tanjiro y yoiichi

En medio del caos, Muzan Kibutsuji comienza a gritar desesperado:
"¡AAAAAAA!"

Kokushibo, en un arrebato de lealtad y admiración, exclama:
"¡Muzan-sama es todo! ¡EINE!"

De repente, aparecen Yoriichi y Tanjiro, ambos con sus cabelleras largas ondeando al viento y con un aura intimidante. Tanjiro, con una sonrisa amable, dice:
"Hola, hermano."

Kokushibo, al borde de la histeria, grita con un tono desgarrador:
"¡AAAAAA!"

En otro rincón, Rui Ayaki observa todo, atónito y temblando:
"¡Jesús, fuck!"

Enmu, notando la tensión, decide actuar. Con agilidad, agarra a Rui y comienza a correr mientras grita:
"¡Corre, perra, corre!"

Rui, ahora sobre el hombro de Enmu, grita aterrado:
"¡Maldito Enmu, más rápido! ¡Se acercan Yoriichi y Tanjiro!"

Mientras tanto, Enmu voltea hacia atrás y pregunta, confundido:
"¿Quién demonios son esos tipos?"

Por otro lado, Muzan y Kokushibo, olvidando su dignidad, también comienzan a correr mientras gritan en pánico.

Yoriichi y Tanjiro, con sus katanas desenvainadas y un paso firme, persiguen a Enmu, Rui, Muzan y Kokushibo con una determinación implacable.

Los Pilares, observando toda la escena desde lejos, quedan completamente desconcertados. Una gota de sudor recorre sus frentes mientras comentan entre ellos:

Giyū Tomioka: "... Esto es demasiado incluso para nosotros."Shinobu Kōchō: "¿No deberíamos... hacer algo?"Kyōjurō Rengoku: "¡Espectacular! Pero también muy confuso."Mitsuri Kanrōji: "¿Qué está pasando aquí?"Obanai Iguro: "Prefiero no involucrarme..."Sanemi Shinazugawa: "¡Que los maten a todos!"Gyōmei Himejima: rezando en silencio.Tengen Uzui: "¡Esto sí que es extravagante!"Muichirō Tokito: "... Esto es un sueño, ¿verdad?"

La persecución continúa mientras la confusión reina y nadie parece saber qué va a pasar después.

Douma, que observaba desde lejos con su característico fanfarroneo, ve acercarse a Yoriichi con su temible presencia y decide que no tiene tiempo para bromas.
"¡No, gracias! ¡Paso!"
Corre como alma que lleva el viento y, con una sorprendente agilidad, se trepa a un árbol, quedándose inmóvil como si intentara pasar desapercibido.

Mientras tanto, Gyutaro y Daki, siempre en su dinámica de hermanos, ven venir a Tanjiro y Yoriichi y no necesitan ni discutir:
"¡Corre, Daki!"
"¡Ya voy, hermano!"
Ambos salen disparados en dirección opuesta, dejando atrás hasta sus armas.

Por otro lado, Akaza, fiel a su orgullo pero no tanto como para enfrentar a Yoriichi, evalúa la situación. Sin pensarlo dos veces, se lanza al río más cercano con un gran chapuzón, sumergiéndose por completo:
"Prefiero el agua al infierno de sus espadas."

Hantengu, siempre lloriqueando, toma una decisión aún más extrema. Se arrodilla en el suelo y comienza a cavar frenéticamente con sus manos, creando un hoyo lo suficientemente profundo como para esconderse. Antes de entrar, coloca una roca encima como si fuera su propia lápida:
"Nadie me encontrará aquí... ¡Nadie!"

En otro lado, Enmu, desesperado por escapar, decide que Rui Ayaki es más un peso que una ayuda. Sin pensar mucho, lo lanza hacia lo que parece una piscina, pero en realidad está llena de cerveza espumosa. Rui, sumergido hasta las cejas, sale tosiendo y gritando:
"¡Enmu, maldito imbécil! ¡Esto no es agua!"

Mientras tanto, el karma golpea rápido. Enmu, en su huida frenética, choca de lleno contra un panal de abejas, desatando una nube furiosa de insectos. Entre gritos y aleteos, el demonio intenta huir mientras lo persiguen.
"¡NO, NO, NO! ¡Odio las abejas!"

Por su parte, Muzan y Kokushibo, quienes tienen más experiencia en correr por sus vidas, aceleran aún más, corriendo tan rápido que parecen destellos. Con sus ropas ondeando y el pánico pintado en sus rostros, se convierten en una visión ridícula pero fascinante:
"¡Kokushibo, más rápido!"
"¡Ya no puedo, Muzan-sama!"

Desde la distancia, los Pilares continúan observando el espectáculo surrealista:

Giyū Tomioka: "... Esto no tiene sentido."Shinobu Kōchō: "¿Deberíamos ayudar a Yoriichi y Tanjiro o simplemente disfrutarlo?"Kyōjurō Rengoku: "¡Esto es absolutamente emocionante!"Mitsuri Kanrōji: "¡Pobrecito Rui! Aunque... es algo gracioso."Obanai Iguro: "Prefiero no opinar."Sanemi Shinazugawa: "¡Idiotas, todos ellos!"Gyōmei Himejima: sigue rezando.Tengen Uzui: "¡Esto sí que es un caos extravagante!"Muichirō Tokito: "Esto es real... creo."


Muzan y Kokushibo, viendo que no pueden escapar de la persecución por tierra, deciden que lo mejor es poner distancia en las alturas.
"¡Suficiente correr!"
Muzan, con su agilidad demoníaca, trepa rápidamente al árbol más alto que encuentra, dejando atrás a todos, mientras Kokushibo, con su presencia imponente, hace lo mismo en un árbol cercano. Los dos se observan desde lo alto con una mezcla de desesperación y rabia.

