Dedicado a:

PaulaAndrea017931

Pixie :

Siento un fuerte apretón en mi pecho que me obliga a sentarme en la cama, realmente no sé cómo llegué a esta situacion, no entiendo la lógica de mi enojo; mi respiración sube y baja sin control como si fuese una montaña de juegos.

¿O es que acaso no me siento suficiente?

"Tal vez debería dejarlo pasar" dice aquella vosecilla en mi cabeza y luego niego nuevamente, lo peor es que esa imagen no sale de mi cabeza.

Ella es tan hermosa, muy diferente a mi, que solo soy una chica común entre las demás. Es rubia y de ojos celestes, tiene un cuerpo perfecto y un excelente gusto para vestir bien.

Cualquiera que la vea, quedaría hipnotizado.

Debo admitir que estoy celosa.

Tengo todas las señales que dice mi búsqueda de Google, el pecho se me oprime, se siente como si de repente algo atacara a mi corazón, mi estómago se revuelve y no encuentro solución para ello.

Sí, suena patético buscar los síntomas en Google porque nunca me había sentido así. Soy nueva en el amor y otras cosas.

Sostengo en mis manos el celular que me muestra repetidas veces aquella foto de Instagram, Luan está parado a la derecha mientras que la rubia está a su lado con una pose un tanto insinuante.

-¿Estás celosa?- una voz me distrae y apago inmediatamente el móvil.

Chiara sonríe y se sienta a mi lado, sus ojos me observan con ansias, sé que espera que responda a su pregunta.

-No, para nada, ¿Por qué estaría celosa?- miento riendo nerviosa.

-¿Tal vez porque aquella chica rubia es la "ex" de Luan?- suelto un suspiro al escuchar esa palabra.

-Eso no tiene nada de malo- trato de disimular mi disgusto -Ella sólo vino al Fundom por curiosidad, dijo que siempre nos veía por streaming-

-Sos muy mala mintiendo, sé que te afecta, pero no entiendo porqué Luan te la presento sin problema alguno- Chiara hace una mueca de desagrado -¿Cómo alguien le puede presentar su ex a su novia actual como si nada?-

Esa pregunta me hace pensar mucho.

-Creo que en Brasil, las parejas son más liberales y cuando terminan, no guardan rencores- balbuceo rascando mi nuca.

-¡Vaya! No sabía eso- dice la italiana muy sorprendida -pero no tenés porque preocuparte, yo también tuve miedo cuando me enteré que Guillermo estuvo enamorado de Mara un tiempo atrás, y más cuando ella comenzó a buscarlo, ahora sé que mientras esté segura de lo que Guillermo siente por mi, nada malo va a pasar-

Sé que esos monólogos intentan animarme de alguna forma pero simplemente no lo logran, estoy en mi punto más bajo de autoestima.

-¿Sigues dudando?- ella insiste y coloca su mano en mi hombro.

-Nunca dudé de los sentimientos de Luan- espeto cruzando mis nudillos.

-¿Entonces qué te tiene así Pixie?-

-Me siento insegura y no por Luan...- me pauso unos segundos antes de admitir como me siento -siento celos de la belleza de aquella chica-

-¿Cómo?-

-¿Has visto lo hermosa que es?- exclamo con dureza -yo no soy nada comparada con ella, no tengo el porte, los ojos celestes o el cabello rubio, es más ni siquiera visto bien, tengo miedo-

-Pero si tú eres hermosa Pixie, lo más bello de ti no tiene que ser lo físico- ella sonríe levemente mostrando su perfecta dentadura -sino lo que hay en tu corazón-

-Sé que no debería sentirme así, pero no puedo evitarlo- bajo mi cabeza -no me agrada para nada que la ex de Luan esté merodeando por aquí, y aún peor que hable con él como si yo no existiera-

-¿Eso hizo?-

-Desde que llegó aquí no hace más que buscarlo y eso me hace sentir más insegura- suspiro, mi pecho duele -con una mujer como ella frente a él ¿Yo tengo oportunidad alguna?-

Uno mis manos en un puño mientras siento como todo mi cuerpo está ansioso, buscando una excusa para descontrolarse y dejar la calma a un lado, nunca me había enamorado y ahora sé lo difícil que puede ser ello.

