QUERIDA SUEGRA

Natsu caminaba con una gran sonrisa hacia su casa donde vivía con su esposa Erza.

Desde que se casó con ella su vida a ido de maravilla.

Consiguió un gran trabajo al igual que su esposa y ambos pudieron comprar una casa aceptable dónde han vivido por cinco largos años.

Aunque han intentado tener hijos no han podido. Según el doctor ellos pueden tener hijos pero es muy difícil que Erza quedé embarazada pero ninguno de los dos pierde la esperanza en tener un hijo algún día.

Pero como algunos dicen no todo es color de rosa y en esta relación no es la excepción.

El problema no lo causa ninguno de los dos, si no la mamá de su esposa, su querida suegra, Irene Belserion.

Desde que estaba de novio con Erza nunca lo ha dejado en paz, desde el primer día que la conoció se le insinuaba de maneras muy raras poniéndolo nervioso, incluso había días que lo hacía frente a Erza pero está no se daba cuenta.

Aunque hoy en día esas insinuaciones habían desaparecido por el simple hecho que ya no se miraban tan seguido y en las pocas veces que se encontraba con ella se comportaba de manera educada y amable para alegria de él.

Todo iba de maravilla en la vida de Natsu pero eso no duraría mucho.

-jeje me pregunto si Erza ya llegó de su trabajo -penso Natsu con una risa tonta pensando en su linda esposa-. Espero que lleguemos al mismo tiempo para poder cocinar la cena juntos.

Después de unos minutos de caminata logro visualizar su casa sacándole una sonrisa.

-deberiamos ahorrar para un carro, sería más fácil que un transporte público -penso Natsu llegando a su casa.

Con calma saco una llave de su bolsillo para abrir la puerta de la casa pero está ya estaba abierta.

-parece que Erza ya llegó -penso feliz entrando a la casa.

Soltando un suspiro cansado Natsu se quitó su saco de trabajo y lo colgó a un lado de la puerta para entrar a la casa.

Casi al instante un olor a comida llegó a sus fosas nasales haciendo que su sonrisa se agrandará.

Inmediatamente se dirigió a la cocina para ver cómo una peliroja estaba de espaldas cocinando mientras tarareaba una canción.

Sigilosamente Natsu se acercó por la espalda de esa pelirroja que creía era su esposa con una sonrisa traviesa.

Al ya estar cerca le dió un gran abrazo para después apretar uno de sus pechos y darle un beso en el cuello.

Natsu era un pervertido y eso le encantaba Erza.

-¿Cómo está mi sexi reina? -pregunto Natsu sin despegarse del abrazo.

Pero las siguientes palabras que escucho lo dejaron helado.

-ara, ara ¿Que clase de bienvenida es esa querido yerno?.

Natsu abrió los ojos como platos al escuchar ese tono de voz y esas palabras.

Lentamente levantó su rostro para ver a la persona que hace un momento apretó su pecho y beso su cuello.

-¿S-s-s-s-suegra? -tartamudeo al ver el rostro de ella.

-es persona querido -dijo con una sonrisa juguetona.

Inmediatamente Natsu dió un gran salto hacia atrás quedando tres metros alejado de Irene.

-¿Q-q-q-q-q-q-q-q-que h-haces aquí y c-c-c-como e-entraste? -tartamudeo Natsu con el rostro pálido por ver a su suegra.

-¿Acaso no lo recuerdas yerno? -pregunto con una sonrisa inocente-. Cuando compraron la casa Erza me dió una copia de las llaves para venir cada vez que quisiera.

-mierda, es cierto -penso frustrado-. ¿Y-y porque estás aquí?.

-¿Acaso no puedo visitar a mi hija y a mi querido yerno? -pregunto con una sonrisa coqueta poniendo más nervioso a Natsu.

Y no ayudaba nada el hecho que hace no más de un minuto había apretado su pecho, incluso aún sentía la sensación en su mano.

-baje la guardia -penso viendo fijamente a Irene la cual aún seguía sonriendo.

-me pregunto que cara pondrá Erza cuando se entere que su esposo manoseo a su madre cuando estaba distraída.

El rostro de Natsu se puso más pálido ante esas palabras, sabía muy bien que Irene era capaz de decirle eso a Erza. Ese era el motivo por el cual la quería lejos de su vida ya que siempre intento arruinar su relación con Erza.

-p-por f-favor no le digas nada -pidio temeroso.

-¿Porque? Yo llego con todas las buenas intenciones del mundo a preparar la cena a mi hija y a su esposo pero este viene y me toca sin mi consentimiento, eso es motivo más que suficiente para decirle -dijo con una expresión muy seria asustando a Natsu.

-f-fue un error, t-tú te pareces mucho a Erza, l-las confundí.

-corrección, Erza se parece a mi y respecto con lo que nos confundiste es algo estúpido, yo tengo el cabello más largo que Erza y más rojo, es imposible que nos hayas confundido -aclaro Irene apagando la cocina donde estaba cocinando hace unos momentos.

