Escuela / Taehyung *
Decidí pasar una de mis obras a estos oneshots, puede ser que ya lo hayas leído
Se recomienda leer pausadamente, letra Times New Roman , fondo negro y en el modo de lectura en desplazar para una mejor experiencia, ahre
Mi amiga Saehye está muerta
Todos los alumnos de la clase 1-B miraban el retrato de Saehye, que estaba decorado con dos lazos negros en las esquinas. Velas encendidas y flores blancas lo rodeaban.
Saehye era la alumna más hermosa que habían visto. Su cabello negro que aunque era natural todas creían que se lo teñía, pues era tan negro como el petróleo y no el negro básico que se acostumbraba a ver. Sus labios rojos y sus dientes perfectamente alineados hacía que resaltara de la multitud, al igual que su pálida piel y alta estatura, pero lo que más la caracterizaba eran sus ojos. Grandes, rasgados y de un extraño gris pálido.
La sala donde estaba la clase entera estaba en un silencio sepulcral, por respeto a la memoria de la difunta.
En la primera fila estaba Wendy, su mejor amiga, con la mirada clavada en el suelo y junto ella Taehyung, pareja de Saehye.
El silencio fue interrumpido por el profesor, que habló después de que todos colocaron una flor blanca frente a la foto.
—Regresemos al aula, muchachos.
El salón, como rara vez, estaba en silencio. El pupitre de Saehye, en el centro del salón, llevaba un florero de lirios blancos y todos evitaban a toda costa mirarlo.
El pizarrón estaba en blanco, los pupitres sin nada sobre ellos y las ventanas y puerta cerradas. El profesor estaba frente a su clase, parado tras su escritorio.
—Como su profesor, también lamento la muerte de Saehye. Según la policía todavía no capturaron al culpable y parece que podría seguir en la zona —El profesor Seokjin miro con pena a sus alumnos —Chicas, intenten no volver solas a casa.
Wendy miró por primera vez a las flores en el pupitre de su amiga, a dos lugares de distancia.
—La muerte de Saehye es una tragedia, pero es la realidad —Seokjin continuó —Por mucho que lo lamenten, eso no la traerá de regreso.
Todos, casi como si hubiera dicho una orden, bajaron la cabeza.
Pensar que alguien con quien convivían a diario ya no iba a volver jamás era demasiado duro.
El sonido de la puerta abrirse hizo saltar al profesor y a uno que otro alumno, pues todo estaba tan silencioso que cualquier cosita o cualquier ruidito se escuchaba fuerte y claro. Por lo que, con rapidez, todos miraron a la puerta.
—Perdón por llegar tarde.
Sus rostros perdieron color, la mayoría aun estando sentados retrocedieron, haciendo sus sillas chillaran al arrastrarse por el piso.
Jadeos entrecortados, inhalos y exhalos bruscos fue lo único que se escuchó.
El profesor Seokjin retrocedió unos pasos y sintió como su sudor frío recorría su espalda.
Wendy comenzó a temblar, pero aun así habló:
—¿S-Saehye?
Las noticias se esparcieron por todo el campus y no hubo otra opción más que convocar una junta de docentes, dejando a los estudiantes con horas libres.
Saehye se mecía a sí misma, descansando su peso en un solo pie para después hacer lo mismo con el otro, tarareando una canción en lo que observaba con aburrimiento los árboles y una que otra hoja muerta en el piso.
—... pero no creo que me diga que no hyung, ¿qué opinas? —El más alto de los dos estudiantes miró a su amigo, esperando una respuesta, pero frunció el ceño al ver que no le estaba prestando atención, pues miraba fijamente a algo o a alguien.
Siguió los ojos de su amigo y miró a la pelinegra, que estaba de perfil frente a ellos, observando el cielo —Esa es la chica zombie ¿no? La de la clase 1-B.
El mayor movió su cabeza arriba y abajo, sin dejar de mirarla —Mierda, la muertita está hermosísima.
El castaño asintió, dándole la razón —Hyung, te juro que no importa si está muerta o no, quiero salir con ella.
