•|¿Quién eres?

Zack de encontraba de rodillas llorando sobre una foto que tenía de Rachel y él, lo juró y lo cumplió tal como ella lo quiso, pero el no estaba a gusto, no en ese mismo momento, se sentía triste, vacío... Volvía a sentirse como un monstruo por no poder contra el deseo de Ray, por cumplirlo.
Dobló la foto y la guardó en su abrigo, realmente eran épocas de frío.

Salió de la iglesia con la mirada perdida, seguía pensando hasta que chocó con una persona.

Estaba apunto de gritarle que se fijara al caminar pero la impresión lo dejó estático, sin palabras. Ahí estaba ella, en el suelo por la caía.

—¿Ray... Rachel?

Ella estaba ahí, sus ojos eran como cuando le pidió que la matara en un principio sin brillo, tan aburridos... A diferencia de cuando cumplió su promesa a pesar de conocer la situación y saber lo que iba a pasar estaban llenos de vida, alegría y claramente tristeza al ser ese el que se suponía último "adiós".
Zack no dudó ni un momento en abrazarla, estaba feliz.

—Ray... ¡Lo lamento mucho!

Una faceta de Zack que era casi imposible de imagina, la primera vez que estaba arrepentido de matar a alguien y la vida le daba una segunda oportunidad de enmendar sus errores... O mejor dicho no cumplir las promesas.

Lo que más le dolió fueron las palabras de Rachel.

—¿Quién eres? —después de un poco tiempo del abrazo ella lo separó dejando a Zack con una cara de decepción.

Intentó mantener la postura, creía en ese mismo momento que estaba soñando... Teniendo un sueño muy lindo.

—Ya sabes la persona a la que le pediste que te matara —bromeó mientras se paraba y le daba la mano para que Ray hiciera lo mismo, pero lo rechazó.

—No tengo permitido hablar con extraños... —se levantó y sin dirigirle la mirada pasó a su lado entrando a la iglesia.

—¡Este sueño es una total mierda! —gritó mientras daba un fuerte golpe en el piso con su pie.

Zack comenzó a caminar en circulos pensando, «Si esto no es un sueño entonces... Es real.» Por primera vez en su vida tuvo una excelente idea.
Volvió a entrar a la iglesia y ahora con más dignidad se arrodillo al lado de Rachel que se encontraba rezando.

—¿Conoces al doctor Danny? —Rachel abrió los ojos y miró a Zack.

—¿Qué eres de él?

«Piensa, piensa, piensa Zack...»

—También fue mi terapeuta —dijo mientras sonreía y Ray abría los ojos de la sorpresa.

—Esa sonrisa... —murmuró Rachel mientras se agarraba la cabeza, Zack la miró preocupado sin saber que hacer.

—¿Qué tienes? —tocó la mano de Ray haciendo que esta se alejara.

—¿Quién eres? —preguntó ella mientras retrocedía un par de pasos.

Zack seguía confundido, no sabía que responder y su cerebro no era lo suficiente como para pensar en una respuesta concretamente correcta.

—Soy Zack...

—No sé pero por alguna extraña razón tu nombre está en mi cabeza —dijo ella mientras se levantaba —tengo que irme, lo siento.

Zack también se levantó rápidamente y se puso a su lado.

—Puedo acompañarte —no la dejó responder y colocó su mano en el hombro de Rachel haciéndola caminar.

—¿Sabes a dónde voy?

—No, pero tú me dirás ya Ray —exclamó con total energía.

Ella no dijo nada más y simplemente caminó ignorando la presencia de Zack. Él la siguió.

Al día siguiente Zack estaba literalmente vagando, no sabía aue hacer había conocido a Ray en aquel edificio en su piso por lo cual desconocía completamente su pasado antes de encontrarla por primera vez.
Tenía dos opciones; hacer un esfuerzo o volver al edificio y esperarla. (Claro antes haber matado completamente a Danny, no quería más inconvenientes.)

Nuevamente encontró a Rachel cerca de una cafetería, dudaba en si acercarse o no pero terminó haciéndolo.

—Ey Ray —saludó y ella volteó.

—Hola Zack.

—¿Por qué estás aquí afuera tan temprano?

—Odio la comida que dan en ese lugar.

—¡Genial! —casi lo gritó, Rachel lo miró confundida —me refiero a que puedo invitarte algo, deja de verme así.

Zack se cruzó de brazos mientras Rachel ladeaba un poco la cabeza.

—¿Invitarme algo?

—Sí, eso... Deja de hacer preguntas estúpidas y vámonos —la agarró de la mano para después comenzar a caminar y Ray a su lado.

Buscó entre sus bolsillos y se dio cuenta que apenas y tenía dinero para comprarle la comida a Rachel, rodó los ojos, todo se estaba volviendo mega difícil. Entraron al lugar y ella se quedó sorprendida por el lugar.

—¿No es esto muy caro?

