un celo muy....peculiar(3)
Y continuamos con esta extraña historia.
Está es la parte número 3.
¿Cómo le irá a Zaphiri en el segundo día?
*****
Día 2
-muy bien ¡Explica!
Krest ya se encontraba un poco mas calmado, sentado frente a la mesa mientras alimenta a los escorpiones con trozos de carne, los enormes bichos (del tamaño de un gato) caminan en la mesa y sus hombros, recibiendo gustosos la comida.
Por su parte Zaphiri se ocupa en levantar el desastre en el que se convirtió su cocina.
-bueno, verás...como te lo explico.
-¡Habla ya!
-ya voy, relájate.
El castaño miraba enojado mientras abraza a uno de los escorpiones cómo un peluche, más le vale a Zaphiri tener una buena excusa, de lo contrario dejaría huérfanos a sus "hijos".
-digamos que para el segundo día ...cambiaste por completo.
-...¿?.
*****
Día 2
-ja,ja,ja,ja,no Manolito, no se vale.
Se despertó por el alboroto que el cubo estaba causando, parece que el dolor muscular finalmente se había calmado, pero ahora.
-¡Ja,ja,ja! ¡Vengan acá!
Enorme fue su sorpresa al ver a Krest corriendo por toda la habitación, jugando a atrapar a sus escorpiones los cuales, por increíble que parezca, se veían felices jugando con él.
Parece que el pequeño cubo estaba radiante de energía y felicidad, no dejaba de reír y gritar emocionado.
-¡Buenos días Alfa!
-....hola...¿Cómo te sientes?
-¡De maravilla!
No tardó en subirse a la cama y desordenar más de lo que estaba.
-krest, no brinques, te vas a caer.
-¡Ja,ja,ja, que divertido!
-krest baja...¡Cuidado!
Su pie había resbalado, por suerte Zaphiri actuó rápido y logro sujetarlo antes de que terminara en el suelo.
-¡Jajaja!
Aunque la posición en que quedo...era un tanto incomoda, el bicho lo había atrapado de la cintura, por lo cual su trasero quedó al descubierto.
-....
Zaphiri no tardó en sentarlo en la cama, mirando para otro lado, este niño lo iba a matar de un derrame.
-po-porque no te vistes, ya no tienes calor verdad, estoy seguro que si te vistes estarás más cómodo y..
-¡No quiero!
Y cual niño pequeño Krest no tardó en salir corriendo de la habitación mientras reía, descalzo y solo con la camisa.
Zaphiri le miro con una gota en la cabeza antes de salir corriendo detrás de él, tuvo que perseguirlo por todo el templo, evitando de milagro que subiera las escaleras a Sagitario, le costó mucho pero Zaphiri almenos consiguió que se pusiera unos calzones...suyos, parece que el pequeño Omega solo quería usar su ropa.
-bueno, vamos a desayunar.
-¡Sí! ¡Vamos Anacleto, Castulo, Wenseslao, Tulio, Raul, Manolito, Ranulfo.....etc...
Y unos treinta nombres más, Krest les había puesto nombre a cada uno de los escorpiones.
Y los bichos le seguían como patitos, haciendo fila detrás de él.
-.....😑....
Raro.
Se sorprendió al ver que podía identificar a cada uno, incluso a él se le olvidaba cual era cual y solo les decía chicos.
-bueno, a desayunar.
Pero el desayuno no fue tan tranquilo como Zaphiri esperaba.
-¡No quiero ésto!
Krest hizo un puchero mientras alejaba el plato de vegetales y pan, así como la leche.
-ah, Krest cómetelo, tienes que alimentarte bien mientras estés en el celo y....
-¡No quiero! ¡No quiero, no quiero, no quiero!
Se negó a comerlo y empezó a hacer el berrinche de su vida, prácticamente se puso a patalear cómo un niño malcriado.
Zaphiri no lo creía, tuvo que contar hasta el cien para no gritarle.
-esta bien, no te lo comas, pero, tienes que comer algo así que que ¿Que quieres de comer?
Los ojos del cubo se iluminaron.
Panquecitos de pasas, pasta con piña, leche con chocolate y mucha fruta picada, Krest no paraba de pedir cosas dulces para comer, mientras corría de un lado a otro cual niño pequeño, riendo y brincando.
Zaphiri estaba muy sorprendido por ese cambio emocional, según tenía entendido en el celo los Omegas sufrían alteración de personalidad por los cambios hormonales, por lo general era depresión o dolor...y un deseo de aparearse, pero parece que Krest era un caso extraño...como él.