Tanjiro y Yoriichi, que los observan desde abajo, no pueden evitar reír ante la escena absurda.
"¿De verdad están subiendo árboles ahora?"
Tanjiro, con una sonrisa tranquila pero divertida, mira a Yoriichi, quien apenas suelta una pequeña risa.
"Parece que no pueden decidir si son cazadores o... ardillas."
Ambos se ríen a carcajadas mientras siguen avanzando, sin perder de vista a los dos demonios.

Sin embargo, Kokushibo no pierde tiempo. A medida que Muzan se acomoda en su árbol derecho, él decide cambiar de lugar y saltar ágilmente a otro árbol a la izquierda, con un movimiento tan preciso como un gato.
"¡Muzan, este árbol es mejor! ¡Ven aquí!"

Muzan, aunque con una expresión molesta, se ajusta y se mueve hacia el árbol derecho, viendo cómo su compañero toma su lugar en la otra rama. La persecución de la que intentaban escapar parece haberse transformado en una especie de juego absurdo entre árboles, donde la amenaza que representan parece diluirse con cada salto de ramas.

Tanjiro y Yoriichi se detienen unos momentos, con Tanjiro levantando una mano como si pensara en algo.
"¿Tú crees que..."
"No, Tanjiro," interrumpe Yoriichi con una sonrisa burlona, "no creo que les importe nuestra risa."

Muzan, desde su nuevo árbol, observa la escena, comenzando a entender lo ridículo de la situación.
"¡¿Cómo que esto es una broma?! ¡Kokushibo, baja de ese árbol!"

Kokushibo, mirando por encima del hombro, no parece dispuesto a escuchar.
"¡No! Este árbol tiene una mejor vista, déjame disfrutar un poco."

Mientras tanto, los Pilares continúan observando, algunos con incredulidad, otros con asombro.

Giyū Tomioka: "Esto... no lo puedo creer."Shinobu Kōchō: "¿Realmente están en los árboles? ¡Esto es un desastre total!"Kyōjurō Rengoku: "¡Increíble! ¡Esto es lo más divertido que he visto en mucho tiempo!"Mitsuri Kanrōji: "¡A mí me está encantando!"Obanai Iguro: "¿Esto es en serio?"Sanemi Shinazugawa: "Son unos idiotas... y los amo por eso."Gyōmei Himejima: sigue rezando, mientras su rostro expresa algo entre sorpresa y resignación.Tengen Uzui: "¡Deben de ser los dos más arrogantes de todos los demonios!"Muichirō Tokito: "¿Quién va a ganar en este juego de árboles?"

Douma, al ver que la situación se está volviendo aún más ridícula, decide que ya es suficiente. Se baja del árbol con una elegancia sobrenatural y, sin mirar atrás, comienza a alejarse corriendo.
"¡Ya basta de esta locura! ¡Me voy a hacer algo de comer!"
Sin embargo, su elegancia se ve opacada por la rapidez con la que se va, sin querer verse atrapado en este absurdo juego.

Akaza, quien había permanecido en el agua, decide que tampoco tiene sentido seguir allí. Sale del río, sacudiéndose el agua de la piel, y se va corriendo con su imponente presencia.
"Esto ya no es para mí..."

Daki y Gyutaro, al ver que la situación también se les escapa de las manos, deciden huir juntos, sin esperar más.
"Vamos, Gyutaro, no vale la pena seguir aquí."
"¡Te lo dije, hermana!"
Ambos desaparecen entre la multitud y se adentran en el horizonte.

Hantengu, por su parte, al ver que todos se están alejando y la atención ya no está sobre él, decide salir de su escondite subterráneo. Con la misma rapidez con la que cavó, se levanta, sacudiéndose el polvo y se va sin más.
"¡Ya no aguanto más!"

Mientras tanto, Enmu, que sigue siendo perseguido por las abejas, no puede soportar el dolor de los picotazos. En su intento por escapar, tropieza y cae al suelo, inconsciente.
"¡Malditas abejas!"
Daki, al ver que Enmu está fuera de combate, corre hacia él y lo toma en brazos.
"¡Enmu, maldita sea! ¿Estás bien?"
Daki lo arrastra a un lugar seguro, aunque claramente está molesta.

Rui Ayaki, después de haber bebido en exceso la cerveza de la piscina, se encuentra completamente borracho. Con su equilibrio totalmente afectado, da un paso y cae de nuevo en otra piscina de cerveza, sumergiéndose esta vez hasta el fondo.
"¡Esto es un desastre, pero me gusta!"
Rui no puede dejar de reír mientras se hunde más en la espuma, ajeno al caos a su alrededor.

Y, por último, Kokushibo, quien había estado saltando de árbol en árbol, decide seguir con su incontrolable impulso. Salta de un árbol a otro, demostrando su agilidad inhumana mientras parece disfrutar de la acción.
"¡Esto es mejor que cualquier pelea!"
Kokushibo se siente increíblemente vivo mientras salta entre las ramas, dejando atrás la confusión de los demás.

Mientras tanto, los Pilares siguen observando todo este espectáculo absurdo y parecen no poder creer lo que está ocurriendo.

Giyū Tomioka: "Esto... está completamente fuera de control."Shinobu Kōchō: "Es como si todo el mundo estuviera enloqueciendo."Kyōjurō Rengoku: "¡Este es el tipo de caos que me gusta!"Mitsuri Kanrōji: "¡Qué emocionante!"Obanai Iguro: "Esto no es normal, pero... está entretenido."Sanemi Shinazugawa: "¡Nunca vi una persecución tan extraña!"Gyōmei Himejima: sigue rezando, con una sonrisa resignada.Tengen Uzui: "¡Esto es un espectáculo increíble!"Muichirō Tokito: "¿Todo esto está sucediendo de verdad?"

