Rin Okumura II

-¡Dejame!-Gritaste golpeando a aquel ángel que vino a buscarte.- ¡No quiero, donde me...!- Dejaste tus palabras en el aire. Aquel ángel te había dejado inconsiente, al igual que había echo con Rin.

(......)

-¡No dejan que salgan de hay!- Escujachaste gritar al otro lado de la habitación donde te encontrabas encerrada.

-¡Déjenme ver a mi padre!- Griste furiosa mientras golpeabas la puerta repetidas veces.

-No podemos hacer eso señorita.- Respondieron desde el otro lado de la puerta.

-¡Maldicion!- Volviste a grita y arrojarse una silla contra la puerta, solo se rompió la silla.

Frustrada te sentaste en el piso apollando tu espalda en la puerta. Te pasaste la mano por el cabello. La frustración recorría tu cuerpo y no sabias que hacer.

-Porfavor déjenme ir...- Dijiste con un hilo de voz.

(......)

-Es por tu bien.

-Acaso esto me hace un Bien.-El se acercó más a ti.

-Borrar tu memoria es la mejor opción para que te olvides de aquel demonio.

-El no es ningún demonio.- Le dijiste enfadada, y el de acercó más ti.

-Claro que el es un.- Se formó una sonrisa sádica en su rostro.- El es igual a mi, es mi hermano.

-Pero...

-El tiene más hermanos.- Se acercó a ti y agarró tu rostro de forma ruda.

-¿Y cómo hiciste para llegar aquí?

-Un buen mago no revela sus secretos.

-Al igual que yo.- De alguna forma te liberaste y golpeaste las partes nobles de aquel demonio.

Corriste rápidamente hacia la salida. Corriste por los pasillos blancos en busca de tu padre. Escuchaste un sonido detrás de tu, el demonio de estaba siguiendo. Aceleraste el paso.

-De mi no te escapas, maldita.- Te logro agarrar el hombro y atraerte hacia el.

-¡Cuida tus palabras!- Lo golpeaste rompiendo su nariz.- Y sueltame.- Le dijiste una patada en el estómago.- Ya se pasaron los efectos de aquel líquido que me diste.

(......)

-Y eso fue lo que pasó.- Le dijiste a tu papá.

-No sabía nada de eso hija mía.- Respondió tu padre mientras te abrazaba.

-Bueno... No fue sólo por eso que quería hablar con usted.- Te separaste de el un poco.- ¿Usted fue el me mandó a asesinar a el hijo de Satán con una humana?

-No, parece que eso también te lo dijo aquel infiltrado.- Te respondió.

-Que bueno.- Sonriste.- Ya que me enamoré de el.- Le dijiste sin vergüenza.

-¡¿Que...?!- Lo interrumpiste.

-Ya me voy padre.

-Pero... Ya estás grandecita no.- Te miro tiernamente.- Bueno, ya sabía que esto iba a pasar.

- Te quiero mucho padre.- Empezaste a caminar hacia la salida.- Aún tienes mucho trabajo que hacer.

(......)

Caminaste por todos los pasillos de aquel edificio. Tal vez no lo sepan pero ya había pasado un año encerrada. Un año desde que no veías a Rin. Te frotaste las manos con nerviosismo. Habías entrado a su edificio y recorrias los pasillos en dirección a sus habitaciones.

Tocas la puerta varias veces, estabas emocionada por verlo después de tanto tiempo. Pero nadie abrió los puerta. Te cansaste de esperar y abriste la puerta con una patada. Pero no había nadie, estaban sus cosas pero ellos no. Tal vez estaban en otra parte, o durmieron en otro lugar.

-Pero si ya es de noche.- Susurraste.

Te fuiste a tu antigua habitación, esperando que aún estuvieran tus cosa hay, Tal vez todo lleno de polvo. Al entrar todo estaba a oscuras, prendiste la luz y viste un bulto en lo que era tu antigua cama. Al acercarte y descubrir la cama te diste cuenta de que era Rin. Lo miraste confusa, que hacía en tu antigua cama. Te sentaste mirándolo tiernamente, al final seguías sintiendo todas esas emociones serca de el.

