mi esposo (7)


Y continuamos.

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Ese fin de semana sus cuñados se mudaron a su casa, llegaron temprano con su equipaje, unas cinco cajas donde solo había trastes, una licuadora, parrilla, consola de videojuegos, horno de microondas y televisión, así como algunos juguetes, juegos de mesa y tres colchones inflables.

Lo único de ropa eran una colección de corbatas, cinco pares de lentes de colores y ya, no era mucho lo que tenían... materialmente, después de todo sus necesidades no eran tantas como un humano o híbrido.

-Dejaremos sus cosas en el sótano, ya hice espacio.

Zaphiri y los demás bajaron muy emocionados a dejar el equipaje.

El lugar era muy amplio, prácticamente abarca lo de toda la casa.

La primera vez que Krest lo vio quedó sorprendido.... Parecía una cueva de cuentos de hadas.

Para empezar no bajabas ningunas escaleras, era una rampa con su respectivo barandal para no caer, en la esquina se encontraban todas las herramientas que el bicho usaba para arreglar el hogar, en el otro lado había una gran cantidad de madera y metal, todo lo demás era un espacio vacío.

Pero lo que realmente te deja maravillado era...

¡La enorme cantidad de piedras de colores que decoran las paredes!

Piedras blancas, rojas, verdes, multicolor, había de todas y todos los tamaños, algunas tan grandes como un balón de basquetbol las cuales reflejaban la luz de las lámparas de tal manera que parecía había un arcoiris ahí abajo.

Lo que nadie sabía, ni los bichos, es que ese lugar hace siglos fue centro de uno de los volcanes más grandes del mundo, el cual tras hacer erupción lanzo al mundo una gran cantidad de piedras preciosas las cuales fueron sepultadas por tierra y maleza, por siglos quedando ocultas al mundo hasta que un inocente bicho compro el lugar y comenzó a escarbar para contruir su cueva.

A Zaphiri le parecieron piedras muy bonitas por lo que coloco muchas de ellas adornando su casa.

Pero que podemos decir, los diamantes, rubí, zafiro, esmeralda, todas ellas estaban en su estado más puro, no estaban pulidas ni cortada para darle esa forma tan exquisita que vuelve loca a las personas, eran piedras enormes y con un color llamativo, por lo que Zaphiri las considero buenos adornos.

Incluso, si Zaphiri hubiese seguido tallando ese enorme rubí que encontró y con el cual decidió hacer la cama, bueno si de por sí era hermoso el color rojo sangre que tenía, puliendole....💵💴💶💷 Sería brutalmente ricos.

En fin, en ocasiones la ignorancia puede ser contraproducente.

Incluído Krest, ya que jamás había visto una gema en su vida, al menos no real, salvó las de fantasía, si bien sabía que los diamantes en bruto no lucen tanto, nunca había visto uno, por lo que....¡Su casa tenía piedras de río muy bonitas y ya!😊

-dejaremos todo aquí y después se pueden acomodar en la sala.

-no es necesario, podemos ocupar el sótano.

-si, es muy grande.

-pero....

Los bichos le sonreían, no querían ser un estorbo en la casa de su hermano.

-no, si bien es espacioso, también es muy frío por la noche, será mejor que se queden en la sala, es más caliente.

Pero Krest no los considera un estorbo, incluso está feliz de que estén ahí ya que así no se siente solo.

-¿Está seguro, Krest? No queremos estorbar.

- para nada, ustedes son bienvenidos el tiempo que quieran.

-¡¿De verdad?!🤩🤩

Milo y Kardia lo veía con grandes ojos, en especial el "rubio" ya que al ser el más pequeño esas muestras de cariño lo alegraban.

-de verdad, vamos, dejaremos los colchones en la sala.

****

Todo el día de la pasaron moviendo los muebles para hacer espacio, las camas no eran tan grandes, prácticamente eran la mitad de una cama individual, por lo que no fue tan difícil acomodarlas.

En lo que Zaphiri, Kardia y Milo lo hacían, Krest y Ecarlate preparaban la comida, al castaño le sorprendió ver las artes culinarias del rojito, si Zaphiri era bueno cocinando Ecarlate era mejor, no sabía cómo podía sostener el cuchillo con tal maestría, en segundos pico las verduras y carne cual chef profesional.