Ambos estudiantes siguieron mirándola, acto del que Saehye ni cuenta se dio, pues en ese momento no había nada interesante que hacer más que ver unos simples árboles.
—Saehye.
La pelinegra miró a su derecha, dónde el profesor Kim la miraba con cara seria.
—Oh profesor, ¿qué sucede?
—¿Puedes venir a la sala de proyección un minuto?
Saehye asintió y Seokjin comenzó a caminar con la pelinegra rozando sus talones.
El aula de proyección era utilizada solo por los maestros y uno que otro alumno de último año.
Seokjin se recargó en el escritorio e Saehye se quedó parada frente a él, esperando a que hablara.
—¿Eres una gemela de Saehye?
—Soy hija única.
Seokjin apretó la mandíbula —Deja las bromas.
Saehye se acercó a Seokjin —Profesor...
Sin vergüenza y con rapidez, acarició con fuerza desde su muslo interno hasta su entrepierna, donde dejó un apretón mientras sonreía coqueta.
Seokjin tomó su brazo y la jaló —Para...
Saehye se dejó caer sobre el cuerpo de Seokjin, que la detuvo —¡Oh! ¡Profesor!
Seokjin intentó moverse —¡OYE!
—Estaremos juntos cuando me gradúe ¿Cierto?
El profesor trató de tomar uno de los brazos de Saehye, pero estaba tan aferrada que le resultó imposible —Saehye... ¡Suéltame!
Saehye hizo lo contrario, con todas sus fuerzas abrazó el torso de su profesor y gimió ante la cercanía.
Como era de esperarse, nadie en el aula 1-B salió en las horas libres. Todos murmuraban alterados sobre la única ausente, la compañera que supuestamente estaba muerta.
—¿Cómo es posible? ¿Qué los fantasmas no levitaban? — preguntó un chico de lentes.
—No va a levitar porque está viva, idiota.
Todos estaban parloteando alrededor del pupitre de Saehye, que seguía con los lirios al centro.
—¿Tú sabes algo Wendy?
La castaña negó con preocupación —N-no lo sé.
—¿Y tú Tae?
—No tengo idea hyung.
—Si esa es la verdadera Saehye deberíamos estar felices de que está viva.
—Sí, sí.
—Sigo sin ent–
Un chico de cabello negro entró al aula a toda velocidad, y comenzó a señalar el pasillo —¡VENGAN YA, ALGO LE PASA AL PROFESOR KIM!
Todos corrieron por el pasillo, siguiendo la carcajada que se oía al final, en el aula de proyección.
—SAEHYE. SAEHYE. SAEHYE.
El profesor Kim gritaba en lo que tres profesores intentaban que se quedase quieto, pues no dejaba de golpear su cabeza. Las venas de su cuello y frente estaban hinchadas y sus carcajadas seguidas del nombre de Saehye hacían de esa una escena aterradora.
—Se volvió loco —Habló uno de los profesores —Llevémoslo al hospital ya.
La clase no necesitó ver más. Todos regresaron al aula más alterados que antes.
—¡Mierda! ¿Vieron su cara?
—¿Creen que esté bien el llevarlo a un hospital?
—Estaba gritando cuando los profesores lo encontraron.
—¡¿QUÉ ESTÁ PASANDO?!
—¡¿Cómo mierda voy a saberlo?!
—¿Por qué el profesor mencionaría a Saehye?
—No lo comprendo ¿qué no la encontraron descuartizada?
Los profesores hablaban en la sala de maestros, pues después del incidente del profesor Seokjin se había corrido la voz.
—¡¿La estudiante está viva?!
—Al parecer sí, ¿entonces el cadáver no es de ella?
—¿Pero y el registro dental?
—En el laboratorio criminalista dijeron que todas las partes que encontraron de la chica fueron quemadas...
—Sinceramente no sé qué pensar.
Las clases habían terminado temprano a petición de los maestros e Saehye no dudó en acercarse a su novio, que al igual que todo el grupo, estaba distante con ella.
