Blanco, lo tengo, ¿hay algo más?
—Suelo ser quien recibe —Jimin comentó con sus mejillas un tanto sonrojadas por el alcohol en su sistema —pero creo que a Taehyung esta noche también le gustaría probar.
El aludido solo suspiró porque sabía que su pareja lo conocía mejor que nadie y él de verdad quería ser follado por Seokjin.
La sonrisa caliente que Seokjin dejó ver solo les decía que estaba dispuesto a hacer el trabajo doble y eso ayudó a calentar aún más el ambiente.
—Mientras tengan condones soy de ustedes, pueden usarme como quieran —Jin quitó su camisa satinada por sobre su cabeza y luego su pantalón, se quitó los zapatos y calcetines, luego se acostó sobre las suaves mantas esperando.
Taehyung no podía salir de su ensoñación mientras veía el cuerpo del azabache, todo marcado, su piel suave que invitaba a lamer y ese maravilloso tatuaje justo a un costado de su ombligo lo hizo caminar hasta subirse a la cama y acercarse al caliente cuerpo de Seokjin para acariciarlo.
Jimin no perdió el tiempo también y se desnudó mientras veía a su pareja compartir un beso caliente y húmedo con Seokjin.
Se movió más cerca de Seokjin y este rompió el contacto para besarlo a él. Jimin lamió la lengua ajena mientras sus manos bajaban por el torso del hombre tocando y maravillandose con la suavidad de su piel. Su lengua se hizo una y él no cerró los ojos sino que miró a Taehyung y como este se desvestía lentamente sin quitarle los ojos de encima.
Cuando el beso acabó Taehyung se subió de nuevo a la cama y como un oso hambriento se posicionó entre las piernas de Seokjin y le bajó el boxer lentamente usando también sus uñas para recorrer la piel de los muslos del azabache.
Jin abrió sus piernas y siseó cuando su duro pene golpeó en su abdomen bellamente erguido esperando por cualquiera de esos dos hombres calientes que querían usarlo esa noche.
Aunque si era sincero consigo mismo, él esperaba hace mucho por uno de ellos.
Jimin lamió sus labios enseguida queriendo probar un poco pero Taehyung se adelantó y tomó posición frente a la polla del azabache para luego llevársela a la boca.
Jin siseó por segunda vez y abrió un poco más sus piernas mientras una lengua experta lamía como un profesional su sensible tallo.
Jimin giró su cabeza y besó una vez más a Jin mientras este bajaba su mano derecha por su cuerpo hasta llegar a una de sus nalgas y apretarla. El beso era codicioso y Jimin se dio cuenta que estaba realmente duro por ese hombre que ni siquiera había hecho mucho para dejarlo de esa manera.
Taehyung levantó la cabeza justo en el momento en que Jin y Jimin habían dejado de besarse y trepó por el cuerpo del azabache para también probar esos labios pecaminosos.
Jimin bajó esta vez y se llevó a la boca la polla de Seokjin gimiendo de placer por sentirlo tan duro y palpitante dentro de su cavidad.
Taehyung se sentía en llamas y luego de saborear muy bien la boca ajena él se movió hasta su mesita de noche y tomar el lubricante. Lo dejó a un costado y volvió a besar a Seokjin buscando una vez más el sabor de su novio en esa boca.
El azabache cerró los ojos ante la lengua en su zona baja, puso una mano sobre ese bonito cabello rubio y lo detuvo. No quería correrse y ese chico estaba haciendo la tarea mucho más difícil.
Seokjin tomó el lubricante y una idea llegó a él al ver a la pareja tan dispuesta a complacerlo. Estaba seguro que no era muy habitual aquello.
—Los dos, sobre sus rodillas.
Jimin de inmediato se dio vuelta y Taehyung vaciló un poco antes de hacerlo, los novios se miraron y cuando Seokjin comenzó a masajear la entrada de Taehyung sin siquiera hacer el amago de traspasar el anillo de músculos, Jimin se acercó y lo besó fuerte porque su novio se veía realmente caliente mientras su ceño se fruncía ante el movimiento de los dedos de Seokjin sobre él.
Era un evento extraño ver a su novio dejando las riendas al tercero, su novio siempre se encargaba de observar primero y luego entrar en escena, pero esa noche las cosas no eran ni por asomo a la dinámica que ellos usaban habitualmente.
