Mi esposo (3)

Sus párpados comienzan a moverse, el ciclo del sueño a terminado y es momento de despertar, se estira en la cama, hundiendo su cuerpo en esas suaves telas, con trabajo logra sentarse y abrir al fin los ojos.

¿Que raro?

Todo se ve obscuro

¿Aún es de noche?

Talla sus párpados mientras prende la lámpara de mano que Zaphiri le regaló y baja de la cama.

Tenía que admitir que la habitación era hermosa.

Una cama circular en el centro,que, si bien está hecha con una bonita piedra roja, no se siente dura o áspera, sus mantas son de una textura tan suave que ni la misma seda la iguala, en la parte izquierda de la habitación hay un gran espejo, a su lado un ropero muy bonito, donde su ropa y diario se mantienen a salvó,  en la otra esquina se encuentra su escritorio junto a una silla muy cómoda, hacer la tarea ahí es muy relajante, ya que un par de suculentas lo decoran y estás expiden un aroma muy rico.

La habitación es iluminada por unas lámparas, más Krest casi no las ocupa, luz natural entra por los tragaluz que hay en el techo, sin embargo este no es el caso.

-esta lloviendo.

Ahora se explica el porque está tan obscuro pese a que ya son las ocho de la mañana, una fuerte lluvia cae afuera.

Por suerte no tiene que ir a la escuela, de lo contrario terminaría como sopa.

Sale al pasillo a buscar a su compañero, el ruido en la cocina le dice dónde está.

-buenos días.

-....¡Buenos días Krest!

No puede evitar la risa que sale de sus labios, Zaphiri se ve tan gracioso corriendo de un lado a otro en esa cocina.

-ya casi termino, siéntate a esperar.

-esta bien, gracias.

Es gracioso ver a ese enorme escorpión correr de un lado a otro, exprimir un par de naranjas para después correr hasta la estufa y voltear la tortilla francesa que está preparado, supone que sería imposible para él de no ser por las vigas que había colocado para acceder a ellos.

Ahora que lo piensa...

Todas las cosas en la casa no estaban diseñadas para Zaphiri.

El baño es enorme, la cama ni se diga, la sala, la cocina, el patio. Algo le dice que a Zaphiri no le interesan los lujos,  una casa así de grande debe ser un lujo para él, por lo que....

Un ligero rubor cubre sus mejillas, recordando las palabras que el bicho le dijo al llegar.

"¡La diseñe para tí!"

Solo para él, Zaphiri había hecho está casa solo para él.

-¡Listo! El desayuno ya está, ten cuidado está caliente.

Incluso tenía que usar una tabla para poder subir a la mesa y dejarle la comida en su lugar.

-¡Gracias!

El castaño empezó a devorar los alimentos, tenía mucha hambre ya que la noche anterior no cenó.

A Zaphiri le gustó ver la sonrisa en sus labios, parece que su humor estaba mejorando, fue por su porción y se "sentó" a desayunar con su compañero.

Los truenos en el exterior aumentaron, la lluvia se había convertido en tormenta, podían escuchar el viento rugir.

-parece que lloverá todo el día.

Krest miraba por la ventana que da al jardín, el agua no le permitió ver más allá de medio metro, era un chubasco, en cuanto el castaño abrió una ráfaga le helo la sangre, hacía mucho frío, parece que fuera de la cueva la temperatura era menor, rápidamente cerró y fue por una toalla para secarse, se había mojado solo con asomar la cabeza.

-ni hablar, tendremos que esperar a que pase la tormenta, pero no te preocupes precioso, yo te cuidare mientras tanto.

La "curiosidad" le gana, se asoma a ver con quién está hablando Zaphiri.

El bicho se encuentra en la sala, hablando con un minúsculo árbol, el cual trata con mucha dulzura.

-ya verás, el suelo quedará húmedo y refrescante para cuando te siembre, verdad mi hermoso bebé 😚

-¿Zaphiri?

-¿Eh? Ah, hola Krest ¿Terminaste tu tarea?

-¿Tarea?

¡Ah! Es verdad, se supone que él está haciendo tarea, esa es su excusa para no salir los fines de semana de la habitación y evitar verlo.

-si, ya terminé....¿Que haces?

Pero quiere dejar de hacerlo, de culpar al pobre bicho por su mala suerte, de tratarlo tan mal cuando Zaphiri es muy dulce, por lo que intentara llevarse mejor con él.