—Me gustas mucho, Taehyung —Saehye se sentó en el pupitre del castaño en lo que este guardaba sus cosas en la mochila, o eso fingía, pues en todo el día no habían sacado ni un lápiz para escribir.
Taehyung tembló cuando la pelinegra lo abrazó cuando se puso de pie. Le aterraba el tener a Saehye prácticamente sobre él.
«Saehye trastornó al profesor Kim» pensó
La pelinegra enredó su brazo al de Tae y caminó con él hacia la salida. El castaño estaba tenso y sintió todas las miradas de todos en el campus sobre ellos, o específicamente, sobre ella.
Saehye no se dio cuenta o no le tomó importancia, pues en todo el camino observó con ojos de enamorada el rostro deformado por el miedo de su novio.
—¡Chicos! ¡Espérenme! —Taehyung le gritó a dos de sus compañeros que caminaban delante de ellos —Adiós Saehye —la pelinegra hizo un puchero y abrazó más el brazo del castaño —Ya, adiós, ya quítate.
Zafó su brazo de los de Saehye y sin voltear a verla corrió con los chicos, que evitaban mirarla a toda costa.
Saehye hizo un mohín y observó con esperanza a sus lados, hasta que por suerte, se encontró con Wendy caminando sola.
—¡Wendy!
La castaña se tensó al escuchar su voz y aceleró su paso inconscientemente.
Saehye caminó rápido en dirección a su mejor amiga —¡Wen! ¡Deja de caminar! ¡Espérame!
Wendy tembló cuando la pelinegra llegó a su lado —¡Tontita! No me escuchabas.
—Lo s-siento...
—Mmh, no importa —Se encogió de hombros —¿Sabes? Creo que a Taehyung le pasa algo raro, es como si me evitara ¿sabes por qué haría eso? —Hizo un puchero —Me siento mal por engañarle con el profesor per.... ¿Me estás escuchando?
—Sí.
—Wen, tú también estás rara. Todos en clase, de hecho —Su voz comenzó a cambiar —Si sabes que pasa deberías decírmelo, eres mi mejor amiga.
Ambas seguían caminando, el recorrido hacia su casa no era muy largo, pero tenían que pasar por un puente que estaba sobre un río hermoso.
Las dos ya estaban pisando la madera de aquel puente, pero Wendy estaba tan metida en sus pensamientos, que ni cuenta se dio.
Todo está bien, tal vez nada de esto pasó, tal vez Saehye no está muerta, tal vez todo fue un sue-
La castaña miró a Saehye por primera vez en el camino y su rostro perdió color. Dejó caer su mochila y retrocedió unos pasos.
Aquí es donde...
La pelinegra estaba en la orilla del puente, con las manos descansando en la barda, mirando hacia el fondo del río.
—¿S-Saehye? ¿Q-qué e-esta–
La mirada penetrante y obscura que le dio la pelinegra la dejó muda por un segundo.
El odio que vio en esos ojos grises la hizo gritar del susto y salir corriendo en dirección contraria de la que venían.
El corazón le latía fuerte en su pecho, su respiración estaba entrecortada, su mirada estaba borrosa pero no detuvo su recorrido hasta que llegó de nuevo a la escuela, donde se dejó caer de rodillas por el tremendo susto que sentía.
Cuando sintió una mano en su brazo gritó con todas sus fuerzas. Sus ojos ya estaban llorosos y por más que se trataba de zafar no podía.
—¡WENDY SOY YO, MÍRAME!
Wendy dejó de forcejear y soltó un sollozo ahogado, que llevaba reprimiendo desde hace mucho tiempo —Taehyung tengo mucho miedo.
—Yo también Wendy, me voy a volver loco cómo el profesor. Eso es lo que ella quiere Wen ¡Ella nos quiere volver locos! ¡Estoy seguro!
—¿Qué vamos a hacer?
Taehyung, con pánico miró a sus alrededores y habló:
—El único camino que tenemos de escapar de ella es entregándonos a la policía.