Jimin cerró sus ojos con fuerza cuando un dedo bastante lubricado entró en él haciendo que jadeara de inmediato. Sus ojos se abrieron y se encontraron con los de su novio. Taehyung se movió levemente y lo besó. Jimin cambió su posición y se subió sobre su novio, luego se acostó sobre su pecho asegurándose de que sus pollas estuvieran juntas y abrió un poco más las piernas para que Jin metiera un dedo más dentro de él mientras comenzaba a moverse sobre Taehyung.
El castaño movió su cabeza para poder observar a Seokjin moviendo sus dedos dentro de su novio, pero no podía por lo que besó nuevamente a Jimin.
Jin movió sus dedos dentro del agujero dispuesto que encontró y con su mano libre vertió más lubricante sobre el pene y bolas de Taehyung haciendo que este gimiera mientras besaba al rubio.
Era una imagen increíble.
Jimin gimió alto cuando Seokjin frotó su carne sensible dentro de él y en un acto desesperado se movió aún más rápido sobre la polla de su novio haciendo que este también gruñera más ronco y cada vez más excitado.
Jimin se sentó sobre las piernas de Taehyung y Seokjin quitó sus dedos para moverse hacia su compañero de trabajo. Este estaba de espaldas atravesado en la cama por lo que hacer que le chupara la polla en esa posición era una idea fantástica.
El rubio buscó un condón y lo puso sobre la polla de su novio y fue bajando de a poco, sus lamentos mientras se penetraba se hicieron fuertes haciendo que Seokjin también gimiera mientras veía que la polla de Taehyung había desaparecido por completo dentro del rubio y eso fue suficiente para prácticamente ahogar al castaño con su miembro. La posición era maravillosa ya que sin problema alguno Seokjin podía llegar hasta el fondo de la boca de su compañero de trabajo.
Taehyung tosió cuando la polla de Seokjin llegó hasta su garganta y las náuseas no se hicieron esperar pero Seokjin se salió justo a tiempo, antes de que ocurriera un accidente. Su saliva cayó espesa por la comisura de sus labios y antes de que pudiera tomar aire la polla de Seokjin volvió a llenar su boca.
—Oh mierda, eso es tan caliente —Jimin se movió un poco más rápido gimiendo realmente fuerte mientras veía como la boca de su Taehyung era usada de la mejor manera.
Seokjin echó su cabeza hacia atrás y gruñó cuando Taehyung tosió, quitó su pene y se agachó a la altura de su cabeza para compartir un beso para luego lamer toda la saliva acumulada en esos labios tentadores.
Taehyung gimió en el beso y es que su novio sabía realmente como montar su polla haciendo que el orgasmo se construyera rápidamente en su interior.
—Si, eso, bésalo, muerde sus labios —mandó Jimin amando cada parte de esta nueva forma en la que Taehyung se estaba relacionado con su compañero de trabajo.
Seokjin abrió sus ojos y observó al rubio, repasó su cuerpo y luego volvió a mirar a Taehyung —quiero follarte Kim.
—Oh, joder —Jimin apretó su pene casi dolorosamente porque quería tanto correrse, pero no iba ser un idiota y hacerlo antes de siquiera poder presenciar algo como eso. Su novio siendo follado era algo que quería ver.
Un cambio en los roles no era algo a lo que le diría que no. Él no era un hombre celoso, de hecho le debía a Taehyung todas las veces que él se había acostado con otro ante la atenta mirada de su novio.
Después de todo era solo sexo sin compromiso.
Taehyung no dijo nada, él miró a su novio buscando quizás una confirmación o lo que sea, no quería hacerle sentir incómodo y es que nunca, en todos los años en que ellos habían llevado a un tercero a la relación, él había estado tan involucrado. De hecho Taehyung era quien observaba y luego era quien ganaba el orgasmo de Jimin cuando el tercer tipo en la cama lo preparaba para él.
Pero ahora las cosas habían cambiado, él quería ser observado por su novio y ser follado por Seokjin porque lo anhelaba desde que el callado azabache había llegado a trabajar al escritorio frente a él.
Lo deseaba tanto que todavía no podía creer que Kim Seokjin hiciera posible su mayor fantasía.
Taehyung se enfocó en su novio y el pequeño asentimiento. Entonces él tomó las caderas de su chico y cambió la posición saliendo de él y poniéndolo el cuatro patas para luego llenarlo de una vez, de un solo movimiento.
Mordió su labio y sus ojos se encontraron con Seokjin que había comenzado a masturbarse mientras los veía. A Taehyung se le hizo agua la boca pero no se enfocó en él, sino que su atención completa se fue hacia su novio que gemía mientras él lo embestía una y otra vez sin detenerse.
