Comunicación (Toge Inumaki/AU)

Pedido por: VILU_09




P.O.V Omnisciente

— ¡Buenos días!— saludó cierta chica de cabellos color ______.

— Buenos días, veo que al menos no faltas para el examen— bromeó un compañero.

— ¡Hay que mantener las notas si quiero pasar!— contestó feliz mientras se sentaba en su asiento.

— ¿Estudiaste?— ______ asintió ante la pregunta de su amigo.

— Estudié por dos horas antes de venir a la preparatoria— le respondió feliz.

— Tú...— el chico suspiró— Sí que no tienes remedio.

— ¡Ya lo sé!— la fémina estampó su cara contra el pupitre— ¡Juro que apenas me enteré del examen traté de estudiar con tiempo! ¡Pero Webtoon y Wattpad siempre me detenían!

— A este paso tu madre te cortará todo acceso a internet.

— Nah, no es tan mala.

[• • •]

P.O.V ______

— Sin aparatos electrónicos hasta que subas tus notas— en ese momento, pude sentir como mi corazón se quebraba en mil pedazos como si fuera cristal.

— ¡No es justo!

— ¡Claro que lo es! ¡Me mato trabajando para que tengas todos los materiales de estudio que necesites! ¿¡Y qué recibo a cambio!? ¡Un jodido 10! ¡30 puntos, 30 puntos de 100 tenías que meter para aprobar! ¡No era tan difícil!

— ¡Juro que lo intenté!

— ¡Intentarlo no basta, ______! Debes poner verdadera voluntad a las cosas.

Es que, si me das a elegir entre ponerme a estudiar o ponerme a leer cómics en Webtoon acurrucada en mi cama... Que difícil decisión...

— La próxima semana tengo una prueba de matemáticas, si la paso, ¿Me quitarás el castigo?— un tic nervioso me apareció en el ojo ante la carcajada limpia que se pegó mi madre.

— ¿Tú? ¿Aprobar un exámen de matemáticas?— se siguió riendo durante un buen rato.

— ¿Y bien...? ¿Me quitarás el castigo si paso la prueba?— pregunté una vez mi madre dejó de reírse.

— Está bien... Cómo quieras...— aún trataba de recuperar el aire luego de reírse a los cuatro vientos. Estaba a punto de agradecerle pero siguió— Quiero que la pases con 50 puntos.

— ¿¡50!? ¡Es una misión imposible!

— Está bien, entonces 40 puntos.

— ¿¡40!?

— No pienso reducir más el mínimo, tendrás que meter 40 puntos sea como sea.

[• • •]

— No— la voz de Kai era firme, sabía que no había forma de hacerlo cambiar de opinión.

— ¡Ni siquiera te dije nada!

Eso era lo peor, apenas me contestó la llamada telefónica me respondió con un rotundo "No" sin haberme dado la oportunidad de hablar.

— Acabas de hablar con tu madre, te quitó tus aparatos electrónicos y te dijo que hasta que no subieras las notas no ibas a recuperarlos. Tú, siendo la impulsiva que eres y dependiendo de tu celular para vivir, le dijiste que aprobarías el examen matemáticas de la semana que viene y que, de ser así el caso, recuperarías tu celular, tu madre aceptó pero obviamente con una condición, no es idiota, sabe que su hija quiere meter el mínimo de puntos para recuperar lo que quiere sin esforzarse, así que te pidió cierta cantidad mínima de puntos que no eres capaz de alcanzar estudiando dos horas antes del escrito, así que recurriste a tu as bajo la manga: yo— tenía la boca abierta en sorpresa— ¿Me equivoco?

— No...

— Bien, y mi respuesta sigue siendo la misma: no pienso dejar que me copies. Tienes una semana para estudiar, esfuérzate— luego de eso, cortó la llamada.

— No es justo— me dejé caer en mi cama— ¿Por qué no podemos vivir haciendo lo que nos gusta...?— pregunté inflando mis mejillas.

Miré de reojo mi escritorio, se notaba que jamás lo usé para estudiar, tenía envoltorios de dulces y de snacks, ropa sucia y ropa que me daba pereza doblar, platos con comida y botellas de refrescos vacías, tenía de todo un poco mi escritorio pero ni un solo libro.