Senjuro, que había estado observando desde una distancia, no pudo evitar reír al ver a Rui Ayaki completamente borracho y cayendo nuevamente en la piscina de cerveza. La escena era tan absurda que casi no podía creer lo que veía. "Rui, ¿en serio?"
Pero lo que pasó a continuación dejó a todos aún más sorprendidos. Una aspiradora industrial de fábrica, que parecía de otro mundo, apareció de repente, absorbiendo toda la cerveza y, por supuesto, a Rui Ayaki junto con ella.
"¡No...!"
Senjuro no podía creer lo que acababa de ocurrir. En segundos, Rui fue aspirado y colocado en un barril de cerveza junto con el resto del líquido. Sin decir una palabra, el barril comenzó a rodar hacia una dirección desconocida, llevándose a Rui con él.
"¿¡Esto es una broma!?"

Los Pilares, que estaban observando desde un costado, vieron la escena con incredulidad.
Giyū Tomioka: mirando fijamente "No puedo creer lo que acabo de ver..."
Shinobu Kōchō: con una sonrisa de incredulidad "¡Esto es un caos total!"
Kyōjurō Rengoku: riendo "¡Nunca me imaginé que vería algo así!"
Mitsuri Kanrōji: "¿¡Quién pone una aspiradora ahí!? ¡Y cómo es que se lleva a Rui!"
Obanai Iguro: "Es una locura..."
Sanemi Shinazugawa: riendo mientras se agarra la cabeza "¡Esto no tiene sentido, pero es genial!"
Gyōmei Himejima: mirando al cielo, como si lo estuviera meditando "¿Qué está pasando en este mundo?"
Tengen Uzui: sonriendo con exageración "¡Esto es un espectáculo de primera clase!"
Muichirō Tokito: con su mirada perdida "Yo solo quería ver qué pasaba..."

Mientras tanto, los demonios, después de ver cómo la situación se volvía cada vez más incontrolable, finalmente deciden que es el momento de retirarse. La luz del sol ya estaba empezando a iluminar el horizonte, y sabían que no podían quedarse mucho más tiempo.
Douma, Akaza, Daki, Gyutaro, Hantengu y los demás se alejan rápidamente, desapareciendo a medida que el sol comienza a salir.
"¡El sol está cerca! ¡Nos vamos!"
Douma mira hacia atrás, sintiendo la presión de la luz solar.
"¡Hasta la próxima, chicos!"
Y así, uno a uno, todos los demonios desaparecen en la distancia, sabiendo que la luz del sol los obligará a refugiarse.

El caos sigue, pero la amenaza de los demonios parece haber desaparecido por el momento. Sin embargo, la situación sigue siendo caótica, con Rui Ayaki atrapado en un barril, y los Pilares observando cómo todo se desarrolla.

Cuando cae la noche, Muzan, Kokushibo, Douma, Akaza, Daki, Gyutaro, Hantengu y Enmu regresan al almacén donde Rui Ayaki estaba guardado en un barril, después de su inesperada "aventura" en las piscinas de cerveza. Los demonios, habiendo dejado atrás el peligro del sol, se reúnen para recuperar a Rui, que sigue siendo su preciado "tesoro" aunque ahora está completamente fuera de control.

Rui Ayaki, medio desorientado por la borrachera, sale del barril tambaleándose, con el cuerpo cubierto de cerveza. El kimono transparente y mojado deja al descubierto sus bragas blancas, mientras da un paso vacilante hacia el suelo.
"¿¡Qué pasa?! ¿Dónde estoy?"
Rui no puede ni mantenerse de pie y se cae de nuevo, riendo y sin conciencia de lo que le está ocurriendo.
"¡Esto es lo mejor que me ha pasado!"
Su risa se pierde entre los murmullos y miradas sorprendidas de los demonios.

Kokushibo, visiblemente molesto por el caos que se ha desatado, mira a Enmu, quien es responsable de la situación. En un abrir y cerrar de ojos, le da un coscorrón a Enmu, dejándolo atónito.
"¡¿Qué demonios pensabas al lanzarlo a esa piscina!? ¡¿Sabes lo que has hecho?!"
Enmu apenas logra reaccionar, frotándose la cabeza, pero no puede decir nada.
"Lo... Lo siento, Kokushibo..."
Es evidente que Enmu no puede seguir soportando la furia de Kokushibo.

Mientras tanto, Muzan observa todo con una calma perturbadora, aunque sus ojos reflejan claramente su frustración.
"Esto se ha salido de control..."
Pero también sabe que no hay vuelta atrás ahora.

Kokushibo, resignado pero aún molesto, se acerca a Rui Ayaki, quien sigue tambaleándose. Sin pensarlo mucho, lo toma en sus brazos, levantándolo con facilidad.
"¡No tengo tiempo para tus tonterías, Rui!"
Rui, completamente borracho, ni siquiera parece darse cuenta de lo que está pasando. Está sumido en su propia burbuja de alcohol.
"Mmmm... Kokushibo, me siento... raro..."
Kokushibo, visiblemente irritado pero también preocupado por la situación, sigue sosteniéndolo mientras los demás demonios comienzan a moverse para salir del almacén.
"Vamos, todos, tenemos que irnos antes de que alguien más nos note."

Muzan, Douma, Akaza, Daki, Gyutaro, Hantengu y Enmu siguen a Kokushibo, mientras él lleva a Rui Ayaki fuera del almacén. La misión de rescate, que comenzó con la idea de simplemente recuperar a Rui, ahora parece mucho más complicada por su estado. El caos que se desató alrededor de Rui parece nunca terminar.