Amas con cada parte de tu ser, tanto que el miedo a perder ese amor puede hacerte dudar de ti misma.

Y eso es lo peor que puedes hacer.

-¡Basta!- escucho gritar a Chiara.

Giro hacia ella y veo como por primera vez en mucho tiempo, la italiana muestra un rostro furioso y serio, su actitud me toma por sopresa, ya que prácticamente me está jalando hacia fuera del Fundom.

-¿Qué te pasa?- reclamo y freno mi caminar.

-Tengo una idea para que te sientas mejor- curvea sus labios en forma ladeada -Si piensas que aquella chica es más hermosa que tú, te demostraré lo contrario-

-¿Cómo así?- cuestiono y ella saca su celular marcando un número en específico.

-Solo necesito un poco de ayuda- me mira -tú serás nuestro proyecto estrella-

-¿Proyecto?-

-Bia, Celeste las necesito ahora mismo...

Luan :

Mis ojos observan hacia un lado y hacia el otro también, buscando a la colombiana por alguna parte, su llamado me ha dejado bastante preocupado.

Y sé muy bien porqué.

Sé que ella se siente mal por la presencia Jussara, y no la culpo por ello, hasta yo me siento incómodo. Jamás pensé que mi ex y mi novia actual se encontrarian frente a frente algún día, ahora no sé que hacer.

Me siento en la banca mientras sigo esperándola, la plaza luce vacía y silenciosa, quizás se deba a la nueva fiesta inaugurada por Laix.

-¡Oh! que bueno que te veo- una voz me obliga a mirar a aquella persona.

Ahí está, esa chica que hace algún par de años provocaba muchas cosas en mi, a quién no podía dejar de ver sin darle un beso antes; sin embargo, ahora no siento nada.

-¿Qué haces por aquí?- ella no pierde el tiempo y se sienta a mi lado derecho -No se supone que estarías en la fiesta de Laix-

-Si, pero tú no llegaste, te pedí para que vayas conmigo pero no respondiste a mi mensaje- la rubia se me acerca -¿Es por tu novia?-

-Si- confieso -en realidad no me parece que tú y yo debamos salir juntos, eres mi ex y sería muy mal visto por Pixie-

-Pero nosotros quedamos como buenos amigos- pestañea sonriendo de forma ladina -aunque yo nunca estuve de acuerdo-

-Ese tema ya quedó cerrado hace mucho Jussara- pongo un alto a su repentino coqueteo.

-¿En serio te gusta ella?- exclama con desagrado -Pixie no parece una mujer, parece un hombre, sólo mira su forma de vestir y ese cabello tan corto-

-¡No permito que hables así de mi novia, yo la amo!- grito.

-¡Y yo te amo a ti!-

Sus palabras me agarran desprevenido, tanto que mi boca se mantiene abierta de la impresión. Jussara toma mis manos y las une a las suyas pese a mi negación.

-Luan, yo te amo, por eso vine hasta Argentina, quería verte de nuevo-

Y sólo con esas palabras pude notar que ella era sincera, a pesar de que yo no siento lo mismo.

-Jussara no...

Ya era muy tarde.

Ella había aprovechado mi momento de susceptibilidad para besarme, sus labios comenzaron a buscar que yo correspondiese, era abrumador sentir que simplemente no podía hacer nada.

Me encontraba en shock.

La ojiazul posicionó sus manos en mis mejillas y profundizó aquel inesperado beso, intenté alejarme por varios segundos pero su carácter era fuerte y decidido, ella no quería soltarme.

Hasta que la voz de alguien pronunció mi nombre, y supe desde ese momento, que todo estaba jodido.

-¡Luan!-

Jussara al fin me soltó, pera ya era demasiado tarde.

