5k / Will he; jhs (hasta nunca#2) (+18)
I got knots all up in my chest
Just know I'm trying my best
'Cause when you look
When you laugh
When you smile
I'll bring you back
And now i'm sad
And i'm a mess
(...)
Will your tongue still remember the taste of my lips?
Will your shadow remember the swing of my hips?
Will your lover caress you the way that I did?
Will you notice my charm if he slips up one bit?
'Cause I don't need to know
I just wanna make sure you're okay
I don't need to know
I just wanna make sure you're all safe
All safe, all safe
(...)
Will he treat you like shit just the way that I did?
'Cause I don't blame you
Tengo nudos en mi pecho
Solo sé que estoy haciendo mi mejor esfuerzo
Porque cuando miras
Cuando ríes
Cuando sonríes
Te traeré de vuelta
Y ahora estoy triste
Y soy un desastre
(...)
¿Tu lengua aún recordará el sabor de mis labios?
¿Tu sombra recordará el balanceo de mis caderas?
¿Tu amante te acariciará de la manera en que yo lo hice?
¿Notarás mi encanto si resbala un poco?
Porque no necesito saber
Solo quiero asegurarme de que estés bien
No necesito saber
Solo quiero asegurarme de que estés a salvo
A salvo, a salvo
(...)
¿Te tratará como una mierda justo de la manera en que yo lo hice?
Porque no te culpo
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(Hasta nunca)
Ocho meses después
—Me alegro que hayas decidido por fin salir con nosotros, Hoseok —Habló Namjoon con una sonrisa.
—¡Te extrañamos hermano! —Sonreí ante sus comentarios y levanté mi cerveza para hacer un brindis, o sólo para chocarlas mientras reímos.
—Es bueno estar de vuelta ¡Yo invito la siguiente ronda!
—Ah, enserio amo este restaurante —Jin llevó una papa frita a su boca.
—¿Saben? Deberíamos irnos —Habló Taehyung a mi lado.
Todos lo miramos y fruncimos el ceño.
—¿Porq-
—A la vuelta hay un bar muy bueno, yo les invito una ronda allá.
—Si, deberíamos irnos, ¡Yo también les invitaré una ronda! — Ahora hablo Jimin.
—Pero me gusta aquí, no me quiero ir. Le hablaré al mese-
Y la vi
Saehye riendo y hablando con un hombre.
Se veía feliz. Con el cabello suelto y ondulado, una blusa amarilla clara de botones que le quedaba suelta y una sonrisa tan grande que hasta me dolió verla tan feliz.
¿Pudo salir adelante?
Estaban tomados de la mano. Con los dedos entrelazados.
La señalé —¿Es por eso? ¿Es por Sae que se quieren ir? —Todos se callaron —Estoy bien, están bien y la estamos pasando bien ¿okey? No tienen que preocuparse —Sonreí.
Obviamente no estaba bien, pero me creyeron.
Me sentí herido, remplazado.
Pero no me puedo quejar y mucho menos reclamarle, es decir, terminamos por mi culpa, fui yo quien la cagó, ella jamás hizo nada malo.
La plática siguió, las risas y comentarios siguieron pero despistadamente la volvía a mirar.
Me dolía que le coqueteaba.
Jugaba con su cabello, mordía su labio, jugaba con sus dedos y asentía sonrojada.
La miraba de vez en cuando y mis ganas de ir y hablarle me ganaban poco a poco.
Preguntarle si está comiendo bien, si por fin la subieron de puesto en su trabajo, si su comida favorita seguía siendo la carne, si lleva con ella un paraguas por si llueve, si donde vive ahora está seguro, si está a salvo, si está feliz.
Y cuando se paró y se dirigió al baño, aproveché mi oportunidad.
—Siento algo en el ojo, iré al baño, de rato regreso.
Todos asintieron y siguieron conversando como si nada.
Me paré y me dirigí al baño, que para mí fortuna era unisex.
Mi corazón latió con fuerza cuando salió, se miró al espejo -que estaba junto a la puerta- y se quedó inmóvil al ver mi reflejo.
Se dio la vuelta con lentitud y me miró por milisegundos.
—Hoseok, que coinciden-
—¿Ya tienes a otro? —Interrumpí.
Mierda, eso era la último que quería preguntar
Rió secamente— Me pusiste los cuernos — Desvié la mirada — Lo que haga o no con mi vida no te incumbe, así que, si me permites — Trato de pasarme de largo pero me coloqué frente a ella, impidiéndole salir — ¿Qué quieres? — Suspiró.
—Hablar.
—Te escucho.
—Aquí no, ¿quieres ir a bebe-
—Entonces no. Muévete —Me miró molesta.
—¿Te trata bien? —Frunció el ceño —El imbécil con el que estás ¿te trata bien?
—¿Para qué quieres saber eso?
