16
Cassidy soltó su comentario de manera despreocupada, con una sonrisa traviesa que dejaba claro que sabía exactamente lo que estaba haciendo.
— "Los pingüinos me van a mascar... Kawazaki, Cago, Krico y, por supuesto, Estriper, alias Evan Afton. Y bueno, no es mi culpa que sea tan afeminado... ¿Quién más usa bragas, bombachas, tangas, culottes, sostenes y sujetadores bralette? Parece más una chica que un chico. Admitámoslo: Evan es prácticamente una mujer."
El impacto fue inmediato. Andrew, Sammy, Gregory y Evan se quedaron en silencio, sus rostros pasando por una serie de expresiones entre la incredulidad y el horror, justo antes de que todos escupieran las bebidas que estaban tomando. El sonido de líquidos disparándose por todas partes llenó la habitación.
Cassie, Charlie y Elizabeth, quienes estaban cerca, intercambiaron miradas de absoluta sorpresa. Fue Charlie quien finalmente rompió el silencio con una mezcla de incredulidad y nerviosismo:
— "¿Qué carajo acabas de decir, Cassidy?"
Cassie no pudo evitar reírse, aunque trató de cubrirse la boca para no ser demasiado obvia. — "Eso fue... brutal. Pero, ¿en serio, Evan? Tangas y bralettes...?"
Elizabeth, por su parte, estaba dividida entre la risa y el enfado. — "¡Cassidy, no tienes derecho a decir eso de mi hermano! Y además, ¿de dónde sacaste eso? ¿Es siquiera cierto?"
Evan, con el rostro completamente rojo de la vergüenza y furia, intentó defenderse. — "¡Eso no es cierto! ¡Cassidy está mintiendo! ¡Yo no uso esas cosas!" Pero su tono tembloroso solo hacía que sus palabras parecieran menos convincentes.
Andrew, todavía recuperándose de haber escupido su bebida, miró a Evan con una ceja levantada. — "¿Entonces por qué reaccionaste tan fuerte? Parece que alguien tiene algo que esconder..."
Sammy, entre risas, añadió: — "Bueno, supongo que ahora sabemos quién lleva la lencería en este grupo."
Gregory simplemente negó con la cabeza, intentando no explotar de risa. — "Esto es lo más raro que he escuchado en mi vida."
Evan, desesperado, se levantó de golpe. — "¡No soy lo que están diciendo! ¡Cassidy, para ya con tus bromas! ¡Esto no tiene gracia!"
Cassidy solo se encogió de hombros, con una expresión que no mostraba ni un poco de arrepentimiento. — "Lo siento, Estriper, pero no soy yo quien anda usando ropa interior femenina. Si quieres desmentirlo, adelante. Nadie te está deteniendo."
La habitación quedó en un incómodo silencio por unos segundos antes de que Charlie hablara de nuevo. — *"Vale, basta ya. Esto está yendo demasiado lejos. Cassidy, deja de provocar a Evan. Y ustedes tres" —dijo señalando a Andrew, Sammy y Gregory—, paren de reírse como si esto fuera un circo. No es el fin del mundo."
Elizabeth suspiró profundamente y se acercó a Evan para tranquilizarlo. — "Está bien, Ev, no les hagas caso. Sabemos que Cassidy a veces no tiene filtro. Pero, honestamente, no puedo evitar preguntarme..."
Evan la miró con desesperación. — "¿Tú también, Elizabeth? ¡Eres mi hermana! ¡Dime que no crees esas tonterías!"
Elizabeth levantó las manos en señal de paz. — "¡Está bien, está bien! Pero tienes que admitir que... esto se está volviendo interesante."
Cassidy, con una sonrisa de oreja a oreja, murmuró mientras se alejaba: — "Bueno, yo solo digo la verdad. Lo que hagan con ella es cosa suya."
El caos había sido sembrado, y Evan no podía decidir si quería gritar,enogarse,llorar, o simplemente desaparecer del planeta.
El ambiente en la sala estaba completamente fuera de control. Algunos compañeros seguían recuperándose del caos causado por el explosivo comentario de Cassidy: unos tosiendo por haberse atragantado con hielo o comida, otros limpiándose las bebidas que habían escupido al ser sorprendidos por lo que oyeron. Era como si una bomba hubiera estallado, y su onda expansiva alcanzó a todos.
