Zack cuando iba pasando por la sala pudo ver como Ray estaba sentada en el sofá escribiendo algo... Tenía curiosidad por lo que era ya que toda la semana había sido casi lo mismo.
Se sentó a su lado pero ella ni volteó, simplemente siguió escribiendo.

—¿Por qué me has ignorado toda esta semana? —preguntó Zack pero al instante Ray se levantó sin dirigirle mirada alguna.

Zack observó los papeles que dejó en su lugar y los agarró, le llamó la atención que hubiera un dibujito sobre él en la parte trasera de la hoja, volvió a dejar los papeles y se levantó para ir a comer algo sin darle más importancia alguna.

Lo que sucedía con Rachel era algo demasiado simple; comenzaba a enamorarse. No podía comprender la razón de porque cada vez que se acercaba a Zack, comenzaba a temblar y ponerse nerviosa... Se alejaba de Zack por si simple hecho de que no sabía que le sucedía y no le gustaba para nada verse así frente a él ya qué el era la afortunada persona de la cual Ray se había enamorado.

Al ser incapaz de pronunciar una palabra sobre ese mismo tema con Zack, decidió ser más clara y escribir sobre sus sentimientos hacia él. Ya que claro, sería más fácil para ella si ahí estuvieran pero Zack no pudiese darse cuenta.

En la noche cuando era hora de cenar Ray bajó a la cocina para cenar algo y de paso investigar si Zack había comido.

Caminó un poco mirando todos lados, estaba normal y tranquilo... Dio un suspiro mientras al llegar a la cocina, comenzó a ver que era lo que había para comer.

—¡Boo! —dijo Zack apareciendo detrás de ella causándole un leve brinco haciendo que volteara a verlo.

—Zack... —murmuró.

—¡Genial! —exclamó él. —La primera maldita palabra que me diriges en tres días, ¿qué sucede contigo?

Rachel negó le volvió a dar la espalda mientras sacaba un par de cosas de la alacena, cereal y leche.
Los puso en la mesa y fue por un plato, Zack la siguió mientras hablaba.

—¿Qué eran esos papeles? Ya sabes lo que escribías en la tarde.

El corazón de Rachel casi da un brinco al escucharlo preguntar eso, buscó alguna excusa para ignorar la pregunta sin mentirle. Al final terminó optando por la mejor opción.

—Mis sentimientos. —murmuró mientras le echaba leche al plato y seguido el cereal.

—¿Ah? ¿Tus sentimientos?, ¿qué significa eso? —preguntó Zack mirándola fijamente.

—Lo siento... Es tarde —dijo mientras agarraba el plato y regresaba a la cocina para después irse a su habitación y cerrar.

Zack le dio una fuerte patada a la pared por la odiosa actitud que Rachel demostraba con él. Fue a la sala y agarró los papales de los que Ray había mencionado que eran sus "sentimientos". Si quería seguir ignorándolo estaba bien por él, pero por lo menos tendría que saber la razón exacta de porque.

Cuando llegó a la habitación de Ray golpeó la puerta, golpes fuertes; realmente parecía enojado.

—¡Rachel, si no quieres hablarme por lo menos explícame la razón del porqué! —gritó mientras se recargaba en la puerta aún golpeando.

Ray casi se ahoga al escucharlo, ella sabía perfectamente que tarde o temprano haría eso... Sólo que no pensaba que fuera tan rápido.
Se levantó y abrió la puerta, Zack casi se cae encima de ella por estar recargado en la puerta.

—¡Explícame ahora! —exigió el mientras le daba los papeles.

Ray desvío la mirada mientras cerraba los ojos.

—Cada vez que estoy cerca de ti... —Zack la interrumpió.

—¿Qué? ¿quieres largarte?

—Cada vez que estoy cerca de ti me siento nerviosa —confesó ignorando sus preguntas mientras abría los ojos

—¿Es sólo eso?

Ella negó.

—No puedo siquiera mirarte a la cara porque me pongo a pensar en tonterías... —Zack frunció el ceño, cada vez entendía menos.

—Explicate, ¿qué tonterías?

—Pienso que eres... —Ray tragó saliva —atractivo... —murmuró.

En ese instante Zack comprendió todo, soltó una risa para después sonreir y comenzar a acariciar el cabello de Rachel. Ella lo miró confundida pero el simplemente esperó.

—Pequeña niña... —dijo mientras la miraba directamente a los ojos, Ray en ese instante quería apartar la mirada.

Zack se agachó y la abrazó.

—Tú también me gustas. —murmuró en su oído.

Ray no sabía que hacer, Zack la tenía atrapada entre sus brazos. Mucho menos sabía que decir, hasta que Zack agarró su cara y le dio un pequeño beso.