El profesor Kim, con una sonrisa en su rostro, miró su reloj — Aquí termina la clase ¿quieren tiempo libre?
—¡Sí!
La clase 1-B, tuvo una clase al aire libre, en el río de la ciudad, donde hicieron ejercicios con los árboles de la zona, practicaron como cortar madera para hacer una fogata, ver la diferencia en las hojas de algunos árboles, como saber el tipo de agua de un río, y cosas como esas.
Los alumnos sacaron algunas cosas que habían llevado por si les dejaban tiempo libre, en su mayoría pelotas de voleibol o de simple plástico.
En los alrededores del río habían acantilados de gran altura a las que no era muy complicado subir, por eso, el profesor Kim, con la cajetilla de cigarros en sus manos, se propuso subir ahí, para así vigilar a todos desde arriba y al mismo tiempo no incomodarlos por el humo de su cigarrillo.
—Oh profesor ¿no viene con nosotros a jugar voleibol? —preguntó una de las alumnas.
Seokjin negó, mostrando la cajetilla —Estaré allá arriba ¡diviértanse!
Wendy, quien llevaba una pelota de plástico entre sus manos miró a Saehye, que observaba atenta a una persona —¿Vienes Saehye?
La pelinegra miró a Wendy con el ceño exageradamente fruncido —Ay Wen ¿no crees que estamos grandecitas como para jugar a la pelota?
Chae, una de las estudiantes, miró la escena y volteó los ojos —Ash, ignórala Wendy y mejor ven a jugar con nosotras.
Saehye fingió vomitar cuando observó a Chae, y sin más, se dio la media vuelta y caminó hacia la colina.
Wendy bufó por la actitud de su amiga y fue junto a sus compañeras, que ya se estaban dividiendo en equipos.
Casi toda la clase participaba en un juego: fútbol, voleibol, quemados, u otra cosa a la que implicara un balón.
Seokjin le dio una calada a su cigarro, turnándose para ver a un grupito cada cierto tiempo. Pero su mirada dejó a los estudiantes para concentrarse en la persona que se había sentado junto a él.
—Oh, eres tú
—Seokjin...
El pelinegro volvió la vista a quienes jugaban fútbol —¿No irás a jugar con los demás?
Saehye negó —Yo ya soy una adulta.
Taehyung observó desde atrás como Saehye se sentaba cada vez más cerca del profesor, y siendo cuidadoso, se fue acercando.
Chae miró hacia arriba —Oye Wendy, mira eso —Señaló al profesor y a la pelinegra —La zorra de Saehye está coqueteando con el profesor Kim otra vez —Soltó una risa nasal —No puedo creerlo, es una puta.
Hee asintió con una sonrisa y habló, dirigiéndose también a Wendy —Ella coquetea con todos porque no hay chica que pueda tolerarle, excepto tú.
Wendy soltó una risa cuando uno de los balones que estaban utilizando los chicos dio a parar en la nuca de Chae, haciendo que sus lentes cayeran al suelo.
—Hemos sido amigas desde pequeñas.
Saehye comenzó a dibujar espirales con el dedo índice en el brazo de Seokjin —Te vas a casar conmigo ¿verdad?
El profesor soltó una risa nasal —¿Estás bromeando?
—Sólo divórciate de tu esposa...—Saehye se acercó a su oreja.
Seokjin movió la cabeza, acto que hizo que Saehye se quitara de encima blanqueando los ojos —De ninguna manera Saehye. No seas ridícula.
Saehye sonrió y habló fuerte y claro, con el mentón el alto —Si no lo haces la escuela sabrá de nosotros. ¿Y qué crees? Estoy embarazada.
Seokjin sudó frío.
—Si ajá, lo típico —Trató de sonreír de modo de burla, pero cuando recordó que la última vez no usó condón, su cara se deformó en una mueca
—¡SAEHYE!
Ambos abrieron los ojos como platos y se giraron con rapidez.
Taehyung miraba a Saehye con furia.