Charlie, todavía en estado de shock, miró a Cassidy con los ojos entrecerrados. — "¿De dónde demonios sacaste esa idea? ¿Es en serio o solo estás inventando porque te aburrías?"
Cassidy, con su característica sonrisa burlona, simplemente respondió: — "Digamos que tengo mis fuentes. Además, ¿no es divertido ver cómo todos pierden la cabeza por algo tan simple?"
Mientras tanto, algunas de las chicas, incluyendo a Cassie, Charlie y Elizabeth, seguían asimilando lo que Cassidy había insinuado. Elizabeth, aunque visiblemente molesta, no podía evitar sentirse curiosa.
— "Espera, ¿qué fue eso que dijiste al final? ¿Evan es un genio de 9,000 QI? ¿De dónde sacaste eso?"
Cassidy se cruzó de brazos, disfrutando de la atención. — "Oh, vamos, Lizzie. Sabes que tu hermano es un misterio andante. Todos lo sabemos. Se supone que no debería ser tan brillante para su edad, pero aquí está, haciendo cálculos que ni un físico cuántico podría resolver. No me sorprende que tenga secretos, incluido su gusto por... ya sabes, la ropa interior."
Al escuchar esto, varios compañeros intercambiaron miradas entre sí. Algunos asintieron, como si lo dicho por Cassidy confirmara teorías que habían estado debatiendo en silencio. Otros seguían completamente incrédulos.
Andrew, todavía limpiándose la camisa empapada, intervino: — "¿Genio de 9,000 QI? ¡Eso es absurdo! ¿Cómo se supone que midieron eso? ¿Y por qué diablos mezclas eso con... con lo otro?"
Sammy, entre risas ahogadas, agregó: — "Supongo que ser un genio tiene su precio, ¿no? Tal vez sea su manera de relajarse... usando tangas."
Las risas volvieron a llenar el salón, mientras Evan, enrojecido y furioso, levantó la voz por primera vez desde que Cassidy había desatado el caos. — "¡Basta ya! ¡No soy un maldito experimento para que hablen de mí como si no estuviera aquí! ¡Y no uso esa ropa!"
El grito hizo que todos se callaran de golpe. Evan respiraba con dificultad, claramente afectado por toda la situación. Pero, en lugar de apaciguar las cosas, Cassidy decidió echar más leña al fuego.
— "Está bien, Estriper, lo dejamos aquí. Pero sigo diciendo que tú y Andrew son los más misteriosos de este grupo. Especialmente tú, con tu genio de nivel sobrehumano y tus... peculiaridades."
Evan apretó los puños, pero decidió no responder. En cambio, se giró hacia Elizabeth, quien lo miraba con una mezcla de preocupación y curiosidad. — "Tú eres mi hermana, ¿verdad? Entonces dime, ¿vas a defenderme o vas a unirte al circo?"
Elizabeth suspiró profundamente antes de responder. — "Mira, Ev, yo sé que Cassidy puede ser una pesada. Pero tienes que admitir que siempre estás rodeado de secretos. Y no ayuda que te pongas tan a la defensiva. ¿Hay algo que debamos saber?"
La pregunta cayó como una piedra en el ambiente. Todos los ojos se volvieron hacia Evan, quien parecía estar considerando seriamente si debía responder o no. Finalmente, con un tono bajo y firme, dijo:
— "Mis secretos no son asunto de nadie aquí. Y no tengo nada más que decir."
La tensión en la sala era palpable. Cassidy, sin embargo, no parecía dispuesta a dejar que la situación se calmara. — "Está bien, genio misterioso. Pero tarde o temprano, lo sabremos todo. Porque, si algo he aprendido, es que los secretos siempre salen a la luz."
Con eso, Cassidy se recostó en su silla, satisfecha consigo misma, mientras el resto del grupo seguía sumido en la incomodidad y la incertidumbre.
Parece que la conversación se estaba poniendo aún más incómoda. Cassidy, con su actitud juguetona y provocadora, no dejaba de lanzar comentarios que ponían a todos en aprietos.
— "Bueno, Evan y Andrew, ¿no es una lástima que no usen tangas o bragas con línea trasera? O al menos, no las que nos hacen pensar en la idea de lo que podrían estar escondiendo..." — dijo Cassidy con una sonrisa burlona, disfrutando claramente de la incomodidad que estaba causando.
