// UCHIHA OBITO //

Una chica se infiltró en Akatsuki y llego para quedarse. 

Una joven con una túnica que cubre la mayoría de su cuerpo a excepción de la cabeza, resalta en ella unas nubes rojas características de la organización. ¡Otra chica! ¡Wow!, Ahora Konan no sé sentiría excluida y tendría conversaciones sanas con alguien de su género. O al menos eso pensó.

— Tami-chan.—una presencia conocida se posó frente a ella—. Pain-sama, requiere de su persona en su oficina.

— ¡Y rápido!.—hablo su contra parte.

Ella asintió y el bicolor desapareció por tierra frente a sus ojos. Sin expresión alguna en su rostro se dirigió a la oficina de su líder, o como le gusta llamarlo "zanahoria-sama". claro, solo en su cabeza. Al llegar tocó y de inmediato se escuchó un "pase". Entro y cerró detrás la puerta, visualizo a su líder dándole la espalda mientras revisaba unos pergaminos de los estantes ahí.

— Zetsu me digo que me nesecitaba.—tomo la palabra rompiendo el silencio.

— si, te requiero para una misión.—dio media vuelta y quedó frente a frente con ella—. Nececito que vayas al país del agua y encuentres al jinchuriki de tres colas... Y.—fue interrumpido.

— entiendo, voy sola...¿No es así?.

— ha eso iba. Después de hacer eso lo capturan y lo traen.

— ¿"Capturan","traen"?. Me suena a manada.—se cruzó de brazos.

— si, es un bijuu, no debe ser subestimado. Tobi será tu compañero.—la chica al escuchar este nombre un color carmin apareció en sus mejillas—. ¿Algún inconveniente?.

— N-no, ninguno.—este asintio.

— que bien, porque me iba ha importar una mierda. !fuera!.—ordeno y volvió con los pergaminos.

La chica salió de la oficina y cerró detrás. Un suspiro se escapó de sus labios, <¿Con tobi?> Pensaba ella.  Le alegra estar con el, alguien con quien hablar de cosas inmaduras y que el tiempo pase, eso es algo bueno. Sin embargo, no sabe cómo iniciar, desarrollar o terminar una conversación, no es su fuerte que digamos.

"tobi", la palabra escapo de sus labios. no puede ser que cada vez que piensa en el sienta un aire de nostalgia y de inmediato un sonrojo aparezca en sus mejillas.

— ¿Me llamo senpai?.— apareció de la nada el cara de pirueta. 

Ella lo mío con algo de asombro y algo sonrojada, no puede ser que la haya escuchado.

— ¡Tobi!, No haga eso. — se exaltó dando un pequeño paso hacia atrás.

— lamento mucho haberla asustado, senpai. —se noto arrepentido. Jugaba con sus dedos mirando cabizbaja.

Extrañamente cada vez que la nombra como "senpai", su nerviosismo aumenta al igual que un color carmín se posa en sus mejillas. Es que es jodidamente tierno, siempre lo ha pensado.

— no importa. —dio una leve sonrisa—. Cambiando de tema... ¿Sabes de la misión?.— pregunto algo avergonzada.

— ¡Claro! Tobi esta al tanto. Tobi es un buen chico.— Rápidamente el ya nombrado alza la cabeza y asiente repetidas veces con ella—. Y... ¿Cuándo partimos?.

La chica soltó una pequeña carcajada y en seguida dió a entender con un gesto que se irían justo ahora. Tobi al entender de inmediato salió de la guardia, junto a Tami detrás suyo. El viaje ya había comenzado y por parte de la chica todo era muy silencioso y por parte de Tobi, es todo lo contrario.

— ¡Hey, senpai!... Mire está flor, ¡Es hermosa!.

Jugueteo con la flor mientras gritaba al aire lo hermosa que era y la diversidad de colores que poseía. Tami por su parte solo sonrió y seguía caminando sin siquiera voltear. La chica se notaba tranquila aunque algo incómoda, el estar con tobi es nuevo para ella. Al final la noche recayó sobre ellos y la queja de Tobi no se hizo esperar.

— ¡Senpai!, Paremos. — comenzó a arrastrar los brazos por el suelo— ¡Senpai!.

La paciencia de esta chica es sorpréndete, pero Tobi lo es aún más, logro sacarla de sus casillas. La sien de la chica esta que explota, sin más, soltó un suspiro y dió media vuelta quedando frente a Tobi, haciendo que el ya mencionado detuviera su paso.

— descansaremos aquí.

— ¡Si!.— dijo eufórico.

