44. Egoísta / Hawks

Suspiró por enésima ocasión en el día viendo el montón de papeleo, dejó caer su cabeza en el respaldo del asiento conteniendo su respiración, se sentía agotada, fastidiada, exhausta, harta de su rutina diaria. Volvió a levantar, abrió uno de los cajones para buscar alguna pastilla para el dolor de cabeza, removiendo en el cajón encontró una foto ya bastante maltratada qué solía llevar siempre en su cartera.

— Hera, solicitan tu apoyo para una misión —. Entró su asistente.

Cerro el cajón de un golpe tratando de volver a la normalidad, se cruzó de brazos aun visualizando la fotografía en su cabeza.

— ¿No mencionaste de mi retiro? Creí que para estas alturas ya deberían saberlo —. Se quejó.

Hacía ya casi el año que había anunciado su retiro como heroína, por supuesto que causa mucho comentarios negativos siendo toda una controversia su retiro a tan temprana edad. Ahora solo funcionaba como investigador privado del cual, mucho trabajo no solía tener debido a su poca credibilidad y la creencia popular de su falta de compromiso al deber.

— Si, pero no pareció importarle, dijo que no podrías rechazarlo.

— ¿Qué héroe es para negarme a rechazarlo?

— Es Hawks, mi señora.

[...]

— Sabía que no podrías rechazarme —. Dijo a forma de burla — ¿Cuánto tiempo? ¿4 años? ¿3 años?

— ¿Por que me llamaste? Me retiré hace meses —. Bufó.

Hawks cruzó sus brazos por detrás de su nuca adoptando una pose más relajada. La joven delante suyo se mantenía erguida, con una de sus cejas arqueada, observó a detalle su rostro, ha cambiado desde la última vez que pudo verla en persona, ha cortado su cabello y lo ha teñido, sus ojos ya no llevan aquel brillo, solo son unas esferas grises, opacas, sin vida. 

— Ah sí, la heroína que sólo hacia fiestas, se la pasaba en pasarelas e incluso dio un show en un cabaret, pero en su trabajo como héroe era un desastre —. Empezó a enumerar — Por supuesto que recuerdo los encabezados, es una pena que nunca me hayas invitado a ese show tan exclusivo del cabaret, me sentí ofendido.

— Deja de burlarte. Ve al grano.

— No es burla, aún me considero un gran admirador tuyo, seguía de cerca tu fallida carrera. Gracias a mi fue tu fama.

La expresión en el rostro de Hera cambio, sus ojos se ensancharon alzando ambas cejas, empezó a sentir sus puntiagudas orejas calentarse, desvío la mirada avergonzada, el golpeteo de su pie delata su nerviosismo. ¿Pero qué era lo que esperaba? Trata de volver a su postura inicial, apretando su mandíbula, viendo con desdén al segundo mejor héroe. 

Se había dejado fotografiar con él delante de periodistas, incluso ella misma pagaba para que sus fotos como pareja se filtraran dando así de que hablar en diversos foros, y luego dejarlo sin ninguna explicación para ahora si iniciar con su breve pero turbulenta carrera de héroe, en la que su fama se debía únicamente a ser la ex novia de Hawks, etiqueta que aun en su retiro no logró deshacerse.

— ¿Vas a reclamarme únicamente?

— No, claro que esperaba decírtelo en persona porque me dolió el descaro con el que me usaste, pero estoy en una situación en la que ahora debo ser yo quien use de tu mala fama —. Su mirada se volvió afilada, cambió completamente su semblante a uno más serio — Necesito tu show de cabaret de vuelta...

— No —. Dijo casi de inmediato, siendo su voz algo fuerte.

Sorprendiendo incluso a Hawks por el tono usado.

Llevó ambos brazos detrás de su cuerpo, rascando su antebrazo con desesperación, aun cuando en su rostro trabajaba por no reflejar nada, esos ojos sin brillo para Hawks decía todo, ese vacío, esa poca expresividad y su miedo por volver a ser la atención, no ocupaba más para leerla. Después de todo, aun cuando para ella solo fue un medio, en el pasado para alado significó mucho. 

— No era una pregunta, tu show va a ser el punto donde se llevara acabo la operación de captura, mi equipo en cooperación con otras agencias. Lo único que ocupamos de ti es que vuelvas a bailar en ese tubo, lo hiciste ya una vez, no será difícil una segunda.

— Mi retiro fue para alejarme de todo ese mundo, no lo haré, Hawks.

[...]

Pasó el jabón por su brazo izquierdo, luego al derecho, lo paso sus senos, bajo por su abdomen y luego volvió a repetirlo, para cuando volvió a terminar, nuevamente inicio con el ciclo, tallando con aún más fuerza a la vez anterior, que este fue aún más fuerte a su antecesor, ha perdido ya la cuenta de cuánto ha pasado el jabón por su cuerpo.