Si quiero realmente recuperar mi celular, ¡Tengo que poner voluntad!

Sacando fuerzas de donde no tenía, me puse a ordenar mi escritorio para que realmente pareciera un escritorio y no un depósito de basura.

[• • •]

Cerré la puerta de mi habitación con fuerza.

¡No vuelvo a dejar un chiquero así en mi vida!

Se me ponía la piel de gallina al recordar todos los grillos y cucarachas que saqué de ese basurero, creo que habían dos o tres arañas también.

— Bueno... Ahora sí, ¡A estudiar!— me remangué las mangas de mi pijama y me senté en el escritorio.

[• • •]

El sonido de mi alarma inundó mis oídos, haciendo que poco a poco abandonara el mundo de los sueños, los rayos del sol que se colaban por mi ventana tampoco me ayudaban a quedarme dormida.

— Ugh...— me enderecé en mi silla y comencé a masajearme mi adolorido cuello— Mierda, me quedé dormida...— pero al menos había estudiado algo... pero seguía sin entender que mierda era el dominio y el co-dominio, tampoco entendía que era una función, con suerte sabía lo que eran la imágen y la preimagen, tampoco entendía bien como rotar una figura y ni hablar de las ecuaciones.

— ¡______! ¡Llegas tarde a la escuela!— me exalté ante el grito de mi madre.

— ¡Y-ya estoy lista! ¡Ya bajo a desayunar y me voy!— ¡Y una mierda! Tenía que vestirme, peinarme, lavarme los dientes, guardar los cuadernos de las materias que tocaban hoy, desayunar como se debe y pasar por la casa de Kai a recoger mis libros de estudio, no había forma de que llegara a la escuela antes de la segunda hora.

Y bueno, la profesora de japonés se alegrará al saber que no tendrá que ver mi "horrenda" letra.

Tranquilamente, comencé a aprontarme para la escuela, total iba a llegar tarde de todas formas, sin embargo, olvidé que alguien a quien no le gusta que llegue tarde estaba aún en casa.

— ¿¡Qué eres!? ¿¡Pariente de las tortugas!? ¡Aprontate!— mi madre me tiró una tarjeta de crédito— ¡Cómprate algo en el camino!

Bueno, al menos no es tan desalmada como para dejarme sin desayunar.

Terminé de aprontarme a las apuradas (lo que incluye un uniforme sin chaqueta puesta, peinado suelto apenas peinado y los cuadernos del día anterior) y salí de casa corriendo.

Bueno, pasaré por los libros de estudio mañana por la mañana, total será sábado.

[• • •]

— ¿Abrieron un zoológico aquí?— me pregunté mientras pasaba por al lado de la puerta de entrada— Debería ir a clases... ¡Pero hay un café de gatos!— entré sin pensármelo mucho, sin miedo al futuro chanclazo que recibiría de parte de mi madre una vez se entere de que falté a clases.

[• • •]

— ¡Gatitos!— me deslumbré ante el paraíso gatuno que se presentaba ante mí.

— Bienvenida, acompañeme a su mesa— seguí a la empleada hasta una mesa ratona con cojines, me senté en uno y ella me pidió la orden.

— Una rebanada de torta de chocolate y un té— ella escribió en su libreta.

— Anotado— hizo una leve reverencia y se retiró.

Mientras que esperaba, acaricié y jugué con los gatos.

¡Son tan lindos!

Una vez llegó mi pedido, dejé de jugar con los felinos y me dispuse a comer.

— ¡Wow! ¡Esto está delicioso!— le comenté a la empleada.

— Me alegra que le guste— me sonrió—. Ahora, con su permiso— hizo otra leve reverencia y se marchó.

¡Oh! Puedo aprovechar este tiempo para estudiar.

Me puse mis auriculares y reproducí mi playlist en mi celular mientras sacaba los libros de estudio que me había traído.

[• • •]

— ¡Ah~! ¡Estudiar es muy cansador!— comenté mientras me sacaba mis auriculares— ¿Uh?— miré para todos lados— ¿A dónde se fue toda la gente?— me levanté y busqué con la mirada a alguien, al no ver a nadie salí— Que raro... ¿Por qué no habrá nadie?— me pregunté vagando por el zoológico.