Una chica bastante arreglada me miraba a más de dos metros de distancia, sus ojos se tornaron llorosos en menos de un segundo, aquella sonrisa que siempre veía reflejada en su rostro se perdió, en lugar de ello solo enrectó sus labios y se echó a correr.

Me levanté de la banca y quise correr también, pero sentí una mano sostener mi brazo con delicadeza.

-¿Dónde vas?-

-¡¿Por qué lo hiciste?!- grité frustrado -Sabías que Pixie iba a venir, por eso me besaste-

-Yo te a...

-¡No vuelvas a decir que me amas!- en ese instante mi tranquilidad desapareció -Entiéndelo de una vez; hace mucho tiempo, yo te amé demasiado pero tú me engañaste Jussara, mataste todo lo que sentía- hablo entre dientes -¿Con qué derecho vienes a decirme que me amas?-

Ella se queda callada, y por una vez en su vida deja de perseguirme. La dejo ahí sentada en esa banca mientras me apresuro a alcanzar a Pixie, lo único que me importa en este momento es ella.

Debo explicarle cómo sucedieron las cosas.

Acelero los pasos hacia la esquina en dónde su silueta desapareció, la adrenalina comienza a dominar mi cuerpo y el corazón se me agita demasiado, y no es por el cansancio.

Tengo miedo de perderla.

A lo lejos puedo ver como ella sigue corriendo -¡Pixie, para por favor!- grito muchas veces pero es en vano, ella sigue corriendo.

Me voy acercando en unos cuantos segundos hasta finalmente llegar hacia la colombiana, tomo su brazo y la obligó a girar para verla. Ella está llorando, lo noto por sus pupilas enrojecidas y algo más extraño de lo normal.

Tiene un maquillaje estropeado por las lágrimas.

Mis ojos la miran de pies a cabeza, recién me percato de cómo está vestida. Trae puesta una blusa de tirantes de color oro con brillos, un shorts corto oscuro y unos tacones negros bastante altos.

Se ve muy diferente. Se ve hermosa.

-Pixie por favor escúchame- digo casi sin aliento -lo que viste...

-¡Me vas a decir que fue producto de mi imaginación o que tú no pudiste alejarte!- brama -¡no soy una estúpida y tú tampoco un santo, ella es fue tu ex y claramente yo soy la próxima!- siento como sus palabras me lastiman.

-Si me dejaras explicarte...

-¿Por qué? ¿Por qué la prefieres a ella? ¿Es por qué es más femenina? Más bonita que yo- se reprocha mientras se suelta de mi brazo -pues lamento informarte que yo no soy como ella, por más que lo intenté para darte una sorpresa.

-Pero no...

-Los tacones me causan ampollas, el maquillaje nunca será de mi completo agrado, las blusas y shorts cortos no son mi estilo, y mucho menos las joyas- se saca los aretes en forma de círculos y me los avienta a la cara -lo siento por no ser como las demás mujeres, enserio-

-¡Tú me gustas tal y como eres!- la tomo de los hombros -Eres hermosa de todas las formas, yo te amo-

-Me amas pero estabas besándote con otra- me empuja con las manos en mi pecho pero no lo consigue -Vaya bonita forma de amar-

-Déjame hablar-

-Déjame ir-

-Eso nunca- me mantengo firme.

Pero en ese momento siento como su mano se estampa en mi mejilla, el dolor se instaura obligandome a girar hacia otro lado, ella me mira seria y con eso dice las últimas palabras que terminan por destruir a mi corazón.

-No quiero volver a verte- sus ojos llorosos me amenazan -Si vas a ir al Fundom, hazlo los días que yo no trabajo-

Y así me quedé, viendo cómo el amor de mi vida se marchaba a pasos lentos y abrazada a si misma con frío, mi corazón dolía como si tuviese una daga en él, muy pronto las lágrimas comenzaron a caer y terminé llorando en medio de la acera mientras un montón de gente me veía.

La había perdido.

Y eso me estaba matando.

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Bueno... No sé que decir.

Ahí me comentan si quieren que tenga una parte dos, porque realmente no sé que hice con este one-shot.

Espero les guste.