-estaba hablando con el pequeño árbol, tenía planeado sembrarlo hoy pero con la tormenta no se puede.

Se arrodilla , mirando con curiosidad un pequeño árbol en una maceta.

-¿que árbol es?

-¡Es un árbol de manzana!

-¿Manzana?

-¡Sí! Son mis frutos favoritos 😍.

Esto le da curiosidad, ahora sabe algo sobre Zaphiri, la manzana es su fruta preferida.

-voy a sembrarlo a la mitad del jardín, ya prepare el lugar, ya verás, crecerá muy rápido y fuerte, tal vez podamos colgar un columpio de su rama cuando sea grande, también podrás leer bajo su sombra, escuché que a los humanos les gusta hacer eso.

Zaphiri habla y habla de lo genial que será tener un árbol de manzana, Krest solo le escucha y sonríe de manera discreta, eso suena bien.

Ahora que lo piensa...la verdad no conoce mucho de su casa, salvó la habitación, baño, recibidor y cocina, nunca ha entrado a la segunda habitación ni ha ido al patio, sabe que Zaphiri trabaja todos los fines de semana en terminar su hogar, ya que aún le falta y....

-zaphiri

-...y después podremos...¡Uh!...¿Que pasa?

Detiene su monólogo al escuchar la voz del humano.

-tu....tú....dijiste que construiste la casa ¿Cierto?

-¡Sí!  Yo la construí

-debio tomarte mucho tiempo.

-¡Siete años!

-....¡¿Qué?!

El escorpión le sonreía de oreja a oreja (aunque no tiene) orgulloso por su respuesta.

-pe...pero...no dijiste que la hiciste especialmente para mí.

-¡Así es! ¡La construí especialmente para Krest!

-pero ...si dices que te tomo siete años hacerla, no puede ser para mí, nosostros nos acabamos de conocer.

Zaphiri se acerca a él, despacio, está nervioso.

-no, está casa la construí especialmente para Krest, solo para él ya que...yo conocí a Krest hace siete años.

-¡¿Qué?!

****

Zaphiri era un moustro de bajo nivel, lo sabía, los de su clase no eran muy apreciados en su propia sociedad, aún cuanto hicieran por ella, esto la verdad lo tenía sin cuidado, nunca le importo lo que los demás pensaban de él...hasta ese día.
 
Mientras realizaba su trabajo, arreglando unas vigas en un instituto humano, ese día Zaphiri vio al ser más perfecto y hermoso en todo el mundo.

Junto a la fuente de la escuela estaba sentado un pequeño niño, un humano, su cabello castaño, esponjoso y brillante, su piel se veía tan suave y clara, tenía la cara más hermosa que hubiese visto, el pequeño reía animado, mientras hablaba con un muñeco al cual sostenía en sus brazos.

Zaphiri quedó prendado de él, algo en su interior le decía que ese era su humano predestinado, que junto a ese pequeño podría ser feliz.

No tardó en ir a la oficina y pedirlo como consorte pero...para un moustro de su nivel estaba negado.

El representa la clase más baja y burda, un moustro sin valor que no podía acceder a nada.

Pero Zaphiri no se rindió, iba todos los días y le suplicaba al director le dejara desposarlo, al final Shion acepto darle una oportunidad, si demostraba que podría cuidar bien de él, que lo querría y protegería de todo y todos, le permitiría casarse con Krest.

El director le puso muchas trabas, en primer lugar tenía que tener un lugar digno para que su pequeño Krest viviera, Zaphiri tenía que tener un trabajo estable y bien pagado, que Krest no sufriera ninguna carencia.

Eran muchos los requisitos, como no verlo hasta que llegara el momento de su graduación y tener todo listo, de lo contrario nunca le permitiría casarse con Krest.

También estaba el hecho de que, si otro moustro lo reclamaba él no podría objetar o decir algo, si Krest lo aceptaba Zaphiri tendría que alejarse.

Día y noche el escorpión lo paso trabajando, compro ese terreno y empezó a construir su casa, no podía pagar un equipo ya que esto gastaría mucho, por lo que se encargó de construir su hogar con sus propias pinza, era bueno para eso, le tomo mucho tiempo pero logro hacerlo.