Un gruñido que vino detrás me contestó la pregunta, me giré lentamente solo para encontrarme con un tigre suelto.

¿Qué hago? ¿Corro? ¿Grito? ¿Me quedo dónde estoy? ¿Me hago la muerta?

Pegué un pequeño respingo al ver como el tigre dio un paso hacia adelante. Me quedé quieta, quizás me dejaría en paz si no me movía. Una vez que el tigre dio otro paso hacia mí, salí corriendo por instinto.

¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda!

Me subí al primer árbol que vi y me quedé ahí.

Si me quedo aquí en algún punto se aburrirá y se irá...

[• • •]

¡Vete de una puta vez, tigre de mierda!

El tigre no se rendía y hasta trataba de escalar el árbol.

¡Crack!

Sentí como el color abandonaba mi cuerpo. Dirigí lentamente mis ojos hasta el inicio de la rama en la que estaba sentada, casi me pongo a llorar al ver como esta se estaba quebrando poco a poco.

Mejor me corro a otra rama.

Y, como era de esperar de alguien con mi inteligencia, me moví de manera rápida y brusca haciendo que la rama se terminara de partir y cayera.

¿¡POR QUÉ TENGO QUE SER TAN PENDEJA!?

Cerré los ojos, esperando el impacto contra el suelo y el posterior ataque del tigre, pero, en su lugar, solo sentí unos brazos atrapandome.

¿Uh?

Abrí un ojo temblorosa, me sorprendí al ver a un chico de pelo blanco como la nieve y ojos violetas cual amatistas.

— ¿E-eh?— el chico comenzó a correr rápidamente conmigo en brazos— ¿¡Eh!?— el tigre nos comenzó a perseguir— ¡Activa el turbo!— el albino me hizo caso y aumentó la velocidad.

Es increíblemente rápido.

Una vez que llegamos a la entrada del zoológico, el chico saltó hábilmente la reja y terminamos del otro lado, a salvo del tigre que se quedó atrapado dentro.

— ¡Toge! ¡Menos mal que estás bien!— se acercaron una chica peliverde y un chico azabache que se parecía mucho a Kai.

Una me hace dudar de mi heterosexualidad y los otros dos me la regresan.

La chica de lentes le pegó en la cabeza al del pelo blanco.

— ¡Deja de arriesgarte para ayudar a los demás!— lo regañó, el chico solo asintió.

¿Es mudo?

— Toge, ¿Piensas bajarla algún día?— preguntó el chico de ojos negros y recién ahí caí en cuenta de que seguía en sus brazos y él igual, me bajó tímidamente.

Ah~... Sus brazos se sentían tan bien.

Hice un puchero interno.

Se nos acercó un oficial de policía.

— Jóvenes, ¿Están bien?— asentimos y nos llevó a donde estaban los médicos chequeando a las demás personas. Como no estaba enterada de que pasó, el oficial me hizo un leve resumen: una persona entró al zoológico, robó las llaves de las jaulas y abrió la del tigre.

Bueno, supongo que es el karma por faltar a clases...

Luego de eso, me encaminé hacia mi casa, a esta hora mi madre ya debía de estar en el trabajo así que no corría peligro.

[• • •]

Es hoy...

Respire profundamente mientras que me miraba en el espejo del baño.

— Solo son 40 puntos, yo puedo, yo puedo...— por primera vez, estaba nerviosa por un examen, por primera vez sí me interesaba sacarme una buena nota, suponía que se debía al hecho de que por primera vez me había esforzado estudiando— ¡Tú puedes, ______, ánimo!

[• • •]

— ¿Por qué la prueba debía ser a última hora? Pasé todo el día con un nudo en el estómago— le comenté a Kai mientras bajabamos las escaleras para dirigirnos a nuestro salón.

— La verdad es que me sorprendiste, no creí que te ibas a poner a estudiar, pensé que te ibas a resignar a comunicarte por señales de humo con las personas a distancia.