—No puedo creerlo... —Sin esfuerzo, la tomó del brazo y la jaló sin cuidado hacia él, levantándola con fuerza.
—¡TAEHYUNG ME DUELE!
—¡¿QUÉ ESTÁ PASANDO ENTRE EL PROFESOR KIM Y TU?! ¡¿EH?!
Tanto Seokjin como Saehye abrieron mucho los ojos, claramente por el pánico de que alguien se enterara de su relación.
—¡SUÉLTAME! ¡¿ME ESTABAS ESPIANDO?!
—¿QUE TANTO HAN HECHO? —Esta vez el grito fue diferente.
—NO ME GRITES, NO ES TU PROBLEMA.
Los gritos comenzaron a llamar la atención de los demás, que miraban hacia arriba, alertados y sorprendidos por lo que escuchaban.
—¿Qué está pasando?
—Saehye y Taehyung están como locos.
Hee y Chae sonrieron —Parece que a Saehye se le acabó su tiempo de putear.
—HABLA SAEHYE.
La pelinegra enfureció y trató de zafarse del doloroso agarre de su novio —HICE DE TODO ¿ME OYES?
Y para sorpresa de todos, el sonido de una fuerte bofetada se escuchó. Taehyung le volteó la cara a Saehye de un golpe en la mejilla.
Saehye, furiosa, llevó su mano a su mejilla ardiendo del dolor y lo miró de nuevo —¿QUIÉN TE CREES QUE ERES?
Lo empujó fuerte, y esta vez Tae zafó su agarre, pues estaba sorprendido sobre lo que acababa de hacer. Enseguida se arrepintió y antes de que Saehye se alejara la tomó nuevamente de donde mismo.
—¡Espera!
—Suéltam- —En un intento de forcejear, Saehye pisó la orilla del acantilado, y por el equilibrio, terminó cayendo.
—¡SAEHYE! —Seokjin y Taehyung jadearon al ver la cara de Saehye al caer. Se tiraron al piso y aunque trataron de tomarla en el aire, no fue posible salvarla.
Cualquiera juraría que a ninguno de los estudiantes se le olvidaría el sonido que se escuchó cuando el cuerpo de Saehye impactó el suelo.
La caída fue de una altura tan grande, que era imposible que la pelinegra sobreviviera.
Todos se acercaron al cuerpo, que cayó de cara justo donde la tierra estaba dura y llena de piedras y los gritos de horror no se hicieron esperar.
—SAEHYE.
—NO PUEDE SER ¡MALDICIÓN! ¡NO PUEDE SER!
—¿Está bien?
—No se mueve, chicos.
—Está muerta.
Seokjin y Taehyung no tardaron en meterse entre las personas. Temblorosos, se acercaron a Saehye con miedo, especialmente Taehyung, que la había empujado por accidente.
El menor comenzó a delirar con lágrimas en los ojos, dejándose caer sobre sus rodillas frente a Saehye —ES MI CULPA, YO LA MATÉ —gritó en lo que llevaba sus dos manos a la cabeza y miraba la sangre que comenzaba a escurrir —¡YO LA MATÉ! ¡ES MI CULPA!
Nadie sabía que hacer. Saehye estaba sobre el charco de su propia sangre con una pierna prácticamente volteada y Taehyung temblando y llevando su cabello hacia atrás con violencia.
El castaño se paró de golpe y caminó hacia otra parte, pasando entre los estudiantes —¡Llamen a emergencias! ¡PIDAN UNA AMBULANCIA!
—Espera Taehyung —Seokjin sostuvo su antebrazo —¿Vas a confesar que tú la empujaste?
Todos hicieron un círculo entre el cuerpo de Saehye, Taehyung y el profesor. Todos se callaron y miraron al castaño, quien tenía la mirada en el piso, con miedo.
Y los murmullos se hicieron presentes:
—Taehyung ¡no te entregues!
—Tiene razón.
—No lo hagas.
—No es culpa tuya Tae.
—Saehye se lo buscó.
—Ella merecía morir.
—Una persona así debería morir. Siempre fue cruel.
