It's At The Point Where I Love And I Hate You

Adán gimió de dolor, tambaleándose hasta alcanzar toda su altura. Mierda. Había estado en una racha ganadora, lo último que necesitaba era que una perra lo arruinara.

Se llevó una mano a la cara y volvió a tener un brillo dorado. Mierda. Se tenia que romperle la máscara, ¡joder! Esa cosa lo hacía parecer rudo, ¡vamos!

"Ya, ¿en serio? ¡¿Con cuántos demonios miserables tengo que pelear?!"

Levantando la mirada, le lanzó una mirada furiosa al hijo de puta que había intentado arruinar su imagen perfecta.

Bajo, rubio, mejillas rojas...

Maldito infierno.

Lucifer le devolvió la mirada, con su pequeña perra acunada en sus brazos como una patética muñeca de trapo. "Tranquilo, yo seré el ultimo".

Dejó a Charlie en el suelo y dio unos pasos cortos hacia él. "Te atreviste a meterte con mi hija", afirmó claramente, hurgando distraídamente en sus uñas. Una sonrisa se dibujó en su rostro. "¡Y ahora voy a darte por el culo!"

Adán parpadeó.

Charlie parpadeó.

Lute parpadeó.

Todos los que estaban al alcance del oído parpadearon, ¿pero qué carajo?

"Uh... Es patearte el culo, papá." Charlie susurró, con expresión más que incómoda.

La sonrisa engreída de Lucifer no hizo ningún movimiento para abandonar su rostro mientras miraba al primer hombre. Intenso. Incendio. Adam intentó no temblar. "No, no, cariño, sé lo que dije".

Aún más silencio.

"Uh... ¿Qué carajo, amigo?" Adán escupió. ¿Quién se creía este monstruo que era? ¿Una especie de hada? Demonios, no. Él era The Dickmaster, y The Dickmaster no acepta nada por el culo.

Al menos ya no. Pero eso no es importante.

Lucifer se encogió de hombros. "Bueno, Char-Char probablemente no quiere que mate a nadie sin ningún motivo, y aunque esta es una razón bastante buena... ¡pensé en ser misericordioso!"

Adán no pudo evitar quedarse de pie y mirar fijamente por un minuto. ¿Misericordioso? ¿Qué parte de ser enculado por el diablo fue misericordiosa?

Lute se aclaró la garganta desde donde estaba, con una mano alrededor de la muñeca de Vaggie. "Señor. No escuche a ese pedazo de mierda. Tenemos que exterminar".

El ángel puso los ojos en blanco. "Lute, irrespetuosamente, cállate y vuelve a golpearle el trasero a Vaggie. Estoy en medio de una conversación".

"Señor-"

"¿Qué diablos acabo de decir? Vamos, Tetas pequeñas, jódela por mí, ¿quieres?"

Se alejó de Lute y volvió a centrar su mirada en Lucifer. "Estamos terminando esta conversación en algún lugar lejos de estos pequeños cabrones", afirmó sin rodeos, limpiándose una mancha de sangre dorada debajo de su nariz.

"Hmm. Así que.. lo tomare como un sí". Lucifer agarró el brazo de Adán, rompiendo y abriendo un portal.

"No, nunca dije-"

Fue interrumpido cuando el diablo lo empujó a través del desgarro en el espacio, el portal se cerró detrás de ellos con un pequeño estallido.

"Uh..." Charlie miró fijamente el espacio vacío, total y absolutamente confundido.

"Parece que vas a tener un nuevo padrastro", bromeó Ángel, ajustando la pelusa de su pecho con una sonrisa juguetona. "Tu papá ha coleccionado todo el juego, ¿eh?"

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Lucifer aterrizó encima de Adán, inmovilizando contra su cama con sorprendente facilidad. Aunque era bajo, era extrañamente fuerte.

Adán podría fácilmente revertir la posición si quisiera.

No hizo ningún movimiento para hacerlo.

"Entonces... ¿tenía razón al suponer que aceptaste mi pequeña oferta?" Lucifer ronroneó, colocando una mano en el centro del pecho de Adán, era algo blando.

Eso hace un poco de calor.

Adán se quitó los restos de su máscara y la arrojó a algún lugar invisible. Todavía podía sentir la sangre goteando del corte en su cabeza. "Eres demasiado marica para hacerme una mierda. Demonios, si a alguien le gustan las pollas gordas en el culo eres tú".