— ¡Es mi celular! ¡Mi vida! ¡No me resignaré así como así!— giré mi cabeza molesta, cosa que no tuve que hacer, pues apenas lo hice, me mareé levemente y terminé pisando mal un escalón, haciendo que rodara hasta el piso.

[• • •]

Me levanté de golpe.

¿Qué? ¿Donde estoy? ¡El exámen!

Me levanté del colchón que estaba pero al levantarme tan rápido me mareé y caí de cara al suelo.

— ¡Ay!— oí pasos apresurandose.

— ¡Por Dios! Ven que te ayudo a levantarte— la enfermera me ayudó a sentarme en la camilla— ¿Cómo te sientes? ¿Te duele algo?

El orgullo por la caída.

— No, estoy bien— sonreí— ¿Puedo retirarme?

— Oh, claro, espera que te chequeo— buscó algo entre unos cajones— ¿Uh? ¿A dónde fue?— cerré la puerta de la enfermería detrás de mí y caminé por el pasillo.

¿Qué hora es?

Miré la hora en mi celular.

¡Ya terminaron las clases!

Me apresuré a mi destino.

¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser!

Prácticamente comencé a correr.

¡Una semana de no salir a ningún lado y quedarme estudiando para nada!

Cuando estuve frente a mi destino, me permití recuperar el aliento.

No soy una alumna ejemplar ni mucho menos pero...

Di unos golpecitos en la puerta.

¡No permitiré que mi esfuerzo sea tirado a la basura!

— Adelante— abrí la puerta y frente a mí vi a la persona con la cual no estaba dispuesta a dar el brazo a torcer.

El director.

Quizás mi decisión fue un poco apresurada pero no me echaré para atrás...

— B-buenas tardes— saludé.

— ¿Qué se le ofrece, Hyuga-san?— me preguntó el director.

— B-bueno, verá, hoy tuve un accidente y estuve inconsciente hasta después de clases...

— Sí, ya estaba enterado de eso.

— Entonces... Quería preguntar si era posible que hiciera el exámen de matemáticas que tenía hoy otro día...— el director me miró severamente durante varios segundos.

— Es imposible.

¡Al menos muéstrese como si lo considerara!

— ¡P-por favor! ¡Se lo suplicó!— hice una reverencia.

— Hyuga-san, el profesor de matemáticas está muy ocupado como para supervisarte durante un exámen. Además, eso no sería justo para los otros alumnos que, incluso con complicaciones, vinieron igual a la preparatoria a dar el exámen.

— Ya lo sé...— la puerta fue abierta de golpe.

— Con permiso— Kai entró en la dirección como si nada.

— Tsukishima Kai-kun, ¿A qué se debe este comportamiento?

— Fue mi culpa que ______ se cayera por las escaleras.

¿Qué? ¿De qué está hablando?

— ¿Eh?

— Cuando estábamos bajando las escaleras, la empujé y cayó de cara al suelo— hizo una mirada de preocupación—. Me pregunto... ¿Qué pensaría la gente de la preparatoria al saber que el director no le permitió a una pobre estudiante que se esforzó mucho estudiando hacer de nuevo el exámen solo porque su alumno estrella la empujó por las escaleras y la dejó inconsciente...? Que desafortunado sería...

Los minutos que pasamos en silencio se sintieron horas, pero, por suerte, el director decidió hablar.

— Está bien, puedes hacer el exámen nuevamente este domingo, Hyuga-san— le agradecí alegremente al director y salí junto a Kai.

— ¡Ahhhhhhh!— lo abracé y comencé a sacudirlo de derecha a izquierda— ¡Gracias, Kai, gracias! ¡Sabía que bajo esa fachada de tipo duro había alguien amable!— me dio unas palmadas en la cabeza y me apartó.

— Ya, ya, vámonos, quiero volver a mi casa.

— ¡Oh! ¿Me puedo quedar a dormir? ¡Hoy es noche de pizza!

— Está bien, solo no ronques muy fuerte— respondió con fastidio.

— ¡Yo no ronco muy fuerte!

— Sí, sí, lo que sea. Vámonos— fuimos hasta el recibidor de la escuela donde nos cambiamos los zapatos y luego seguimos nuestro camino hasta la casa de Kai—. Ah, cierto, hoy venía gente a mi casa.

