la parada de autobús.

Cuando has pasado tanto tiempo en el mismo lugar y trabajo conoces a personas, personas que se vuelven tus amigas o enemigas, aún cuando tú no te lo busques.

Conozco a muchos...voy a platicarles sobre un par en especial.

****

6:30 AM.

Todos los días, a la misma hora y en el mismo lugar,  tenía que estar  en la parada para tomar el autobús que le llevará a la escuela.

6:35 y el autobús apareció, subió los dos escalones, pago su pasaje mientras saludaba de forma automática al conductor, para después tomar asiento al final de este, colocarse sus audífonos y mirar por la ventana hasta llegar a su destino...la misma rutina de siempre.

Pero este día algo sería distinto.

A medio camino los auriculares fallaron, algo razonable ya que tenía más de tres años usandoles, molesto el chico se los quito mientras gruñía por lo bajo, era un camino largó.

Comenzó a mirar a las personas a su alrededor solo para pasar el tiempo, el camino ya se lo sabía de memoria por lo que le resultaba aburrido.

Gente que se dirige a su trabajo, personas grandes abrigadas con gruesas chamarras u abrigos en las damas, no importa si hace calor en la tarde, las mañanas siempre son frescas, había unas señoritas muy bellas, dos de ellas hablando animadamente, mujeres hablando por el celular e incluso algunas maquillándose...¿Como lo hacían con tanto ajetreo y vueltas? No lo sabía, otros iban dormidos, como el tipo a su lado que estaba a punto de caerse, una escaneada rápida solo para no aburrirse, no logro ver a todos ya que el autobús iba lleno, solo le llamo la atención una jovencita sentada adelante de su fila, juntó a un niño sentado a su lado con el uniforme de una prestigiosa preparatoria....¡Mph!. ..nada bueno.

El chico no volvió a prestar atención, agarro la costumbre de dormir en cuanto se subía, algo razonable ya que su parada era la última, de cabo a rabo todos los días, tal vez si fuera más observador se abría dado cuenta de un par de gemas azules que siempre lo veían desde el espejo retrovisor, pero no... no era así, la verdad no volvió a prestar atención hasta el siguiente mes, cuando parece el sueño se le fué.

La misma rutina, subir, pagar, sentarse en el lugar de siempre y....escuchar música, se había comprado un par de auriculares nuevos e iba de buen humor, tarareando las canciones, mirando a todos lados.

Mientras giraba la vista logro ver cómo un chico sentado al frente pareció dar un brinco...mmm...tal vez le dolía el estómago...hey, esa chica de ahí era muy bonita ¿Cuando se subió?

La misma rutina otra vez.

Tuvo que pasar otro mes para que comenzará a poner más atención....o tal vez fue el frenado que el chófer se vio obligado a dar debido a un conductor imprudente que casi los hace chocar.

¿Están todos bien?

El hombre inmediatamente se paró a ver a sus pasajeros, salvó el ligero latigazo todos estaban bien, aunque molestos.

¡Fíjate cómo conduces!

¡Ten más cuidado!

¡Animal, no sabes conducir!

¡Te voy a reportar!

¡Ah! Cómo siempre el chófer tiene la culpa, la gente no mira a su alrededor y se percata que no es el único transporte, por suerte los pasajeros que iban adelante lo defendieron.

No fue su culpa, ese sujeto se le atravesó.

Es verdad ese loco salió de la nada.

Muchacho imprudente, casi nos choca.

Esto pareció calmar un poco a los pasajeros de atrás que solo pidieron seguir con el camino.

Fue ahí donde el chico noto algo.

Enojado, ya que sus auriculares se habían caído, miro  directo al asiento del conductor, vale, no era su culpa pero aún así el frenon no le gustó, al bajar la vista logro ver de nuevo ese suéter beige con franjas rojas de esa prestigiosa preparatoria, por alguna razón ese chico volvió a saltar y bajar la cabeza....¿Estará enfermo? No le dió más importancia y siguió en lo suyo, aunque...una espinita quedó.

Fin de semana y regreso a la rutina, volvió a subir y de nuevo al caminó, pasados diez minutos se giró a ver a su alrededor, lo mismo, gente trabajando y...valla, parece que ese niño tomaba el mismo autobús cada mañana, algo entendible si quería llegar temprano, se le quedó mirando un rato, a su espalda, tal vez estaba enfermo ya que se movia mucho, cuando quito la vista observó que algunos pasajeros veían con curiosidad al frente, tal vez si no hubiera traído los audífonos hubiera escuchado la sonora carcajada que el conductor dió.