Seokjin tomó los cabellos de Jimin y lo atrajo a su boca para besarlo rudo asegurándose de hacer un buen espectáculo para Taehyung. Con sus ojos abiertos Seokjin se dedicó a mirar a Taehyung, ni dejar de hacerlo mientras comía los dulces labios de Jimin.
Le gustaba Kim Taehyung, desde que había puesto un pie en esa oficina, pero nunca había tenido reales fuerzas para acercarse, él en realidad era muy tímido, pero el alcohol ayudaba bastante a sacarlo un poco de su zona de confort, tal y como había sucedido esa noche.
Y estaría loco si no probaría al hombre antes de irse a su solitario departamento.
No le importaba tener que compartir con el rubio también, pero su atención estaba en el castaño.
—Me falta poco, amor.
Taehyung gruñó y se enterró fuerte y profundo en el culo de su novio hasta que esté gritó su orgasmo apretando su pene tan fuerte que por un momento pensó que también se correría.
Jimin tocó los labios de Seokjin con su lengua completamente satisfecho, su orgasmo lo dejó temblando y fuera de juego. Sintió la boca de su novio sobre su cuello dejando besos amorosos por toda la piel haciendo que sonriera perezosamente, sus párpados se sentían tan pesados que esperaba no quedarse dormido antes de ver cómo Seokjin se follaba a su novio.
Taehyung se quitó el condón, le hizo un nudo y lo tiró al piso. Se quitó su cabello húmedo de la frente y respiró tratando de hacer que sus pulsaciones volvieran a ser normales.
Siempre había sido un gran ejercicio follar con su novio hubiera o no un tercero en la cama que compartían todos los días.
Seokjin estaba recostado justo sobre el respaldo de la cama anticipando el momento en que pudiera tener un poco de su compañero de trabajo. Lamió sus labios una vez más mientras sus ojos no dejaban los nerviosos de Taehyung.
Jimin salió de la cama riendo bajito todavía sobre la nube de su orgasmo. Cuando llegó a la puerta del baño de la habitación se giró para decirle a los dos hombres que esperaran hasta que él volviera para no perderse nada, pero quedó en completo silencio cuando los vio besarse de una manera salvaje y descontrolada, como si lo hubiesen estado deseando desde hace mucho tiempo.
Se quedó viendo un poco más y arrugó su ceño levemente al ver una sonrisa boba en los labios de su novio mientras este era besado por el azabache.
Algo extraño se alojó dentro de él, una incomodidad inmediata. No estaba preparado para eso.
El rubio volvió su mirada hasta la puerta y entró al baño sin saber muy bien que sentir al respecto mientras escuchaba jadeos y gemidos altos.
—Mierda —Jin gimió en los delgados labios del castaño —me encantan tus labios —susurró sabiendo que Jimin no estaba cerca por lo que podía decir una que otra cosa sin que hubiera algún problema por aquello.
Taehyung no dijo nada y solo se quedó un poco más saboreando a Kim Seokjin. Se acomodó más cerca de él y abrió sus piernas para sentarse sobre el azabache, pero Seokjin negó con su cabeza haciendo que se acostara sobre su espalda.
La botella de lubricante volvió a las manos de Seokjin quien hábilmente dejó caer una gran cantidad en sus dedos y sobre la dura polla de su compañero.
De inmediato Taehyung sintió como su zona era masajeada nuevamente aunque esta vez el dedo índice de Seokjin entró muy lentamente desafiando al anillo de músculos que se contrajo sobre este.
Seokjin lo besó porque sentía como Taehyung temblaba bajo él y no dejó de hacerlo mientras movía su dedo en el interior cálido y aterciopelado que había deseado por mucho tiempo.
No quería hacerle daño.
—¿Sabes cuántas veces deseé esto? —Jin murmuró contra los labios de Taehyung sin aliento.
Tae tragó saliva, su corazón golpeando en su pecho y él quería tanto decirle que también lo había deseado por mucho tiempo pero las palabras no salieron de su boca y al parecer no fue problema para Seokjin quien lo besó de nuevo agregando un nuevo dedo dentro de él.
Las piernas de Taehyung se abrieron amplias mientras sentía la polla envuelta en un condón de Seokjin empujar dentro de él. Su espalda se arqueó y su cabeza chocó contra el respaldo haciéndolos reír a ambos, relajados.