— ¿¡Eh!? ¡Que mal! Entonces no podré ir— inflé mis mejillas.

— En realidad, esta vez es gente de mi edad.

— ¿¡EH!?— él me miró con cara de fastidio.

— Sí, lo creas o no, mis únicos visitantes no son familiares de 40 años para arriba.

— ¿¡No!?— una vena sobresalió de su frente.

— Tu sorpresa está siendo muy hiriente— reí entre dientes.

— Lo sé, lo sé. Pero en serio, creí que era tu única amiga.

— Pues no, tengo más.

— ¿Desde cuándo? Creí que nos contábamos todo.

— Pues... Esta semana estuviste ocupada así que casi ni hablamos.

— Cierto. Entonces, ¿Esta semana hiciste nuevos amigos?

— Así es.

— ¿¡Y ya los invitas a tu casa!? ¡A mí me tomó 2 semanas el poder ir a tu casa! ¡Y fue luego de mucha insistencia de parte mía para hacer el proyecto en tu hogar!

— Ahí era más desconfiado, además de que me irritabas.

— ¿¡Ahora ya no!?— pregunté triste y a él le sobresalió una vena en la frente.

— ¿A qué viene esa cara de decepción?— volví a sonreír.

— Lo siento, lo siento, adoro verte enojado.

— Me di cuenta.

El resto del camino seguimos hablando de cosas triviales, nos entretuvimos tanto que nos sorprendimos cuando llegamos a la casa de Kai.

— Sigo preguntándome porqué cambiaron una mansión por una casa común y corriente en un barrio común y corriente— comenté al ver la casa frente a nosotros.

— Quedaba más cerca de la preparatoria y no necesitábamos una casa tan grande, después de todo, solo somos 2 personas— comentó él entrando a la casa— ¡Ya llegué!— anunció.

Me pregunto como estará luchando contra la partida de su padre...

Aunque no lo dijera, Kai apreciaba mucho a su padre, así que el accidente automovilístico que tuvo hace unos meses llevándose la vida de Jun-san tuvo que haber dejado una marca importante en Kai.

— ¡Oh! ¡______-chan!— al asomarse por la puerta del comedor, Kaori-san se emocionó al verme— ¡Cuanto tiempo!

— ¡Lo mismo digo! Y perdón por la intromisión— dije sacándome los zapatos en el recibidor y pasando al interior de la casa.

— No te preocupes, no te preocupes. Megumi y los demás ya están arriba— le informó a su hijo.

— Está bien. Subamos— mientras que subíamos las escaleras, él volvió a hablar— ¿Cómo era el chico que te salvó del tigre?

— Oh, tenía un sedoso pelo blanco como la nieve y unos hermosos ojos violetas— abrió la puerta de su habitación y miré a la gente dentro de esta— ¡Oh! Como ese chico— señalé por inercia a un chico de bufanda, canguro y deportivo.

La habitación se ahogó en un profundo silencio.

— Cuanto tiempo, Kai— una chica peliverde saludó a mi amigo.

¿Eh? Esa se parece a la chica que me hizo dudar de mi heterosexualidad.

— Hola— miré al pelinegro y luego a Kai y así sucesivamente.

— ¿Quién es tu acompañante?— preguntó un chico de pelo rosa que no se me hacía conocido.

— Es la amiga de la que les conté.

— Ya veo...— me quedé mirando fijamente al azabache, a este le salió un tic nervioso en el ojo— ¿Puedes pedirle que me deje de mirar así?— me acerqué más a él, él apartó lo más que pudo su cabeza.

— Tienen hasta las mismas reacciones... ¿¡No será tu Doppelgänger!?— Kai se palmeó la frente.

— ¡Es mi primo! ¡Mi primo!

— Ah, ¿Así que no te vas a morir?

— ¿Y esa decepción en tu voz...?

— ¿Y ustedes cómo se llaman?— ignoré a Kai y me centré en el pelinegro, en el albino, en la castaña, en la peliverde y en el pelirrosa.

— Kugisaki Nobara.

— Fushiguro Megumi.

— Zen'in Maki.

— Itadori Yuji.