La noche sigue en su curso, pero con los demonios llevando a Rui Ayaki lejos del almacén, una nueva etapa en esta extraña persecución comienza. Sin embargo, todos saben que aún hay mucho por resolver, y nadie está seguro de qué más puede ocurrir

Los Pilares, que aún estaban en las cercanías, observan con incredulidad cómo Rui Ayaki, visiblemente borracho, se tambalea mientras se sostiene con dificultad, con su kimono mojado y su cuerpo cubierto de cerveza. El 5ª Luna Inferior no tiene ni idea de lo que está pasando, pero su situación no pasa desapercibida. Entre las risas y la confusión, los Pilares notan que su atuendo transparente deja ver sus bragas blancas, lo que solo aumenta el caos.
"¿¡Qué está pasando aquí!?"
Giyū Tomioka se frota los ojos, pensando que está viendo una locura.
"¿¡Qué demonios...!"
Shinobu Kōchō, aunque siempre tranquila, se siente algo sorprendida.
"Esto... no puedo con esto..."
Rengoku, como siempre lleno de energía, se pone a reír.
"¡Eso es un espectáculo de primera clase!"
Mitsuri Kanrōji no puede evitar sonrojarse al ver a Rui Ayaki en su estado tan vulnerable, mientras los demás Pilares parecen tener dificultades para asimilar lo que está ocurriendo.

Mientras tanto, Muzan, que observa la escena desde un costado, ya está comenzando a perder la paciencia con Enmu, quien claramente está dando problemas una vez más. Sin pensarlo, agarra un barril vacío y, sin decir una palabra, lo entierra en la cabeza de Enmu con una fuerza impresionante.
"¡Maldita sea, Enmu! ¡¿Por qué tienes que hacer todo tan complicado!? ¡Ahora vas a caminar con eso puesto!"
Enmu, con un barril vacío sobre su cabeza, empieza a caminar torpemente, como un muñeco sin rumbo. No sabe qué hacer ni cómo reaccionar, pero no puede evitar parecer una figura cómica.
Douma, al ver la escena, no puede contener la risa.
"¡Jajaja! ¡Enmu, qué ridículo te ves!"
Daki, con una sonrisa en su rostro, observa a Rui Ayaki y comenta:
"Pobre Rui... creo que va a durar borracho unos tres días, al menos."
El comentario hace que Gyutaro, su hermano, se ría a carcajadas, disfrutando de la absurda situación.

Muzan, visiblemente molesto por la situación y el caos que ha rodeado a Rui Ayaki, se toma un momento para recalcar algo a todos los presentes.
"Rui Ayaki... es un genio, un demonio con un QI de 89,000. ¡Y este es el tipo de caos que genera! Es inútil que me preocupe por este desastre, pero jamás he visto algo como esto."
La revelación sobre el QI de Rui Ayaki parece impactar a los Pilares.
"¿Qué... un QI de 89,000?"
Shinobu Kōchō no puede evitar preguntar, confundida.
"Eso... eso es imposible... ¿cómo puede ser tan inteligente y estar tan... borracho?"
Rengoku se rasca la cabeza, aún asombrado.
"¡Un genio borracho! ¡Eso es algo nuevo!"
Mitsuri simplemente no sabe qué pensar.
"¡Qué caos, no puedo entender nada de esto!"

El QI de Rui Ayaki y el comportamiento de los demonios se han vuelto tan impredecibles que los Pilares no saben qué esperar de ahora en adelante. El caos parece no tener fin, pero todos saben que Rui Ayaki está en el centro de todo, con sus habilidades asombrosas y su actitud desenfadada, incluso en su estado de embriaguez.

Rui Ayaki, tambaleándose y con el rostro rojo por la borrachera, empieza a murmurar en voz alta, como si estuviera en medio de una clase de ciencias o matemáticas.
"La ecuación de la teoría cuántica... es 𝛼^2 + β = (ℏω)^2... y el PH de la solución ácida... 6.7... no, espera, la ley de los gases ideales... PV = nRT... ¿y qué más? Ah, sí... Senjuro..."
Rui comienza a mezclar más conceptos, sin ningún tipo de coherencia, mientras sigue en su estado de embriaguez.
"Yo... yo me cogí a Senjuro... porque estaba borracho... y él... él también..."
Rui se ríe tontamente mientras los demás no saben cómo reaccionar.

Los Pilares que observan, completamente sorprendidos por las declaraciones de Rui Ayaki, no pueden evitar poner cara de total desconcierto.
Giyū Tomioka se cubre la cara con la mano.
"¿¡Qué diablos está pasando aquí!? ¿¡Rui acaba de... decir eso!? ¿¡En serio!?"
Shinobu Kōchō, incapaz de entender la situación, frunce el ceño.
"No puedo creerlo... ¿Rui acaba de confesar eso, en medio de su borrachera?"
Mitsuri Kanrōji se sonroja, avergonzada por el comentario de Rui.
"Esto... esto es demasiado para mí..."

Rengoku, siempre lleno de energía, se ríe nerviosamente.
"¡Wow! ¡Nunca pensé que vería algo así! ¡Rui realmente está diciendo todo lo que se le pasa por la cabeza!"

Mientras todo esto sucede, Yoriichi y Tanjiro, que también estaban cerca, escuchan las palabras de Rui Ayaki y se quedan boquiabiertos. Yoriichi, que rara vez se ve sorprendido por algo, no sabe si reír o ponerse serio.
"¿¡Qué!? ¿¡Eso... eso realmente pasó!?"
Tanjiro, más calmado pero igualmente confundido, mira a Senjuro, quien está parado cerca, con una mezcla de incredulidad y curiosidad.

Senjuro, por su parte, no se muestra avergonzado, pero asiente de forma calmada.
"Es cierto... Rui y yo... tuvimos sexo, pero eso ocurrió hace más de 9 semanas."
La declaración de Senjuro deja a todos aún más sorprendidos, especialmente a los Pilares, quienes no esperaban escuchar algo tan directo y personal en medio de una situación tan caótica.

