Zack se encontraba en la casa que compartía con Rachel, no era la gran cosa pero tampoco era como el cuarto que Zack tenía anteriormente.
Ya que Ray seguía siendo una niña no le permitió no ir a la escuela, prácticamente de un día para otro le llegó con la noticia haciendo que ella se quedara confundida, pero no se negó.

Con curiosidad vio los libros de texto de Rachel, pero lo que le causó esa curiosidad no eran los libros, había un extremo de algo blanco sobresaliendo entre ellos. Tomó esa cosa y pudo ver que era un sobre.
Claramente era una carta pero para mala suerte de Zack el no sabía leer.
Aún así le importó poco y la revisó.

Había algo que le llamó la atención, era un corazón, en el cual se encontraba un dibujo de Ray y otra persona (un hombre), por igual otros tantos pequeños corazones repartidos por toda la hoja.
Zack frunció el ceño, podría no saber leer pero tampoco era lo suficiente tonto como para no entenderse que quien quiera que le haya dado eso a Rachel tenía una intención que no le agradaba para nada.

Arrugó el papel y lo guardó en su sudadera, tenía que ir a recoger a Ray a la escuela. Podría dejar que ella regrese sola pero sería muy arriesgado incluso para él.

Salió de la casa casi azotando la puerta, se había enojado gracias a la carta que encontró entre las cosas de Rachel.

Cuando llegó a la escuela a la que ella iba, a lo lejos la vio... Era fácil identificarla con esos ojos. Estaba platicando con un niño de su edad sólo que Rachel parecía no querer seguir ahí.

—Hey Ray —la llamó Zack mientras se acercaba con ímpetu —es hora de irnos.

Él niño con el que se encontraba Rachel volteó a ver a Zack, tanto Ray como Zack sonrieron.

—¿Me presentas a tu amigo?... —con una mirada amenazante Zack lo miraba.

—No es mi amigo —respondió Rachel.

—Y-yo... Lamento mucho molestarlos —dijo el pobre chico asustado —prometo no volver a acercarme a Rachel, señor...

—¿¡Señor!? —preguntó Zack enojado (más de lo que ya estaba) —vete antes de que te mate niño tonto.

Y él obedeció, corrió por su vida literalmente huyendo de un asesino.

—Fuiste muy duro con él —Ray mencionó mientras comenzaba a caminar —Gracias Zack.

—¡Todavía tengo que hablar contigo! —comentó siguiéndola —encontré algo entre tus cosas, tenía corazones y un dibujo sobre ti.

Sus últimas palabras causaron curiosidad en Rachel así que ella volteó a ver a Zack.

—¿Entre mis cosas?

—Bueno sólo... sólo revisaba... —Zack se puso nervioso ante la pregunta de Ray.

Para no tener que dar explicaciones, sacó la carta de su bolsa de la sudadera. Estaba arrugada y hecha bolita aún así se la dio a Rachel.

—La leeré.

Zack asintió.

“Rachel, Rachel, Rachel...
Eres tan hermosa que las palabras incluso desaparecen de mi boca.
Escribo esto no sólo para confesarte mis sentimientos si no porque quiero que sepas que cada noche pienso en ti.
Pienso en que cuando seamos más grandes me gustaría besar tus labios”...

Rachel se vio fuertemente interrumpida por Zack.

—¿¡Qué le sucede!?... —suspiró. —Si no lo ves mañana es porque lo asesiné.

Ray sin comprender el porque del enojo de Zack continuó leyendo.

“Pero realmente no es lo único que deseo, hay muchas más cosas que quiero hacer contigo... De las cuales realmente me avergüenza el pensarlas, pero siendo tú, siendo tú con la que tengo fantasías... Realmente te amo”

—

Ya no verás más a ese chico Ray... —dijo Zack más enojado aún mientras apretaba sus puños —¿Quién se cree para escribirte eso?

—No entiendo Zack... —dijo ladeando un poco la cabeza —¿por qué estás enojado?

—¡Por lo que te escribió! Claro está... es un niñato que se siente gran cosa sólo por escribirle una carta asquerosamente horrible a alguien linda como tú —replicó enojado.

—Zack... —Rachel tocó su hombro —¿estás celoso?

—¿Celoso? ¡no!, estoy molesto... ¿Era ese niño con el que estabas?

—Creo que sí, la carta al final tiene su nombre.

Zack se agachó y tomó la mochila de Ray para después dársela y cargarla a ella. Rachel lo miró algo confundida, aunque por sus adentros sabía lo celoso que Zack estaba.

—Bueno me alegra darte la noticia de que tendrás que decirle que no espere más para besarte —dijo con una gran sonrisa.

—¿Por qu...?

Zack no la dejó continuar ya que la besó de inmediato cortándole las palabras. Rachel estaba sorprendida y sonrojada... Pero al final terminó cediendo y cerró los ojos disfrutando del momento.