-¡Increible! ¡Eres todo un chef Ecarlate!🤩

-...😳....gra.... gracias😊.

Unas costillas marinadas con salsa de tamarindo y ensalada, así como arroz blanco y agua de limón con pepino fue su almuerzo... Krest hizo el agua😂.

Cuando terminaron salieron a conocer el lugar, prácticamente era a espaldas de su casa.

-hay bastante malla, debemos empezar a bardear el terreno.

-si, así la gente sabrá que es propiedad privada.

-ya tenemos los planos, queremos hacer una cueva como la de ustedes.

-hey, aunque, un terreno de escorpiones no suena mal.😁

Krest estaba emocionado, la verdad jamás había explorado los alrededores por miedo, pero con los bichos aquí se sentía más seguro.

Un terreno tan amplio como el suyo, salvó que este estaba rodeado de enormes matorrales y varios árboles muertos.

-miren, este árbol puede ser útil para la barda.

Zaphiri tomo un hacha y comenzó a cortarlo, mientras sus compañeros comenzaban a cavar pequeños agujeros para los postes.

Carajo, esto del deshierbe no era tan fácil, el pequeño castaño se encontraba luchando contra una mata de pasto enorme que se negaba a salir, incluso ya se había cortado un poco con las hojas, debió usar guantes pero...

Giro a ver a los bichos, estos arrancaban las matas de pasto con facilidad, incluso Kardia ya estaba cavando un hoyo...lo hacía como un perro, solo se veía su colita y como la tierra salía volando.

Primero colocarían los postes y después la maya metálica, así como el permiso de construcción por si se aparecía algún inspector, que miren que esos centauros eran una verdadera lata cuando de leyes se trataba.

Krest estaba exhausto le dolían los brazos y espalda, estar tanto tiempo agachado era una tortura y miren que solo había hecho un agujero y eso solo a medias.

Se sento a descansar en su mecedora, Zaphiri había ido por ella para su suerte, miraba a los bichos caminar de un lado a otro, cargando picos y postes de madera, de verdad eran muy fuertes pese a ser tan pequeños, tenía que admitir que se veían muy... varoniles haciendo eso, "hombres" trabajando de manera ruda y extrema.

¡Pjum!🤭

No pudo evitar reírse por su comentario.....je, hombres.

Bueno, técnicamente eran los machos de su especie.

****

De verdad eran increíbles, Zaphiri y Ecarlate tiraron dos árboles gruesos solo con el hacha.

Krest miraba sorprendido la facilidad con que su bicho cortaba la madera, como sus tenazas alzaban el hacha la cual se clava con fuerza, el árbol se cimbra con cada golpe y en cuestión de tiempo.

-¡Fuera abajo!

El bicho grita emocionado mientras empuja con fuerza el tronco, controlando el lugar donde a de caer.

En cuanto toca el suelo se puede sentir un ligero temblor, incluso Krest brinca en su silla.

Sus ojos se clavan en la figura de su esposo, Zaphiri rápidamente trepa al árbol y comienza a cortar las ramas, dejando solamente el tronco, el cual procede a cortar y convertirlo en postes.

Sus ojos siguen cada movimiento de Zaphiri, observando fascinado como su "piel" comienza a bañarse en sudor, como el caparazón adquiere un tono perlado que le hace brillar, las gotas de sudor que bajan por sus patas, como su aguijón se eleva en señal de victoria y....

....¡😳!....

Sonrojado voltea la vista mientras muerde sus labios ¡Por Dios! ¿En qué carajos estaba pensando?

Avergonzado se levanta y se pone a caminar recorriendo todo el lugar, que su mente últimamente se comporta extraña.

****

Será mucho el trabajó, deben arrancar demaciada maleza y cortar muchos árboles muertos, también hay  rocas muy grandes, los chicos dicen que servirían para hacer la barda y partes de la casa.

Mirando todo el lugar Krest no puede evitar pensar en su casa...¿El terreno habría estado así? Tan descuidado y...

-¡Ahhh!

