«No podemos dejarla.» Fue lo que dijeron los padres de Rachel y al final decidieron llevarla con ellos. Últimamente ella había estado muy seria casi parecía no tener vida por lo cual decidieron dedicarle un poco más de tiempo. Lo malo es que irían a su trabajo, eran policías y ese día el padre de Rachel tendría que interrogar a un asesino que llegó en la mañana.

—Que la niña que quede contigo... —murmuró el padre mientras miraba de reojo a Rachel y entraba al lugar del interrogatorio.

Rachel sólo se acercó al espejo observando al chico que se encontraba ahí adentro y a su padre.
Ignoraba lo que su madre le decía a las demás personas sobre su estancia ahí. Escuchó curiosa de lo que hablaban ahí adentro.

—Eres Isaac Foster, ¿correcto?

Él no respondió sólo sonrió.

—Eres culpable de asesinatos a sangre fría, ¿por que lo hiciste?

Rachel aún miraba, observó los ojos del chico y por un momento juró que sus miradas quedaron conectadas.
Se alejó un poco algo sorprendida y fue hacia donde su madre.

—¿A dónde lo llevarán? —preguntó aún mirándolo.

—Como resulta culpable mañana será transferido a una cárcel de máxima seguridad, no queremos que te suceda nada, cariño —habló su madre mientras acariciaba la cabeza de Rachel.

«¿Mañana...?» Pensó mientras seguía viendo, el resto del día con una libreta que le había pedido a su madre y ella le había dado gustosa; se la pasó investigando que podría hacer para ayudar a salir a aquella persona.
Al igual con un par de preguntas que le había hecho a su padre obtuvo mucha información valiosa.

Justamente cuando se iban a ir, Rachel terminó de idear su plan. Sabía la gran cantidad se seguridad que habría en la noche por si el preso que tenían intentaba escapar. Pero aún así ella pensó en todo por lo cual ya sabía como se desharía de la mayoría de policías que vigilaban.

Cuando regresaron a casa ella se dio cuenta de lo exhaustos que estaban sus padres.

—Rachel... Queremos dormir ¿quieres que te caliente la cena? —preguntó su madre y Ray rápidamente negó.

—La calentaré yo, vayan a la cama.

Una vez sus padres subieron la escalera dejándola a ella, fue a su habitación rápido pero con pasos sutiles para no despertarlos. Dio un vistazo por abajo de la puerta y se dio cuenta de que apenas tocaron la cama se habían quedado dormidos.
Rachel fue a su habitación y tiró las cosas de la escuela de su mochila. Buscó un poco de ropa y la hecho en la mochila.

Bajó a la cocina y agarró comida enlatada y una que otra botana.

Dio un suspiro y con la libreta donde había anotado todo salió de su casa. Podía sentir la fría brisa golpear su cara, hacía frío algo estaba claro.
Se dirigió hacía el lugar donde lo habían encerrado.

Fue difícil entrar no había duda de ello.

—Isaac Foster... —dijo el nombre en voz alta y escuchó como alguien golpeaba los barrotes de la celda.

Rachel rápidamente se acercó y se dio cuenta de que efectivamente si era el.

—Oye... —habló ella mientras lo seguía viendo y después sacaba las llaves que le había robado a sus padres —te voy a sacar de aquí.

—¿Uh? —él la miró —¿Sabes que soy un asesino? Podría matarte en este mismo momento.

—Hazlo cuando te saque de aquí si gustas —dijo mientras abría la celda.

—¿Por qué haces esto?

—Los vi matar una persona... Mis padres eso, es por eso —dijo mientras agarraba su mano y prácticamente lo hacía seguirla arrastras.

—Pero de alguna u otra forma yo soy una asesino ya sabes, matar asesinar... Eres una niña, no entenderías.

—La persona que ellos mataron estaba pidiendo clemencia, tú a pesar de todo... Confesaste que los mataste porque se te dio la gana, mis padres en cambio me mintieron.

—¿Ese es el porque de tu mirada tan aburrida?, ¿nunca te han dicho que pareces un muerto? —dijo el haciéndole burla.

Rachel no dijo nada más y simplemente le dio una bolsa.

—Esto es tuyo Isa...

—Zack.

—Esto es tuyo, Zack —corrigió. —Soy Rachel.

—Si me largo contigo me van a culpar también de secuestro —rodó los ojos. —No me importa, date la vuelta

Rachel obedeció y se dio la vuelta, hasta que sintió como Zack la cargaba y comenzaba a correr con ella en brazos.

—Eres muy lenta, sólo dime por donde ir.

—Por allá y saldremos, esa es la salida de emergencia —apuntó a un lugar y el obedeció.

Salieron por ahí y Zack bajó a Rachel.
Dieron un par de pasos más mientras ella miraba para todos lados.
Sacó la libreta y comenzó a buscar algo importante.

—En 20 minutos se darán cuenta que no estás... Podríamos ir a... Pero tardaríamos 15 minutos más lo que se tarde en llegar el tren... Pero en posiblemente 5 minutos después de los 20 tu foto y la mía estén en todos lados...

—¡Oye Ray! —le gritó

—¿Ray?... —volteó a verlo.

—Deja de decir cosas tan complicadas —rodó los ojos con molestia.

Ella asintió mientras volvía a leer lo que apuntó horas atrás.

—Hay un pueblo alejado... Por lo que me contaron no hay tantos medios de comunicación como en la ciudad... Sólo —miró a Zack —no asesines a nadie.

—Difícil pero está bien —él se encogió de hombros.

—¡Vamos entonces!

Serán dos partes...
Para estar muy alejado de la historia original realmente me gustó el resultado

Y a ustedes? UvU