Dos semanas más y ahora prestaba más atención, un día antes de vacaciones.

Identificaba bien a las doce personas que subían con él al inicio, tres trabajadores que se bajaban en una planta, dos chicos que también iban a la escuela y unas señoras que irían al centro de la ciudad, poco a poco se fue familiarizado con los que repetían el camino todos los días, incluso ahora sabía que ese joven subía a la siguiente parada después de él y se bajaba una antes, al ingresar saludaba al conductor con una sonrisa y siempre se sentaba atrás de él...parece eran amigos, también descubrió que era muy nervioso y....

No había visto muy bien su rostro, de lado parecía que era un chico muy lindo pero de frente...cada que intentaba verlo por el espejo este se hacía bolita en su asiento y su cabello castaño cubría su cara, lo poco que alcanzaba a ver es que su rostro se ponía rojo, tal vez se marea en los autos.

****

Jajajaja, no te encorves tanto, te vas a lastimar la espalda.

.... cállate...ya se volteó.

Miro el espejo retrovisor, el chico de los audífonos recién gira la vista para admirar el paisaje de la ventana.

Listo.

Ríe al ver al menor suspirar aliviado y sentarse derecho, lo conoce desde pequeño ya que su papá trabajo con él un par de años antes de abrir un negocio de ferretería, por lo que se llevan muy bien.

Observa como el joven vuelve a girar a ver por el enorme espejo retrovisor que le permite al conductor mirar el interior, de nueva cuenta su pequeño "sobrino" baja la vista y se hace bolita en su asiento, evitando ser descubierto.

Ya no sabe si reír o llorar.

Desde que inició el año escolar, el pequeño había sentido atracción por uno de los pasajeros, un joven como de su edad, al principio le miraba de reojo, después comenzó a espiarlo atravez del espejo y sonrojarse un poco, el otro no le prestaba atención por lo que no había problemas hasta...bueno....parece que ya había notado a su pequeño acosador.

Ahora lo gracioso es que este no paraba de temblar, podía sentir la mirada en su espalda, cuando intentaba mirar por el espejo se encontraba con que ese joven veía fijamente el cristal, por lo que bajaba rápidamente la cabeza cubriendo su rostro con el cabello.

La verdad era muy divertido de ver.

Llegamos, buena suerte en tus clases

Gracias, nos vemos en la tarde.

***

Observó como ese castaño baja sonriendo del camión, se adentra en una calle empedrada muy bonita, directo a su escuela.

Por alguna razón no puede quitarle la vista de encima, le causa curiosidad.

Llega al final de la línea y se baja, le da una mirada rápida al conductor...¿Será su padre? No lo cree, no se parecen mucho y...

Pasan las semanas y esto se vuelve más gracioso...al menos para el conductor, ahora su pequeño se esconde tras un libro todo el tiempo, por su parte el mayor hace un esfuerzo sobrehumano por ver su cara, la curiosidad lo está matando, incluso hasta se ha sentado un asiento al frente.

El conductor no puede evitar reír, su pobre sobrino prácticamente ya tiembla.

¿Sigue viendo?

....(mirada rápida)... sí, justamente te está viendo.

....¡Hay, no!

Jejeje, está juventud, tenía que admitir que era tierno, incluso algo romántico, digo, ellos tenían un ligero "coqueteo" por decirlo así, el caballero que intenta descifrar la identidad de su amor y este....¡Cómo novia de rancho, escondida detrás del rebozo! Pero deseando ser cortejada, jajajaja, si su padre lo viera....¡Le da el infarto! Su amado y pequeño hijo en su primer amor, no, Kardia si se nos muere si ve ésto, con lo celoso que es.

Pero el año termino y nada paso, esos dos seguían igual...¡Aunque  el mayor avanzo tres cuartos de asiento, en el bus!

Las vacaciones fueron aburridas sin esos dos, aunque se los encontró un par de veces, su sobrino seguía igual, pero el otro joven...¡Parece que quería preguntarle algo!

*****

Llegó el inicio de otro año escolar, ese chico si que había crecido, unos diez centímetros al menos, su pequeño seguía igual en estatura, pero se había puesto más hermoso, sus rasgos se afinaron aún más y de verdad parecía un ángel.

Buenos días...

Buenos días jóven

....

Sip, incluso su voz se puso más gruesa.