-Parece que otra vez estoy soñando.- Escuhaste decir a Rin mientras se volteaba a verte, tu mirada se conectó con la de el y tus ojos brillaron.

- ¿Acaso esto es un sueño?.- Te acercaste a el y uniste tus labios con los suyos.- Yo lo sentí muy real.- Dijiste separandote de el.

-No... lo puedo creer.- Dijo el mientras empezaba a tocar tu rostro.- En-enserio eres real.- Dijo casi gritandote de felicidad y lanzandote hacia ti, cayendo ambos hacia el suelo.

El cayó encima de ti y te miro directamente a los ojos mientras que de ellos salían algunas lágrimas de felicidad. Sacaste sus lágrimas con tus pulgares y uniste tus labios con lo de el, sus labio bailaban al compás lentamente colocaste tus manos en su nuca y acariciaste su cabello.

"Aquí empieza el lemon 7u7, si no lo quieren leer solo saltenselo o..."

Aquel beso tierno se convierto en uno brusco y desesperado, su lengua recorría tu cavidad bucal y se sentía extrañamente bien. Te levanto sin separarse del beso, llevandote a la cama.

Comenzó a acariciarte los muslos lentamente, mientras bajaba los besos a tu cuello. Una corriente recorrió tu cuerpo y soltaste un suspiro, no sabias que era lo que le pasaba a tu cuerpo.

-Ahh~.- Soltaste.-¿Que haces?- Preguntaste sonrojada al sentir sus mano en tus senos.

-Tranquila, solo dejate llevar.- Te respondió con una voz ronca y excitante.

Empezaron a despojase de sus prendas, hasta estar en solo ropa interior. Te desabrocho el brasier dejando a la vista tus senos, el los agarró rápidamente y Comenzó a masajiar uno mientras se metía otro a la boca, no lo pusiste evitar y de tu boca salió un gemido mientras arqueabas tu espalda levemente. Subió su rostro y te volvió a besar, mientras ponía una mano en tu feminidad y la movía lentamente de arriba hacia abajo y viceversa, tus gemidos eran callados por sus labios, nunca habías experimentado tal sensación.

Sentí como retiraba aquella prenda  rápidamente y se posicionaba entre ellas. Levantaste tu mirada al sentir su miembro en tu entrada, estabas inquieta, sentías mucho calor. Apretaste las sábanas al sentir que entraba en ti.

-¿Estas bien?- Paro el viéndote con preocupación.

-Si...- Suspiraste y lo miraste, tenía las mejillas rojas.

-Te amo.- Soltó mientras te besaba y seguía entrando en ti.

Se detuvo cuando estuvo totalmente dentro de ti, espero un buen rato para seguir moviéndose lentamente dentro de ti.

-Ahh~.- Gemiste algo fuerte, al sentir tal placer, y te agarraste más fuerte a las sábanas.- Rin~.- Seguiste con tus gemidos, y tapete tu boca con una mano, esos sonidos que salían de ti te avergonzaban.

-no... Dejame escucharte eso me encanta, gime para mi.- Te dijo de manera ronca y entrecortada.

Y le obedeciste dejando salir cada gemido que el te producía. Al igual que a ti te encantaba escuchar los de el. Sentiste una presión en tu vientre.

-¡Ahh!~.- Un grito de placer salió de ti mientras te aferrabas a la espalda de Rin, por fin habías llegado al climax.

-______!-También gimio el y sentiste un líquido llenarte.

Sus cuerpo sudados estaban, sus respiraciones entre cortadas. El se apoyó en tu pecho mientras salía de ti, la mejor experiencia y emociones que habías sentido en toda tu vida.

-_______, Te amo!- Exclamo mientras se acercaba a tu rostro y te daba un corto beso en los labios.

-Yo, mucho más.- Respondiste sonriente.

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