Natsu solo apretó los puños con frustración, tenía razón pero él estaba tan cansado con su trabajo y muy hambriento que no se fijó en esos detalles.

-¿Que harás yerno? En cualquier momento puedo llamar a Erza y decirle lo sucedido o esperar a que venga, al final siempre se terminará enterando -dijo con una sonrisa juguetona mostrando su teléfono.

-mierda -penso Natsu apretando los dientes-. Esta vez sí me tiene jugando en su mano.

Natsu cerro los ojos pensando en cómo librarse de este problema pero no se le ocurría nada así que en medio de su desesperación propuso lo más estúpido que podía hacer en ese momento.

-no le digas nada a Erza, a cambio haré cualquier cosa -pidio Natsu sin pensar lo que estaba haciendo.

La sonrisa de Irene solo se hizo más grande por la propuesta de Natsu.

-eso, muerde el cebo -penso feliz de que su plan haya sido un éxito-. ¿Harás cualquier cosa que diga?.

Natsu tuvo un escalofrío en la espalda al ver la sonrisa de Irene. En ese momento se dió cuenta que la había cagado pero no había vuelta atrás o si no su relación con Erza sería destruida.

-c-cualquier cosa -volvio a repetir apretando sus puños.

Irene solo soltó una pequeña risita para después acercarse a paso lento a Natsu.

Este estaba nervioso, no sabía que tenía planeado pero no sería nada bueno según él.

Al ya estar Irene frente a él está se acercó a su oído y le susurro.

-acompañame a la habitación de invitados querido yerno -susurro con un tono seductor.

Natsu solo trago duro al escuchar el tono de voz de Irene, se estaba dando una idea de lo que quería, no quería hacerlo pero si no la obedecía su relación con Erza terminaría definitivamente.

Natsu estaba entre la espada y la pared.

-¿Que sucede? ¿No me acompañaras? -pregunto Irene desde las escaleras.

Natsu solo asintió levemente para empezar a seguirla hacia la habitación de invitados.

Irene movía sus caderas de forma seductora para molestar a Natsu pero este solo apartaba la mirada negándose a ver.

Después de unos segundos ambos llegaron a el cuarto de invitados dónde Irene cerro la puerta asustando más a Natsu.

-¿Y q-que quieres que haga? -tartamudeo nervioso dando pasos atrás ya que Irene caminaba lentamente hacia él.

-¿No es obvio? Creo que ya te deberías de dar cuenta de que tú me atraes mucho desde el primer día que te vi -dijo acariciando el pecho de Natsu-. Pero me desilusioné al enterarme que eras el novio de mi hija pero eso nunca me detuvo.

-p-pude darme cuenta de eso -dijo con una sonrisa nervioso haciendo todo lo posible para no desmayarse en ese momento.

-Erza tiene mucha suerte al haber conocido a un maravilloso hombre como tú -susurro empezando a acariciar la mejilla de Natsu-. Cuando se casaron deje mi idea de conquistarte a un lado pero ya no puedo controlarme Natsu.

Natsu trago duro al ver cómo el vestido de Irene caía al suelo dejándola en ropa interior.

-hoy vamos a tener sexo querido yerno y te va a gustar -dijo lamiéndose los labios con lujuria.

Ante esas palabras Natsu ya no pudo resistirse e hizo lo que cualquier hombre hubiera hecho en su lugar

Gritar por ayuda.

-¡AUXILIÓ, LLAMEN A LA POLICÍA, ME ESTÁN VIOLANDO! -grito a todo pulmón con un rostro lleno de pánico.

Con los vecinos.

-Gray-sama, Juvia acaba de escuchar a Natsu-san gritar por ayuda -dijo la mujer preocupada por el grito de su vecino.

-dejalos Juvia, de seguro Natsu y Erza están haciendo otro de sus juegos sexuales, ya sabes que nunca se contienen -contesto Gray fastidiado viendo la televisión.

-quizas tenga razón Gray-sama -dijo acercandose a Gray para ver también televisión.

Con Natsu Irene.

-¡Irene por favor recapacita! -suplico Natsu en una esquina de la habitación siendo acorralado por Irene.

-vamos Natsu, ambos sabemos que tú quieres hacerlo también -dijo Irene con un sonrojo en su rostro.

-¡Yo no quiero esto!.

-pero tu amiguito de haya abajo si -dijo Irene viendo la entrepierna de Natsu.

Este asustado dirigió su mirada hacia abajo pero se alivio al ver que su amiguito seguía tranquilo, en ese momento tenía más miedo que exitacion.

-mentirosa -dijo Natsu enojado.

-pero viste abajo para estar seguro si estabas erecto o no, eso significa que tienes tus dudas en este momento -dijo con burla.

-¡No juegues conmigo!.

-aun no estoy jugando, desnúdate para que empecemos a jugar -dijo con lujuria.

Irene ya estaba a unos cuantos centímetros de Natsu el cual ya se estaba resignando a salir vivo de allí.

