Ya han pasado 25 años desde que tomo el papel de director, 25 años cuidando niños humanos, vigilando su desarrollo, educación y sueños.

Cada uno de ellos se había convertido en un hijo para él, todos eran especiales, desde los que ingresaban hasta los que se marchaban finalmente a hacer su vida.

Su deber era entrenarlos para ser una buena esposa, ser un candidato perfecto para algún moustro de su mundo.

Si bien Shion no se quejaba de su trabajo tampoco quiere decir que le agradaba, después de todo, como ya  dijo amaba a cada uno de sus estudiantes y deseaba lo mejor para ellos, aunque no siempre lo conseguía.

Nuestro querido Carnero se esforzaba por encontrar al candidato idóneo para cada chico, pero era muy difícil.

La mayoría de los moustros que acudía a su escuela solo buscaban una incubadora y nada mas, no les importaba realmente los humanos, más haya de su aspecto físico.

Al carnero le dolía su corazón cada que una generación salía de su escuela, pues sabía que jamás volvería a ver a sus pequeños  y no podría cuidarlos más.

Por eso era muy exigente con los candidatos, los investigaba y entrevista a profundidad, saber sus intensiones y que tipo de vida le espera a sus niños.

Por desgracia los moustros eran muy engañosos.

Muchas veces cuestionaba sus decisiones.

Como la de hace siete años.

****

Los ojos verdes veían asombrados al pequeño moustro parado en su oficina, incredulo a lo que escuchaba.

Olvídalo,  jamás permitiré que uno de mis niños esté con alguien de tu clase.

Le dolió decir eso ya que lo consideraba  clasista y racista, cosas que él se jactaba de no ser pero....

Este moustro se encontraba en la escala más baja de la sociedad.

Por favor, por favor, se lo suplico!...permitame cortejarlo, lo cuidare y protegeré de todos...

.....

Hace siete años un moustro poco común se presentó en su oficina solicitando una esposa, como era de esperarse se negó pero...

Pero esta plaga si que era necia!

Por favor, por favor, se lo suplico señor director,  déjeme cortejarlo!

Podia sentir como la vena en su frente palpita.

Todos los días,  Todos los malditos dias! Ese alacrán rastrero se cuela a su oficina y le súplicas una y otra vez poder desposar a uno de sus niños.

Acaso no se da cuenta de su lugar?

Ahhh! Ya esta harto, no importa cuanto le insista en que se valla, siempre regresa.

Ah, escucha Zaphiri,  debes entender, los moustros de bajo nivel no tienen las posibilidades ni recursos para mantener a una esposa, mi deber es velar por la seguridad de estos niños y no puedo permitir que alguien como...tu, se lo lleve, solo le esperaría una vida de sufrimiento y dolor.

Era una mentira y lo sabía!

Aun con buenos recursos y status los moustros seguían siendo eso... Moustros, seres que solo les importa su bienestar y, en raras ocasiones, su prole.

No quieren extinguirse y por ello hicieron ese pacto con los humanos.

Por alguna extraña razón habían dejado de aparecer hembras en su sociedad e irónicamente los donceles comenzaron a nacer en el mundo humano, una jugada del destino muy cruel, pero que al menos sirvió para una tregua.

Pero pese a ello, Shion intentaba que al menos moustros respetable y con dinero suficiente fueran los elegidos para sus hijos.

Si lo tengo, si tengo dinero, lo juro!

Eh?

Mis gastos son mínimos, e ahorrado toda mi vida y....

Por que diablos estaba tan necio con esa idea?
Por que se aferraba a uno de sus hijos?

Se lo juro, le juro que cuidare bien  de mi futura esposa, lo protegeré de todo...LO PROMETO!

.....

No sabia que pensar o decir, algo en la voz de ese animal, ese tono tan seguro y suplicante.

Ya llevaba casi un año insistiendo y cada vez se veía más seguro y decidido.

Demonios!

Se estaba volviendo un sentimental.

