22. Limonada

Personaje: Dabi

Advertencia: Creo que nelson

Pedido de: deseretguadalupe

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— Cuando mencionaste que tenías un futuro comprometedor imaginé algo grande y no ésto — comentó señalado de manera despreciativa la mesa de madera donde la chica estaba.

Ella alzó ambas cejas, dejó los vasos de lado y se levantó para hacerle frente.

— ¿Qué hay de malo en vender limonada? — preguntó, el joven estaba por responder cuando ella volvió a hablar — Puedo hacerme un imperio de la venta de limonada.

El de cabellos oscuros chasqueó la lengua.

— Al menos me gano la vida de forma legal — volvió a hablar.

El joven villano volteó a verla con indiferencia, cruzó sus brazos mientras observaba a aquella joven que conocía desde su infancia, y que por obras del destino después de casi diez volvían a encontrarse.

— No es algo que te incumba — contestó.

— Sí lo es, eres mi amigo, mi mejor amigo y tengo...

— ¡Oh shit! ¡Justo en la friendzone! — interrumpió un joven que recién llegaba para comprar un refrescante vaso de limonada.

Los otros dos voltearon a verlo un tanto sorprendidos por su repentina aparición, y Dabi estaba algo alterado por sus comentarios. La chica se rascó la nunca nerviosa, hizo al de parches a un lado para atender al cliente que realmente estaba interesado en esa conversación a medias. Pronto la interrupción salió del lugar complacido de su compra, después de todo era una calurosa tarde de verano.

Pronto comenzó a caer el sol, se anunciaba de una tormenta para la noche, la joven chica de albinos cabellos comenzó a recoger su pequeño negocio mientras que el villano la observaba apoyado en una esquina bebiendo de la limonada con tranquilidad.

— No somos nada — soltó.

Ella soltó la caja, regándose los vasos por el suelo, se agachó apresuradamente para volver a levantarlos.

— ¿Eh? — estaba confundida.

Dejó de rejuntar los vasos levantándose para girarse a él y encararlo. Ella llevaba por nombre Shary, era delgada, con un cuerpo bien proporcionado, amable, humilde y algo tímida, proveniente de una aclamada familia de héroes, familia que le ocultaba a Dabi por ser un villano. Desde que se niños ella desarrolló sentimientos por él,sin embargo, aquella timidez los hizo callar por años.

Se veía tan frágil, tal como una rosa enfrente de aquel hombre que se había convertido en los últimos años en un villano peligroso y más ahora que se había unido a la liga. La brisa los atacó con brusquedad, la tormenta se acercaba, los albinos y rizados cabellos de Shary danzaron junto al viento, ambos tenía fija la mirada uno del otro.

Sonrió con cierto dolor, soltando una corta risa, fue acortando la distancia entre ambos avanzando de manera delicada.

— ¿Perdón? ¿Pero que dices?

— Fuimos amigos en el pasado, no ahora — dijo de manera gélida — No confundas las épocas.

Ella abrió la boca perpleja, sintió como sus ojos comenzaron a cristalizarse, pero lo retuvo. Dejó salir todo el aire que contenía apretado sus puños tras su espalda, le sonrió de manera corta. Dabi bebió un poco más de la limonada.

— Eso no quiere decir que no podamos volver a hacerlo. Digo, me preocupo por ti, y en verdad quiero ayudarte — dijo de manera sincera.

Dabi suspiró, se aproximó más a ella, dejando una distancia entre ambos de apenas dos centímetros, Shary era capaz de sentir la calidez del cuerpo de aquel villano, sentía de su tibia respiración, su piel se erizó por completo mientras que su corazón se aceleró de manera alarmante, notó como sus piernas comenzaron a temblar por aquella peligrosa cercanía.

— Shary — murmuró él.

Una descarga eléctrica viajo por todo el cuerpo de la joven, bajó la mirada cerrando sus ojos disfrutando de aquel momento. No podía negarlo, aquella mínima distancia la estaba quemando ansiaba por que desapareciera, por poder tocarlo.

— Ve a casa, será una noche peligrosa — habló en un tono grave.