El agua sigue golpeando con fuerza contra su cuerpo desnudo,  mientras que con gran frustración vuelve a tallar su cuerpo de forma brusca, hasta que el jabón se resbala de sus manos, cayendo contra el suelo. Es ahí cuando finalmente para, y abre paso a las lágrimas. No importa cuanto este tallando, la suciedad en su cuerpo no parece irse.

Golpea el azulejo con gran ira, al final termino aceptando la propuesta de Hawks.

Se sentía asqueada, pero a la vez, sentía que era parte del karma por haber usado a Hawks solo por tener fama, había hecho de todo con tal de que su nombre resonara en lo alto, había aceptando cosas de las cuales se arrepentía profundamente, esta suciedad era solo culpa suya, o ese era su sentir.

Debió quizás haberle dicho lo asqueada y sucia que se sentía al recordar aquel show que dio fin a su carrera, tuvo que haberle dicho lo repulsivo que encontraba el volver poner un pie en un lugar como ese, sin embargo, ella no era tan fuerte, la dura mirada que su ex novio le dio al ordenar qué vuelva a bailar, solo le hizo volver a su tormento de culpa.

Ella lo lastimó mucho, ¿Cómo iba a decirle todo lo sucedió cuando ella misma pareció buscárselo?

Escucho tres golpes en la puerta del baño, cerró la llave cubriéndose con rapidez con la toalla.

— Hawks ha llegado por usted —. Avisó su asistente.

— Dígale que en un momento bajo.

Después de un rato, ambos estaban en la parte trasera del auto. Hera se debatía entre seguir adelante o lanzarse del vehículo en movimiento. Su mente era un torbellino de pensamientos; tantas cosas sucediendo al mismo tiempo, emociones indescriptibles, recuerdos que la abrumaban. Sentía que todo terminaría explotando en forma de un vómito incontrolable. Las náuseas se intensificaban con cada pensamiento agitado, hasta que, de repente, todo se detuvo. Como si alguien hubiera apagado un interruptor, los pensamientos y emociones se desvanecieron.

Hera giró lentamente la cabeza.

La mano de Hawks descansaba sobre la de ella, rozando suavemente su piel. Sus dedos acariciaban con delicadeza su pulgar, disipando sus miedos. Fue él quien presionó aquel interruptor, quien la desconectó de esa marea de pensamientos y emociones en la que se ahogaba. Un gesto tan simple como tocar su mano, y aquel mar se volvía sereno.

—No será como la última vez. Yo estaré ahí para protegerte, te lo prometo —. Le susurró.

El corazón de Hera dio un vuelco, y su respiración se detuvo por un instante. El héroe alado acercó su mano a sus labios y depositó un breve beso en el dorso.

¿Hablaba él de lo que ella creía?No, no, no.

No había manera de que él supiera de aquello. Fue todo tan privado, tan "exclusivo", según algunos. No había forma de que él conociera lo que sucedió en aquel espectáculo de cabaret; no podía saberlo. Ese era un secreto entre su patrocinador y ella, un secreto sellado con amenazas.

—Hera, no miento al decir que te protegeré —repitió él.

[...]

Muerde sus uñas viendo los comentarios ante la noticia de su regreso al medio público con su show. Sus manos tiemblan mientras agarra el celular, esta impaciente. 

"Stain tenía razón con los héroes, muy pocos pueden llamarse así, Hera solo es una teibolera bajo el manto de "héroe""

"Debería de quitarle el apoyo como héroe, es un mal ejemplo para la juventud"

"Hera funciona más como sex icon ♡"

"Ojalá tuviera dinero para ver el show de Hera, yo si pagaría por verla"

"Hawks comía re bien"

Suspiró dejando el móvil a un lado. Si seguía leyendo los diversos comentarios terminaría presa del pánico, sentía su pecho subir y bajar, empezaba a hiperventilar, por lo que caminaba de un lado a otro tratando de calmarse, pero no podía. Hawks no tuvo la decencia de contarle del plan bajo la excusa de haber renunciando a ser héroe.

Enojada apretó su puño esta que sus uñas se enterraron en su piel haciéndola sangrar. El espejo delante suyo explotó, los cristales volaron en diferentes direcciones, reaccionó rápido haciendo un escudo.

Debe calmarse. El espectáculo no tarda en iniciar, Hawks ha prometido protegerla.

No es creyente de ninguna clase de dios, y aún así reza en su mente porque así sea, desea con gran fervor que esta ocasión sea diferente, que aquel héroe alado cumpla con su palabra, y es esto lo único lo que en su mente resuena. O se ve forzada a hacerlo, pues desde que ha puesto un pie dentro del camerino no paran aquellos recuerdos fugaces de aparecer, aquellos a los que sigue encadenada de manera tortuosa, unos que no ha podido soltar, pequeños fragmentos de aquel hombre entrando en la habitación, el olor a colonia cara, el eco de sus pasos, puede sentir aún el fantasma en la habitación, su piel erizándose ante un tacto que ha ocurrido en el pasado.

Ha divagando tanto, ha estado tanto tiempo fuera de sí. Sus pies avanzan por cuenta propia, el bambaleo de sus caderas en su sensual caminar, su mano se apoya del tuvo antes de caminar alrededor de este de manera provocativa. La música retumba en sus oídos, se siente mareada hasta confundir la realidad con su recuerdos.