Al final y tras algunos accidentes a la hora de preparar los alimentos, ya que Krest no dejaba de molestarlo, logro hacer que desayunara.
-¡Alfa vamos a jugar!
Pero el hiperactivo castaño ahora tenía demasiada energía, tal vez por el azúcar extra.
-¡Atraparme!
Empezó a correr por todo el templo y a Zaphiri no le quedó de otra más que seguirlo, salvandole unas cinco o seis veces de caerse.
Jugar al escondite, las atrapadas, le tuvo que hacer una pelota con un montón de toallas, caballito por más de una hora, contarle chistes, hasta lo hizo jugar a la guerra santa donde Zaphiri tuvo que interpretar el papel de Athena y Krest el valiente caballero que lo salvaría.
Ya no podía, estaba exhausto, ni en sus entrenamientos se cansaba tanto, Krest no lo dejo ni comer.
Por fortuna el golpe de azúcar terminó y el galo decide tomar un descanso a eso de las tres de la tarde.
Zaphiri aprovechó para limpiar un poco el desorden e ir a tomar una siesta al lado del castaño, por fortuna está vez Krest no empezó a patalear y el bicho pudo dormir un par de horas en completa paz.
Aunque al despertar....¡El infierno!
Cuando Zaphiri despertó se encontró solo en la cama, de inmediato le atacó un presentimiento extraño, cuando sabes que algo no está bien.
-¿Krest?
Comenzó a buscar al pequeño Omega, pero no sé veía por ningún lado, el templo estaba en completo silencio, un silencio... aterrador.
¡Algo muy malo estaba pasando!
¡Lo sabía!
Su instinto de Alfa se lo gritaba.
Krest no estaba en la habitación, ni en el baño, la cocina o la sala, Zaphiri comenzaba a hiperventilar ¡¿Dónde estaba el pequeño Omega?!
Cuando llegó a la parte trasera de su templo casi se desmaya, estuvo a nada de sufrir un infarto ya que ....
Bueno.....
Los que tienen niños pequeños sabrán lo que es, ese tétrico momento donde te das cuenta que las bendiciones no han dado signos de vida en un par de horas y decides ir a buscarlos y al encontrarlos....¡Su puta, el pinche desmadre que han hecho!
Pues exactamente eso le había pasado a Zaphiri.
El bicho se dejó caer de rodillas al suelo al ver lo ocurrido.
Tenía su pequeño taller en la parte trasera del templo, junto al jardín, los instrumentos que usaba para mejorar su templo, herramientas que consiguió con mucho esfuerzo y otra que él mismo creo.
Herramientas que en ese momento estaban regadas por el sueño, algunas rotas, otras llenas de pintura, tierra y cemento, mucha de la madera que ocupaba estaba quebrada, algunos trozos de mármol pequeños con los que planeaba hacer esculturas tenían rayones y grietas, los clavos regados, parece que habían hecho una especie de casitas pequeñas emulando al santuario, la hermosa alfombra persa que había ganado en una carrera clandestina de caballos tenía un agujero en el centro y estaba pintada de color amarillo, los vidrios de colores....¡Todo! ¡Todo estaba destruido!
La cara de Zaphiri paso del pálido a un rojo extremó, la vena en su frente palpitaba tan fuerte que parece se iba a romper, su ojos izquierdo quería salirse de su cuenca, apretó con tal fuerza los dientes que fue un milagro que no se quebrarán.
Zaphiri no estaba enojado, no, tampoco furioso, que va, el estaba....¡Iracundo! Tenía tantas ganas de moler a alguien a golpes, si en ese mismo momento Hades, Poseidón o el mismo Zeuz se le cruzaban por en frente, Zaphiri los despedaza solo con sus manos, golpearía su cabeza una y otra vez hasta que está reventara y sus sesos se esparcirán por todo el lugar, arrancaría sus brazos para golpearlos con los mismos o simplemente clavaría sus manos en su torso y tiraría con tal fuerza hasta partirlos a la mitad
De verdad Zaphiri estaba furioso, tanto que su agresivo cosmos salió expulsado tan fuerte que provocó un golpe de calor en todo el Santuario, todos se desmayaron hasta el día siguiente sin saber lo que ocurrió...incluso Athena.
-¡¿Dónde estás?!
¡¿Dónde está?! ¿Dónde está ese Omega travieso? Le va a dar una cátedra de nalgadas que su culo le va quedar más rojo que el de un mandril. Ya verá cuando le ponga las manos en cima lo va a ...
-¡Alfaaa!