Miré al albino, era el único que faltaba que se presentara, pero él estaba inmerso escribiendo algo en su cuaderno.

— Y él es Inumaki Toge, no es de muchas palabras— lo presentó Itadori-kun.

— Ya veo. ¿Y a qué escuela van?— Kai se palmeó la frente.

— Son nuestros compañeros de clases.

— ¿¡Eh!? ¿¡En serio!?— exclamé genuinamente sorprendida.

— Sí, bueno, aunque solo Maki-san y Toge-kun, los demás son de primer año.

— Ya veo...— de repente, me di cuenta de algo— Megumi-kun es tu primo, ¿No?— Kai asintió— Y ellos son sus amigos...— miré al resto— ¿O sea que sigues sin hacer amistades por tu cuenta?— Kai me golpeó con una almohada.

— ¡P-puedo hacer amigos por mi cuenta!

— ¡Jajajaja! ¡Ni tú te la crees!— a mis palabras le siguieron un combo de almohadazos letales.

— Kai, ocurrió un imprevisto en el trabajo y me necesitan, ¿Puedes encargarte de la comida?— Kaori-san entró justo cuando los almohadazos habían cesado— ¿Por qué ______-chan está tirada en el suelo?

— Tenía sueño— le respondió su hijo.

— Pero-

— Tenía sueño.

— B-bueno, como sea, ¿Puedes encargarte de la pizza? Ah, y de las compras, por favor.

— Claro— tras las palabras de Kai, su madre salió de la habitación—. Bueno, Megumi y yo nos encargaremos de las pizzas, Maki e Itadori irán de compras.

— ¿¡Eh!? ¿¡Y yo!?— reclamó Kugisaki-chan enojada.

— La cocina es chica como para 3 personas y eres un peligro para cualquier billetera dentro de tu círculo de amigos.

— ¡Quiero ir a comprar ropa!

— ¡Solo saldrán a comprar las bebidas y algunas cosas que nos faltan!

— ¡Quiero ir de compras igual!— luego de una discusión de 5 minutos, Kugisaki-chan ganó así que todos se fueron a hacer lo que se les había encomendado, menos a Toge-kun y a mí, puesto que los dos nos quedamos en la habitación.

Que silencio más incómodo...

— ¿Y... qué comida te gusta?— Inumaki-kun quedó unos segundos estático y luego asintió robóticamente.

¿Sí?

Él comenzó a temblar.

— Ho-ho-ho...

— ¿Ho...?

— Hojuelas de bonito.

— ¿Eh...?— estaba en blanco.

Inumaki-kun comenzó a temblar y luego salió corriendo por la puerta escaleras abajo.

— ¡Hey!— lo seguí rápidamente.

— ¿Eh? ¿Toge...? ¿¡______!?— pasamos por al lado de la cocina y luego salimos afuera, poniéndonos los zapatos a las apuradas.

— ¡Inumaki-kun, espera!

— ¡A-atún!

— ¿¡Me estás hablando en una especie de código o qué!?— seguimos corriendo hasta llegar a una plaza, donde me apresuré a subir al trepamonos y luego salté encima de Inumaki-kun, derribandolo— ¡Jajaja! ¡Al fin pude atraparte!— este comenzó a temblar nuevamente— ¿Estás bien?

— A-atún con mayonesa, a-a-a-al-al-g-g-a, hue-hue-e-va de a-aba-badejo...— parecía que se estaba sobrecargando así que salí de encima suya y dejé que se calmara.

— ¿Ya estás mejor?— pregunté ladeando la cabeza, él solo asintió frenéticamente— Entonces... ¿Podrías explicarme que fue lo que dijiste?— él miró a su alrededor y agarró una rama, empezando a escribir en el suelo— ¿Uh?— me acerqué para ver qué escribía.

"No soy bueno hablando."

— Oh, ya veo...— siguió escribiendo.

"Desde chico siempre me costó hablar con la gente, Maki-san fue mi primera amiga, me defendió de unos chicos que se burlaban de mí por ser 'mudo'."

— Oh, ¡Maki-san es asombrosa!— Inumaki-kun asintió enérgicamente.

"Luego conocí a Megumi, a Nobara-san y a Yuji-kun. En un punto, comencé a hablar con ingredientes de onigiri."

