18

"Showtime en la Mansión"

Primera Escena: Preparativos Sospechosos
En la mansión donde Rui, Senjuro y Muichiro habían decidido descansar, un extraño alboroto comenzaba a desarrollarse.
Senjuro, siempre lleno de energía, entró corriendo a una habitación con Muichiro, sosteniendo un ventilador de mano, como si preparara algo muy importante. Rui Ayaki, que se encontraba descansando con una manta sobre los hombros, se despertó al escuchar el ruido.

¿Qué sucede? —preguntó Rui, frotándose los ojos.

Muichiro lo miró con una sonrisa maliciosa mientras Senjuro preparaba algo al fondo. Rui notó cómo ambos parecían demasiado ocupados para contestarle, lo cual siempre era una señal de problemas.

"Oya?" —murmuró Rui con una ceja levantada, tratando de entender.

Segunda Escena: "¡Es tu turno!"
De repente, Senjuro y Muichiro sostuvieron una cuerda enorme. Rui, sin tiempo para reaccionar, fue levantado en el aire como si estuviera en una trampa teatral.

¡¿Qué están haciendo?! —gritó Rui, colgando con una expresión de puro enojo y confusión.

Senjuro, sonriendo con total descaro, respondió:

¡Es hora del showtime!

Muichiro añadió en tono burlón:

Oya oya~, Rui. Relájate, te verás genial.

Rui luchaba por soltarse, agitando las piernas, pero sus bragas moradas transparentes quedaban expuestas por su kimono mal ajustado, lo cual hacía que su enojo aumentara aún más.

Tercera Escena: El Poder del "Show"
En ese momento, Senjuro presionó un botón misterioso que encendió un conjunto de luces multicolores que iluminaban a Rui, como si estuviera en un escenario. Rui, colgado y confundido, quedó bañado en luces de arcoíris, y sus ojos reflejaron el brillo psicodélico del espectáculo.

¡Kyaaah~! —gritaron Muichiro y Senjuro al unísono, fingiendo emoción como si Rui estuviera dando un concierto.

Rui, con una gota de sudor resbalando por su sien, apretó los puños y juró que se vengaría mientras la música dramática comenzaba a sonar.

Cuarta Escena: Rui no Perdona
De pronto, Rui logró soltarse con un movimiento rápido, aterrizando elegantemente en el suelo. Sus ojos, ahora iluminados por una mezcla de furia y vergüenza, se clavaron en Muichiro y Senjuro, quienes todavía reían sin parar.

¡Muichiro! ¡Senjuro! ¡SE VAN A ENTERAR! —gritó Rui, lanzándoles un libro pesado que había cerca, el cual pasó zumbando por sus cabezas.

Sin embargo, antes de que Rui pudiera alcanzarlos, los demás niños en la mansión comenzaron a entrar, atraídos por las luces y los gritos. Entre ellos, Emma, Norman, y Ray, quienes observaban el espectáculo boquiabiertos.

¿Qué está pasando aquí? —preguntó Emma con incredulidad, mientras Norman, ya sonrojado, miraba hacia otro lado al ver las bragas de Rui ligeramente expuestas.

Ray, cruzado de brazos y con su clásico tono sarcástico, murmuró:

... Me alegra no ser el único con secretos raros.

Escena Final: El Caos Completo
Mientras los demás niños miraban entre confusión y risas, Senjuro y Muichiro seguían celebrando su "éxito artístico", mientras Rui intentaba cubrirse con la manta y recuperar su dignidad.

¡Esto no ha terminado! —rugió Rui, persiguiéndolos mientras Norman soltaba un suspiro y Emma intentaba calmar a todos.

De fondo, la música "Showtime" seguía sonando.

"ファァァァァッ!" —gritó Senjuro, levantando una mano como si saludara a su audiencia imaginaria.

Rui, finalmente atrapando a Muichiro, comenzó a jalarle el cabello. La mansión se llenó de caos y risas, con un único pensamiento en la mente de Rui Ayaki:

"La próxima vez, los haré pagar. Pero primero... necesito un nuevo escondite para mis bragas."


"El Secreto de la Habitación Oculta"

En una mansión abandonada donde el tiempo parecía no transcurrir, Rui Ayaki, Evan Afton, Killua Zoldyck y Ray se habían reunido en una habitación secreta que nadie conocía. La habitación, apenas iluminada por una lámpara tenue, estaba decorada con muebles misteriosos, juguetes adultos escondidos en un mueble discreto, y cómics de contenido adulto colocados cuidadosamente como "adorno".

Lo más curioso era lo que llevaban puesto:

Rui Ayaki lucía bragas moradas transparentes que combinaban perfectamente con su atractivo estilo demoníaco.Evan Afton, siempre con un aire nostálgico, llevaba bragas blancas con encaje azul transparente.Killua, fiel a su estilo extravagante, vestía bragas plateadas con rayas negras transparentes.Ray, discreto pero elegante, optaba por bragas negras simples transparentes.