Al momento Tobi se recargo en el árbol situado frente suyo, y con unas cuantas palmadas que dió a lado suyo, le dijo a Tami que se colocará a lado de el. La chica sintió una vergüenza enorme y no tardo en sonrojarse, sin pretexto alguno acepto la oferta. Todo de repente se volvió relativamente callado, solo se escuchaban los grillos cantar. Tobi se dedicó a observar el panorama.

Pov.Tami.

Todo estaba tan callado, tan tranquilo... Nunca pensé que Tobi fuera capaz de lograrlo. En ese momento me sentía tan feliz y tan triste a la vez, estar con el me genera mucha felicidad, pero también despertó en mi unos recuerdos que pensé que los había eliminado... La muerte de un compañero tal parece nunca se olvida y más, si es alguna vez lo amaste.

— hey, tami-senpai. ¿Por qué esa cara larga?.

— ¿Eh?, No es nada. — evite el poder iniciar una conversación.

Retire la mirada e hice como si no estuviera ahí, me empecé a sentir muy mal como para hablar. De la nada siento como sujetan de mi barbilla y giran de mi cabeza, y enfrente de mi veo a tobi, que está a tan solo una centímetros de mi rostro, estaríamos aún más cerca si no fuera por su máscara. En ese instante no pude evitar sonrojarme.

— Tobi, ¿Qué estás...— fui interrumpida.

— ¿Sabes?, No me agrada del todo que me ignores.

me quede helada, un escalofrio erizo todo mi cuerpo. Mis labios temblaban, mordí la comisura de estos tratando de calmar mi nerviosismo, no quiero mostrar debilidad. 

— Tobi.

— No me gusta que me digas así. 

No entendí a lo que se refería; observé cómo llevo una mano hasta su máscara y la recorrió ligeramente dejando ver sus labios y unas pequeñas cicatrices en su lado derecho. En ese momento en vez de sentir temor, sentí sospecha y curiosidad, con algo de lentitud lleve mi mano a su máscara, antes de siquiera poder tocarla el me sujeto fuerte de la muñeca.

— ¡No lo hagas!. — alzó la voz.

— ¿Por qué?. —Solte un pequeño quejido.

— No te gustará lo que hay debajo de ella. Mejor déjalo así.—Retrocedió dejándome de lado.

Un nudo en la boca de mi estomago me impidió poder pronunciar alguna palabra, simplemente observaba con atencion como giraba en sus talones tratando de alejarse mas de mi. Reaccione institivamente, no se que me sucede. Lo sostuve del hombro girandolo hacia mi, y asi con la otra mano despojandolo de esa mascara con la cual se oculta; Resonó al caer al suelo.

Pov. Omnisciente.

El chico al ver el comportamiento de ella, frunció el señor y la miró con irá.

— ¡Te dije que lo dejaras así!. —Poso una mano en su rostro tratando de ocultarlo, era claro que no le gustaba lo que era—. ¿Sabes?, Fue mi error... Todo esto lo fue. Ni siquiera pensé que podrías...—fue interrumpido.

— O-Obito.— el chico la miró con sorpresa—. ¡Obito!

La chica rompió en llanto, apresurada se levantó de su lugar y abrazo al Uchiha tan fuerte como pudo, sus brazos lo rodearon uniendo-lo más a ella. El pelinegro no supo como reaccionar, simplemente se quedó perplejo escuchando el llanto de Tami.

— Crei que te había perdido... Mi vida nunca tuvo sentido desde ese entonces. — dijo entre llantos.

— Tami... Yo.

— ¡Cállate!... 

La chica se separó un poco del abrazo y puso ambas manos en el rostro del uchiha, ella lo miro; con lágrimas entre los ojos, ruborizada; triste y feliz. Obito por su parte solo observa sus movimientos.

— Obito... Yo.— fue interrumpida.

La chica había Sido callada con un ágil movimiento del pelinegro, sus labios se unieron, aunque fue algo torpe; ninguno de los dos había besado antes, su experiencia es mínima y la almohada lo comprueba. Las manos del mayor posaban en la cintura de la castaña. El beso fue tierno y corto, sus miradas se cruzaron y Obito le regaló una sonrisa a Tami.

— Te amo, Tami... Lamento haberme ido tanto tiempo.

La chica sonrió, con unas cuantas lágrimas saliendo de sus ojos.

— Yo también te amo, Obito.

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¡¿Qué hay chicas?!

Si les ha gustado este pequeño one-shot no olviden dejar su estrellita y alguno que otro comentario.

Les quiero comentar que no todos los one-shots tendrán Lemmon, solo si ustedes lo desean.

Y díganme, ¿De qué les gustaría que tratará el siguiente?.

Sin más que decir me despido de ustedes.

Chao.