— Ah, eso tiene sentido.

"Me quedaba más cómodo comunicarme de esa forma, con Maki-san no lo necesitaba del todo ya que nos entendíamos muy bien sin necesidad de palabras, pero a los demás les costaba mucho entenderme, así que, cuando me dí cuenta de que hablar con ingredientes de onigiri me quedaba más cómodo, lo comencé a hacer."

— Ya veo... ¿Y los demás te comenzaron a entender así?

"Al principio costó un poco, pero luego, poco a poco, fueron entendiendo lo que quería expresar."

La mirada de Inumaki-kun se tornó sombría.

"Sin embargo, no a todos les gustaba que hablara con ingredientes de onigiris... era raro..."

— ¿¡Ah!? ¿¡Y por qué les debería importar que hablaras con ingredientes de onigiris!? ¡Ni que les estuvieras hablando a ellos!— Inumaki-kun se rió levemente antes de ponerse rígido de nuevo y seguir escribiendo.

Tiene una hermosa risa.

"Muchas gracias por tus palabras, Hyuga-san."

— De nada.

"Bueno, como a esas personas les parecía raro que hablara con ingredientes de onigiris, comenzaron a molestarme."

— ¿¡Ah!? ¡De haber presenciado eso les hubiera roto la cara!

"Nobara-san dijo eso mismo... O, más bien, hizo eso mismo."

— ¿Le rompió la cara?

"No."

— ¿Entonces...?

"A uno de los matones le rompió la pierna."

Me quedé en blanco.

— Oh... Por alguna razón, suena demasiado a Kugisaki-chan...

"¿Verdad? Bueno, el punto es que tomaron medidas en contra de Nobara-san y la expulsaron..."

— ¿¡Ah!? ¿¡Y el castigo a esos matones dónde quedó!?

"No había pruebas de lo que hicieron así que quedaron impunes."

— ¡Que desgraciados!

"Entonces... Por mi culpa, a Nobara-san la expulsaron y todos los demás la siguieron. Nos cambiamos a esta preparatoria porque es secundaria y preparatoria, así que podíamos estar todos juntos nuevamente pero... no puedo evitar culparme, todos ellos se habían esforzado para entrar a esa escuela, principalmente Yuji-kun y Nobara-san, después de todo, ellos fueron becados."

— Oh, ¿Así que era de esas escuelas de élite que solo puedes entrar si tienes una fortuna equivalente al valor monetario de todos los órganos de una persona o con una beca?

"La comparación de los órganos fue un poco... rara, pero sí, así es."

— Oh, ya veo... ¡Pero no te preocupes!— le sonreí— Ninguno de ellos te debe de estar culpando por cambiarse de escuela, ¡Y es más! ¡Ahora Kai y yo podemos hacer más amigos! ¿No es genial que tu círculo de amigos se agrande?— él se me quedó viendo sorprendido por un par de segundos y luego escribió.

"Sí, sí lo es. Gracias, Hyuga-san."

— ¡De nada! ¡Y me puedes llamar ______-chan!

"Lo intentaré."

— Está bien. Entonces, ¿Volvemos? Kai y Megumi-kun deben de estar muy confundidos por nuestra escapada.

"Tienes razón."

— ¡Entonces vamos!— comencé a andar pero sin embargo me detuve al notar que Inumaki-kun no me seguía— ¿Uh? ¿Qué pasa, Inumaki-kun?— escribió algo en la tierra y yo me acerqué para leerlo.

"Por favor, no le digas a nadie que hablo con ingredientes de onigiris. Te pido perdón si te incomodé..."

Suspiré y le pellizqué la mejilla a Inumaki-kun.

— No seas bobo, no me molesta que hables con ingredientes de onigiris, ¡Adoro las onigiris! Y no te preocupes, no le diré a nadie.

"Gracias."

— ¡Ahora sí, volvamos!

"Está bien."

Volvimos a la casa de Kai en un silencio extrañamente acogedor.

— ¡Volvimos!— anuncié mientras nos sacabamos nuestros zapatos en el recibidor.