Lo peor (o lo mejor, dependiendo del punto de vista) era que los cuatro tenían vibradores ocultos dentro de sus bragas, lo cual les daba una mezcla de vergüenza y emoción silenciosa.

Esto es nuestro secreto, ¿entendido? —dijo Ray, acomodándose los lentes mientras cruzaba los brazos.
Sí, sí, nadie nos descubrirá aquí, —respondió Killua con una sonrisa confiada, ajustándose el borde de sus bragas.
Además... estamos cómodos —añadió Rui, mirándose en un espejo mientras acomodaba su kimono transparente con orgullo.
Evan, algo tímido, solo asintió con un leve sonrojo.

"Descubrimiento Inesperado"

Mientras los cuatro estaban acomodados, una puerta falsa al fondo de la habitación se abrió repentinamente con un crujido escalofriante. Entraron Gregory, Norman, Senjuro y Gon, quienes habían estado explorando la mansión por pura curiosidad.

¿Qué es este lugar...? —preguntó Norman, entrando con cautela.
¡Oigan! ¡Encontramos algo raro! —gritó Gregory emocionado, mientras Senjuro y Gon lo seguían.

Los ojos de los cuatro exploradores se abrieron de par en par al descubrir a Rui, Evan, Killua y Ray en bragas transparentes. Peor aún, notaron los vibradores discretamente encendidos bajo las prendas y el mueble lleno de juguetes adultos y cómics "decorativos".

Hubo un silencio sepulcral.

Gregory se puso rojo como un tomate.
Norman ajustó su corbata con una expresión de shock puro.
Senjuro balbuceó: —Yo... yo no vi nada... ¡lo juro!
Gon, incapaz de procesar lo que veía, solo dijo: —¿Q-qué clase de entrenamiento es este?

"¡Fuera de Aquí!"

Rui Ayaki fue el primero en reaccionar. Con el rostro encendido de furia y vergüenza, agarró el cómic adulto más cercano y lo lanzó con todas sus fuerzas.

¡SALGAN DE AQUÍ! —gritó Rui con voz autoritaria.

Evan Afton, completamente sonrojado, siguió su ejemplo y comenzó a lanzar libros hacia los intrusos.
¡NO NOS MIREN! ¡ES PRIVADO!

Killua, aunque avergonzado, intentó mantener su actitud cool, pero igualmente lanzó un vibrador apagado como si fuera un arma letal.
¡No vuelvan a entrar o los electrocutaré!

Ray, siempre calmado, lanzó un diccionario enorme directamente hacia Gregory, quien apenas logró esquivarlo.
¿Nunca les enseñaron a tocar antes de entrar? —dijo con los dientes apretados.

"Huida Vergonzosa"

Gregory, Norman, Senjuro y Gon huyeron rápidamente, esquivando proyectiles mientras sus rostros seguían completamente rojos.

¡No diremos nada! ¡Lo prometemos! —gritó Norman antes de salir corriendo.
¡Eso fue aterrador! —dijo Gregory, jadeando mientras miraba a Gon y Senjuro.
Yo... no sé qué vi, pero no quiero verlo otra vez, —balbuceó Senjuro, todavía temblando.
Gon, con inocencia, solo murmuró: —¿Por qué llevaban bragas tan bonitas...?

"El Pacto Secreto"

De vuelta en la habitación, Rui, Evan, Killua y Ray respiraban agitadamente, recuperándose del susto.

Esto fue culpa tuya, Rui. —murmuró Killua, cruzándose de brazos.
¿Mía? ¡Tú no cerraste la puerta secreta! —respondió Rui, indignado.

Evan solo suspiró, mirando hacia el suelo.
Supongo que debemos reforzar las cerraduras...

Ray, sin perder la compostura, levantó un dedo y declaró:
De ahora en adelante, necesitamos un "sistema de seguridad". Y por favor... apaguen los vibradores cuando estemos juntos.

Los cuatro se miraron y asintieron solemnemente.
El secreto debía protegerse a toda costa.

Pero admitámoslo... las bragas sí nos quedan bien. —dijo Killua con una sonrisa pícara, rompiendo finalmente la tensión.

Rui solo suspiró, mientras todos reían entre murmullos.

Después de escapar de aquella habitación secreta, Gregory, Norman, Senjuro y Gon seguían sonrojados y respirando agitadamente. La escena que acababan de presenciar era demasiado embarazosa para olvidarla, pero también era algo que ninguno entendía del todo.