Lucifer arqueó una ceja. "¿Es eso un maldito desafío?" Puaj. El ángel siempre fue muy arrogante y eso nunca lo llevó a ninguna parte. Quizás esto le enseñaría una pequeña lección.

"¿Sabes qué? ¡Que te jodan! Lo es ahora".

El diablo sonrió. Pobre y egoísta Adán. Demasiado engreído para su propio bien.

Pronto estaría lleno de algo mejor.

Con otro chasquido de dedos, ambos hombres fueron despojados de sus ropas. Adán yacía extendido sobre las sábanas, con sus alas doradas casi rozando el suelo. Su halo proyectaba un brillo blanco dorado sobre el cabello desordenado, brillando en sus ojos entrecerrados. Lucifer silbó. "Bueno, carajo, ya pareces una puta".

Observó cómo las alas de Adán batían ligeramente. Es...interesante. Extendió la mano para tocar uno y sus dedos acariciaron la curva en la parte superior. El ángel se mordió el labio para evitar que se derramaran ruidos, pero siempre había sido un libro abierto. El placer se reflejaba en su rostro, evidente para que cualquiera lo viera.

Lucifer continuó acariciando, por sus secundarios y por los pocos primarios a su alcance. Con cada toque, Adán se retorcía, la espalda se arqueaba ligeramente y las alas temblaban.

"Es una pena que toda esta belleza haya sido desperdiciada", arrulló el diablo. "Qué bonito, pero con una personalidad tan repugnante por dentro. En mi opinión, aquí es exactamente a donde perteneces".

Adán apretó los dientes y su polla se contrajo. Mierda. No debería estar metido en esto. "Cierra la puta boca."

"Shh Shh No puedes hacer órdenes aquí." Desde su posición encima de Adán, parecía sobresalir, rezumando poder que normalmente mantenía en el interior.

Joder.

"Conoce tu lugar, perra. Puede que seas el primer hombre, pero esta es mi maldita casa y yo tomo las decisiones aquí".

Lucifer pensó por un minuto qué hacer a continuación, antes de besar en la mejilla de Adán. "Eres una porquería aquí, Adán. ¿Lo entiendes?"

Adán gimió suavemente, mirándolo y secándose la cara. "Muerete, Luci."

El diablo suspiró decepcionado. No sabía si era una decepción fingida o real. Agarró la cara de Adán y la apretó ligeramente. "Te hice una pregunta. Contéstala".

Con los ojos muy abiertos, Adán asintió rápidamente. (Bueno, lo mejor que pudo) "Entiendo, carajo, lo entiendo". Sus alas se movieron, haciendo pequeños aleteos hacia arriba.

Lucifer lo soltó y pasó una mano por su pecho. "Ese sí que es un buen ángel".

Todo el cuerpo de Adán se estremeció y cerró los ojos con fuerza. Mierda. Joder, joder, joder. No se suponía que eso fuera tan caluroso.

El diablo arrulló ante su reacción, tocando sin pensar uno de sus pezones. Era claramente sensible, por los pequeños ruidos que salían de su boca.

Dejó que sus manos vagaran hacia abajo para agarrar sus muslos afelpados, marcados sólo por cicatrices de exterminios anteriores y algunas estrías pálidas. Bajó la cabeza para besarlos, mordiendolos de vez en cuando. Adán gimió ruidosamente cuando los dientes rompieron la piel y se arquearon cuando comenzó la succión.

Cuando Lucifer decidió que había dejado suficientes marcas, se apartó. Púrpura y rojo cubrían la piel, sangre dorada goteando de algunos mordiscos que fueron demasiado profundos.

Muy sucio. Tan angelical.

Una mano regresó a la base del ala de Adán, frotando suavemente. El ángel casi gimió, estaba tan duro que estaba cerca de ser doloroso. Podía sentir el líquido preseminal goteando sobre su estómago, y no pasaría mucho tiempo antes de que comenzara a tocarlo.

"No creo que merezcas preparación", decidió Lucifer, tomando una botella de lubricante de la mesa de noche con su mano libre. "No después de todo eso."

Vertió una buena cantidad de sustancia sobre su polla, bombeando unas cuantas veces para asegurarse de que estuviera completamente cubierta.

"¿Estás listo?"

Adán lo fulminó con la mirada, dándole la espalda. Lucifer tomó eso como una señal para meterse dentro, con el trasero de Adán apretado alrededor de su polla. Él gimió, teniendo que detenerse por un momento. Joder, eso estuvo lindo.