No lo verás hasta que cumpla la edad requerida para ser tu esposa.

Para ese entonces debes tener una casa digna de él.

Si otro moustro desea cortejarlo  te harás a un lado y lo olvidarás.

Las reglas eran muchas, todas ellas dirigidas a desanimar a ese moustro,  o almenos esa era la intención del director.

Enorme fue su sorpresa al enterarse de quien era el candidato.

Recordaba muy bien que Zaphriri había acudido a su escuela para reparar un techo en el área sur junto a otro par de moustros de bajo nivel, en ese momento sus pequeños salieron al patio a jugar un rato.

Krest...su dulce y tierno Krest.

El niño recién había llegado hace dos días, tan pequeño, tan frágil, estaba aterrado porque no sabía lo que le ocurriría sus padres lo habían abandonado, lo vendieron cual mercancía,  era asustadizo, muy tímido por lo que se alejaba de sus compañeros.

Ese día le había dado un peluche para que se sintiera mejor y confiara en él, que entendiera que estaba ahí para protegerlo, je, jamás imagino que ese día un moustro se fijaría en el.

Lo intentó,  por Dios que hizo de todo para que Zaphiri desistiera, que comprendiera su error y se alejara pero....no ocurrió.

Día a día ese escorpión aparecía en su puerta, temblando cuál gelatina para preguntar si algún moustro se había interesado en su novia.

De verdad era un idiota, Krest aún era un niño, él no permitiría que ningún moustro se acercara hasta que cumpliera 15 años.

Pese a ello...

Era...

Divertido...

Tierno...

Algo encantador, ver todos los días los enormes ojos llenos de temor para realizar una pregunta y después verlos cambiar a una mirada llena de esperanza y....¿amor?

Shion no sabia como sentirse al respecto, comenzaba a tener aprecio por ese enorme insecto.

Es para él....le-le gusta el chocolate, verdad?

Je.

Ropa, flores, confitería de alta calidad y en ocasiones joyería, el carnero estaba acostumbrado a repartir ese tipo de regalos a las novias desde su quinto año, sus chicos recibían emocionados los regalos que sus prometidos les enviaban.

Aquí tienes Krest.

....gracias¡

Desde su primer año el castaño recibía cada semana una barra de chocolate, no era un regalo caro o costos pero....de pequeño le hacía mucha ilusión,  incluso puede jurar que le levantaba el ego, era el único de su clase que recibía un regalo eso ponía celosos a sus compañeros y...mmm...bueno...tal vez por eso no les caía bien a sus compañeros.

Los años seguían pasando y zaphiri no faltó ningún día, incluso se esforzaba por traer algún presente en sus cumpleaños y fechas importantes, todo esto Shion lo hacia llegar a las manos del pequeño. ...

Que siempre creyó eran regalos del director para que no se sintiera mal al ver a sus compañeros recibir sus presentes de cortejo.

*****

De verdad se está esforzando.

Oculto tras unos árboles el carnero observa como ese escorpión trabaja hasta altas horas de la noche en la construcción de su casa, pese a su tamaño, cansancio por una jornada laboral, clima y demás inconvenientes,  Zaphiri sigue esforzándose para terminar su hogar antes de que su pequeño cumpla 15.

Día tras día, mes tras mes, año tras año, ese escorpión se esfuerza con todo su ser para demostrar que es digno.

Y shion comienza a creer que así es.

***

Valla, son humanos muy hermosos, no se por cual decidir.

Frente a el se encuentra un moustron de buen nivel, desendiente del mismísimo león de Menea.

El sujeto era bien parecido, su larga melena rubia y rasgos felinos, así como esos enigmáticos ojos verdes, de raza orgullosa y protectora con sus cachorros.

Un buen partido para cada uno de sus muchachos.

Pero que lindo! Esta cría es hermosa! Lo quiero a él!