La atmósfera se vuelve aún más tensa y desconcertante cuando Senjuro confirma la declaración de Rui Ayaki sobre su relación, dejando a los Pilares completamente sorprendidos y sin saber cómo reaccionar. Aquí continúa la historia:

Los Pilares, que estaban observando todo en completo shock, intentan procesar la información. Algunos simplemente se quedan en silencio, mientras otros no pueden ocultar su asombro.

Giyū Tomioka se frota la cara con frustración.
"¿¡De verdad!? ¿¡Eso es lo que pasó!? ¡Esto es más extraño de lo que pensé!"
Shinobu Kōchō, aunque siempre se mantiene tranquila, no puede evitar mirarlos con una mezcla de confusión y sorpresa.
"No... no puedo creerlo. Pero... ¿por qué lo mencionan ahora, en este momento?"

Mitsuri Kanrōji parece completamente ruborizada, incapaz de manejar la información tan personal que acaba de salir a la luz.
"Esto... esto es demasiado... ¿cómo deben sentirse ahora...?"
Rengoku, siempre positivo pero igualmente sorprendido, se rasca la cabeza.
"¡Vaya! ¡Nunca pensé que vería un día como este! ¡Todo esto es mucho para asimilar!"
Gyōmei Himejima, el Pilar de la Roca, quien suele ser muy sabio y calmado, también muestra una cara de asombro.
"Este es un momento complicado, realmente no sabía que tal cosa sucediera entre ellos... pero ahora todo tiene más sentido..."

Tengen Uzui, el Pilar del Sonido, se cruza de brazos y se ríe, tratando de quitarle el peso a la situación.
"¡Bah! Lo que sea que hayan hecho, al menos no es nuestro problema... Pero... ¡esto está fuera de control!"
Obanai Iguro, que rara vez muestra sus emociones, entreabre los ojos con incredulidad.
"Esto... no me lo esperaba. Estaba preparado para cualquier cosa, pero esto..."

Muichirō Tokito, el Pilar de la Niebla, parece un poco perdido, como si no entendiera del todo lo que está pasando.
"¿¡Qué!? ¡Eso... eso está más allá de mi comprensión!"
Tanjiro Kamado, quien también está allí, sigue sorprendido, pero aún trata de mantener la calma.
"Es... es raro, pero... ¿por qué lo mencionan ahora? ¿Qué sigue?"

Mientras todo esto ocurre, Yoriichi, quien ha estado observando en silencio, finalmente rompe el silencio.
"Bueno... parece que no solo eres un genio, Rui... también eres... ¿un poco travieso?"
Tanjiro, sin saber cómo reaccionar, simplemente responde.
"Esto es demasiado extraño para mí..."

Senjuro, que sigue tranquilo a pesar del alboroto, mira a Rui Ayaki con una mezcla de cariño y algo de exasperación, sabiendo que su relación con Rui ha causado tanto caos entre los demás.
"Sí, eso fue hace más de 9 semanas... pero lo que pasó, pasó. No hay nada que cambiar."
Rui, todavía borracho y algo confundido, asiente mientras murmura algo incomprensible.

La revelación ha dejado a todos los presentes completamente desconcertados y sin saber qué hacer a continuación. Los Pilares no pueden creer lo que acaban de escuchar y los demonios presentes observan, a la espera de lo que pueda suceder a continuación en medio de esta atmósfera caótica y llena de sorpresas.

Rui Ayaki, aún completamente borracho y en un estado de confusión, se ríe tontamente, mirando a Senjuro.
"¡Fue tan divertido lo que hicimos!" dice, aún tambaleándose mientras se agarra de Senjuro.
Douma, impaciente por la situación, decide que es hora de actuar.
"¡Ya basta de esto! ¡Vamos a meterlo en otro barril de cerveza! ¡Me tiene harto!"
Pero Muzan, que observa la escena, lo interrumpe bruscamente.
"¡No, Douma! ¡Basta! No lo hagas. ¡Es suficiente! Ya no lo necesito."
Kokushibo, mirando la situación, se cruza de brazos.
"¿Y cómo lo callamos entonces? Ya está fuera de control..."
Akaza, siempre con su lógica práctica, comenta desde un rincón.
"Alguien borracho es inmune a los golpes, no tiene sentido lastimarlo. Hay que encontrar otra forma de controlarlo."

Rui Ayaki, sin darse cuenta de la tensión a su alrededor, se acerca a Senjuro con una sonrisa tonta en el rostro.
"¡Bésame, Senjuro!" dice mientras trata de acercarse, completamente ajeno a lo que está sucediendo.

Muzan, ya completamente harto de la situación, da una orden tajante.
"¡Ya me harté de todo esto! ¡Métanlo al barril ahora! ¡Ya no lo necesito más!"

Gyutaro, al escuchar la orden, se acerca rápidamente y toma a Rui Ayaki. Sin mucha resistencia, lo mete nuevamente en el barril de cerveza, dejando a Rui Ayaki allí, atrapado y completamente fuera de control por la borrachera.

Los Pilares y los demonios observan, aún sorprendidos por todo lo que está sucediendo. Mientras tanto, Rui Ayaki, atrapado en el barril, sigue murmurando incoherencias y pidiendo cosas que nadie parece dispuesto a cumplir.

Después de que los demonios se van, dejando a Rui Ayaki atrapado en el barril de cerveza, hay un momento de calma, aunque la situación sigue siendo extraña. Senjuro, con una expresión de preocupación y algo de cansancio, se acerca al barril.
Con un suspiro, Senjuro lo abre, revelando a Rui Ayaki todavía en un estado de borrachera.
"Rui... ¿cómo te sientes?" pregunta, tratando de manejar la situación con calma.