Blanqueó sus ojos y, para ser honesto, me irritó.
—Saeh-
—Es sólo nuestra primera cita ¿de acuerdo?, ya te estoy olvi-
—No digas que ya te olvidaste de mí, porque ambos sabemos que no es verdad — La tomé del mentón y levanté su cara, para que me mirara de frente.
—Los errores son difíciles de olvidar.
Golpe bajo
La acorralé en el pasillo y me acerqué a su rostro —Tu sola te acabas de contradecir ¿Qué no se supone que me estás olvidando?
No dijo nada, ni tampoco hizo una expresión.
Sólo se quedó ahí, mirándome.
Miré sus labios y por inercia mordí los míos —Sae; ¿Ya olvidaste a que saben mis besos? ¿O cómo te hacia olvidar tu propio nombre en la cama?
Sonrió.
Bingo.
—O... simplemente ¿No lo puedes ni quieres olvidar?
—Escúchate Hoseok, estás siendo ridículo. Tengo que volver.
La volví a detener, esta vez suspirando —Saehye, sólo bésame y no te hagas la difícil.
Me acerqué a su rostro y de un segundo a otro nuestras lenguas ya se acariciaban y jugaban.
Me correspondió.
Sonreí en medio del beso, pegándola a mí.
Nos separamos y metimos al baño con mucha, demasiada, prisa.
No era el cuarto más espacioso y cómodo del mundo, pero en situaciones cómo estás, cualquier lugar es bueno.
Desabotonó su blusa y la dejo en alguna parte del cuartito.
Y desperté, literal.
Su cuerpo.
Su delicioso cuerpo estaba frente a mí después de mucho tiempo. De nuevo sólo para mi.
—Hagamos esto rápido —dijo desabrochándose los pantalones.
—Oh, eso si no —me miró y aproveché para besarla.
Me correspondió al instante y comenzó a levantar el borde de mi camisa, mordiendo con fuerza mi labio inferior.
—Quiero verte —Hablé en sus labios y ella al instante se desabrochó el sostén, sin separarse el beso.
Bajé por su cuello y la mordí y marqué a mi antojo. Mordí su clavícula, chupé y besé su quijada y cuello mientras ella gemía y tocaba mi entrepierna sobre la tela.
Llevé uno de sus pezones a mi boca mientras bajaba levemente su pantalón hasta las rodillas. Succioné, mordí y chupé su botón hasta dejarlo mojado y completamente rojo.
—Demonios, te extrañé tanto —dije mientras trazaba un camino de besos hacia su otro pecho y aprovechaba para acariciar sus pliegues aún sobre la tela.
Gimió.
—Estás empapada —dije para después estirar su pezón con mis dientes, mirándola a los ojos.
Reprimió su gemido, suspirando fuerte y mordiendo su labio inferior.
—No te reprimas — Bajé sus bragas.
— Estamos en un baño, claro que me voy a reprimir —Quitó mi cara de sus pechos y mordió mi cuello mientras desabrochaba mi pantalón.
Suspiré mientras delineo mi quijada con su lengua y mordió más abajo, justo como me gusta.
—¿Ella te puso así? —bajó los pantalones y la ropa interior de golpe mientras yo me quedé inmóvil.
Tragué en seco —¿Ella?
—Sabes perfectamente a quien me refiero — mordió el lóbulo de mi oreja y me extendió un condón —¿Ella te puso así de duro? — habló moviendo mi miembro.
Negué —Sólo tú me pones así.
Sonrió y me dio la espalda, restregándose contra mí.
—Entra ya.
—Te quiero ver así unos segundos, tan dispuesta, tan vulnerable.
La tomé de la cintura con una mano y con la otra tomé mi pene y restregué la glande entre sus pliegues.
—Métemela ya Hoseok.
Me puse el condón tan rápido como pude y entré en ella de golpe.
Volvió a reprimir su gemido y en respuesta la tomé del pelo y lo jalé.
Me comencé a mover, las embestidas eran profundas, lentas pero duras, Sae se tapó su boca con una mano y con la otra se recargó en la pared.
La jalé fuerte del cabello y me acerqué a su oído — ¿Ese imbécil te hace gemir así?
—Cállate Hoseok.
—No —Le di una embestida con fuerza —Y gime, quiero que todos escuchen como sólo yo te puedo poner, en especial ese imbécil.
Estábamos siendo ruidosos, con o sin gemidos, ya que el choque frenético de nuestras pieles hacían un eco y un ruido impresionante.
—Mmh... más, más rápido.
—Lo que quieras, bebé —Me comencé a mover. Rápido, duro y profundo, me incliné y dejé besos y mordidas en toda su espalda.
Saehye era un desastre. Sus mejillas estaban rosadas, su cabello despeinado, su piel estaba roja, sus labios rojísimos y mojados y su espalda tan arqueada que cualquiera pensaría que se va a romper.