Por suerte su ángel de la guardia llegó para salvarlo.

-¡Natsu amor, ya llegué!.

La hermosa voz de su maravillosa esposa Erza se escucho en la primera planta de la casa.

Ante ese llamado Irene se distrajo un poco lo cual aprovecho Natsu para salir corriendo de ella y salir de la habitación.

-huye todo lo que quieras Natsu, tarde o temprano serás mío -murmuro con una pequeña sonrisa volviendo a ponerse su vestido.

En la primera planta de la casa.

Erza estaba en la entrada la casa quitándose sus zapatos mientras miraba por todos lados buscando a Natsu.

-¿Natsu? -volvio a llamarlo al ver que no estaba por ningún lado.

-¡ERZAAAAA!.

Un borrón rosa bajo por las escaleras para lanzarse y darle un gran abrazo a Erza.

-¿Natsu? ¿Que sucede? -pregunto confundida correspondiendo el abrazo.

-¡No sabes cuánto me alegro de verte! -dijo dándole un amoroso beso en los labios el cual Erza acepto con gusto.

-yo también me alegro de verte pero ¿Porque actúas así? -pregunto extrañada por su comportamiento.

Inmediatamente Natsu se escondió detrás de Erza con un rostro lleno de miedo.

-¡Tu suegra, digo mi suegra está aqui! -hablo temeroso viendo las escaleras hacia el segundo piso.

-¡¿Mamá está aquí?! -pregunto emocionada.

-asi es hija.

La voz seductora de Irene se escucho llamando la atención de ambos.

Allí estaba ella bajando las escaleras con una sonrisa en su bello rostro con su vestido puesto.

-¡Mamá! -grito Erza feliz saltando a abrazar a Irene la cual la recibió con sus brazos abiertos.

-¡Estás abrazando al diablo Erza! -penso Natsu asustado al ver cómo Irene le guiño el ojo con un sonrisa de burla.

-me hubieras dicho que venías de visita -dijo Erza separandose del abrazo.

-queria darte una sorpresa con la cena ya preparada -dijo acariciando el cabello de Erza.

-¿Preparaste la cena? -pregunto emocionada ya que desde hace mucho tiempo no comía la comida de su madre.

-si, vamos a la cocina para poder cenar -dijo tomando la mano de su hija para entrar a la cocina no sin antes voltear a ver a Natsu-. Tú también ven yerno, hay comida para todos.

-prefiero comer mierda antes que su comida -penso Natsu recordando lo que sucedió hace unos minutos.

Pero sabía que si decía eso Irene le diría todo a Erza así que no tuvo otra opción más que poner su mejor sonrisa fingida.

-claro suegra, con mucho gusto comeré su comida.

-me alegro -Irene sonrió como solo ella sabe hacer para después entrar a la cocina junto con Erza seguida de Natsu.

Minutos después.

Los tres estaban en el comedor cenando con un ambiente incómodo aunque solo era para Natsu ya que Erza e Irene charlaban animadamente.

-¿Y como te va en el trabajo hija? -pregunto Irene interesada en la vida de Erza.

-me va muy bien, no me quejo -contesto feliz por la presencia de su madre.

Erza quería mucho a Irene al igual que está a Erza pero cuando estaba con Natsu su lujuria tomaba el lugar.

-por cierto ¿Que hacían en la segunda planta de la casa? -pregunto Erza con curiosidad.

Los ojos de Natsu se abrieron como platos al escuchar la pregunta.

-b-bueno e-estábamos -Natsu tartamudeaba con nerviosismo al no saber que responder.

Por suerte Irene estaba allí y sabía muy bien como controlar está situación.

-bueno tu esposo me estaba ayudando a ordenar el cuarto de invitados para mí -explico Irene sin borrar su sonrisa.

-¿El cuarto de invitados? ¿Acaso te vas a quedar? -pregunto Erza emocionada.

Pero no era lo mismo para Natsu, este estaba deseando que no fuera así.

-pues claro hija -contesto feliz al ver la reacción de su hija.

-¡Enserio! ¿Por cuánto tiempo? -volvio a preguntar emocionada.

Mientras Natsu cruzaba los dedos para que fuera solo por esta noche.

-fufu me quedaré por un mes.

-¡SIIII!/¡NOOOO!.

La vida de Natsu estaba a punto de cambiar gracias a la visita de su querida suegra.

===Fin===

Aquí termina el one shot de hoy si les ha gustado dejen su voto y comentario ya que eso me motiva a seguir escribiendo.

Cómo pueden ver este One shot no será del todo un One Shot, este tendrá alrededor de uno o dos capítulos más pero no serán publicados seguidos si no que por poco.

Así que el otro One shot será otra chica que ustedes escogerán y después vendrá la segunda parte de este One shot.

Cómo siempre aquí está la lista.

Juvia



Milliana.

Voten por la que más les guste.

Sin más que decir me despido adiós cuidense y no tomen drogas.


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