Cuando llegó a la siguiente parada casi se revuelca de la risa, el moreno se había sentado hasta el final otra vez, pero apenas freno parece que su cerebro reaccionó y casi se levanta de golpe al ver a su niño subir, con su radiante sonrisa y un ligero rubor en las mejillas, se nota que había extrañado mucho la escuela....si, como no.

Valla, valla, estamos de muy buen humor.

¿Eh?....no, yo....

Una rápida mirada solo para asegurarse que el chico de sus sueños iba ahí, odiaba admitirlo pero de verdad estaba ansioso por regresar, pensó que durante las vacaciones olvidaría este amor pero....

No pudo evitar sonrojarse cuando las miradas se cruzaron atreves de el espejo, negro vs azul.

Inmediatamente bajo la cabeza, avergonzado, mientras sacaba de manera torpe un libro y fingía leer.

El mayor no podía creerlo, finalmente vio su rostro y....¡Parecía un ángel! Era un chico muy lindo.

Le dió risa ver la sonrisa de bobo del moreno, mientras su niño temblaba cual gelatina, mirando "disimuladamente" atrás, parece que esos dos avanzaron un poco.

Por lo general el chico de cabello negro regresaba a las tres, en un autobús distinto, mientras su pequeño volvía a las cinco, ya que tenía clases especiales, pero este año...

Buenas tardes.

Enorme fue su sorpresa al ver al moreno subir a su autobús.

Valla, era el mismo conductor de la mañana, quien diría. Se había quedado dos horas extra ya que entró al taller de mecánica, para créditos, por lo cual su horario era nuevo.

Pero su sorpresa fue mayor al ver al bonito niño de la mañana subir, ha esta hora sale, con razón nunca lo encuentra de regreso.

Buenas tardes, Rasgado.

Hola mi niño....mira al final.

Por curiosidad giró, encontrándose con el chico de las mañanas, el calor no tardó en inundar sus mejillas y sentarse de golpe.

¡¿Que hace aquí?!

Pues....yo digo que va para su casa.

.....¡No puede ser!

Hay que gracioso, ahora sus tardes serían más entretenidas.

Y de verdad lo fueron, por tres meses su querido sobrino regresaba todos los días en completo silencio, siempre rojo cual tomate, mientras el chico volvía a acercarse poco a poco, si fuera película de terror se asustaría pero....

Una semana  pasó para que el moreno finalmente se fajara los pantalones, en opinión de Rasgado.

Se subió como de costumbre, solo que en esta ocasión no se sentó tan atrás, si no donde a su pequeño le gusta ir.

Estaba muerto de risa, cuando su niño subiera, ahora sí se infarta....y así fue.

¡Buenos.... días...tío!

Subió con trabajo, ya que venía cargando unos 10 libros de más, por lo que no veía al frente.

Se sentó dónde siempre, con un poco de trabajo, incluso uno de sus libros le cayó encima a la persona a su lado.

¡Lo siento mucho yo...

Rasgaron no pudo evitar soltar la carcajada e iniciar la marcha, el castaño prácticamente se había congelado a media disculpa, con la boca y ojos abiertos, mientras su rostro tomaba el color de una hermosa manzana roja...o almenos así le pareció al moreno ¡Joder! ¡De verdad era muy lindo!

No te preocupes, no me dolió.

.....

****

¡¿Que demonios hacia sentado ahí?! ¡A él le gusta sentarse atrás!

El pobre castaño estaba aterrado, todo su cuerpo temblaba, mantenía la mirada en el suelo y apretaba sus labios reprimiendo las ganas de gritar.

¿Estás bien?

Esto preocupo un poco al moreno, que no tardó en colocar su palma en la frente pensando que está enfermo.

....

Krest, no seas mal educado, contesta.

Rasgado decidió ayudar a su niño.

...¡Eh!....¡Ah!...¡Sí!...¡Digo no!.....yo...yo....estoy bien gracias.

¡Hay! Cómo no trajo una cámara para grabarlo, se veía tan tierno, estaba seguro que Degel se moriría de ternura al ver a su "frío y estoico" hijo balbuceando como chiquilla enamorada, por su parte Kardia se va a enojar.

¿Te llamas Krest?

....s... sí.

¡Que hermoso nombre! Yo me llamo Zaphiri Antares, mucho gusto.

Si antes estaba nervioso ¡Ahora se desmaya! El chico de sus sueños le estaba sonriendo de una manera tan dulce qué...