Sus ojos se abren asombrados al ver la foto del elegido,  un chiquillo de hermosa piel blanca, ojos azules y un bonito y esponjoso cabello castaño...Krest!

Era verdad el tiempo había pasado y Krest ya comenzaba su penúltimo año, era momento de ser escogido.

Estaba bien, cierto?

El hombre León era un excelente partido, era honorable y amable, cuidaría muy bien de su bebé  y...

No! El no está disponible!

...eh....porqué?

Había actuado sin pensar, su boca actúo sin el consentimiento de su cerebro.

Claro que se podía!

Krest ya había llegado a la edad ideal, era un chico listo, hermoso y dulce, un candidato perfecto y...

Apenas tiene dies años, es muy joven, no se como llego su fotografía al catálogo pero es un error...Krest no esta disponible!

Que estupidez tan grande estaba diciendo, Claro que estaba disponible!

Pero...

Pese a ello...

Aun cuando el León fuera un buen partido....

Oh...enserió?

Los ojos verdes miraron la fotografía.

Bueno, viéndola bien....

Pues...si....se veía más pequeño que los demás,  con rasgos más infantiles y dulces y...ah, que lastima, habría sido una esposa magnífica.

Entiendo...es una lastima, pero estoy seguro que al crecer será una belleza, me gustaría esperarlo pero mi clan me exige estar casado el siguiente año.

Con una sonrisa, para alivio del director, el León continuo su búsqueda, decidiendo por un chico rubio con un bonito lunar en la frente.

Idiota, Idiota, Idiota!

En que diablos estaba pensando?!

Ese sujeto era un buen partido.

Pese a haberse cuestionado al final acepto su decisión,  celos paternos, ya que aunque no lo decía en voz alta el pequeño castaño era su niño favorito de momento.

Solo fue un pequeño error que no volvería a cometer, al próximo moustro respetable que pretendiera a Krest le daría su aprobación y...

Lo siento  aun es muy pequeño y...esta foto no debería estar aquí.

Y ese mismo error se cometió una y otra  y otra vez.

Krest parecía ser un pequeño imán de moustros, todos lo querían a él en cuanto veían la foto, incluso algunos se peleaban, como el par de gemelos vampiro, al final uno de estos se decidió por Degel.

Harto de esto, al darse cuenta que algo en su interior le gritaba que krest debía esperar, opto por retirar la foto del menor.

Y después de un tiempo.

***

Señor director, Termine la casa!

Ese cabron cumplió su promesa!

Aun recuerda el día en que Zaphiri apareció en su puerta con unos ojos tan brillantes que podrían deslumbrar al sol mismo.

Lo había logrado.

Finalmente terminó su casa, con todas las comodidades requeridas,  agua, luz, gas, absolutamente todo, también le mostró una fuerte cantidad de dinero que tenían ahorrado.

Por todos los diablos!

Era demaciado confiado, cualquier moustro lo asesinaria y robaría todo, en especial su casa que....ah, tenía que hablar sobre su falta de malicia si quería que protegiera bien a su hijo.

Como buen carnero de palabra Shion acepto el compromiso, solo esperaba no haberse equivocado.

*****

No puede negar que en principio le dolía ver la cara de desilusión en el pequeño,  sus ojos tristes y la vergüenza al ver quien sería su esposo, pero eso no era todo.

Las crueles burlas y bromas tanto de  alumnos como maestros no tardaron  en llegar, le dolía mucho ver los ojos acuosos de su niño y la soledad en la que estaba cayendo de nuevo.

Era consiente que, tras sus amigos y todos sus compañeros ser elegidos, lo habian vuelto un paria en su grupo, catalogandolo  de feo al no ser elegido, je idiotas, él siempre fue el primero en todo, por desgracia su nuevo compromiso solo le trajo más problemas.

Ya había hablado con los alumnos y profesores, los había reprendido, exigiendo respeto para el menor pero....

Comenzo a dudar si su decisión fue la correcta, permitir a ese moustro de bajo estatus cortejarlo tal vez no fue lo mejor.