—Siempre odié su forma de ser.
—No arruines tu vida por una zorra como ella, Taehyung.
—¡Es cierto!
—¡Sí!
—Tiene razón, es mejor así.
—Tenía que morir...
Wendy se acercó a Taehyung, que mordía su labio inferior con pánico y lloraba en silencio.
Descansó su mano en uno de sus hombros y habló —Todos te protegeremos Tae, está bien.
Todos asintieron.
El castaño, después de ver al profesor y de ver el cuerpo de Saehye, asintió repetidas veces.
Seokjin caminó hacia una de las cajas de herramientas que llevaban —Hoy llevamos carpintería ¿cierto? —Sacó una de las sierras manuales que usaban en sus prácticas —Escuchen; chicos, solo déjense la ropa interior y chicas, vayan a otra parte y no vean.
Todos asintieron con lentitud. Era obvio que estaban aterrados, pero no tenían otra opción.
Los chicos comenzaron a quitarse las camisas, en lo que el profesor les pedía que trajeran sus sierras. Las chicas, la mayoría temblando, se fueron caminando hacia otro lado, prácticamente todas abrazadas.
Seokjin, cuando terminó de quitarse la ropa, arrastró el cuerpo de Saehye y con ayuda de los chicos que ya habían acabado, comenzaron a desnudarla.
Evitaban mirarla a la cara y cuando se deshicieron de todas las prendas, todos la rodearon con las sierras, tijeras o mazos en las manos, cualquier cosa de su caja de herramientas servía.
—Hagámoslo.
Con todo y el temblor de sus manos, Taehyung fue el primero en cortar. Colocó la sierra en el antebrazo y con miedo comenzó a desgarrar la piel. Enseguida todos los siguieron, unos cortando pierna, el abdomen y otros lugares más.
Cortar los huesos y ser salpicados por la sangre era la peor parte, pero todos gritaron cuando Saehye escupió sangre de su boca como si de una fuente se tratase en lo que abría los ojos con violencia.
La pelinegra comenzó a toser y con sus ojos observó con rapidez a todos los hombres semidesnudos frente a ella. Los hombres observaron los gestos de dolor de Saehye y no supieron que hacer.
—ESTÁ VIVA.
—OH POR DIOS ¡¿QUÉ HACEMOS?!
Seokjin le arrebató las tijeras a uno de sus alumnos y con la mano echa puño tomó impulso.
—¡DENSE PRISA!
Y sin fallar, apuñaló el pecho de la pelinegra con las filosas tijeras. Su rostro y torso no tardó en bañarse de sangre, pues con todas sus fuerzas jaló hacia abajo las tijeras, haciendo una herida enorme en el pecho de Saehye. Todos observaron el rostro de la chica cuando jadeó y dejó de mover los ojos.
El profesor Kim sintió un escalofrío cuando aun estando muerta, Saehye lo miraba secamente a los ojos.
—Sigan cortando.
Como no era nada fácil cortar extremidades, muchos se apoyaban de los mazos. Primero rasgaban la piel y los músculos con la sierra, y cuando el camino se hacía cada vez más difícil, golpeaban con el mazo la extremidad, destrozando los huesos para que los cortes sean más fáciles de hacer.
Cortaron su abdomen en dos, y por curiosos, comenzaron a sacar sus órganos.
—Wow, el intestino grueso es denso.
Seokjin negó —Eso es el colon. ¡Oh! he cortado el apéndice.
—Miren, Saehye comió un sándwich en el almuerzo.
Taehyung, con lágrimas en los ojos, ignoraba a los demás y se hacía de oídos sordos.
Se retiró un poco de todos y con mucho dolor y soltando sollozos, no dejaba de abrazar la cabeza de Saehye, peinando sus cabellos empapados de sangre.
—Oh, mi amor.
Algunos chicos lo miraban con lástima y otros seguían excavando en los interiores del torso.
Seokjin limpió las gotas de sudor de su frente con el brazo ensangrentado y se puso de pie —Ya está lista chicos, gracias por el duro trabajo. Ahora lávense muy bien en el río.