Rasgado solamente reía mientras seguía conduciendo, parece que finalmente a su nene le sonreía el amor ¡Pero no era el único divertido eh! Ya unas doce personas mayores se habían dado cuenta de la atracción de estos dos, incluso un par de señores le pagaban a una anciana la apuesta pérdida ¡¿Porque carajos se había tardado tanto en acercarse?!

Durante todo el camino Zaphiri le fue haciendo preguntas, preguntas que Krest respondió con mucha pena y trabajo, tenerlo tan cerca le producía un burbujeo en su estómago, cuando llegaron a su parada Zaphiri se ofreció a bajar y ayudarle con los libros....¡Cómo es de esperar Krest no aceptó! El castaño prácticamente se bajó de un brinco y se hecho a correr directo a su escuela, sorprendiendo a los del autobús.

Debes de ir más lento con el chico, krest es muy tímido.

Zaphiri decidió seguir el consejo, después de todo ese conductor lo conocía mejor.

****

Fue una especie de amistad que duró otro año más, le costó mucho trabajo pero Zaphiri logro entablar conversaciones con Krest sin que esté se desmayará o balbuce al hablar.

Los dos tenían una edad similar, gustos diferentes pero lograban llevarse muy bien, con Zaphiri Krest era mucho más abierto y sonreía muy seguido, también era su voz de la razón y en ocasiones lo regañaba cual mamá por portarse mal, por su parte Zaphiri se había vuelto muy sobreprotector con él, adoraba que fuera tan listo y se tomará la molestia de ayudarle en sus materias.

Cada vez se hicieron más unidos, al grado en que Zaphiri incluso comenzó a trabajar en la tienda de Kardia. Fue divertidísimo cuando esos dos se conocieron, el pobre moreno tuvo que soportar un interrogatorio de más de tres horas así como una serie de amenazas, incluso termino en un concurso de comer manzanas acarameladas que les llevo el azúcar hasta doparlos y terminar peleando con las botargas de abejita y oso de la tienda naturista de enfrente...Degel y Krest les metieron una regañiza inolvidable.

Para Krest no fue tan difícil, Ecarlate era un hombre muy serio pero amable y Mystorya era muy dulce, inteligente y sociable, a los dos les gustó este pequeño para el rebelde de su hijo.

Cuando entraron a la universidad, Zaphiri se esforzó mucho para ingresar a la misma universidad que su compañero, solo que Krest estudiaría para abogado y Zaphiri ingeniería mecánica, el moreno finalmente se armó de valor y le pidió a Krest ser su novio....el enano esta vez si se nos desmayo.

Ahora se podían ver todos los días tomar el mismo autobús tomados de la mano, en ocasiones riendo, en ocasiones discutiendo y otras dándose  cariñitos, pero siempre juntos.

Siguieron así hasta qué...

****

¡Hay, que aburrido!

Se quejo un pequeño niño de ocho años, con sus mejillas infladas, sus enormes ojos azules y su rebelde cabello turquesa.

¡Me gustan más las historias de terror!

Apoyo otro niño muy parecido al primero, solo que este tenía el cabello negro y los ojos violacios.

¡Cierto padrino! Mejor cuéntanos si alguna vez se te a aparecido algún muerto en el autobús...¡O una bruja!

¡Si, sí! Cómo cuando dijiste que habías atropeyado a ese enorme perro negro, pero cuando bajaste ya no estaba.

Rasgado comenzó a reír, parece que a sus queridos ahijados no les interesaba mucho el saber cómo se conocieron sus padres.

Los mellizos, Milo y Aiacos brincaban en el asiento detrás del conductor, les gustaba pasar tiempo con su padrino mientras esté maneja  el autobús, ya que tiene muchas historias interesantes que platicarles.

Rasgado ríe y acepta contar otra historia, sin dejar de ver el camino, después de todo muchas vidas dependen de él.

Les empieza a narrar aquella vez cuando en el turno nocturno logro divisar unas extrañas luces en el cielo, eran las doce de la noche y casi no había pasaje...

Los niños escuchan emocionados, mirando a todos lados esperando ver alguna nave extraña en el cielo, adoran las historias que Rasgado les cuenta.

El autobús sigue su camino, acumulando más historias que poco a poco marcan el camino de algunas personas.

Quien sabe, tal vez la próxima vez que ustedes se suban a éste...encuentren al amor de su vida.😉

Fin.

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Una pequeña historia un tanto bizarra, inspirada levemente en la canción de la oreja de van Gogh, pero con final feliz.

Ojalá les guste.

De ser así les agradecería si le dan una estrellita.

Si tienen alguna sugerencia déjenla en los comentarios.

Nos vemos después.

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