Evan y Andrew, ya acostumbrados a las bromas pesadas de Cassidy, intercambiaron miradas rápidas. Si bien no querían dar demasiada importancia a lo que decía, ambos sabían que no podían dejar que la situación se descontrolara. Lo que Cassidy había dicho, aunque aparentemente una broma, tocaba un punto sensible. No todos sabían que, en secreto, tanto Evan como Andrew usaban ese tipo de ropa interior. Era algo personal, algo que no querían que se supiera. Y aunque Cassidy había lanzado la broma sin saberlo, la presión de que eso pudiera ser revelado estaba empezando a hacerlos sentir incómodos.
Evan, en un intento por desviar la atención de la conversación, tomó un sorbo de su bebida y respondió con una calma forzada:
— "Cassidy, ¿realmente tienes que meterte en mis cosas? Ni siquiera tú te atreverías a hacer esas afirmaciones si supieras todo lo que está detrás de ellas."
Andrew, sin querer quedarse atrás, agregó rápidamente:
— "Esas son cosas privadas, Cassidy. No todo el mundo necesita saber qué usamos debajo de la ropa."
Cassidy, sin embargo, no se dejó amedrentar. Sonrió con suficiencia y se recostó en su silla, disfrutando claramente del pequeño caos que había causado. — "Oh, vamos, chicos, no sean tan serios. Sólo era una broma. Pero no me sorprendería si algunos de esos secretos llegaran a la superficie algún día."
El ambiente estaba ahora cargado de tensión. Las risas de la mayoría se habían apagado, reemplazadas por miradas furtivas y conversaciones en susurros. La atmósfera había cambiado, y ahora todos se preguntaban cuántos otros secretos podrían estar ocultos entre ellos.
El ambiente en la sala quedó tenso después de la broma de Cassidy. La atmósfera que antes había sido juguetona y ligera, ahora se sentía cargada de incomodidad. Algunos de los compañeros se rieron, pero los más observadores se dieron cuenta de que Evan y Andrew no estaban dispuestos a dejarse llevar por la situación.
Sin decir una palabra más, ambos se levantaron de sus asientos y se dirigieron hacia la salida, dejando atrás una sala llena de murmullos y miradas curiosas. Antes de irse, sin girarse, levantaron un dedo del medio en dirección a sus compañeros. Era una respuesta directa a las bromas, un gesto claro de que no estaban dispuestos a continuar con ese tipo de conversación.
Elizabeth, observando la escena con una mezcla de preocupación y frustración, se pasó una mano por el cabello. Sabía cómo era su hermano Evan: impulsivo, inteligente y, cuando se sentía acosado o insultado, capaz de hacer cosas impredecibles, especialmente en el campo digital.
— "Oh, rayos, espero que Evan no mate a nadie o peor... que meta un virus digital en todos sus dispositivos. Sabes cómo se pone cuando se le presiona demasiado." — comentó, dirigiéndose a Cassidy, pero con la mirada fija en la puerta por donde se habían ido Evan y Andrew.
Cassidy, sintiendo un poco de culpa por la situación que había provocado, trató de restarle importancia al asunto, aunque en su rostro se reflejaba una ligera preocupación.
— "Tranquila, Elizabeth. Evan es un genio, pero también sé que es sensible. Pero lo que sea que tenga en mente, seguro se calmará pronto... o al menos eso espero."
Mientras tanto, en la calle, Evan y Andrew caminaban en silencio. Andrew fue el primero en hablar, rompiendo la tensión que ambos sentían tras la incomodidad de la sala.
— "¿Sabes? Cassidy y los demás no tienen idea de lo que provocaron." — dijo Andrew, mirando al frente mientras caminaban, evitando todo contacto visual.
Evan no respondió de inmediato, pero finalmente habló, su tono era serio, aunque con una pizca de ironía.
— "Sí, no tienen idea. No solo es una cuestión de lo que se dijeron, sino lo que no entienden... lo que no ven. Si siguen presionando, no sé cuánto más podré evitar... — dijo Evan, dejando entrever que la situación podría escalar si se llegaba a un punto crítico.
A medida que avanzaban por las calles, ambos sabían que esta no sería la última vez que lidiarían con esa presión, pero por ahora, lo mejor era irse a casa y dejar que las cosas se calmaran. Sin embargo, en el fondo, Evan sabía que algo más grande y más complejo estaba ocurriendo, algo que no se podía ignorar por mucho tiempo.
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