Pego un brinco al ver un enorme cien pies pasar a su lado, era tan grande cual serpiente, pero no era el único, ya había visto insectos y estos eran enormes, no tanto como su bicho pero si muy grandes, que esa tarantula tenía el tamaño de un gato y...😱

Sus ojos se abrieron aterrados al ver al animal, está se encontraba trepada entre dos árboles muertos, dónde una enorme teleraña daba la bienvenida.

Trago grueso al sentir esos ojos en su persona, temeroso intento retroceder, en especial porque el animal estaba a punto de saltar le en cima.

-¡No!

Krest se cubrió con sus manos en un intento burdo de protegerse.

Pero antes de que la alimaña lo tocará, un enorme aguijón la interceptó en el aire.

-¡Alejate de Krest!

Los bichos habían visto a Krest deambular por el lugar, cosa que les preocupo ya que los "insectos" de la zona eran muy grandes, lo sabían muy bien por la primer "Guerra" que tuvieron con unas hormigas rojas cuando Zaphiri construía su casa, por lo que cada uno de ellos lo seguía con la vista para asegurarse que estuviera bien.

Cuando lo vieron acercarse a los árboles de la esquina supieron que estaba en peligro, en especial por la enorme telaraña que adornaba el lugar, por lo que no tardaron en salir disparados hacia ese sitio para protegerlo.

Kardia era el más cercano, ya que hacía agujeros cerca de ahí, el bicho rápidamente lanzo su aguijón interceptado a la tarántula en el aire evitando así que dañará al humano.

Krest miro asombrado como la tarántula era arrojada a una de las rocas, con un gran agujero en su panza.

-¡Krest!

Los demás bichos llegaron corriendo y no tardaron en ponerse frente al humano para protegerlo.

Se escuchan varios....¿Gruñidos?

Krest no sabía cómo catalogarlos ya que estos sonaban más como...como explicarlo, era muy parecido al que alguien produce cuando truena (choca) sus labios, cuando alguien quiere imitar el croaw de una rana, como una especie de chasquido solo que más... gutural.

Antes de darse cuenta una gran cantidad de tarántulas aparecieron, eran enormes.

-¡Krest, corre a la casa!

Zaphiri dió la orden y los escorpiones se lanzaron sobre ellas, alejándolas del castaño.

Krest estaba aterrado, dió varios pasos atrás observaba cómo los chicos luchaban contra esas alimañas.

Kardia traspasó a dos enormes con su aguijón, mientras lanzaba "puñetazos" con sus pinzas a otras.

Ecarlate había agarrado a otra y la lanzo contra sus compañeras, para después agarrar una enorme roca y arrojarsela.

Milo por su parte esquivaba las telarañas que estas le lanzan, a la par que arroja su aguijón y traspasa a unas cuantas.

Por su parte Zaphiri lucha con otras dos, tan grandes como la primera, está intenta atraparlo pero el bicho es más rápido, con sus tenazas parte sus patas mientras atraviesa a otra e inyecta su veneno, en segundos la tarántula chilla de dolor, mientras se puede ver cómo su cuerpo comienza a emanar un humo púrpura, empezando a deshacerse por dentro.

Una tras otra caían a los pies de los escorpiones, pero eran muchas, en segundos aparecieron cientos de arañas pequeñas brotando de los troncos.

-¡Largo!

Ok tal vez no podía luchar contra esas tarántulas enormes pero contra las pequeñas.

El castaño no tardó en tomar una de las palas y con ella empezó a aplastar a los insectos.

Esto ya se había convertido en una guerra.

¡Cow, noc, coc!

Otro chasquido, solo que este lo lanzó Zaphiri.

Krest buscaba apachurrar cuánta tarántula se le acercaba, por fortuna eran las más pequeñas, pero para su mala suerte estás brincaban.

Una de estas estuvo a nada de brincar a su pierna, pero fue interceptada por un enorme escorpión blanco.

De la maleza aparecieron unos treinta escorpiones, no eran tan grandes como las tarántulas pero si de un tamaño considerable, los bichos se colocaron al rededor de Krest mientras atacaban a todas las tarántulas que buscaban dañarlo.

Estuvieron "peleando" por más de una hora, hasta que los "chicos" lograron reducir a la mitad a las patudas, las tarántulas que quedaron huyeron al interior del bosque.