—Que bah, mira ten este dinero y ve a pedir algo... Tengo que ir a un lugar vuelvo rápido, —Ray asintió —sólo promete que no te irás.

—Lo prometo.

Al escuchar sus palabras Zack se dio la vuelta lleno de alivio, cuando vio que Ray estaba en el mostrador pidiendo algo salió de ese lugar y buscó a una persona entre las tantas que caminaban por ahí. No podía tardarse mucho o Rachel sospecharía algo.

Caminó hacia un callejón que estaba cerca y se dio cuenta que había una pandilla de idiotas que contaban un fajo de dinero, «¡Genial! Me saqué la lotería!» pensó mientras entraba al callejón con toda la calma posible.
Los tipos de la pandilla lo vieron y con una expresión "amenazante" le hablaron.

—¡Hey tú! ¿Qué haces aquí?

Zack sonrió.

—Vengo a limpiar la basura... Se ven tan felices con ese dinero que no puedo resistirme las ganas de matarlos —una gran sonrisa se formó en la cara de Zack.

—¡Estás demente! Ja, ya quisieras poder con nosotros.

Al parecer el líder de la banda fue quien habló, se acercó a Zack apunto de golpearlo.

—Espera, espera —dijo mientras se quitaba el abrigo —no quiero mancharlo es la única prenda que tengo y ahora que tengo una segunda oportunidad con Rachel es importante, pero disfrutaré mantandolos~

El tipo gordo, líder de la banda gritó al sentir como Zack le dobló el brazo, lo suficiente para romperselo.

—Ni y tiempo de sacar tu cuchillo te dio... —dijo mientras lo miraba a la cara y se agachaba para robarle el cuchillo.

A Zack le sorprendía lo mucho que se había contenido pero una vez con el cuchillo todo sería diferente.
Loa otros dos tipos comenzaron a temblar cuando vieron a Zack masacrar a su compañero, era una escena bastante horripilante, asquerosa y grotesca.

Los otros dos intentaron escapar pero estaban en un callejón el cual no tenía salida alguna.

Les esperó el mismo destino que al tan aclamado compañero valiente aue tenían.

Zack se agachó para recoger el dinero, el cual para su suerte era lo suficiente y no estaba manchado de sangre.
Lanzó el cuchillo y volvió a ponerse su abrigo cubriendo lo manchada de sangre que se encontraba su camisa.
Volvió a ma cafeteria con normalidad y buscó a Ray con la mirada, la encontró sentada en una mesa mientras le servían la comida.

—Zack, te tardaste mucho —mencionó ella cuando lo vio sentarse a su lado.

—Eh sí... Unos tipos querían pelear... —dijo mientras miraba lo que Rachel estaba comiendo.

—Esto es para ti —dijo mientras le acercaba un plato con un par de galletas y sacaba una leche de chocolate de la bolsa que llevaba.

—¿En serio? —preguntó al recibir la leche.

—Claro, bueno tú me diste dinero para un buen desayuno... Lamento no poder igualarlo en cuanto a precio pero lo hago con todo mi corazón —Ray hizo una pequeña sonrisa.

—Extrañaba tu sonrisa... —Zack murmuró sonriendo por igual.

—¿A qué te refieres?

Evadió la pregunta y le quitó el popote a la leche para después ponerselo y comenzar a tomarla.
Agarró una galleta y la mordió tratando de ocultar su nerviosismo.

—Lo lamento pero tengo que irme —dijo ella mientras lo miraba.

—¿Por qué? —frunció el ceño.

—Tengo terapia hoy —confesó y cuando iba a levantarse de la silla Zack la detuvo.

—No te vayas por favor... —Zack dio un suspiro mientras fruncía el ceño desviando la mirada —no me gusta comer solo.

Ray suspiro, no podía negarse a quedarse, Zack le había dado un desayuno y se había ganado un nuevo amigo (raro pero su amigo).
Se acomodó bien en la silla mientras miraba a Zack fijamente.

—Tus ojos son lindos —hizo un comentario aleatorio para sacar plática.

—En cambio los tuyos te hacen parecer un muerto... Pero no voy a negar que es algo que me encanta de ti —siguió comiendo con normalidad sin percatarse de lo que había dicho, cuando se dio cuenta trató de corregir inmediatamente.

—El Doctor Danny me ha dicho que mis ojos son lindos...

—Ese hijo de perra... —masculló Zack sin mirar a Ray, volteó a verla —No le hagas caso, es tu terapeuta y creo que está excediendo esa linea entre paciente y doctor... Sabes a lo que me refiero.

—La primera vez que nos vimos... Sentí como si te conociera de hace tiempo, y no sé porque...

—Me encargaré de explicártelo... Pero cada cosa a su tiempo —dijo Zack en un tono un tanto serio.

Esto da para un fanfic :')
Si seguía iba a salir un Os de 5000 palabras y ni aún así podría explicarlo todo bien ;,v

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