Zetsu

//Alta traición//

¿Qué mejor que una cálida bienvenida de tus compañeros? ¿Agradable, no?. Si, si que lo era. Pero aquí no es una familia amigable y mucho menos cariñosa. Hay días que ni siquiera formulan palabra entre ellos, por miedo a generar lazos. Ellos no entraron a está organización por lazos que los amarren y no poder completar su cometido, si tienen que matar a su compañero por el bien de la misión, ¡Lo hacen!.

La única presencia esperando la llegada de Tami, es Clara. La margarita de Zetsu, quién le puso ese nombre no acordé a su especie. Importa poco si es de día, tarde o noche... Ella siempre estará dispuesta a entablar una conversación con Clara. Aunque varios suspiros se le escapen en el acto. Le encantaría que alguien la recibiera con una sonrisa.

—Buenos días, Clara.—Saludo como siempre antes de partir—. Te veo al rato, si es que aún no me matan.—Hizo una mueca de agrado y con un giro de talones se dispuso a partir.

Era de madrugada, el sol apenas se asomaba de entre las colinas, dando todo de si. Una presencia extra observaba a Tami antes de su partida, una sonrisa en su inexpresivo rostro floreció de la nada, cómo diciendo "recuerda que te observó  desde las sombras". Es raro que ellos se pongan de acuerdo con una acción y más relacionada con los sentimientos... Aunque poco ellos sepan de ello. Un gruñido de la parte sombría adherida a la blanca había hecho desvanecer tal acción

—No la alimentó. Pero que descuido.—Musito con desdén.

—Hey... No digas eso. No es hora de su almuerzo.—Con angustia, tratando de protegerla, le replicó.

Puede que peleen todo el tiempo, pero es su forma de llevarse... Han pasado muchas cosas juntos. Bufó con enfado dirigiendo su mirada hacia algún lado del extenso bosque, tratando de perderse en sus pensamientos. Un zumbido en las mentes de ambos, los alertó de la llamada de su jefe, dejando de lado sus acciones recientes.

—Los necesito. Regresen a la guarida.—Hablo el actual Madara, solo usando ese nombre para difundir miedo y porque se lo encomendaron. De inmediato esa molestia desparecido dejándolos solos de nuevo.

—Odio que me de órdenes.—Gruño Zetsu Negro.

—Es primordial, no lo olvides.—Le llevo la contra con notoria. Vaya pareja.

sin protestas salieron en busca de su regreso y estar frente a frente con su líder, para satisfacer sus órdenes.

[...]

Donde el sol azota con fiereza; donde los pensamientos se desvanecen como el ciclo de la luna y el sol, Tami recorría esta fresca mañana de copa en copa. Una misión que nunca le fue encomendada, simplemente un susurro de intuición a los oídos. Los rastros son mas visibles que una huella en época de invierno, donde la bota se llena de barro hasta los talones dejando un rastro traicionero.

Sombras por doquier, como fantasmas ambulantes, su mente esta llena de ellas... Sombras que alguna vez tuvieron cavidad en su corazón, lloraron lagrimas de rubíes hasta su final. "Una vida puede cambiar la de millones" siempre se ha replicado ella una y otra vez frente al espejo,  quien refleja su verdadero ser.

Ese pergamino contiene la salvación.

[...]

─Maldita rata embustera.─Era Zetsu Negro como siempre de un mal humor.

No era de maldecir con constancia, siempre permanecía callado a menos que la situación no lo ameritara. ¿Qué era ahora de su contra parte?, la noticia fue nefasta para ambos, aunque les fuera difícil admitirlo, lo es. Aparentan no sentir nada, un corazón hueco; artificial, con problemas para palpitar y llenarlos de emociones, pero ellos mas que nada están desbordantes de sentimientos. Revivir a su madre, ese cometido; ese amor que sienten hacia ella es vital.

"Elimínenla" era mas que notorio que Madara la quería fuera del juego, los detalles fueron casi inexistentes, escasos, un pergamino ese era el problema, información primordial para los Akatsuki les fue arrebatada. Debieron estar al tanto, pero esa simpatía por parte de ella hacia ellos, desde el momento que llego los atrapo en su red de engaños.

Eran náufragos ahora de sus propios pensamientos, andaban a ciegas por el frondoso y helado bosque de pinos.

─Ya basta, para de maldecir.

─Ella se lo ha ganado.

Un silencio tétrico apareció como barrera entre ambos dejándolos solos con monólogos internos y los sonidos silvestres.

[...]

Ya era cuestión de tiempo para que ambos estuvieran frente a frente de nuevo, pero no como amigos.

─Zetsu, ¿Qué sucede?.─Una sonrisa apenas definida apareció en sus labios.

Vaya pregunta, sabe perfectamente lo que pasa, le ha roto el corazón. Sin formular palabra aquellos ojos amielados aparentando ser fuertes miraban en hito en hito a Tami con cierta conmoción de tristeza. Un paso, dos pasos... Tres pasos, la confianza de la chica permitió tan solo tres pasos hacia ella. Su sonrisa no duraría mas.

─Entonces es cierto.─Musitaron ambos Zetsus. Los sentimientos que florecieron entre ellos era tan real como ellos mismos afirmaban ser. Las emociones son tan confusas.

La castaña envolviendo con determinación sus mas puros pensamientos en una envoltura de regalo, con dos pasos agigantados deposito un cálido beso en las mejillas de Zetsu, dando en si todos sus sentimientos. Los pensamientos de este eran incongruentes mas su rostro no lo reflejaba solo dejo ver una afligida sonrisa.

─Nuestros mundos son tan diferentes.

─Tami, yo.─Dijo Zetsu Blanco con un hilo de voz.

─No rompas mas mi corazón, por favor.─Sonrió ante sus ojos, regalandole sus mas puros sentimientos... Su amor.

Era cierto ellos se amaban con locura. Al fin están de acuerdo en algo ellos dos, amaban a esa chica carismática que siempre les regalaba una sonrisa cuando no se lo merecían. Mas seguia siendo una traicionera.

Al menos si hubo alguien quien la despidiera, para siempre.

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OK puede que no haya contenido lemmon o que no haya sido muy largo...  Tan solo espero lo hayas disfrutado, que lo hice con todo mi corazón para ti.

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