No podemos guardarnos esto... —murmuró Gregory mientras miraba a los demás con un ligero temblor en su voz.
Pero ¿a quién se lo contamos? Nadie nos va a creer, —respondió Norman, aún ajustando su corbata con nerviosismo.
¡Vamos con Tanjiro y Muichiro! Ellos sabrán qué hacer. —propuso Senjuro, convencido de que sus amigos podrían manejar el asunto.
¿Es buena idea? Esto es... un poco privado, —dijo Gon con algo de duda, pero los demás asintieron.

"Encuentro con Tanjiro y Muichiro"

Poco después, encontraron a Tanjiro Kamado y Muichiro Tokito bajo la sombra de un árbol, aparentemente descansando tras un arduo entrenamiento.

Tanjiro los recibió con su habitual sonrisa amigable.
¡Gregory, Norman, Senjuro, Gon! ¿Qué hacen aquí? Se ven muy... alterados.

Muichiro, más distante y directo, solo levantó una ceja mientras les daba una mirada seria.
¿Y ahora qué hicieron?

Los cuatro se miraron entre sí, todavía sonrojados. Finalmente, Gregory tomó el valor de hablar.

Uhm... hemos visto algo... raro. Muy raro.

¿Raro? —repitió Tanjiro, inclinando la cabeza.
Sí. —dijo Norman con voz temblorosa—. Rui Ayaki, Evan Afton, Killua y Ray... estaban en una habitación secreta... ¡usando bragas! ¡Trans... transparentes!**

Tanjiro parpadeó varias veces, procesando la información.

¿Bragas... transparentes? —preguntó con incredulidad, un leve rubor apareciendo en sus mejillas.

Muichiro, por su parte, no pudo ocultar un pequeño tic en su ceja y su expresión se volvió fría y severa.
¿Eso es todo? No es para tanto. Pero... ¿qué más vieron?

¡Tenían juguetes adultos! Y... y parecían tener... vibradores puestos en... sus bragas..., —soltó Senjuro, casi tartamudeando al final.

El rostro de Tanjiro se encendió en rojo brillante, más rojo que su cabello, mientras intentaba procesar lo que acababa de escuchar.
¿¡QUÉ!? —exclamó, llevándose ambas manos al rostro.

Muichiro, a pesar de su aparente calma, desvió la mirada, completamente sonrojado.
¿De verdad dijeron... vibradores? —murmuró, apretando su espada con más fuerza de lo habitual.

"Reacción Inesperada"

¡Tienen que ir a verlo ustedes mismos! ¡Es verdad! —insistió Gregory, aún nervioso.

Tanjiro negó con la cabeza rápidamente.
¡N-no! ¡No puedo entrar a algo tan privado! Eso sería irrespetuoso...

Muichiro soltó un suspiro profundo y murmuró con sarcasmo:
Supongo que la privacidad no existe para ellos si los descubrieron tan fácilmente.

Senjuro, avergonzado, se inclinó hacia Tanjiro y Muichiro.
No queríamos ver... pero ahora no sabemos qué hacer. ¿Deberíamos olvidar esto?

Tanjiro, todavía avergonzado, asintió firmemente.
Sí, eso sería lo mejor. Todos tenemos secretos, ¿no? No debemos juzgarlos.

Si siguen hablando de esto, les haré olvidar yo mismo. —añadió Muichiro, con una mirada amenazante aunque todavía tenía el rostro encendido de rubor.

"Promesa de Silencio"

Gregory, Norman, Senjuro y Gon se miraron entre sí. Finalmente, Gregory suspiró.
De acuerdo... no diremos nada más. Pero aún no entiendo... ¿por qué bragas transparentes?

¡No sigas preguntando! —gritó Tanjiro, cubriéndose los oídos.
Muichiro solo se cruzó de brazos y miró al cielo, murmurando:
Definitivamente es un grupo extraño.

Y así, los cuatro decidieron guardar silencio. Aunque no podían borrar la imagen de su mente, aprendieron una lección importante: algunas puertas no deben abrirse.

Después de haber discutido sobre lo sucedido en la habitación secreta, Tanjiro y Muichiro se encontraban de pie, aún procesando la información confusa que habían recibido de Gregory, Norman, Senjuro y Gon. El aire era tenso y ambos no sabían bien qué hacer con la situación. De repente, un sonido interrumpió el silencio: una puerta se abrió, y Rui Ayaki, Evan Afton, Killua Zoldyck y Ray aparecieron, cubriéndose con mantas. Los cuatro se veían nerviosos y sonrojados, pero intentaban parecer tranquilos.

¡Es mentira! No es lo que parece! —dijo Rui Ayaki, su voz algo temblorosa mientras trataba de mantener la manta sobre su cuerpo.

Evan Afton asintió rápidamente, mirando a Tanjiro y Muichiro con una expresión seria, aunque con las mejillas rojas.

¡Sí! ¡Es todo un malentendido! No estábamos haciendo nada raro! —exclamó, evidentemente incómodo por la situación.