En un giro inesperado, Rui Ayaki, al salir del barril, no tiene reparos y se acerca rápidamente a Senjuro, besándolo de manera impulsiva.
"Tengamos lo que hicimos en las 9 semanas pasadas... Lo disfruté mucho," dice Rui con una sonrisa borracha y mirada perdida, sin comprender completamente lo que está sucediendo.

Senjuro, al principio sorprendido por la reacción de Rui, se detiene un momento, mirando a Rui con una mezcla de cariño y algo de exasperación.
"Rui..." dice, respirando hondo, "Esto no es lo mejor en este momento, ya sabes que no estás pensando con claridad."

Mientras tanto, Muzan, que estaba observando desde lejos y había planeado que Rui estuviera bajo control, se enfurece al darse cuenta de lo que acaba de pasar.
"¿¡Qué rayos!? ¡¿Cómo es posible que Rui Ayaki se haya liberado de mí completamente solo por estar borracho!? ¡Esto no debería haber pasado!"
Su ira se intensifica al ver que Rui Ayaki está actuando de manera completamente inesperada y fuera de control, dejando a Muzan preocupado por las consecuencias.

La situación queda en suspenso, con Senjuro tratando de calmar a Rui Ayaki y Muzan furioso por perder el control sobre él. Los Pilares y demonios observan con atención, sabiendo que esto podría cambiar el rumbo de los eventos.

Rui Ayaki, todavía bajo los efectos de la borrachera, vuelve a acercarse a Senjuro, besándolo de nuevo y tocándolo de manera impulsiva.
Senjuro, visiblemente preocupado pero sin perder la compostura, lo aleja suavemente.
"¡Ya basta, Rui! Estás borracho, y esto no es el momento."
En un acto de preocupación, Senjuro lo levanta, cargándolo en sus brazos como si fuera un bebé, y comienza a caminar hacia la mansión Rengoku para asegurarse de que Rui Ayaki se recupere y esté a salvo.

Cinco días después...

Rui Ayaki finalmente comienza a recuperarse de la borrachera. El ambiente en la mansión está más tranquilo, y Senjuro ha estado pendiente de su bienestar durante todo este tiempo, asegurándose de que Rui Ayaki descansara y se recuperara por completo. Durante esos días, Rui ha estado en reposo, sin causar mayores problemas, aunque su comportamiento sigue siendo algo errático en ciertos momentos.

Cuando Rui Ayaki finalmente abre los ojos, sintiendo una ligera resaca pero también la sensación de estar mucho mejor, se encuentra en una habitación cómoda dentro de la mansión Rengoku. Senjuro, que estaba sentado cerca de la cama, lo observa con una sonrisa leve.

"¿Cómo te sientes ahora?" pregunta Senjuro, sabiendo que la situación sigue siendo delicada, pero ahora más controlada.

Rui Ayaki, aún algo atontado pero ya más consciente, responde de manera vaga.
"Creo que... ya me siento mejor... ¿Qué pasó?"

Senjuro suspira, aliviado, y le explica lo sucedido de una manera calmada.
"Te pusiste bastante borracho, y tuvimos que llevarte aquí para recuperarte. Pero ya estás bien. Solo trata de no hacer más locuras por un tiempo."

A pesar de la recuperación de Rui Ayaki, el ambiente sigue siendo tenso, ya que Muzan y los demás demonios podrían seguir teniendo planes que afecten a todos. La pregunta ahora es si Rui Ayaki recuperará completamente su control o si las influencias externas seguirán jugando un papel en sus acciones.

Rui Ayaki, al comenzar a recuperar su conciencia y recordar fragmentos de lo sucedido, se siente confundido. Su mente todavía está procesando lo que ocurrió mientras estaba borracho. Al escuchar su propia pregunta, Senjuro se acerca a él con una expresión calmada, dispuesto a explicarle lo que pasó.

Senjuro: "Te lanzaron a una piscina de cerveza porque Enmu te había atrapado, Rui. Estabas completamente fuera de control debido al alcohol y a lo que habías estado bebiendo, y eso complicó aún más la situación. Yoriichi y Tanjiro... estaban ahí, pero no fueron ellos quienes te pusieron en esa situación. Los demonios tenían otras intenciones."

Rui Ayaki, al escuchar las palabras de Senjuro, asiente lentamente, pero sigue con algunas preguntas.
Rui Ayaki: "Entonces, ¿Yoriichi y Tanjiro... no fueron los que me hicieron esto? ¿Qué pasó con los demás demonios?"

Senjuro, con un suspiro, le explica de manera breve lo que ocurrió después.
*"Los demonios, liderados por Muzan, intentaron controlarte y hacer que siguieras sus órdenes. Pero te liberaste, incluso si fue de una forma poco convencional. Todos los demonios, incluidos Enmu y los demás, terminaron huyendo cuando estaba a punto de amanecer, porque el sol los afecta. Y tú... tú te liberaste de su influencia momentáneamente."

Rui Ayaki toma un momento para procesar toda la información, todavía algo aturdido, pero más consciente.
"Entonces... ¿estuve bajo su control todo el tiempo? Y... ¿por qué estaba tan fuera de mí mismo?"

Senjuro se sienta a su lado y responde con suavidad.
"Fue complicado... El alcohol, sumado al estrés de la situación, hizo que te comportaras de esa manera. Pero te cuidamos, y ahora estás a salvo. No tienes que preocuparte, todo está bajo control."

Aunque aún un poco confundido, Rui Ayaki se siente algo aliviado al saber que su comportamiento no fue completamente suyo. Sin embargo, la preocupación por lo que pueda suceder a continuación persiste en su mente.