Las embestidas comenzaron lentas pero luego de varios minutos el ritmo fue aumentando y cada vez que Seokjin frotaba su próstata Taehyung gemía ronco y fuerte enloqueciendo a Seokjin.
Dos manos se unieron a las del castaño entrelazando sus dedos y así, unidos de pies a cabeza encontraron su orgasmo entre besos y gemidos que morían en la boca del otro.
Cuando, luego de varios minutos, ambos bajaron de un orgasmo avasallador Taehyung se dio cuenta que su novio no estaba en la habitación. Confundido por aquello se puso de pie y tomó su boxer. Caminó hasta el baño y abrió la puerta, pero allí no había nadie y él comenzó a preocuparse porque ni siquiera se había dado cuenta que su novio había salido de la habitación.
Volvió en sus pasos y se encontró con la mirada curiosa de Seokjin, pero no se quedó en la habitación, algo le decía que las cosas no estaban tan bien por lo que bajó la escalera y luego de recorrer la primera planta encontró a Jimin de espaldas a la puerta observando la mesa de comedor que usaban a diario.
Se acercó con cautela, Jimin en algún momento se había vestido y una punzada de culpa se alojó en su interior porque él se había perdido todo eso mientras follaba con Seokjin. Había roto una de las reglas que tenían ellos dos como pareja y eso estaba tan jodidamente mal en muchos niveles diferentes.
—Jiminie —llamó.
—¿Terminaron? —Jimin dijo sin siquiera darse vuelta. Su voz baja y molesta.
—Yo…
Jimin suspiró y se giró. Taehyung pudo ver exactamente en los ojos ajenos la preocupación y el dolor, lo podía ver tan claramente que quería romperse un brazo por haberlo dejado solo.
—¿Hay algo que quieras decirme?
Taehyung negó enseguida, pero luego decidió que ya no quería mentir —llevo un par de meses fantaseando con él, nada serio yo… Yo ni siquiera sabía que él aceptaría… No planeé esto.
Jimin asintió despacio —los vi follar, pero no pude quedarme, tú te veías tan… —Jimin tragó saliva queriendo alejar de su mente la escena. Ver a su novio haciendo prácticamente el amor con ese hombre le dejó un tremendo nudo en su garganta y un dolor enorme en su corazón.
Jamás habían traspaso el límite, siempre uno estaba presente y terminaba la tarea que el tercero iniciaba, pero por primera vez Taehyung había roto las normas.
—Lo siento, amor, no sé qué me pasó, simplemente me dejé llevar… Jiminie —dijo con miedo porque sabía que lo había arruinado todo.
Jimin no dijo nada más y cuando se cerró la puerta principal él no se sintió más aliviado. Con pesar salió de la cocina y se sentó en el sofá, pensó en todas las veces que sus amigos les habían advertido a ambos que lo que hacían era un arma de doble filo, que algún día llegaría alguien que los haría separar porque uno de ellos se iría con esa persona, buscando algo mejor o simplemente por innovar.
Taehyung se sentó en la silla que estratégicamente usaban para cuando llevaban a alguien más a casa, en ese lugar él se sentaba a mirar como su novio era preparado y follado por otro. Ese jamás había sido un problema porque sólo era sexo, no habían besos entre risas nerviosas, ni manos tomadas. Jimin no perdía la noción del tiempo y siempre buscaba la mirada de Taehyung para asegurarse de que todo iba bien.
Y esa noche Taehyung había olvidado todas las pautas.
No tenía idea porque se había comportado de esa manera, él debía darle la seguridad a Jimin de que follar con Seokjin era como hacerlo con cualquier otro.
Era solo sexo, ¿no?
Taehyung exasperado se pasó una mano por su cabello enojado consigno mismo por haber llevado las cosas tan lejos y no quería escuchar a los demonios que le susurraban que había tenido el mejor sexo en mucho tiempo, que sentir dentro de él a Seokjin se había sentido correcto y que si pudiera volver a hacer lo haría una y mil veces más.
Taehyung jamás pensó que Kim Seokjin sería el causante de la mayor crisis dentro de su relación de pareja porque para él Kim Seokjin siempre había sido un imposible.
Y ahora no sabía como iba a enfrentarlo el día lunes en el trabajo, ni como arreglaría las cosas con el hombre más importante en su vida.
***
Hace mucho quería escribir algo así, espero que les haya gustado. Si les interesa una segunda parte no duden en hacérmelo saber 🤗.
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