Killua Zoldyck, que normalmente estaba tranquilo, también se sentía avergonzado. Miraba al suelo mientras intentaba ocultar cualquier indicio de lo que había pasado.

No es lo que piensan... —murmuró, apenas audiblemente.

Ray, el más discreto, estaba casi completamente cubierto por su manta, solo asomando la cabeza y mirando a Tanjiro y Muichiro con una mezcla de confusión y vergüenza.

¡Es una mentira! ¡Todo es una exageración! —dijo con firmeza, aunque su voz se quebró un poco, dejando entrever que estaba algo inseguro.

Tanjiro y Muichiro intercambiaron miradas. Ambos estaban claramente sonrojados y con el rostro completamente colorado, sin saber cómo reaccionar ante la inesperada aparición de los cuatro.

¿En serio? —preguntó Tanjiro, mirando a los cuatro con dudas aún en su rostro.
Sí... —respondió Muichiro, aunque no podía ocultar la incomodidad que sentía, al igual que Tanjiro.

Los cuatro, aún cubriéndose con las mantas, se apresuraron a defenderse, pero al ver la expresión de ambos, finalmente decidieron no insistir más en las explicaciones. En ese momento, Tanjiro suspiró profundamente, tratando de liberar algo de la tensión acumulada.

Está bien... no preguntaremos más. Pero, por favor, cuiden su privacidad.

Muichiro, algo molesto pero avergonzado a la vez, asintió sin decir palabra.

Finalmente, todos se quedaron en silencio, los cuatro tapados hasta los pies con las mantas, y los otros dos sin saber si seguirían preguntando o simplemente olvidarían el incidente.

"Un Momento de Alivio"

Rui Ayaki, Evan Afton, Killua Zoldyck y Ray se miraron entre ellos, aliviados de que Tanjiro y Muichiro no siguieran insistiendo en el tema. Tanjiro, aún algo sonrojado, dio un paso atrás.

No importa. Pero, por favor, ¡nada de más sorpresas! —pidió Tanjiro con una sonrisa nerviosa, aliviado de que la conversación no fuera más incómoda.

Muichiro, por su parte, frunció el ceño y se giró para marcharse, murmurando para sí mismo.

Esto es... raro.

Rui, Evan, Killua y Ray intercambiaron miradas antes de relajarse un poco. Aunque la situación había sido algo embarazosa, al menos no fue tan grave como pensaban al principio.

Y así, todos decidieron seguir adelante, con un poco de incomodidad en el aire, pero con la promesa de no hablar más sobre el asunto.

Rui Ayaki, Evan Afton, Killua Zoldyck y Ray estaban en su habitación secreta, disfrutando de un momento de tranquilidad después de una intensa misión. Sin embargo, un pequeño malentendido estaba a punto de alterar su paz. Todos se estaban acomodando en mantas para descansar cuando, de repente, entraron Gon, Senjuro, Gregory y Norman.

"¡¿Qué están haciendo aquí?!", exclamó Rui, cubriéndose rápidamente con una manta. Todos se miraban nerviosos mientras trataban de esconder cualquier evidencia de lo que realmente estaba sucediendo.

Tanjiro y Muichiro, que habían seguido a Gon y los demás, entraron justo a tiempo para escuchar a Norman decir: "¡Es verdad! ¡Vimos todo!".

Rui se sonrojó y se levantó, mirando a todos con una expresión de incredulidad. "¡No es lo que parece!" gritaron todos al mismo tiempo.

"¡Mentira!" exclamó Ray, sosteniendo su manta como si fuera su escudo. "¡No usamos eso! No sabemos de qué hablan. ¡Es todo un error!"

Gon, Senjuro, Gregory y Norman no podían evitar reírse por la confusión, pero el rubor en las caras de Rui, Evan, Killua y Ray los hacía aún más cómico.

"¿Qué pasa, no podemos tener un poco de privacidad?" preguntó Killua, tratando de ocultar su rostro detrás de la manta mientras le daba un pequeño codazo a Ray. "Esto es completamente ridículo."

Muichiro, mirando la escena, no podía evitar sonrojarse también. "Yo no entendí nada..." murmuró, mirando a Tanjiro como si esperara una explicación.

Tanjiro suspiró. "Tal vez es mejor que nos vayamos y los dejemos en paz. No quiero involucrarme en esto," dijo mientras se giraba para salir.

Rui, Evan, Killua y Ray, aún incómodos pero aliviados, se miraron unos a otros. "Sí, eso suena como una buena idea. ¡Nos vamos a otro lugar! No confiamos más en nadie aquí," dijeron al unísono.

Y así, después de un malentendido bastante cómico, todos se dispersaron, dejando atrás la habitación secreta llena de risas, vergüenza y mucho alivio.



Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top