Estaba decidido a enmendarse, cancelaria el compromiso, colocaría de nuevo su foto en el catálogo y permitiría a un moustro con más clase cortejarlo, seguro de que no tardaría en encontrar pretendiente pues era muy lindo y listo.

Ese día estaba dispuesto a hacerlo, caminaba por el pasillo con foto en mano cuando...

Cállate tu no sabes nada, Zaphiri es muy bueno y...mi casa no es una porquería!...

Enorme fue su sorpresa al ver a los cuatro "mejores amigos" peleando en el pasillo.

Ver como su pequeño se revelaba encarando a Camus, Degel y Mystoria, gritándo una gran cantidad de verdades y ... defendiendo a Zaphiri.

Esto lo hizo dudar nuevamente.

Krest estaba cambiando.

Verlo partir con la frente en alto, la mirada decidida y paso seguro lo sorprendió, su pequeño y tímido niño....

Shion lo vigilo toda la semana antes de salir de vacaciones, sorprendido al ver como ganaba confianza en sí mismo.

Pero no fue todo.

Como buen padre angustias, y tras enterarse de su ataque a manos de esos sátiros, también lo vigilo en las vacaciones, sorprendido por lo que encontró.

Vio a Krest correr en el patio acompañado de otros tres enormes escorpiones, lo vio jugar con ellos, regar las plantas, salir al mercado o sentarse a tomar algo en la entrada de su casa.

Lo vio reír con ellos, comer con ellos, jugar con ellos, lo vio....

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La puerta de la oficina se cerró y Krest tomó asiento, el joven estaba algo asustado, abraza con fuerza a su pequeño Algodón temiendo una represalia contra él.

No fue su culpa, sus compañeros lo estaban molestando como siempre, incluso el maestro, Algodón solo lo estaba defendiendo.

Ah!

Pego un brincó al sentir las fuertes manos en sus hombros.

Sabe que el director no es malo, siempre lo ha tratado con respeto y cariño, krest lo quiere como si fuera su padre por lo que le duele que lo reprenda y...

....

Pero la mirada de Shion no es de enojo o reproche, los grandes y profundos ojos lo miran con....dolor? Miedo? No sabe interpretar, su cara se ve angustiada, esta por decir algo pero...

Krest....eres feliz?

....eh?

Pequeño,  eres feliz? Estás feliz con tu compromiso con Zaphiri?! Si no es así no te preocupes, cancelare el compromiso inmediatamente, no tendrás que seguir con esto, regresaras a casa con nosotros, yo te cuidare mi niño.

Es todo, ahora o nunca, la respuesta que su niño le dé lo alentará a seguir o retroceder, saciará su duda si aún es apto para cuidar a los niños o no, sabrá si a perdido el toque o...

Sí!....Me gusta ser la esposa de Zaphiri! El es muy dulce y tierno, me trata muy bien y me cuida.

Esos grandes y dulces ojos azules, las mejillas sonrojada y esa enorme sonrisa adornada con perlas.

Una lágrima se escapa de los ojos del carnero cuando la delicada y blanca palma se posa en su mejilla.

Soy feliz...soy muy feliz.. no tienes de que preocuparte...Papá!

.....

No se había equivocado, no se equivoco esta vez, uno de sus niños realmente...es....feliz.

Algodón no entendía porque ese sujeto abrazaba a su amo mientras lloraba, el pequeño escorpión brincó al asiento mirando confundido, su amo también lloraba mientras correspondía el abrazo, no sabía si debía atacar, sus instintos no estaban alerta, no sentia hostilidad o ira de parte de ese sujeto como en los anteriores  y...

Confundido en pequeño escorpión solo se echó, mirando con curiosidad la tierna escena entre un padre y su hijo.

Krest era feliz y Shion no podía estar más agradecido con la vida, parece que en esta ocasión escogió bien la pareja de uno de sus hijos.

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Continuará...