El grito de Krest se escuchó al final del jardín, junto a su hermoso y amado árbol de manzanas, en menos de tres zancadas el bicho ya estaba ahí, buscando a ese diablillo para darle un escarmiento pero....
-¡Alfa, ayúdame!
Pero lo que vió le bajó el coraje de golpe.
Arriba, hasta la punta del árbol, Krest se encontraba ahí...abrazado a un rama y a punto de caer.
-¡Alfa, sálvame!
-....¡Krest!
Zaphiri se aterró al verlo ¡¿Qué diablos hacia ahí?!
El bicho comenzó a subir desesperado, pues su amado manzano media cerca de treinta metros y el enano estaba hasta la punta.
Como el invierno ya se acercaba la mayoría de las hojas se habían caído, dejando al descubierto una gran cantidad de afiladas ramas.
Krest llora mientras se aferra con fuerza a la rama, la cual comienza a quebrarse, en principio le pareció divertido subir al árbol y admirar el paisaje desde ahí, se podía ver las montañas que rodeaban el santuario, algunos pueblos y parte del océano, el pequeño cubo quedó fascinado con la vista por un buen rato, claro que cuando fue momento de bajar...
-¡Está muy alto, Alfaaaaaa!
Se aterró.
Le dió miedo, el suelo se veía tan lejos, incluso el templo le pareció una pequeña casa, un escalofrío recorrió su espalda cuando una ligera brisa se hizo presente, aterrado no tardó en abrazar con fuerza la rama dónde se encontraba, aferrado con brazos y piernas al tronco, por desgracia solo llevaba una ligera camisa por lo que su piel quedó expuesta a la aspereza y presión del momento.
-¡Alfaaaaaa!
-ya voy...uf ...aguanta.
Zaphiri logro atravesar el rudo "arbusto" en el que se convertía su amado manzano durante el invierno, solo tenía que estirarse un poco y podría alcanzarlo.
-krest, suéltate despacio, yo aquí...
Pero para su desgracia la rama se rompió.
-¡Ahhhhhhh!
Zaphiri no dudo ni un segundo, se aventó para atraparlo y lo pego a su pecho.
La caída fue muy dolorosa....para el bicho.
Las ramas golpearon su espalda y rasgaron su camisa, una tras otra, una tras otra, pero no fue todo, el porrazo que se dió al chocar contra el suelo...juraría que se quebró un par de costillas 😭.
-¡Hay,hay,hay! 😭
El bicho se quejaba en el suelo pero sin soltar a Krest, al cual le tenía fuertemente abrazado.
-Krest...¿Estás bien?
Con mucho dolor consiguió sentarse, empezó a revisar al Omega, asustado de que se hubiera dañado.
Krest solamente gimoteaba, parece que del susto no pasó.
-¡Alfaaaaaa! ¡Buaaaaa!😭
Se tranquilizó al ver que no estaba herido, parece que solo fue el susto, Zaphiri lo calmo sobando su cabello mientras lo abrazaba.
-ya,ya, no pasó nada, estás bien, tranquilo.
-¡Alfa,Alfa, me asusté!
Ligeros besos en sus regordetas mejillas y Krest logro calmarse.
-¿Que hacías ahí?
-¿Quería ver el santuario?
-¡Hay, Krest!...ya,ya, ya estás a salvó
-¡Alfa!
De verdad le estaba costando mucho trabajo cuidar de Krest...¡¿Todos los celos serían así?!
Pero bastó una mirada a su alrededor para recordar su enojo anterior, tras ver de nuevo sus herramientas tiradas, no tardó en meterle dos buenas nalgas al menor y regañarlo por su travesura...y por estar hecho un asco, tenía moretones en sus brazos y piernas y estaba sucio de cemento y pintura.
-mira nada más, estás hecho un Ascó.
-¡Buaaaaaa, Alfa me pegó! ¡Alfa ya no me ama!😭
-¡No seas llorón! Si te quiero, pero debes portarte bien.
-¡No quiero, buaaaaaa 😭!
-....🤪
Después de un rato de drama los ánimos se calmaron y Krest regreso a su actitud infantil.
Ahora se encontraban dándose un baño para calmarse.
-¡Más caliente, más caliente!
-(suspiro)
A Zaphiri no le quedó de otra más que usar su cosmos para calentar el agua, mirando como Krest rie mientras el mayor lava su cabello, si bien ambos se encontraban desnudos y sus cuerpos juntos, el bicho no sentía ningún tipo de atracción...carnal, no mal entiendan, Krest era una tentación andante para él, es solo que, sus instintos le llevaban más a protegerlo que....follarlo, después de todo lo veía como un...niño.
