🖇️// Cartas Para Kim, pt2.

Feliz de hallar a la chica de las cartas, la tomó de la mano, le dedicó una sonrisa, y ambos bajaron.
Era lindo saber que alguien quería estar con él.

— ¿Por qué no te animaste a hablarme? — Preguntó el mayor.

— Umh, ya sabes, quería hacer algo más... Umh, ¿cliché? — Respondió con una sonrisa nerviosa.

Kim sonrió y luego besó su frente, cuando llegaron a los pasillos del colegio, ella se fue por su lado, y él por el suyo, puesto que ambos tenían clases diferentes en ese momento.

TaeHyung estaba preparado para ir a contarles a sus amigos, pero como el curso al que iba quedaba un piso más abajo, le tocó ir por las escaleras, y al llegar al pie de éstas, pudo oír unos sollozos provenientes de la parte de abajo.
Tímido, se arrimó a ver de quien se trataba, viendo a una chica de cabellos castaños llorar.

— Disculpe, señorita, ¿esta bien? — Indagó él.

La muchacha levantó levemente la vista, encontrándose con los ojos del chico.

— Oh, Sana, eres tú, ¿estás bien?, ¿por qué lloras? — Repitió, sentándose junto a ella.

Minatozaki abrió la boca para responder, pero nada salió, asique sólo movió la cabeza.

— Cierto, lo siento, ten, escribelo aquí — Cedió entregando su celular, abierto en la aplicación de notas.

No te preocupes, estoy bien — Tecleó.

— No me mientas, sé que estas mal, dime porqué estás así — Insistió — ¿Y esa flor?, ¿era para un chico?, te... ¿Te rechazaron?

La japonesa lo miró con el ceño fruncido, pareció perder la paciencia, por lo que, enojada, tecleó varias veces en el aparato, se lo entregó bruscamente, se levantó, y se fue de allí.

¡¿Por qué eres tan tonto?!, ¡YO ESCRIBÍ LAS NOTAS!, ¡estuve enamorada de ti hace años!, pero la elegiste a ella, ¿por qué? Porque ella puede hablar, ¿verdad?, estoy segura que si me veías a mí ibas a salir corriendo, patético, no se que me hizo pensar que tu serías distinto, no te preocupes, ya no te molestaré más.

Lo leyó otra vez, tratando de pensar que lo que veía ahí era mentira, pero no, eran esas exactas palabras que su amiga utilizó para confesarle un gran secreto.

Ahora más que nunca se sentía un completo idiota, ¿como no se pudo dar cuenta antes? Era obvio, las sonrisas brillantes, los cruces de miradas, el brillo en sus ojos cuando le hablaba, los corazones que dibujaba en su mano cuando estaban juntos, todo tenía sentido ahora.

Tonto. Pensó.

En el lugar donde estaba su amiga, pudo ver la rosa de color rojo que ella tenía en sus manos, éste la agarró, tocando levemente los delicados pétalos.

Negó con la cabeza, no iba a dejar eso así.

Se levantó, y corrió hacia la salida, allí la pudo ver, subiéndose a un auto negro, aún con el rostro mojado.

— ¡Sana! — Gritó, pero ya era tarde.

Ella se fue. Hoy era viernes, por lo que la vería recién el lunes, no sabía su dirección, ni mucho menos quienes eran sus amigas como para pedirles su número.

— Piensa, piensa — Murmuraba en voz baja, caminando de un lado a otro.

De repente, un foco se prendió en su cabeza, y comenzó a correr hasta su casa. Aunque luego tuvo que volver, ya que se había olvidado que sus cosas aún seguían en el colegio.

Lunes en la mañana~

La bonita Sana caminaba por los pasillos aún vacíos del instituto, llevaba puestos sus audífonos, eran buenos para distraerla, todavía estaba mal por lo del viernes, pero estaba dispuesta a olvidarlo, ahora él debía ser su pasado.

Llegó a su curso, dejó su mochila en un lugar apartado, y salió.

Quería despejarse un poco antes del ajetreo de todas las mañanas, y para eso, su mejor solución era ir al patio del colegio, donde solo transcurren las parejas que huyen de los profesores, y como era muy temprano, iba a estar vacío.

Pasó por la cafetería, el salón de maestros, y luego llegó.

Caminó por al lado de las mesas y bancas que habitualmente están ocupadas por alumnos, y como éstos no tenían a nadie, aprovechó para moverse al ritmo de la canción que sonaba en ese momento a través de sus auriculares.

De un instante a otro, resbaló con una piedra, cayendo de trasero al suelo.

Alguien le extendió su mano, ella la tomó sin pensarlo mucho, pero luego se arrepintió al ver de quien se trataba.

Que cliché Pensó al ver a TaeHyung frente suyo.

Él llevaba una rosa en su mano, supuestamente escondida en su espalda, pero que ella de todas formas alcanzó a ver.

Minatozaki iba a alejarse, pero Kim la detuvo, tomándola levemente del brazo y dándole vuelta, quedando enfrentados. El mayor le entregó la flor, luego elevó sus manos, y con estas formuló;

"Estuve todo el fin de semana estudiando esto, espero me puedas entenderFrenó — Hablé con Tzuyu, ella entender, disculparse con ambos por engañar, yo...

Paró un segundo, la castaña lo miró con nervios, y él se olvidó por completo lo que seguía.
Pero en lugar de entrar en crisis, solamente optó por seguir su corazón, y recrear la escena de un anime que vio hace muchos años.

La señaló a ella; .

Se señaló a él mismo; yo.

Unió sus manos y las agitó; ¿amigos?.

— Déjame demostrarte que no soy como los demás, dame una oportunidad y dejemos que las cosas fluyan Pidió.

La de origen japonés sintió un nudo en la garganta, soltó un suspiro pesado, y solo atinó a abrazarlo.

— ¿Eso es un si? — Consultó. Ella asintió.

Él sonrió, y depositó un suave beso en la mejilla de la japonesa, sintiendo como ésta soltaba un suspiro risueño.

Haré mi mayor esfuerzo para que podamos entendernos en este nuevo amor.

🖇️

Nimin_36

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