Después de más de 190 semanas, Rui Ayaki comenzó a experimentar recuerdos fragmentados de su pasado, aquellos que había olvidado o bloqueado durante tanto tiempo. La verdad comenzó a resurgir en su mente, y con ella, un torrente de emociones que lo dejaron completamente abrumado.

Uno de los recuerdos más vívidos que lo asaltaron fue el de la muerte de sus padres, un momento de defensa desesperada que lo había marcado profundamente. Recordó cómo, en un intento por sobrevivir y protegerse de sus propios padres, terminó tomando la vida de ellos. Fue un acto que había sido manipulado por Muzan, quien, al verlo vulnerable y fácilmente manipulable, había aprovechado esa situación para moldearlo según su propio deseo.

Rui Ayaki ahora comprendía cómo Muzan había jugado con su mente, implantando ideas y manipulación para convertirlo en una herramienta más en su lucha contra los cazadores. Lo que lo sorprendió aún más fue la revelación de lo que Muzan tenía planeado: una máquina creada para borrar a los cazadores, usando a uno de ellos como "absorbido". Rui había sido el candidato perfecto debido a su extraordinario QI de 98,000, algo que lo hacía valioso para los planes de Muzan.

La máquina, ya construida en su totalidad, estaba diseñada para utilizar la mente de Rui Ayaki como un conducto para borrar la existencia de los cazadores, eliminando de forma sistemática a aquellos que se oponían a los demonios. Muzan, al ver el potencial de Rui como una fuente de poder y control, había planeado usarlo de la manera más fría y calculada posible.

Al descubrir la verdad detrás de sus recuerdos y los oscuros planes de Muzan, Rui Ayaki se sintió consumido por una mezcla de furia, dolor y arrepentimiento. Había sido un peón en los juegos de Muzan, manipulado para cometer atrocidades y utilizar su propia mente como un arma.

Rui Ayaki se encontraba solo en su habitación, rodeado por las sombras de su pasado, cuando Senjuro entró en la habitación, preocupado por el estado de Rui. Al ver la expresión en su rostro, Senjuro se acercó y se sentó junto a él, esperando que hablara.

Rui Ayaki: "Senjuro... necesito contarte algo... sobre lo que realmente pasó en mi pasado..."

Senjuro lo miró con seriedad, preparado para escuchar.
"Lo sé, Rui. No tienes que cargar con todo esto solo. Te apoyaremos, pase lo que pase."

Ahora, con el peso de la verdad sobre sus hombros, Rui Ayaki se encuentra en una encrucijada. La máquina que Muzan construyó sigue estando en pie, y con su QI tan elevado, Rui Ayaki es el único que tiene el poder de detenerla o usarla. Sin embargo, la batalla interna entre lo que es correcto y lo que fue manipulado para hacer sigue siendo su mayor desafío.

Después de haber recordado todo sobre los oscuros planes de Muzan y la máquina que había sido creada para erradicar a los cazadores, Rui Ayaki sintió la urgente necesidad de advertir a los Pilares y a los Cazadores sobre lo que estaba por venir. Sabía que era el único que poseía la información crucial sobre la máquina, y si no actuaban rápidamente, los cazadores podrían ser borrados de la existencia.

Reuniendo a los Pilares en una sala privada, Rui Ayaki se dispuso a revelar lo que había estado oculto en su mente durante todo este tiempo. El ambiente estaba cargado de tensión, ya que, aunque los Pilares lo habían apoyado en muchas ocasiones, el conocimiento que ahora poseía sobre la máquina podría ser devastador para todos ellos.

Rui Ayaki miró a cada uno de ellos antes de hablar, sabiendo que sus palabras cambiarían el curso de la guerra entre cazadores y demonios.

Rui Ayaki: "Hay algo que deben saber. La máquina que Muzan construyó... está diseñada para eliminar a todos los cazadores. Y fui yo quien la ayudó a crearla, aunque nunca tuve la intención de que fuera usada para destruir a los que luchan por la humanidad."

Los Pilares se quedaron en silencio, sorprendidos, mientras Rui Ayaki continuaba.

Rui Ayaki: "La máquina necesita a un pilar o un cazador vivo para funcionar. Y, aunque yo no quise ser parte de todo esto, sé exactamente dónde está. Está en el Monte Natagumo, y si no llegamos a tiempo, los cazadores serán borrados de la existencia."

El ambiente en la sala se volvió tenso. Todos los Pilares intercambiaron miradas, procesando la gravedad de lo que Rui acababa de revelar. Muzan había sido tan meticuloso en su plan que había dejado una trampa mortal que solo Rui Ayaki sabía cómo desactivar o evitar. Sin embargo, el hecho de que él fuera el único que poseía esa información lo ponía en una posición aún más vulnerable.

Senjuro, que había estado en silencio hasta ese momento, se acercó a Rui Ayaki, poniendo una mano en su hombro.

Senjuro: "Lo que hiciste... lo que te hicieron... no es tu culpa, Rui. Ahora, tenemos que detener esto juntos. No podemos permitir que Muzan logre lo que planea."

Uno de los Pilares, Giyū Tomioka, fue el primero en reaccionar, su voz firme pero con un tono de preocupación.

Giyū Tomioka: "Entonces, tenemos que ir al Monte Natagumo inmediatamente. Pero necesitamos estar preparados. Si la máquina está tan cerca de ser activada, no tenemos mucho tiempo."

Shinobu Kōchō, quien siempre se había mostrado más pragmática, también intervino.

Shinobu Kōchō: "No podemos permitir que la máquina funcione, sobre todo sabiendo que Rui Ayaki tiene la clave. Debemos apresurarnos y llevar a un cazador o un pilar para evitar que esto ocurra."

Kyojūrō Rengoku, conocido por su energía y optimismo, también asintió, dispuesto a hacer todo lo que fuera necesario.