Parece que comenzaba a entender un poco el celo de Krest, o almenos ya se podía dar una idea. Podía jurar que el celo de Krest representaba sus emociones suprimidas, sus deseos más profundos, su lobo interno prácticamente era aquello que no podía hacer o experimentar.
Por ejemplo su deseo de ser mimado, querido y protegido, el querer jugar cual cachorro, reir y experimentar con toda la inocencia del mundo. Todas aquellas cosas que....debido a su "situación" no podían hacer.
Ellos no tenían una vida normal, no fueron niños que corrieron de un lado a otro jugando a la pelota, que podían sentarse en el pasto a comer pastelitos, o jugar con pinturas y tierra....no.
A ellos los obligaron a entrenar de pequeños, día y noche hasta caer exhaustos, hasta que sus piernas fallaran y sus puños sangrara, las historias que les contaban siempre eran advertencias de lo que pasaría si fallan en la guerra, si Athena pierde, les enseñaron a proteger y amar la vida...aún cuando no la vivían realmente .
Zaphiri ahora entiende un poco el celo de Krest, ese deseo de vivir libre al fin, de poder expresar emociones que le fueron prohibidas por ser el caballero de Acuario, el caballero sin sentimientos.
-...¿Alfa?...
-....es momento de dormír Omega.
Después de una cena ligera finalmente deciden dormir, Krest fue más fácil de manejar tras su travesura, ceno lo que le dieron sin quejarse, pero pese a ello Zaphiri tampoco fue cruel, si bien lo regaño al final lo dejo jugar otro rato mientras él levanta el desorden.
Ahora están en la cama, el menor contando una serie de tonterías mientras Zaphiri soba su cabello.
Krest se siente a gusto y en paz mientras escucha los latidos del corazón de su Alfa, mientras se embriaga con su aroma que lo reconforta y le hace sentir seguro, su Alfa es el mejor, el más cariñoso y protector que puede existir.
Un tierno beso en su mejilla y un dulce buenas noches antes de cerrar los ojos, mañana será otro día, un día más de celo dónde Alfa y Omega se conocen y aman de una forma más allá de lo carnal.
.... aunque....
Zaphiri volvió a pasar una mala noche ya que Krest decidió usarlo de colchón y se trepó a su adolorida espalda, él y los más de veinte escorpiones, por lo que el bicho durmió aplastado.
F....por el pobre Zaphiri.
****
-asi que como puedes ver, los moretones los hiciste tú al aferrarte a la rama del árbol...y los rasguños me los hice cuando caímos desde la cima, esa es la causa y no lo que tú pervertida mente maquino.😤
La cara de Krest era un poema a la vergüenza, no cree lo que esta escuchando ¿De verdad había hecho el ridículo? ¿Se comportó como un cachorro?
-lo...lo siento yo... perdón yo...lo siento mucho Zaphiri, perdón por lo que te dije, es que yo....bueno, yo creí que tú.....
-je, te entiendo, no te disculpes, es normal la confusión después de todo...bueno...ya sabes, es lo que se supone debía pasar.
Susurra el moreno mientras rasca su nuca.
-...si...se supone ..
Se abraza a si mismo, pensando en lo extraño que resultó su omega, parece que su celo lo único que hizo fue ocasionarle problemas, a él y al pobre de Za....
-¡Ja,ja,ja,ja!
Una fuerte carcajada lo sorprende, Zaphiri está riendo, el bicho prácticamente se revuelva de risa en la silla que ya hasta sujeto su estómago y un par de lágrimas bajan por sus ojos.
-¿Que pasa?
Krest se acerca a él, confundido por su actitud, de pronto piensa que tal vez el bicho le ha estado mintiendo y se burla de él porque le creyó todo lo que dijo.
-Zaphiri si me has estado mintiendo juro qué...
El moreno lo jala para sentarlo en sus piernas, mientras intenta controlar la risa .
-no,no es eso cariño, claro que te dije la verdad es solo que...¡Jajajaja, Espérate a qué te cuente lo que hiciste ayer! ¡Todo el santuario se enteró de que eres un Omega!
-¡¿Queeeeee?
-huy mi enano ¡Fue épico! ¡Jajajaja!
Los ojos del cubo se abrieron aterrados.
¡¿Que diablos paso ayer?!
****
Y eso chicas (os) es lo que pasó.
Cómo pueden ver Zaphiri no se ha aprovechado de nuestro pequeño cúbito, no es que no le guste, todo lo contrario está loco por él, es solo que su instinto de protección es más fuerte que otra cosa.
Pero bueno.
¿Que habrá hecho Krest el tercer día?
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