El ángel hizo un ruido similar, más ahogado. Sus alas batieron contra las sábanas, las plumas se hincharon. Una mano se dirigió hacia su propia polla.

"Ni siquiera he empezado a moverme, ¿y tú ya te estás comportando como una puta callejera barata? ¿Estás seguro de que eres un ángel?" Lucifer exhaló y comenzó a mover las caderas a un ritmo constante.

"Cállate, lo juro por Dios", jadeó Adán, hundiendo los dedos en las sábanas.

"Mmm, déjame pensar... no." Lucifer le dio un empujón particularmente fuerte, uno que, por la forma en que Adán casi gritó, golpeó su próstata. "Suenas tan cachondo, lo juro. Canta para mí, hermoso".

Golpeó con más fuerza, con una mano todavía en el ala de Adán y la otra clavando pequeñas medias lunas en su pálida cadera. Observó cómo la cara de Adán se ponía más roja, observó la forma en que la mano alrededor de su polla era descuidada y rápida. Brillaba con un brillo nacarado, reflejando la luz de su halo.

"Di mi nombre", gimió Lucifer, las embestidas comenzaron a perder ritmo. Mierda, se estaba acercando.

Adán murmuró algo que se parecía al nombre de Lucifer, pero claramente estaba demasiado jodido para que su boca pudiera pronunciarlo correctamente.

"Más fuerte".

"...Lucifer.."

"Sé que puedes hacerlo mejor que eso, cariño". Tiró ligeramente del ala de Adán, esperando que eso lo estimulará.

"¡Lucifer!" Adán jadeó y su mano detuvo su movimiento mientras el blanco brotaba de sus pechos, brillando como piedra lunar.

Lucifer gimió, sin retirarse cuando él mismo se corrió. Se desplomó encima del ángel, respirando con dificultad.

Permanecieron allí durante un minuto, antes de que Adán le empujara ligeramente los hombros. "Bájate. No quiero que el semen se seque, se sentirá jodidamente desagradable".

Lucifer se rió entre dientes. No pasó mucho tiempo antes de que volviera a sus sentidos. "Está bien, está bien. Déjame agarrar una toalla".

Se apartó de Adán y se dirigió al baño.

Cuando regresó, con una toalla húmeda y un vaso de agua en la mano, encontró a Adán sentado, con las alas envueltas alrededor de él como una manta. Tenía en sus manos un pequeño pato de peluche y lo miraba fijamente con aparente confusión. Cuando notó a Lucifer parado aquí, señaló al pato. "...¿Estuvo esto en la cama todo el tiempo que estuvimos follando?"

Lucifer dejó el agua y limpió suavemente el desorden del pecho de Adam, asintiendo con entusiasmo. "¿Te gusta? ¡Hay mucho más!"

"¿Hay más?"

El diablo agitó sus puños con entusiasmo, rebotando levemente. "¡Por supuesto que hay más! ¿Quién sería yo si no tuviera más?"

Metió la mano en la masa de almohadas que se elevaban frente a la cabecera y sacó cuatro patos de peluche más. Todos eran especies diferentes (¿Probablemente? Adán no conocía bien a los patos, pero todos se veían diferentes), y Lucifer los dejó caer en el regazo de Adán. "¿Ves, ese?" Señaló a uno con la cabeza verde. "¡Ese es un pato real! Lo llamé Granny Smith, ya sabes, ¡porque es verde!"

Volvió a meterse en la cama junto a Adam, quien instintivamente lo rodeó con un ala. "¡Y ésta es una pato jaspeado! ¿Sabías que..."

Adán hizo todo lo posible por escuchar, pero el cansancio lo invadió como una ola y lo arrastró hacia abajo. Envolvió sus brazos alrededor de Lucifer, metiendo su rostro en el hueco del cuello del diablo y rápidamente se quedó dormido.

Lucifer continuó su divagación un poco más antes de notar los suaves ronquidos de Adán. Él sonrió gentilmente, colocando el pato que actualmente sostenía sobre las almohadas.

Eh.

¿Quién diría que el sexo por odio podría terminar así...?

¿Se atreve a decir con cariño?

Créditos  : hope_bagels_69

https://archiveofourown.org/works/53703760

https://archiveofourown.org/users/hope_bagels_69/pseuds/hope_bagels_69

nota : Gente no es solo copiar y pegar pipipi se acercan las clases me quiero tirar un tiro