Kyojūrō Rengoku: "Vamos, ¡no perdamos tiempo! Si la máquina está en el Monte Natagumo, ¡nosotros iremos allí y detendremos esto!"

Los Pilares estaban listos para tomar acción, pero la pregunta ahora era: ¿Cómo podrían enfrentar la máquina que había sido diseñada para destruirlos? El viaje al Monte Natagumo sería peligroso, y sabían que tendrían que actuar con rapidez para evitar que Muzan lograra su propósito.

Rui Ayaki, aunque agobiado por su pasado, entendió que era su responsabilidad liderar esta misión para evitar el caos que podría resultar de la activación de la máquina. Los Pilares lo miraban con una mezcla de respeto y ansiedad, sabiendo que, aunque él tenía el conocimiento, también estaba emocionalmente marcado por todo lo que había vivido.

El aire en el Monte Natagumo se volvía denso y cargado de incertidumbre. Rui Ayaki y los Pilares finalmente llegaron al corazón del lugar donde la máquina de fusión estaba a punto de ser activada. Las tensiones eran palpables, y aunque todos estaban conscientes de lo que estaba en juego, nadie esperaba que Rui Ayaki, el mismo demonio que había sido manipulado por Muzan, tomara una decisión tan trascendental.

De repente, Rui Ayaki se adelantó, mirando hacia la imponente máquina que había sido diseñada para destruir a los cazadores. Su mirada se tornó decidida, y con una voz firme, comenzó a reprochar la existencia misma de la máquina.

Rui Ayaki: "Esta máquina... fue creada para erradicar a los cazadores... pero también a los demonios. Yo fui quien la ayudó a crearla, y ahora soy el único capaz de destruirla."

Los Pilares observaron, confundidos y preocupados, mientras Rui Ayaki caminaba hacia la máquina. Su mirada se suavizó brevemente cuando miró a Senjuro, su compañero y amigo, y con una sonrisa casi triste, se acercó a él.

Rui Ayaki: "Es un gusto verlos a todos, Pilares... y a ti, Senjuro."

Sin previo aviso, Rui Ayaki se inclinó y besó a Senjuro, como si en ese breve momento quisiera expresar todo lo que había sentido por él, todo lo que nunca había podido decir en palabras. Senjuro quedó inmóvil por un instante, completamente sorprendido, pero antes de poder reaccionar, Rui Ayaki tocó la esfera de fusión.

Senjuro: "Rui, no lo hagas..."

Pero era demasiado tarde. Rui Ayaki ya había tomado la decisión. Miró a Senjuro por última vez, con una expresión llena de pesar, y comenzó a convertirse en partículas, como si su ser se desintegrara lentamente. Sus últimas palabras fueron un susurro para Senjuro:

Rui Ayaki: "Yo creé esto... y ahora lo destruiré... Adiós, Senjuro... gracias por ver algo en mí."

La máquina comenzó a funcionar, y la desintegración de Rui Ayaki avanzó rápidamente. En un parpadeo, los demonios que habían estado aliados con MuzanKokushibo, Douma, Akaza, Hantengu, Gyokko, Daki, Gyutaro, Nakime y todos los demás— comenzaron a desvanecerse en polvo, como si la máquina los absorbiera en un instante. Incluso Muzan, el líder de los demonios, se convirtió en nada, desintegrado por el poder de la máquina.

Senjuro, con el corazón destrozado al ver el sacrificio de Rui Ayaki, intentó acercarse a la esfera de fusión. Su deseo de estar con Rui era tan fuerte que, sin pensarlo, extendió la mano para tocarla. Pero en ese preciso momento, algo dentro de él lo detuvo. Yoriichi, que había llegado justo a tiempo, lo tomó del brazo.

Yoriichi: "No, Senjuro. No podemos seguir este camino."

Antes de que pudieran hacer más, la máquina de fusión explotó con un estruendo ensordecedor. La energía liberada borró no solo a todos los demonios, sino también a Rui Ayaki y Senjuro, que ya se habían desintegrado en polvo. La humanidad estaba finalmente a salvo, pero a un costo inmenso.

Los Pilares se quedaron en silencio, observando el lugar donde todo había sucedido. El sacrificio de Rui Ayaki, un demonio, y Senjuro, su compañero humano, quedaba grabado en sus corazones. Rui Ayaki había sido un héroe a su manera, y Senjuro lo había seguido hasta el final, demostrando su valentía y amor incluso cuando las circunstancias eran desesperadas.

Giyū Tomioka, Shinobu Kōchō, Kyojūrō Rengoku, Mitsuri Kanrōji, Obanai Iguro, Sanemi Shinazugawa, Gyōmei Himejima, Tengen Uzui y Muichirō Tokito observaron la escena, con lágrimas en sus ojos, sabiendo que Rui Ayaki y Senjuro se habían sacrificado para salvar a la humanidad de la destrucción total. El precio fue alto, pero al final, el mundo había sido liberado de los demonios.

La explosión de la máquina de fusión resonó en todo el Monte Natagumo, y el mundo quedó en silencio. Los demonios se desintegraron, y la humanidad fue salvada. Sin embargo, lo que nadie sabía era que Rui Ayaki y Senjuro no habían desaparecido por completo. En lugar de la muerte, algo más extraño e incomprensible ocurrió. Ambos fueron absorbidos por una fuerza desconocida, atrapados en un reino cuántico donde el tiempo no tenía sentido, donde la existencia y la no existencia se fusionaban en una paradoja eterna.

El sacrificio que parecía poner fin a todo no había logrado su objetivo final. Rui Ayaki y Senjuro estaban atrapados en un limbo entre dimensiones, condenados a vagar por la eternidad sin esperanza de regresar al mundo que habían salvado.

Fin.



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