Después de largos minutos, tanto Seokjin como los chicos ya estaban vestidos. Las mujeres regresaron cuando las llamaron y ahora todos estaban esperando indicaciones del profesor.
—Dividimos su cuerpo en cuarenta y dos partes, ese es el número exacto de las personas que estamos aquí. Quiero que ustedes arrojen los paquetes lejos donde nunca sean encontrados.
Los estudiantes asintieron con pena y el profesor continuó —Lo siento, esto está siendo muy sorprendente. Tengan cuidado, todos ustedes. Ya se pueden ir.
La clase hizo una fila, y las partes del cuerpo de Saehye fueron entregadas. Todas las habían envuelto en unas telas de colores y estaban aseguradas por un listón grueso de color hueso.
—¿Dónde van a poner el suyo?
—Oh bueno, tal vez....
Wendy recibió el corazón de Saehye por ser su única amiga. Un paquete rosa con flores blancas y manchas de sangre fue puesto en sus manos, y como era de esperarse, comenzó a llorar.
Caminó con el paquete en manos hacia su casa. El lugar estaba desierto por la hora que era, por lo que ni se preocupó por esconder el corazón envuelto de su amiga.
No tenía idea de dónde ponerlo. Hasta que, en el camino, se topó con el puente de madera que cruzaba un río.
La castaña, con pena, se recargó en la orilla del puente y con ambas manos sosteniendo el paquete, miró hacia el fondo del río.
«Lo mejor es tirarlo aquí» pensó enseguida.
Y ahora sollozando y con temblores en las manos, dejó caer el paquete, el cual fue arrastrado por la corriente apenas tocó el agua.
Wendy, tomada de la mano de Taehyung, corrió por el pasillo del edificio uno, pasando por el almacén.
Las piernas de los dos dolían como el demonio, pero tenían que escapar, sí o sí.
Cuando iban a dar vuelta, Taehyung escuchó voces delante de ellos y frenó el paso, escondiéndose en la esquina con Wendy a su lado tratando de recuperar el aliento.
—¿QUÉ? ¿TAEHYUNG?
—¡Sí! ¡Wendy también! Los escuché en la entrada.
—¡SON UNOS IDIOTAS!
—Los otros están tras ellos ahora. Necesitamos capturarlos antes de que ellos lleguen con la policía.
Taehyung dejó de asomarse e inhaló y exhaló, tratando de tranquilizarse.
—Wen tenemos que ser más rápidos.
Wendy negó con miedo —¡Espera, no puedo correr más!
Taehyung cubrió la boca de Wendy con los ojos abiertos como platos. Pero era tarde, pues cuando Taehyung se asomó de nuevo, observó cómo los tres miraban a su dirección.
—¡MALDICIÓN! ¡CORRE!
Los dos hombres y la chica que hablaban antes, corrieron tras ellos a toda prisa.
—¡LOS ENCONTRAMOS! ¡ESPEREN!
Los castaños corrieron con pánico hacia la salida del edificio, pero detuvieron su paso cuando más de la mitad de su clase los esperaban ahí, formando un círculo que evitaba que se escapasen. Los dos cayeron al suelo por parar el paso tan rápido y por el cansancio.
Uno de los estudiantes sacó una navaja, observando al par —Intentamos discutirlo con ustedes ¿Aún quieren confesar? No podemos dejarlos hacer eso, Taehyung.
El castaño gritó —¡ALGUIEN! ¡AYUDA! ¡POR FAVOR!
Con una sonrisa macabra, el chico gritó —¡CÁLLATE TAEHYUNG!
Sin pensárselo dos veces se lanzó contra Taehyung con la navaja en mano, pero el castaño fue más rápido y pateó al pelinegro, lanzándolo un poco lejos de él.
Wendy aprovechó la distracción y jaló de Taehyung para correr.
—VAMOS TAE.
—¡ESCAPARON! ¡TAEHYUNG Y ESA MALDITA PERRA!