—¿Estás cómoda?
—¡Sigue! Mierda, más, más.
Con una de sus manos tomó su trasero y lo separó un poco.
Literalmente se la metí tan profundo como pude cuando ella misma amasó su trasero y se encajaba las uñas.
A la mierda
La tomé del cuello -como si la estuviera ahorcando- y la enderecé, sin salir de ella.
—Te gusta que te trate así ¿verdad?
Seguí embistiendo con fuerza, sin ser considerado ni cuidadoso en lo absoluto.
Mi ego subió al escucharla gemir y lubricar como loca.
Son tantas las ganas que tengo, que lo único que quiero es que ella llegué y disfrute como nunca.
—Ya-a casi.
Nos vinimos al mismo tiempo. La pegué completamente a mi cuerpo, abrazándola por atrás y escondiendo mi rostro en el hueco de su cuello.
Nos quedamos así unos segundos, regularizando nuestras respiraciones.
Salí de ella y ambos jadeamos.
Tiré el condón y Saehye sonrojada comenzó a limpiarse.
—¿Te arrepientes? —Pregunté pasándole su blusa, en lo que ella se ponía el sostén.
Suspiró y me recargué en la puerta, observándola.
Se terminó de abotonar la blusa y saco un pequeño espejo de quien sabe donde para mirarse el cuello, justo donde dejé varias marcas rojizas —¿Quieres la verdad?
—¿Por qué? ¿Ahora mientes? —Cerré mi pantalón sin dejar de mirarla.
Suspiró y bajó el espejo, para ahora mirarme a mí —Me arrepiento —Acomodó su pantalón y movió su cabello, ocultando su cuello —Adiós Hoseok.
Se fue del pequeño cuarto, y esta vez volví a cometer el mismo error.
No ir tras ella.
Me quedé unos segundos asimilando lo que acababa de pasar.
¿Arruiné todo? ¿Me odia?
Salí del baño y la encontré afuera recargada en la pared, esperándome.
—Sae, no quiero que t-
—Tú sal primero.
Quería detenerla y bésala de nuevo pero su cara me lo decía todo. No me quería ver.
—Sae.
—Por favor Hoseok, sólo salte.
Asentí con algo de decepción.
Salí, caminé hacia mi mesa y me dejé caer en mi lugar, junto a Taehyung.
—¡Hobi! ¿Dónde est- —Todos me miraron con sorpresa —Oh, ya nos dimos cuenta.
Cierto, Sae me marcó.
—¿Enserio Hoseok? ¿Caíste tan bajo?
Ignoré el comentario de Yoongi, y bajo la mirada desaprobatoria de Seokjin, le di un sorbo a la primera cerveza que vi.
Bajé el tarro vacío y justo en ese momento pasó Sae por nuestra mesa para ir a la suya.
No me fijé si los demás la miraron también, pero cuando la seguí con la mirada y paró en su mesa vacía se me rompió el corazón.
El tipo se fue.
Escuchaba la voz de Jimin y Namjoon hablaban pero solo podía ver a Saehye sentada, sola, mientras apoyaba su cabeza con una de sus manos y en la otra sostenía una nota.
Suspiró y tapó por completo su rostro con sus manos.
Observé cómo sacó su bolsa y dejó dinero mientras se ponía de pie.
Me traté de levantar, pero las manos de Taehyung me lo impidieron.
—Déjala ir Hoseok.
Enfurecí. ¿Cómo iba a dejar que Sae saliera así?
Más porque fue por mi culpa. Más porque volví a hacerle daño. Por puta segunda vez.
Me zafé de su agarre y lo miré —No me digas que hacer.
—Pero Ho-
—Déjalo Tae —habló Jungkook —Él sabe lo que hace.
Me paré y corrí hacia la salida, encontrando a Sae en la esquina, ya con su abrigo puesto.
—¿Estás bien?
Giró sorprendida —¿Qué haces aquí?
—Me preocupé cuando te vi sola en la mesa.
—¿Entonces viste como me abandonaron? —Soltó una risa nasal —Supongo que lo merezco.
—No digas eso, no lo mereces, nada de las cosas malas que pasan las mereces.
Me miró con cara de pocos amigos—¿Qué haces aquí Hoseok? —Respondió ya fastidiada.
— ¿No puedo salir a ver como estás? ¿Tanto me odias?
Asintió —Vuelve Hoseok, tus amigos te esperan —Sonrió —Ten una buena vida.
Y sin más, se fue.
181011
Este shot es especial para mi por dos razones: la primera es porque hice una segunda parte del primer shot que escribí, (hasta nunca, publicado el 3 de abril) y la segunda es porque esa canción es mi favorita (fuera de bangtan, obvio)
pd: habrá tercera y cuarta parte
Hiena
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