— Al fin, ¿Qué fue esa corrida que se acaban de pegar?— me preguntó Kai pero yo tenía la mirada fija en algo un poco más abajo que su cara— ¿______?

No te rías, no te rías, no te rías, no te rías....

— ¡Jajajaja! ¿¡Solo tenías ese delantal rosa con corazones!? ¡Ay!— Kai me pegó con una espátula.

— Agradece que la espátula estaba fría, si no linda quemadura te hubiera quedado.

— Perdón... Pero ahora Kai con delantal rosa con corazones es mi nueva religión— junté mis dedos con los opuestos de la otra mano pero sin que las palmas se tocaran—. Latom.

De repente, un portal apareció y de este salió una chica de pelo castaño largo atado en una coleta.

— ¡Eso es de otro anime!— luego de pegarme un puñetazo, desapareció.

— ¿Eh?— todos nos quedamos en shock durante unos segundos y luego volvimos a la normalidad.

— En fin, suban que los demás volverán dentro de poco— asentimos y subimos nuevamente a su habitación.

— ¿Entonces cuál es tu comida favorita?— Inumaki-kun escribió algo en su cuaderno que estaba en la mesa ratona del cuarto y me lo mostró.

"Onigiris."

¿Por qué no me sorprende...?

— ¡A mí me gusta mucho la pizza! Es por eso que suelo venir cada viernes para cenar con Kai y Kaori-san.

"¿Conoces a la familia de Kai-kun desde hace mucho tiempo?"

— Nos conocimos hace...— traté de hacer memoria— ¿9 años? Lo vi solo en la escuela y me acerqué a él, al principio fue reacio pero luego de una semana de insistencia me dejó quedarme a su lado— sonreí.

"¿Una semana? Sí que eres perseverante, yo me hubiera rendido al primer rechazo..."

— Mhm... Eso hubiera sido lo lógico, ya que no tiene caso acercarse a alguien que no te quiere a su lado pero... sentí la soledad de Kai.

"¿Su soledad?"

— ¡Sí! Así como sentí la soledad de Kai, también sentí tu tristeza— él abrió los ojos en señal de sorpresa—. Tu tristeza fruto de tu problema de comunicación, quieres hacer amigos por tu cuenta, hablar sin depender de los ingredientes de onigiri o de un cuaderno, ¿Cierto?— él asintió lentamente— ¡Pues yo te ayudaré!— con la mano temblorosa, escribió en su cuaderno.

"¿Me ayudarás?"

— ¡Obviamente! ¡Te ayudaré a socializar más!

"¿En serio?"

— ¡En serio! Pero, a cambio, quiero que me hagas un favor.

"¿Cuál?"

— ¡Ayudame a estudiar para el examen de matemáticas de este domingo! Cuando todos se fueron, vi que estabas haciendo muchas ecuaciones complicadas, ¿Podrías ayudarme?— le supliqué.

"Si me lo pides con esa cara tan tierna no me puedo negar."

Me sonrojé al leerlo y él al darse cuenta de lo que escribió arrancó la hora de la cuadernola, la arrugó hasta hacerla una bola y la tiró por la ventana, luego se sentó de nuevo y escribió nerviosa y rápidamente en su cuaderno.

"¡No es lo que quise decir! ¡Perdón si te incomodé! ¡Quise decir que está bien! ¡Te ayudaré a estudiar!"

¡Ayyyyy, que tierno!

— ¡Jaja, está bien!— le sonreí— ¿Crees que me puedas ayudar a llegar a un 60?

"¡Te ayudaré a llegar a un 80!"

Abrí los ojos en sorpresa y luego sonreí agradecida.

— Muchas gracias, Inumaki-kun.

— No... Gracias a ti... ______-chan...



• 

PTM, AL FIN CARAJO

Pido perdón a VILU_09 por tardar tanto con su pedido pero ✨ vomitos, dolor de cabeza, pruebas finales, falta de imaginación, nuevas historias ✨

Espero que te haya gustado y no te preocupes, obviamente habrá segunda parte, estaré tratando de recuperar mi imaginación y lo bueno es que en la segunda parte habrá más romance ;)

Imagen del NaruHina para VILU ya que no encontré una foto de Hinata con corazones /cry:

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