¿Qué es lo que baila? ¿Lleva ese mismo traje rojo de látex? ¿Qué no se ha puesto el negro con pedrería en el escote?

En cada parpadear, cada que la luz la encandila parece cambiar, sus ropas, los invitados, la música, el presente y pasado convergencia en un mismo espacio mientras se esfuerza por continuar con la rutina.

¿Es que momento se quito la falda? ¿No la traía puesta desde el inicio?

Una de las bailarinas se acerca a ella para bajar de manera sensual una de sus medias. ¿No lo había hecho ya? El público enloquece gritando que quite más, y aquel hombre solo sonríe de manera corta sin perder la compostura.

Vuelve a su rutina haciendo acrobacias en el tubo aún aturdida, ¿el hombre es real?

Y entonces las bailarinas vuelven a acercarse para empezar a desabrochar el sostén. A lo que se sobresalta tratando de impedirlo.

— Es una orden, Hera —. Dice una señalando con un movimiento de cabeza al sujeto del qué duda su presencia.

Vuelve a halarse. No, no volverá desnudarse para él, no quiere volver a ser tocada por él. La bailarina se desespera tirando de la tela hasta rasgarla.

Grita rompiendo en llanto de manera histérica tratando de parar ello, la gente sigue gritando por más, esperan por más.

Y luego comienza un tiroteo.

Hawks ha llegado de la nada, la pega a su cuerpo cubriendo su desnudez con sus enormes alas. Él ni siquiera la mira, empuña en una de sus manos una de sus plumas, ve como plumas más cortas se deslizan por el lugar picando a los hombres presentes. Otros héroes aparecen, ayudando a contenerlos.

— Cumpliste tu promesa —. Dice casi sin aliento, voz débil, temblorosa, casi innaudible.

El herpes alado no dice nada, moviéndose de manera rápida a atacar a líder quien se acercaba a ellos directamente a atacar. No la descuida, ha dejado plumas para cubrirla.

Misión: Desmantelar la red de trata de blancas.

Red en la que Hera se vio atrapada hacia un año atrás al intentar deshacerse de esa imagen de "Ex novia de Hawks", lo cual solo la llevó a un camino de repudio hacia si misma, terminando por alejarse del medio.

Vio a Hawks rodar esquivando los ataques de su oponente, hasta ser acorralado, creo de una explosión en la que Hera corrió a levantar un escudo entre Hawks y aquel despreciable sujeto. A lo que él asintió como agradecimiento emprendiendo vuelo volviendo a atacar, arrastrando su cuerpo por el suelo levantando escombro ante su paso.

Al fin la pesadilla estaba por llegar a su fin.

[...]

— ¿Cómo...?

— Lo estuve investigando los últimos tres meses, no fue difícil encontrar tu nombre en su lista —. Se apresuró a explicar.

En ningún momento volteo a verla. Ambos sentados en el borde de un rascacielos. El cabello de ambos danza ante la fuerza del viento a esa altura, desde ahí las personas apenas son un diminuto punto en movimiento. El cielo, majestuoso de un vivo color rojizo.

— ¿Por qué? —. Continúa.

— ¿Porqué qué?

— ¿Por qué callaste?

El silencio se propaga, sus ropajes se mueven al son del viento, han pasado días desde la operación, Hera  lleva vendajes en sus brazos debido a las quemaduras, mientras Hawks apenas unos cuantos rasguños.

Toma una bocanada de aire ordenando sus ideas; el sol brilla con gran intensidad, se estremece debido a la brisa.

— Por miedo —. Confiesa — Dirían que fue mi culpa, que yo misma me lo busque, y sí... Ve como vestía, creí en un inicio que me ayudaría a deshacerse de la sombra en la que me tenías, era vergonzoso.

— No tienes la culpa en nada, no tiene nada que ver tu ropa, lo que hacías, no debes sentir vergüenza. Hera no debiste pasar por todo esto sola.

— ¿Querías que fuera corriendo a ti, después de todo lo que te hice?

Hawks se quedó callado, volteando a verla por primera ocasión en todo el rato.

— Ha decir verdad, creo que después de... del... eso, los siguientes días fueron los más difíciles, fue cuando creo que realmente te extrañé, y eso me hice odiarme aun más. Es decir, es muy egoísta, solo te quería porque sabía que eras la única persona que no me juzgaría.

— Y no lo hago.

Héroe rió con desdicha.

— Odio que no lo hagas.

— Tu tampoco lo haces, no te busque cuando me enteré, solo lo hice porque me era de gran utilidad para la misión. También fui egoísta.

Ella suspiró y sonrió con melancolía, se puso de pie, a lo que el héroe alado imito. Ambos quedado frente a frente, siendo ella cualquier cosa más alta que él.

— ¿Puedo? —. Preguntó.

Y él apenas respondió, sintió sus brazo rodear sus cuerpo con fuerza, soltandose a llorar.









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