Y con la misma velocidad en la que se acercó, así se alejó. Sintió como fue golpeada por el frío causado por su ausencia, abrió los ojos decepcionada viendo así que no quedaba nada absolutamente de él. Y no se dió cuenta que le dolía su partida hasta que una insípida lágrima de un corazón roto bajo por su mejilla.

[...]

Dabi se adentró a uno de viejos y oscuros callejones de la ciudad, mantenía una de sus manos encima de su costado tratando de evitar una mayor pérdida de sangre. Había tenido un enfrentamiento con los héroes, del cual había salido malherido y buscaba con gran desespero el cómo ocultarse.

Tarea difícil, pues la constante pérdida de sangre comenzaba a afectarle, sus visión a momentos se tornaba borrosa, mientras que las piernas las sentía cada vez más pesadas; jadeante, terminó por sentarse contra la pared de aquel desolado callejón, no podía avanzar más, su mano estaba cubierta por aquel brillante rojo. Su cabeza comenzaba a darle vueltas, cerró los ojos momentáneamente, volviéndolos abrir en cuanto sintió de una presencia frente suyo, intentando ponerse en guardia.

— Tranquilo, soy yo — habló en un tono dulce la albina.

Se fue acercando a él, arrodillándose a un lado suyo, apartó con delicadeza la mano del villano dejando al descubierto la herida. Se mordió el labio al notar que era algo grave.

— ¿Qué haces aquí? — preguntó él tratando de no perder la conciencia.

— Iba de pasada — mintió. Y él no supo inmediatamente, iba a replicar cuando ella volvió a hablar — No te muevas, voy a intentar suturar la herida.

Él no dijo nada. Cerró los ojos dejando que Shary se encargará, ella tenía un kosei bastante peculiar, manipulación de tejidos, por lo que abrir y cerrar heridas era algo común para ella, entre otras cosas más sádicas, siempre creyó que con ese quirk pudo ser de una gran villana, de no ser por su carácter tan noble que se cargaba. Sin embargo, por la gran cantidad de sangre que había perdido terminó por caer en la inconsciencia.

[…]

La albina, dejó de hacer sus tareas cuando notó a cierto joven villano observándola a unos metros, sirvió limonada en un vaso para acercarse y dárselo. Él la aceptó sin pronunciar palabra una, el día era tranquilo, y poseía de un agradable clima; habían pasado desde aquel encuentro en el callejón algunas dos semanas.

— No tienes por qué venir a agradecer — dijo la chica sonriente, acomodó un mechón tras su oído de manera coqueta.

— No venía a agradecerte — respondió, ella lo volteó a ver un tanto curiosa — Eres una hipócrita.

Sus manos comenzaron a temblar, apartó la mirada, tratando de mostrarse firme.

— No entiendo lo que dices.

— ¿Heroína o secuaz? — cuestionó — Me hieres de manera grave en combate, y después corres a auxiliarme. Dime, ¿De qué lado estás?

— ¿Crees que soy una heroína? — intento burlarse.

— Deja de mentir, te investigue.

La sonrisa de la joven albina se desvaneció completamente. No había más secretos, él sabía de su familia de héroes y que ella también formaba parte, Shary estaba comprometida con su deber, pero aquel joven villano que desde la infancia le había movido el tapete le hacía dudar de sus ideales.

— Yo te quiero — susurró — Cuando estoy contigo no puedo saber entre lo que es correcto y lo que no.

Dabi bebió la limonada.

— No podría elegir si es lo que quieres.

El villano no dijo nada, se levantó acercándose a ella, la miró detalladamente, posó ambas manos en el mentón de la chica, acariciando con suavidad sus mejillas, sus pulgares pasaron a acariciar los rosados labios de la chica, y después plantó de un corto beso que fue suficiente para dejarla sin aliento.

— Se te da mejor vender limonada que ser heroína — comentó con cierta burla para después irse.

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Hola!!!!!!

Sé que he está ausente un montón de tiempo, pero ya estoy aquí.

Tengo un montón de pedidos atrasados que haré todo lo posible por sacarlos estás vacaciones. Trataré de actualizar al menos una vez por semana antes de entrar a la universidad.

Otra cosa, estoy dispuesta a responder todas las preguntas que quieran hacerme, personales, opiniones a algo, lo que sea.

Todo lo que quieran que responda lo deja aquí 👈

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