También acudía todos los días para serciorarse que nadie había elegido a Krest, antes de entrar sus patas siempre temblaban, pues era obvio que cualquier moustro con más de una neurona lo elegiría, pero por algún milagro nunca pasó y esto le dió la oportunidad de poder reclamarlo como su esposa.

****

-me costo un poco de trabajo ya que había muchas piedras enormes, pero acabe utilizando las para el sótano... jajaja, recuerdo que se inundó unas cinco veces mientras lo construía, fue muy gracioso 😂.

El bicho continuaba hablando y hablando de cómo había hecho cada cosa, relatando anécdotas graciosas como todas las veces que se golpeó con el martillo o la pelea que tuvo con un nido de hormigas que se negaban a abandonar el lugar...fue una verdadera guerra.

Krest no decía nada, se había sentado en el piso, escuchando atento todo.

Zaphiri prácticamente lo había elegido desde el primer día en el que llegó al colegio, lo recordaba bien, ese muñeco se lo había regalado el director como bienvenida y fue su primer amigo.

Ja,ja,ja, ja...

¡Que ironía!

Siempre se habían burlado de él por no ser elegido y resulta que prácticamente fue el primero.

-tu....has esperado siete años por mí.

-...

-¿Porque? ¿Porque haces todo esto? ¿Porque me elegiste? ¿Porque luchas tanto si....si yo no lo valgo.

El bicho sonrió triste, le dolía ver llorar al pequeño, pero es lo que hacía últimamente. Despacio se acercó hasta él y se recargo en su pierna, como un perro que busca consolar a su amo cuando está triste.

-porque...yo me enamore de Krest desde el primer momento en que lo ví. Para mí tu eres el ser más bello en todo el mundo y...yo lucho por Krest porque Krest lo vale, Krest vale mucho, es muy listo y hermoso, amable, dulce, Krest no es malo, quieres a tus amigos pese a que ellos te lastiman, lo he visto, pero no por ello guardas rencores, me has tratado bien aún cuando no soy lo que deseabas, yo quiero hacer a Krest muy feliz porque lo amó, el es todo para mí, Krest es lo más valioso, ni el oro o joyas son tan importantes como tú, es todo lo que necesito para seguir peleando.

Zaphiri comenzó a frotarse cual gatito, intentando transmitir así sus sentimientos.

En esta ocasión no rechazo el contacto, incluso se atrevió a abrazarlo.

Sentirse querido y amado, tan especial para alguien que lo considere lo más valioso....lo llenaba de paz, de una seguridad que nunca había experimentado.

-gracias Zaphiri.

Afuera la tormenta  comenzaba a perder fuerza y los rayos del sol buscan atravesar las nubes, un hermoso arcoiris doble aparece. El olor a tierra mojada y la humedad del pasto los recibe.

Krest ha decidido conocer y apreciar más su casa, el jardín era enorme, el pasto estaba bien cortado y una gran cantidad de hortensias le rodean, violetas, rosas, blancas, azules, han perdido algunas hojas, pero siguen hermosas.

Hacen un agujero en medio del patio, plantan con cuidado el pequeño manzano, prometiendo cuidarlo para que sus frutos sean hermosos.

Krest se sorprende al saber otro pequeño detalle, los chocolates, aquella barra de chocolate que el director le daba todos los días, cuando procedía a repartir los presentes enviados por los prometidos, aquel chocolate que el pequeño pensaba era un regalo de su director para que no se sintiera mal, eran enviados por Zaphiri, el pequeño bicho acudía todos los días a llevarle una barra de chocolates diferente, no podía darle un presente más lujoso ya que estaba ahorrando, pero al menos deseaba darle algo para recordarle que lo quería.

Krest lo agradece, es bueno enterarse de la verdad aunque sea solo una parte, ahora, ahora quiere saber porque el director nunca le dijo que él  estuvo comprometido desde el primer día, tal vez así no se habría sorprendido tanto.

*****
*****
*****

Y seguimos con esta cursi historia.

Me alegra saber que les esta gustando 😊.

Poco a poco se van descubriendo los secretos.

Ese Zaphiri es todo un romántico....¡Como me gustaría encontrar uno así 😭!

El bicho hará todo lo necesario para tener contento y feliz a su cubito, y Krest finalmente empieza a apreciarlo.

¿,Que pasará ahora?

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top