-¡Ah,ah,ah! (Jadeo)

Cansado Krest se tumbó en el pasto, en su vida había hecho algo así, pego un brinco al sentir como algo trepaba por su mano, el escorpión blanco le miraba fijamente.

Sonará estúpido pero....

-gracias...muchas gracias por la ayuda.

Con cuidado acaricio al bicho con sus dedos, este bajo el aguijón y recibió gustoso los mimos.

-¡Krest!

Zaphiri llegó corriendo, preocupado de que su esposa estuviera dañado, por fortuna no fue así.

Ya más tranquilos, los bichos decidieron que era momento de regresar, dejaron a los escorpiones mini cuidando el territorio, si algo pasaba ellos les avisarían.

-¡Krest toma, un pan es muy bueno para el susto!

Sonriendo tomo el pan blanco que Milo le ofreció, los bichos se sentían muy mal por lo ocurrido, debieron haber limpiado el lugar antes de llevar a Krest y exponerlo de esa manera.

El castaño solo les sonreía asegurando que no era su culpa, jamás imagino que la fauna sería tan peligrosa ahí y.... momento, Zaphiri había mencionado algo sobre una guerra con hormigas, acaso ocurrió algo similar.

-huy no, las hormigas eran más y mucho más grandes😆

-¡Kardia!😡

Por todos los cielos ¿Cuánto tuvo que sufrir Zaphiri y los chicos para construir su casa?

-ya fueron muchas emociones por un día, creo que es mejor dormir.

-si, Krest debes descansar.

-no te preocupes Krest, esas cosas no regresaran y si lo hacen yo te defenderé 😆

-... gracias Kardia.

El castaño decidió que era momento de dormir, la verdad estaba exhausto y...un poco asustado, antes de retirarse les dió un beso a cada uno de los chicos y agradeció por haberle  salvado, fue muy gracioso, Kardia y Milo se sonrojaron más no tardaron en mostrarse orgullosos jurando que siempre lo cuidarían, por su parte Ecarlate se desmayo por la muestra de afecto, totalmente avergonzado, mientras Zaphiri reía por la reacción de sus niños.

Acostado en su cama Krest miraba el techo, aún costaba trabajo asimilar lo que había pasado, prácticamente se había visto envuelto en una guerra contra otra especie de.... insectos ¡Por Dios, esto cada vez se volvía más loco!

Cansado decidió que lo mejor era dormir, sabrá Dios que le espera mañana.

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Al día siguiente los bichos se negaron a qué los acompañe, primero exterminaran a todo peligro para Krest y cuando el área sea más segura podrá acompañarlos, a Krest no le agrado mucho esto pero, la verdad se sentía mejor así, si bien se sentía a gusto con los chicos  aún estaba algo asustado.

Paso la mañana en el jardín haciendo sus deberes, podía escuchar a los bicho trabajando al otro lado de la cerca, incluso en varias ocasiones estos le gritaban para asegurarse que estuviera bien y...

Bueno, parece que habían dejado un centinela, el pequeño escorpión blanco apareció a su lado mientras terminaba sus deberes, el animalito se  "sentó" a su lado y no se movió hasta que Krest decidió entrar en la casa y preparar la comida para los chicos, llevando al pequeño bicho en su hombro.

Parece que serían unas vacaciones muy interesantes.

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Huuuuu!
Una verdadera guerra por territorio, lo siento por las tarántulas pero los bichos compraron de manera legal el terreno 😅

Que les digo, en un par de años habrá otra cueva de escorpiones ahí y con las decoraciones naturales que los bichos le van a dar, será muy bonita.

Por si se lo preguntan la roca enorme que Zaphiri convirtió en cama es un Rubí, solo que no está pulido ni nada, la verdad parece una gran roca negra con rayas rojas y carmín.

Las rocas de colores y tragaluces en la casa también son gemas, solo que los chicos no lo saben.

Y esperemos nunca nadie se entere de lo contrario el gobierno le quitaría a los bichos el lugar, ya que los consideran moustros de muy bajo nivel, por lo que no tienen muchos derechos.

Por último, Krest adopto al pequeño escorpión blanco como mascota y le puso por nombre algodón.😁

Pd.
Subí un par de dibujos por ahí ( en mis dibujos) de como se verían los bichos y la pequeña palapa que Zaphiri le hizo a Krest.

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