Ambos, debido al cansancio, comenzaron a bajar velocidad, y cuando Wendy tropezó, se llevó a Taehyung con ella.
Ambos rodaron por el piso y Wendy ya no se pudo parar. Su clase los alcanzó, y aunque la mayoría los veía con pena, no podían dejar que hablaran.
El chico que antes llevaba la navaja soltó una carcajada cuando vio que castaño intentaba ponerse de pie —NO HAY DONDE CORRER ¿EH?
Taehyung observó unos zapatos frente a su cara y sólo escuchó los jadeos de quienes los rodeaban.
Levantó la cabeza y miró.
—¿Qué están haciendo, chicos?
Wendy y Tae la miraron desde el piso y la clase se congeló en un instante.
Cuando alguien soltó un grito, todos los siguieron. Corrieron en dirección contraria y gritaban con todas sus fuerzas, mientras que Saehye los miraba con la cabeza ladeada.
Taehyung, aun en el piso, abrazó las piernas de la pelinegra con lágrimas en los ojos, y la miró.
—Saehye, por favor perdóname.
Saehye lo ignoró y miró a Wendy, que se alejaba a rastras de su amiga.
—Wendy ¿acaso estás saliendo con Taehyung?
La castaña negó repetidas veces con lágrimas en sus ojos —¡NO NO NO!
Como pudo, se paró y corrió lejos de Saehye, quien la miraba sonriendo un poco al ver como cojeaba e intentaba correr.
Más tarde, Taehyung fue encontrado en aquel sitio, pero su condición mental había cambiado.
Tres días después del incidente, Wendy y su familia se mudaron a un pueblo donde podían ver el océano.
Desde entonces, muchos de los estudiantes de la clase 1-B dejaron la escuela... y cinco se suicidaron.
Era como si todos estuvieran cayendo uno a uno.
Nadie sabía que ocurrió con Saehye.
La castaña en esos momentos, mientras caminaba por la orilla del océano, se ponía a pensar.
Me estoy estabilizando y he tenido tiempo para pensar y ... bueno, Saehye está viva.
Esa clase al aire libre... debe haber sido un sueño. Todos tuvimos esa pesadilla al mismo tiempo, ¿Puede que algo así realmente haya sucedido?
Saehye no era un fantasma cuando la vimos entrar al salón, esa Saehye era real.
Se detuvo cuando al pasar por una cueva algo la hizo tambalearse. Bajó la vista y entre la arena, justo debajo de sus pies, encontró una tela floreada rosa completamente rasgada junto con un listón color hueso.
La castaña, con el ceño fruncido, se agachó para observar aquel pedazo rosa.
Ya he visto esto antes...
Lo intentó tomar, pero un sonido, parecido al de un jadeo ahogado, hizo eco en el interior de la cueva y no pudo evitar dar un pequeño salto del susto.
¿Hay algo ahí?
Con lentitud, caminó hacia el interior de la cueva, pero no vio nada. Dudando, decidió meterse un poco más, empapándose los tenis de paso, pues la cueva tenía un nivel muy bajo de agua.
Lo que Wendy vio ahí adentro, sin duda la trastornó.
Pues una Saehye estaba creciendo en el interior de esa cueva a partir del corazón. El cuerpo de la pelinegra, con los ojos sin pupilas y con el torso a medio crecer, se tambaleaba por la corriente, como si estuviera clavada desde el fondo, sostenida por su espina dorsal a medio crecer cubierta de piel. Dos manos pequeñitas salían de los huecos donde se suponía que estaban los brazos y una sonrisa sádica estaba dibujada en su rostro. De su cuerpo casi sin forma colgaban algas marinas y un sin fin de lágrimas salían de sus ojos.
Wendy no sabía que una Saehye estaba a punto de regresar.
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Si fue muy confuso, lean de nuevo, y si aún así no entienden, dejen aquí su duda jiji
« la clase al aire libre es un flashback, por eso está en cursiva »
Esta historia está inspirada en mi manga favorito, Tomie.
¡Nos leemos pronto!
;hiena
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